viernes, 19 de enero de 2024

El Telediario La 1 - Verbolario - Anacronismo y deslealtad ,. / EL MAGO DEL TIEMPO - El fantasma de la sequía ,. / Volando voy - Jesús Calleja - Miguel Ríos,.

    TITULO:  El Telediario La 1 -  Verbolario - Anacronismo y deslealtad,.

 Verbolario - Anacronismo y deslealtad,.

 José María Carrascal: Descifrando a Putin

foto / Recientemente ha trascendido la decisión del Consejo de Ministros de pasar a la situación de reserva con carácter forzoso al Vicealmirante Don Alfonso Carlos Gómez Fernández de Córdoba, hasta hace bien poco Subdirector General de Reclutamiento. No consta versión oficial del motivo por el que el Consejo de Ministros ha decidido adoptar tan excepcional, arbitraria y anacrónica medida.

Todo apunta a que dicha decisión está relacionada con el incidente, que ya le costó el cese en su cargo al vicealmirante, habido en las oposiciones al cuerpo de Sanidad Militar, originado por la problemática regulación de los tatuajes de las opositoras, cuestión que terminó en los tribunales. Desconocemos las hipotéticas responsabilidades que el Gobierno le ha podido imputar al vicealmirante en la gestión del asunto. Sin embargo, a estos efectos, es absolutamente intrascendente, porque, la medida, aunque prevista en la Ley, tiene todos los requisitos para ser declarada inconstitucional e incompatible con un Estado de Derecho.

En efecto, el artículo 113.2 de la Ley de la Carrera Militar habilita al Consejo de Ministros, a propuesta del ministro de Defensa, a ordenar el pase a la reserva (prejubilación forzosa) a los generales y almirantes sin mayor requisito ni fundamento que la simple voluntad del Gobierno.

En consecuencia, la cuestión se centra en analizar la conformidad con nuestro Ordenamiento Jurídico, y especialmente con nuestra Constitución, de esta forma de concluir una carrera militar, ajena a la voluntad del interesado. Dicho de otro modo, esta facultad del Gobierno que permite cambiar la situación administrativa de un oficial general (funcionario publico) y pasarlo a la reserva sin más motivos ni miramientos ¿es ajustada a Derecho?

En mi opinión, es una norma que proviene de la época preconstitucional que, por desconocidas razones, ha perdurado en el tiempo de manera inadecuada y que debe ser expulsada del Ordenamiento jurídico por violar groseramente derechos fundamentales de los destinatarios de la misma, dadas las siguientes razones :

1.- En primer lugar, hay que tener en cuenta que la facultad que permite al Gobierno nombrar y cesar libremente a cargos públicos esta mediatizada por los principios constitucionales, según nos recuerda el Tribunal Constitucional «...la facultad de libre designación no atribuye al órgano de decisión una especie de poder omnímodo a fin de decidir como tenga por conveniente, con olvido de que el servicio del interés público es la esencia y el fundamento del ejercicio de toda potestad...»

2.- Hay una evidente nulidad de pleno derecho en virtud de lo establecido en la Ley de Procedimiento Administrativo, que obliga a motivar, es decir, a exponer las razones de aquellos actos administrativos que limiten derechos subjetivos o intereses legítimos de los ciudadanos, de forma que la ausencia de dicha motivación conlleva la nulidad de pleno derecho. Así nos lo recuerda el Tribunal Supremo en reiteradísima jurisprudencia.

3.- Este procedimiento se formaliza inaudita parte, es decir, sin concederle al interesado el preceptivo trámite de audiencia, lo que vicia al acto de nulidad absoluta, impidiéndole al interesado formular alegaciones y produciéndole por ello indefensión.

4.- El derecho a la inamovilidad en su condición de funcionario de carrera es el primero de los derechos que se le reconoce en su Estatuto Básico a cualquier funcionario, incluidos todos los militares, salvo a los generales y almirantes, que son los únicos a los que se les niega sin razón ni justificación alguna, es decir, de forma arbitraria.

5.- En las tres ocasiones que desde la entrada en vigor de la Constitución el Gobierno ha hecho uso de esta facultad, ha habido un evidente animus puniendi, es decir, una sanción encubierta, al margen del derecho sancionador, sin garantías constitucionales y con vulneración del principio de presunción de inocencia.

6.- El artículo 113.2 de la Ley de la Carrera Militar puede juzgarse inconstitucional, porque, en mi opinión, vulnera el principio de seguridad jurídica, habilita la más completa arbitrariedad del Gobierno, crea la mas absoluta indefensión a los destinatarios de la norma, contraviene las previsiones constitucionales de mérito y capacidad, infringe el principio de igualdad ya que no existe ningún otro funcionario al que se le aplique tal medida, no respeta el derecho a la presunción de inocencia y, por ultimo, quebranta el derecho de los funcionarios públicos a su inmovilidad en su condición de funcionario de carrera y situación administrativa.

7.- Los principios constitucionales de mérito y capacidad saltan por los aires con esta arbitraria facultad del Gobierno de prejubilación forzosa de un funcionario público, impidiendo su pleno ejercicio profesional en activo, por la simple e inmotivada decisión del Consejo de Ministros.

8.- En definitiva, la norma analizada vulnera groseramente elementales derechos constitucionales de los destinatarios de la misma, y muy especialmente, contraviene el derecho básico a la inamovilidad que los generales, como todo funcionario publico, deben tener y que el Tribunal Constitucional, hace 35 años ya, calificó como conquista histórica tras la aprobación de la Constitución.

Personalmente, me resulta extraño y a la vez especialmente doloroso que la ministra de Defensa, que es magistrada del Tribunal Supremo, no haya tenido la suficiente sensibilidad para apreciar estas elementales apreciaciones jurídicas y haya decidido aplicar con tanta desmesura una norma tan poco democrática.

 

TITULO: EL MAGO DEL TIEMPO - El fantasma de la sequía,.

El fantasma de la sequía,.

Estos seis meses han sido los más secos de los últimos 60 años, la escasez de lluvias tiene los embalses españoles al 44,2 de su capacidad,.

La sequía hace visibles las carreteras fantasma

foto / El bajo nivel del embalse de Mediano (Huesca) ha hecho emerger de nuevo la iglesia del pueblo inundado, que llevaba 34 años sumergida. Las obras del pantano se terminaron en 1973. Ahora, tiempo de sequía, esqueletos de chopos, robles, olmos y serbales vuelven a recibir la luz del sol. Las mañanas de niebla como la que refleja la fotografía parecen más apropiadas para un encuentro con los fantasmas en la tumba hídrica del antiguo pueblo que firmó su sentencia de muerte en la década de los cincuenta. Si las nubes no hubieran sido tan rácanas este el último año, se vería sólo la punta del campanario; qué susto si, de improviso, sonara la campana.

Y si los chaparrones hubieran descargado, el nivel subiría hoy 30 metros por encima del suelo, es decir, una altura equivalente a un edificio de diez pisos. Nada más que agua se apreciaría desde el mundo de los secos. Pero si todavía baja más, pronto se podrá llegar al templo a pie, cruzar el antiguo puente de entrada al pueblo y tocar a sus puertas tapiadas. Y, unos pasos más allá, caminar sobre una escombrera de tejas, baldosas y maderas podridas. Pero como no todas las casas fueron demolidas antes de pasar al mundo de los mojados, entre las calles de Mediano que aún se distinguen, acuden estos días padres con sus hijos, turistas y curiosos a sacarse una fotografía en el lecho del pantano donde yace el antiguo poblado.

Alarma extendida

Este naufragio al descubierto en pleno valle del río Cinca, el principal afluente del Ebro, sirve para hacerse una idea de la gravedad de la sequía que sufre España. Los últimos seis meses han sido los más secos de los últimos sesenta años, ha asegurado la Agencia Estatal de Meteorología (antiguo Instituto Nacional). La escasez de lluvias tiene a los embalses españoles al 44,2 % de su capacidad, una disminución de 8.343 hectómetros cúbicos con respecto al año pasado. Salvo la franja cantábrica, la alarma se extiende por toda la península.

La situación es desesperada en las cuencas internas de Cataluña. Están al 22% y la Generalitat se planteó la posibilidad llevar agua en barcos en verano si la situación se prolongaba, aunque la idea parece haber quedado en agua de borrajas. También se sufre en el Segura (18,9%) y el Júcar, al 21,9. Dos ríos fundamentales por su caudal registran mínimos históricos: los embalses del Tajo se encuentran 15 puntos por debajo de su media de la última década; y la imparable hemorragia ha dejado a los del Duero al 52%, cuando el año pasado llegaron al 82,6.

En cuanto al Ebro, que en las escuelas se estudia como «el río más caudaloso de España», sus embalses están al 46%, con desigualdades dentro de su cuenca. El río vierte al mar cada año los mismos hectómetros cúbicos que almacenan, hoy por hoy, todos los embalses de la vertiente mediterránea. Sus afluentes de la margen derecha resisten; en los de la izquierda, la sequía ha reducido la humedad a niveles desérticos y empieza a matar árboles. «Por aquí pasan las nubes... y no dicen ni adiós», se queja Joaquín Casas, que cultiva «frutas de hueso» en Fraga, cerca del secarral aragonés de Los Monegros. «Los árboles aguantan, pero el agua está tan baja en los embalses, tanto, que las mangueras de las bombas no alcanzan el agua. ¿Cómo va a haber para regar?», plantea el hombre. Se atreve a enumerar los kilos de fruta de menos que le dará cada melocotonero. «50, 49, 43...». El hombre también cría ovejas. Lleva meses alimentándolas en el corral, obligado, porque la tierra no ha recibido su vitamina y no ha germinado hierba, lo que ha dejado a los ovinos sin comida natural. Cuenta que los bomberos de la zona llenan sus camiones para llenar las cubas que dan de beber al ganado y de paso saciar a las tierras de secano, que son mayoría.

Del lunes al miércoles ha llovido en la zona, como en media España, aunque en cantidades muy inferiores a las habituales en estas fechas. En la vertiente atlántica se han recogido de media 2,7 litros por metro cuadrado y 3,6 en la mediterránea. Y la cifra da pie a odiosas comparaciones. Cada uno de nosotros gasta de 100 a 200 litros de agua al día. Un grifo abierto deja correr unos diez litros por minuto. «Una noche de tormentas elevaría el caudal del Ebro y haría subir de 20 a 24 centímetros el nivel del agua del embalse de Mequinenza», apoya José Luis Gracia, productor de frutas. Hay más. Una gota cada dos segundos en una fuente que cierra mal desperdicia hasta 6.000 litros al año. Se pueden ahorrar 30 al día arreglando esta minucia.

Lluvias espectaculares

«Se necesitan lluvias espectaculares durante más de un mes», calcula la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona. Pero ya se puede escudriñar el cielo, que el tiempo no está para llover a cántaros. No se prevén cortes de agua en las casas durante el verano -en parte, porque se ha suspendido el regadío en las cuencas del Ebro, Júcar, Segura y Guadalquivir-, pero se dispara en algunas zonas el riesgo de incendios forestales. Ante la sequía que sufre la comunidad, el Gobierno ha enviado esta semana a Galicia 1.400 guardias civiles y policías, efectivos extras para disuadir a los incendiarios que en 2007 sembraron de llamas en el lugar.

Más práctico, el director de Aguas del ministerio, Jaime Palop, insiste en la necesidad de ahorrar en casa, y aconseja no dejar correr el agua al lavarse los dientes; «es mejor oír la radio que el sonido del agua», dice. Trata de prevenir, aunque descarta que vayan a ponerse en marcha restricciones en los hogares. «Concienciar -advierte-, es clave para no empeorar la situación. Damos por supuesto que si abrimos un grifo, saldrá agua, que es algo automático e infalible». Pero ir a contracorriente del progreso es menos fácil que seguir este consejo. Las casas unifamiliares disparan el consumo. Cada vez más viviendas de nueva construcción incorporan dos baños en lugar de uno...

Nuevos tiempos

La falta de precipitaciones le mantiene en un sinvivir, aunque Francisco Portolés, agricultor jubilado, siempre supo adaptarse a los cambios. El otro día se hizo cien hectáreas por los buenos tiempos «a ocho por hora». Prepara la tierra ahora para sembrarla en octubre. Se sintió un hombre el día en que, siendo tan sólo un chaval, se subió a aquel tractor de un cilindro y ruedas de hierro para ayudar en la huerta y evitar que la sequía se instalara en la economía familiar.

El viñedo ofrece su cara más ajada en tonalidades marrones, cuando debería lucir verde. Los sarmientos, de donde brotan las hojas, las tijeretas y los racimos, están largos y delgados, pero no flexibles ni nudosos. «Para salvar el año de riego deberían caer entre marzo y abril cien litros por metro cuadrado. Y eso aquí, ni cuando más llueve, es habitual», advierte Jaime Facerías, presidente de la entidad Comarca del Somontano. Él también tiene su opinión. La que calla es el agua. 

 

TITULO:  Volando voy -  Jesús Calleja - Miguel Ríos  ,.

 Este domingo - 4 - Febrero a las 21.30,Cuatro emite una nueva entrega de 'Volando voy',foto,.

 Miguel Ríos,.

«Soy adicto al aplauso del público»,.

Presenta en el Madrid Live Experience, y junto a The Betty Black Trio, 'Un largo tiempo', un álbum emocional y minimalista lleno de bellas canciones,.

Soy adicto al aplauso del público» | leonoticias

 

Miguel Ríos,.

Hace doce años, Miguel Ríos (Granada, 1944) anunciaba su retirada. Afortunadamente, está siendo una «jubilación intermitente», como dice él, un adiós de ida y vuelta que le ha llevado de nuevo a los escenarios y le ha permitido facturar el que posiblemente sea su mejor disco en los últimos veinte años. Grabado junto a The Black Betty Trio, 'Un largo tiempo' (2021) recoge una bellísima y descarnada colección de canciones, en formato semiacústico, en las que Ríos habla del veneno del rock, del paso del tiempo, ajusta cuentas con el diablo y hasta pone voz a un poema de Ángel González. El músico, junto a esta banda a medio camino entre el bluegrass y el folk, recalará este martes, 26 de octubre, en el Gran Teatro CaixaBank Príncipe Pío para poner el broche al festival Madrid Live Experience.

–¡Menudo discazo se ha marcado!

–Muchas gracias. Estamos muy contentos. Empezaron a salir canciones con José Norte (compositor y productor) y vimos que estábamos haciendo algo diferente a lo que era habitual en mí, tanto formal como armónicamente, buscando también una cierta autenticidad e intentando hacer un disco poco edulcorado con espacio para la voz y la verdad es que fue rodando todo.

–Es menos explosivo, pero más emocional. ¿Lo pedían las canciones o la edad no perdona?

–(Ríe). Supongo que si lo hubiese hecho hace diez años, a muchos temas les hubiese metido batería. En la Navidad de 2014, hice un concierto junto a The Black Betty Trio, con Edu Ortega (violín y otros instrumentos), Luis Prado (piano) y José Norte (guitarra), para 'Un juguete, una ilusión' de RNE. Tenía que ser un concierto manejable, fácil de montar, y a mí la idea me parecía interesante porque yo no había cantado en ese formato. Después, cuando acabamos con la gira de Symphonic Ríos en 2019, empezamos a planear hacer algo sin fecha y sin pretensiones. De lo que no cabe ninguna duda es de que el disco es un relato existencial, tengo 77 años y eso tiene que pesar. Lo mismo que cuando hacía rock and roll furibundo tenía 30 o 40 años y tenía más energía. Es coherente que no esté haciendo una música juvenil porque lo contrario sería una impostura y no creo que me saliera bien, vaya (ríe).

–Dijo que se retiraba en 2009. ¿Qué le hizo tomar la decisión?

–Lo que más pesó es que no me salían canciones. La industria tampoco tenía el peso que tenía antes y era mucho más difícil producir con cierta dignidad. Y tomé la decisión porque pensé que con 65 años estaba bien empezar a dejarlo, aunque sabía que me iba a costar porque estaba bien de la voz y los amigos me iban a invitar al escenario y a sus discos.

–¿Qué le ha hecho volver?

–Lo que lo quebró todo fue la llamada de 'El gusto es nuestro' en 2016 para hacer otra gira veinte años más tarde. Ahí ya entró otra vez el veneno en el torrente sanguíneo y ya no me quería ir ni con agua hirviendo del escenario (ríe).

–¿Es un adicto al aplauso?

–Yo sí, está claro (ríe). Más que una cuestión de vanidad, es una cuestión de cariño, de ese sentimiento de aceptación que todos los seres humanos buscamos, al menos los que hemos trabajado para que la gente nos quiera y para quererla también. El escenario tiene algo que es muy adictivo, que es esa sensación de estar un poco al borde del abismo. Cuando vas a salir, siempre tienes ese temor a que falle algo, pero enseguida el aplauso te tranquiliza. Lo que pasa también es que si tienes, por ejemplo, una afonía, te sientes el ser más desgraciado del mundo.

-Presenta el nuevo disco, pero hay espacio para los viejos éxitos. ¿Ha sido muy difícil adaptar las canciones?

-Pues mira del 'Rock & Ríos' están 'Bienvenidos' y 'El rock del autobús'. La banda es un cuarteto y uno de los miembros, Gabi Pérez, toca siete u ocho instrumentos, así que la posibilidad de ir vistiendo las canciones con otra sonoridad te permite oirlas de otra manera. Lo que sí es evidente es que el espacio vocal es más amplio en este concierto y a mí me cuesta menos trabajo llegar y menos esfuerzo vocal conseguir la emoción que creo que debe tener la canción, precisamente por tener más espacio armónico.

–Arranca el disco con 'Memphis-Granada', donde describe sus primeras pulsiones por el rock, pero no hay rastro de nostalgia.

–He tenido siempre aversión a la nostalgia, me he parapetado en contra de ella. Creo que eso nace también de cuando tienes éxito y luego no lo tienes, que tiendes a magnificar el tiempo del éxito, pero eso te imposibilita para tratar de tener otro. A mí mirar atrás siempre me ha dado un poco de yuyu. El mecanismo de la nostalgia para escribir canciones nunca me ha gustado porque mi preocupación ha sido siempre relatar lo que me estaba pasando. A mí me ha gustado mucho estar en mi tiempo. Hay cosas que son irrepetibles, pero lo que te toca vivir cada día, si quieres vivirlo, te demanda atención y poca complacencia. Hay que intentar llevar las menos muletas posibles y sacarle partido a lo que tienes.

–'Esplendor en la hierba', en cambio, sí habla de lo que se pierde por el camino.

–Es una canción que surge del poema 'Oda a la inmortalidad', de William Wordsworth, que Natalie Wood lee en la película 'Esplendor en la hierba'. Dice algo así como que aunque pase el tiempo, permanecera el recuerdo. Yo me encuentro un poco en ese momento, en esa idea de que aunque tienes menos energía, tu esencia sigue siendo la misma. Soy el mismo tío, aunque todo se vaya deteriorando. La pena es que esta no la tocamos porque sin cuarteto de cuerda pierde un poco, pero es una de las canciones mas personales del disco. Estoy hablando de lo que yo siento ahora mismo y de dónde fue aquella suerte de inmortalidad en la que creí que estaba. Pues ha quedado un resto que está aquí.

–¿Piensa mucho en ello?

–No, pero me veo. Tengo mucha suerte porque hay mucha gente de mi generación está peor que yo (ríe). Es algo que me interesa más desde el plano intelectual que desde el físico y personal.

-No se ha cortado a la hora de escribir sobre la pandemia en 'La estirpe de Caín'. ¿Está claro que no hemos salido mejor no?

-Antes de la pandemia, estábamos en una situación complicada, en un modelo de sociedad que es insostenible desde hace ya bastante tiempo, sin embargo, el modelo político que sostiene esa imposibilidad material de crecimiento sin barreras, el liberalismo, es el que está triunfando y cada vez somos más los que nos damos cuenta de que hay una linea roja que estamos transgrediendo continuamente, pero tenemos poca posibilidad política de cambio. La canción fue un exabrupto, estaba viendo que a las ocho salíamos a aplaudir y a las nueve hacíamos las caceroladas y pensaba en el contrasentido y en la gilipollez absoluta y tenía ganas de decirlo. La melodía era como esas canciones protesta de mi juventud y adultez, que eran redondas y en las que de pronto todo encajaba. Hubo un tiempo en que pensábamos que podíamos cambiar el mundo y hubo un tiempo en la política de este país en el que el rock y la cultura en general tenían un peso específico que podía hacer que la balanza se inclinara a favor de lo razonable, pero ahora esto es solo una militancia personal. Supongo que te sientes un poco mejor cuando lo haces.

–También hay temas muy divertidos como 'Cruce de caminos' o 'A contra ley'. ¿Fue una decisión consciente para restar peso dramático?

–Totalmente. Hubo un momento que dije: «¡Qué peñazo de disco me está saliendo, tenemos que aligerar como sea!» (ríe).

No hay comentarios:

Publicar un comentario