sábado, 21 de noviembre de 2015

REVISTA MUJER HOY PORTADA DE CERCA - MACARENA GARCIA,./ SI TIENES MINUTOS Y DESCANSO - EMPRENDEDOR EN UN MUNDO DE HOMBRES,.

TÍTULO: REVISTA MUJER HOY PORTADA DE CERCA - MACARENA GARCIA,.

Macarena García: "Aspiro a vivir con más ligereza"-foto--Macarena García: "Aspiro a vivir con más ligereza",.

Con los ojos y la inocencia de Blancanieves consiguió un Goya a la mejor actriz revelación. Apasionada, natural y perfeccionista, ha dejado de ser una promesa para convertirse en protagonista de nuestro mejor cine y televisión.
Macarena García (Madrid, 1984) habla tan rápido que, a veces, es difícil seguirla. Hasta ella misma pierde el hilo en alguna respuesta y, entonces, estalla en carcajadas. "No llevo bien las entrevistas", confiesa. "Uno dice cosas que le vienen a la cabeza en ese momento y luego se pregunta, ¿pero yo he dicho eso?".
Muchos la tomaron por una niña que empieza cuando ganó el Goya a la actriz revelación hace dos años por 'Blancanieves', donde su papel era la encarnación de la inocencia. Pero Macarena no es una niña, ni por edad, ni por carrera.
La muchacha que mira con ojos soñadores y trata de controlar el nerviosismo con los periodistas se está convirtiendo en la gran intérprete que siempre anheló y en una mujer que controla las riendas de su vida. Solo le falta, según ella, aprender a vivirla con menos perfeccionismo. "Estoy en ello, trabajando para relajarme", asegura.
Mujerhoy. ¿Le molesta que la sigan tomando por una jovencita?
Macarena García. No creo que tenga ya una apariencia tan de niña. Parezco más joven de lo que soy, eso sí. Y es verdad que siempre he hecho más de niña en los papeles que he tenido hasta ahora. Y también que las entrevistas no son algo fácil para mí. Tiendo a ser insegura. Pero, bueno, soy lo que soy. Tengo 27 años, muchas experiencias, años de aprendizaje y ganas de hacer multitud de cosas.
MH. Ha dicho que le hubiera gustado rebelarse más, porque fue una chica muy responsable.
MG. En realidad, no sé si pienso eso. Siempre he sido la que hacía todo bien, pero es lo que me salía de forma natural y me ha traído cosas muy buenas. Era un niña normal, simplemente muy buena. Lo que pasa es que ahora me doy cuenta de que no quiero tener a todo el mundo contento. Voy a cometer errores, también en mi vida personal, y haré un trabajo mejor o peor. Eso es lo que me hace persona. Quiero pasármelo mejor. No intentar ser tan correcta. Ser un poco más libre. Aunque es algo que me cuesta.
MH. Su personaje en B&B, la serie de Telecinco en la que trabaja, sí es más rebelde. ¿Cómo ve a esa generación en la que mucha gente sigue siendo becaria pasados los 30?
MG. Bueno, creo que es un momento muy complicado en todas las profesiones, y no solo para una determinada edad. Es cierto que hay gente muy valiosa que no tiene oportunidades. Y la base de todo está en aportar cosas nuevas. Espero que cambie. Aunque confío en que, al final, la gente que vale encuentre su lugar.
MH. También hay jóvenes muy conservadores, que viven con sus padres hasta muy tarde.
MG. Yo, en esa situación, sentiría que me estoy perdiendo muchas cosas. Me independicé hace un tiempo y estoy disfrutando muchísimo, creciendo. La vida te obliga a dar pasos, pero a veces también tenemos que darlos nosotros, y salir de la zona de confort, hay que arriesgarse para nutrirse. Para mí es necesario. Pero hay quien no lo necesita. Lo importante es ser coherente y honesto.
MH. ¿Su papel de Julia en Palmeras en la nieve le ayudará a dar una imagen más adulta?
MG. Sí, interpreto a una mujer desde los 16 años hasta más allá de los 30. Empiezo muy niña, locamente enamorada de un hombre, y acabo teniendo una vida estable, casada y con hijos. Se ven todas las experiencias que vive mi personaje, los dolores que va a acumulando. Ha sido una oportunidad muy importante. Afrontar papeles que me dan un poco de miedo es lo que me gusta.
MH. Julia sí es una buena chica.
MG. Sí, una buena chica, una buena amiga, una buena hija... Y se enfrenta a tener que elegir entre un amor pasional o una vida que le va a dar tranquilidad y estabilidad. Cada uno tiene que encontrar su medida, pero quizá la cuestión es no hacer simplemente las cosas porque te las han inculcado y ya está. Eso es algo que me da mucha rabia cuando lo veo...
MH. Ella renuncia a sus sueños.
MG. Bueno, no creo que haya que aferrarse a toda costa a los sueños. Hay que ser un poco flexible con la vida. Aunque si lo tienes claro, evidentemente, hay que luchar.
MH. ¿Ha descubierto de sí misma cosas nuevas con este papel?
MG. Fue un rodaje en el que me divertí mucho, trabajé más relajada que de costumbre, estaba viviendo una época muy emocionante por circunstancias personales. Me gusta dar peso a todo lo que hago, pero creo que es muy importante también trabajar relajada y con alegría. Quiero vivir con más ligereza, esa es la palabra, porque soy muy afortunada en la vida y en el trabajo.
MH. Siendo tan exigente, no le será fácil manejar la espera hasta que sale un nuevo papel.
MG. Da mucho susto, la verdad. Hasta ahora no lo he vivido, afortunadamente. Estoy viviendo ahora un momento de intentar ver qué es lo que me gusta de verdad. Me entran dudas y me hago todas las preguntas del mundo. Pienso que lo importante es intentar prepararme todo lo que pueda y, sobre todo, vivir, que es algo básico para luego poder contar. Y en ello estoy [risas]. Pero en esta profesión no tiene ningún sentido ser controladora. Hay que dejarse llevar. Creo que es la única manera, de verdad.
MH. Tiene una relación muy especial con su madre. ¿Qué consejo le ha dado?
MG. La admiro mucho, es una mujer bondadosa y muy optimista. Ni ella ni mi padre han tenido ningún interés en que sea actriz, solo quieren que sea feliz con lo que hago. Por eso, mi relación con ellos ha sido muy fácil. Igual que con mis amigas. Las tengo desde que soy muy pequeña, una es médico, otra es profesora, y me mantienen con los pies en el suelo. No tengo nada que demostrarles. Y todos los consejos que me dan unos y otros salen de ahí.
MH. Empezó con solo 13 años, en un musical.
MG. Sí, era lo que me gustaba desde pequeña. Me encantaba bailar y me lo pasé muy bien, pero lo dejé para centrarme en los estudios. Quería hacer Psicología, especializarme en niños. Mi carrera comenzó, de verdad, seis años después, con la versión de High School Musical. Fue entonces cuando me di cuenta de que actuar me apasionaba.
MH. ¿Y cómo lleva la otra parte de su profesión: que le hagan fotos por la calle, que le pregunten sobre su vida privada...?
MG. Bueno, no sufro persecuciones, pero algo así no es posible llevarlo bien. Es un mundo que no me gusta nada. Lo que me extraña es que a alguien le pueda interesar. Nos ponen a los actores, que somos normalísimos, en un lugar que no nos corresponde en absoluto.
MH. Habrá tenido que aprender a dar cortes...
MG. [Risas]. No voy mucho a eventos, pero intento afrontarlo con naturalidad, porque yo de mis cosas de amor hablo con mis amigas o con mi madre, no con un periodista que no conozco de nada.
MH. ¿Le afecta la presión de la alfombra roja?
Me gusta ir bien vestida y arreglada cuando hay que estarlo, pero no entiendo que te critiquen, a veces de forma salvaje, por ello. Intento darle la importancia justa.
MH. ¿Siente responsabilidad respecto de las niñas jóvenes que la siguen y admiran?
MG. Sí, me lo planteo. No me gusta la idea de que te idealicen, que se imaginen de ti algo que no eres y que te envidien o deseen ser como tú. Porque todos somos personas muy normales. Por eso, cuando hago una campaña para ellas, intento conseguir algo bonito, positivo.
MH. ¿Qué cosas no haría nunca en su carrera?
MG. No sé... Algo que no me convenza, algo en lo que no crea. Pero estoy bastante abierta a arriesgar. No pido grandes éxitos, pero me gustaría tener una carrera que dure. ¡Ojalá sea así!
MH. ¿Eso es el éxito para usted?
MG. A día de hoy, el éxito para mí es estar en paz con lo que va llegando. Y, sobre todo, disfrutar. Si lo consigo...

TÍTULO:  SI TIENES MINUTOS Y DESCANSO - EMPRENDEDOR EN UN MUNDO DE HOMBRES,.

Emprendedoras en un mundo de hombres María Álvarez, Alicia Hernández, Elena García, Anabel Vázquez, Elena Peyró, María Martínez. foto

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Ser la única mujer en la sala de juntas, en el viaje de negocios, en el consejo administrativo o en la sala de accionistas es algo que seguramente te ha pasado más de una vez. Y es que, aunque se han hecho algunos progresos importantes al respecto, la poca representación femenina en el mundo empresarial sigue siendo algo común.
Aprender a adaptarnos a estas condiciones forma parte del proceso de “redefinir el concepto de la mujer actual”, como dice el lema de Victoria147. En este contexto, ¿cómo podemos sobresalir en un mundo de negocios creado principalmente por hombres, y en el cual ellos son los protagonistas?

Conoce tus habilidades

Si conoces y entiendes un proyecto y te sabes capaz de contribuir al mismo, difícilmente serás ignorada. Antes de apostarle a un negocio deberás tener bien claro cuál puede ser tu contribución, cuál es la mejor forma de articular tu participación y cuáles son tus objetivos. No importa si vistes falda o pantalón: si eres capaz de aportar al objetivo común del proyecto, tu voz será escuchada.

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Sabemos que el 80 por ciento de las decisiones de compra a nivel mundial se realizan por mujeres, y tú eres una de ellas… lo que significa que representas al género femenino. Cuando seas la única en la mesa de juntas, no olvides que tu participación es invaluable, ya que nadie más en ese cuarto puede entender mejor que tú al segmento femenino de la industria.

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Sé auténtica. Abraza las ventajas que te proporciona ser mujer, como ser más intuitiva, multifuncional, capaz de trabajar en equipo y forjar relaciones, generar un equilibrio… Te aseguramos que esas mismas cualidades son cada vez más apreciadas en el ecosistema emprendedor.
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