domingo, 28 de enero de 2024

VIVA LA VIDA - Sofía Corchero, ganadora de la 5ª edición del Máster Tapas de Pimiento del Piquillo de Lodosa ,. SABADO - 10 - Febrero ,. / VIVA LA VIDA - Leticia Garcés ,. DOMINGO - 11 - Febrero ,. / No sé de qué me habla - Loteria - El Rasca de la Galleta de la Fortuna - Susana Estrada y Paco León. Sexualidad ,. / Toros - Toros para todos, Canal Sur - Una corrida benéfica para reinaugurar la plaza de toros de Ciudad Real,.

 

 TITULO:  VIVA LA VIDA - Sofía Corchero, ganadora de la 5ª edición del Máster Tapas de Pimiento del Piquillo de Lodosa  ,. SABADO - 10 - Febrero  ,.

 El sabado  - 10 - Febrero a las 16:00 por Telecinco , foto,.

 Sofía Corchero, ganadora de la 5ª edición del Máster Tapas de Pimiento del Piquillo de Lodosa,.

 Sofía Corchero, ganadora de la 5ª edición del Máster Tapas de Pimiento del  Piquillo de Lodosa | Ideal

 La tapa de Sofía Corchero, de la escuela de hostelería Universidad Laboral de Albacete, ha sido la ganadora de la 5ª edición del Máster Tapas de Pimiento del Piquillo de Lodosa, organizado por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Pimiento del Piquillo de Lodosa.Tras la primera fase, solo 8 concursantes han llegado hasta la final donde han mostrado sus creaciones a un jurado formado por los chefs Sergio Fernández y Miguel Ángel Giménez y el presidente de la DOP Pimiento del Piquillo de Lodosa.Un certamen que realza el valor del pimiento del piquillo y que demuestra su versatilidad y valores de calidad, suavidad y creatividad con los que se le asocia.Bocados únicos llenos de sabor que resaltan las cualidades gastronómicas del 'oro rojo navarro'.

 

TITULO:   VIVA LA VIDA -  Leticia Garcés ,. Domingo -  11 - Febrero ,.

El domingo   - 11 - Febrero a las 16:00 por Telecinco , foto,.

 Leticia Garcés,.

 Garcés lleva a cabo toda su labor siempre desde la prevención

Leticia Garcés, pedagoga: “Es bueno que los hijos nos vean llorar o discutir”,.

La experta en educación emocional, autora de ‘Infancia bien tratada, adolescencia bien encaminada’, señala que si los padres sienten que pueden mejorar, ganarán confianza y resultarán ejemplo de superación para sus hijos,.

 

La pedagoga Leticia Garcés tiene en Navarra un centro de orientación familiar que se llama Padres formados. Desde que empezó, siempre dió prioridad a la formación en grupo, porque cree firmemente que compartir experiencias aporta mucho: «Te permite darte cuenta de que tu realidad no es única, de que hay muchas otras personas que pasan por algo parecido. No te sientes juzgado, sino comprendido, porque empatizas con lo que a otros les pasa, ellos empatizan contigo, aprendes de otras situaciones…».

Garcés lleva a cabo toda su labor siempre desde la prevención. «Hasta mi consulta llegan padres no porque tengan problemas que resolver, sino porque quieren prepararse para afrontarlos o porque los quieren evitar. Hasta los 12 años los conflictos los debemos vivir como oportunidades para aprender.. Lo que son problemas es lo que sucede en la adolescencia, por no haber tratado bien los procesos de la infancia».

De ahí, de hecho, el título de su último libro, 'Infancia bien tratada, adolescencia bien encaminada' (Editorial Desclee De Bouwer). Esta última obra surge, reconoce, «tras las peticiones de muchos progenitores pero es eminentemente práctico, porque estos no necesitan la teoría, sino las herramientas. Las pautas pueden ser buenas, pero si uno no las hace suyas y no les ven sentido, si no habla desde su propia convicción, al menor no le llega porque no ve al adulto ni seguro ni convencido. Los niños necesitan desarrollarse en una ambiente de afecto y seguridad, y también ver amor entre sus padres. Aunque estos no sigan siendo pareja, es necesario que vean muestras de afecto, entendiendo que el amor es respetar a la otra persona».

La parentalidad positiva que promueve, ¿sirve para ambos, niños y adolescentes?

La clave es que los padres o las madres, cuanto más formados estén en parentalidad positiva, más probabilidades tendrán de entender lo que sus hijos necesitan. Cuantas más competencias emocionales tengan, más fácil le va a resultar acompañar a su hijo en momentos críticos, difíciles…

Cuando has invertido en la etapa anterior a los 10, 12 años, consigues que el adolescente sea confiado. Se trata de llegar a la adolescencia con unos hijos que tengan todavía algo de interés y admiración por ti. Aunque para que podamos ser una fuente de admiración para ellos. siempre estamos a tiempo.

¿Por dónde recomienda empezar ese aprendizaje?

El mejor consejo que puedo ofrecer a alguien que quiere ser buen padre es el mismo que cuando uno quiere ser un gran profesional: Invierte en ti como persona. Un buen padre es aquel que aplica las competencias emocionales, que sabe escuchar, sabe expresarse asertivamente, sabe empatizar, prioriza su bienestar, que busca el equilibrio emocional… Cuando yo estoy bien los demás están bien conmigo.

Este padre sabrá poner límites a su hijo, acompañarle emocionalmente, favorecer su autoestima… Cuando un niño crece en un ambiente de respeto, donde tiene una persona de referencia que cada día se está mejorando a sí misma, que gestiona sus miedos, se enfrenta a sus duelos, que no oculta su tristeza, que habla de sus preocupaciones… Es muy difícil que ese niño no pueda aprender y aplicar lo mismo para su vida.

Otra de las claves, indica usted, está en cambiar la mirada sobre la infancia.

Dejar de ver un niño problemático cuando tiene una rabieta y empezar a ver un niño inmaduro que necesita la rabieta para madurar. De ahí esa frase que dice: «la adolescencia empieza cuando tienes un bebé en brazos…».

Hay veces que los padres sólo necesitan parar, y ver otro punto de vista y como están entendiendo realmente a sus hijos. Muchos necesitan únicamente un poco de ánimo y confianza para atreverse a relacionarse de una forma diferente con estos. Esa es la idea del asesoramiento y acompañamiento. Los padres no necesitan demasiado la información, necesitan ganar confianza en sí mismos. Necesitan creerse que son los mejores padres que sus hijos podrían tener.

Respecto al autocuidado, ¿por qué nos cuesta tanto ponernos en marcha?

El autocuidado en la maternidad tiene mucho que ver con los hábitos saludables que hasta el momento de entrar en la crianza esa persona tenía. Es decir, el problema está en si antes de tener hijos ya contábamos con hábitos saludables.

En mi opinión, nos vamos cargando, a veces por perfeccionismo, a veces por autoexigencia, por miedo al qué dirán, por la necesidad de dar una imagen de familia perfecta... El problema ahí es que no sabemos identificar las señanes que nos envía el cuerpo. No rebajamos expectativas, vamos por encima de las fuerzas que tenemos o funcionando bajo mucho estrés.

Si tu quieres llevar a cabo un cambio, pero no bajas el ritmo, el autocuidado se quedará en una intención y puede llegar incluso a ser un estresor más para ciertas personas porque tienen que sacar tiempo para ello.

El autocuidado se tiene que llevar a cabo desde la responsabilidad y comprende desde la alimentación, al ejercicio, el sueño… Pero insisto, todo eso sin rebajar las expectativas de vida o la autoexigencia, puede ser un estresor más.

Los padres de hoy, ¿neceistan más paciencia?

A mi me gusta decir que educar no es una cuestión de tener paciencia, sino de aplicar ciencia. Cuando tú aplicas ciencia (y la neurociencia nos ofrece datos e información con fuentes y respaldo bibliográfico), y entiendes cómo funciona el cerebro de un niño, obtienes las respuestas.

Comprendes que el menor no te está manipulando, sino que tu hijo tiene una rabieta y no puede autorregularse. Entonces, desde la comprensión, no te cuesta ser paciente, te cuesta no serlo. Si no eres paciente, es que no estás entendiendo a tu hijo.

Lo mismo, asegura usted, se puede trasladar a la relación con un hijo adolescente.

La neurociencia explica que el cerebro no madura hasta los 24, 25 años, de forma aproximada. Hacia los 20 madura la zona prefrontal, pero hasta ese momento va a seguir siendo impulsivo, reactivo, va a buscar siempre lo placentero… Digamos que durante la adolescencia su cerebro está en obras y eso conlleva que no puedes interpretar todos los comportamientos de un adolescente como que te está faltando el respeto, sino como que en un momento dado no puede autorregularse emocionalmente, no tiene autocontrol…

Por eso, cuando tú le preguntas a la ciencia si lo que tengo delante es un problema de conducta o falta de respeto o es algo que no estoy entendiendo con respecto a la evolución del cerebro, no es cuestión de tener paciencia con el adolescente, es cuestión de que si no tengo paciencia no le puedo ayudar a madurar. A veces conviene tener estos paréntesis en los que vamos a 'permitir' los malos comportamientos para tratar de comprenderlos antes de decidir cómo los vamos a abordar.

El ABC de la crianza feliz que usted propone son el apego, el buen trato y la comunicación. ¿Por qué esto último no se consigue en muchas familias?

Es una cuestión de probabilidad. Si tú sientas buenas bases, creas apego seguro y ejerces el buen trato, la probabilidad de que haya una comunicación asertiva, una confianza y una relación positiva es mayor. Al final nada garantiza nada. Yo misma he educado a mis hijos en los buenos tratos y tengo mis retos.

No es una cuestión de garantías, es una cuestión de probabilidad, y aun así nos vamos a tener que enfrentar a conflictos. Es más, las disputas van a ser muy necesarias porque en ellas se puede poner de manifiesto la dificultad que yo he tenido para comunicarse de forma asertiva o regular mi enfado, o que mi hijo no ha sabido expresarse de mejor manera su desacuerdo, o considera que algo es injusto… El problema no es el enfrentamiento, sino que las dos partes no interpreten lo que está pasando y les falten competencias emocionales.

Hay un error que los padres cometen frecuentemente, que es delegar su autoridad pidiendo ayuda al otro progenitor en el fragor del conflicto.

Sí. Una cosa es que en un momento dado no te veas capaz de continuar con la gestión del conflicto y pidas un 'tiempo fuera', y digas: 'como ahora mismo no estoy sabiendo expresarme bien, voy a dejar esta conversación para retomarla en otro momento'. Esa conversación se queda parada, pero la retomas tú, que tú eres el que tiene algo que resolver con ese hijo. Y porque además, ese niño, con quien quiere resolver su problema es con quien lo ha inicado. El otro padre que entra de nuevas en escena, está al margen de lo que ocurría, no está enfadado, y puede pensar: «¿Yo qué quieres haga? ¿Qué quieres que le diga?».

¿Cómo podemos reparar un vínculo con un hijo que creemos que está 'roto'? ¿Pedir perdón es importante?

Cuando pides perdón a un hijo lo que te mueve es la culpa y no la compasión hacia ti mismo. Cuando tú decides reparar el vínculo, has de hacerlo desde una análisis personal, con una reflexión previa, sobre cómo te has comunicado con él, cómo te has regulado… Pero eso lo puedes hacer al día siguiente, no hay que hacerlo inmediatamente, es mejor hacerlo teras un análisis personal.

Otra de las características de la reparación del vínculo es reconocerle a tu hijo o a la otra persona que el trato que ha recibido no se le merece, ni tampoco es justo, venga de quien venga, sea quien sea quien te trate de esta manera. Es importante que sepan que si alguien les ha gritado, o despreciado, no son merecedores de ese trato, hagan lo que hagan, nada justifica este trato, ni tampoco de sus padres.

El tercer punto importante en esta reparación es saber que con quién me comprometo es conmigo mismo. Porque si yo te he gritado, no es porque haya querido hacerlo, es porque tengo niveles de estrés muy elevados, porque no me estoy autocuidado, porque no tengo un descanso de calidad por la noche y el día me pesa… Pero reconozco que lo que he hecho no es justo y me voy a comprometer conmigo para poder estar mejor y comunicarme de forma respetuosa.

Pero esto viene después de todo este análisis, de hacernos conscientes de que hemos hecho sentir mal a nuestro hijo. Que se ha dañado el vínculo, se ha generado resentimiento y esto ha generado una distancia.

Ese trabajo algo muy delicado de hacer…

A esta parte que tiene que ver conmigo como madre o como padre, solo se llega después de un trabajo de reflexión, de análisis… Además, en ese momento de la reparación no se le puede añadir a la conversación un 'pero' del tipo: «Si me hubieras hecho caso»... Porque automáticamente la reparación desaparece y el niño puede pensar: «No viene a pedirme perdón, sino a pedirme cuentas».

La reparación es una invitación que hacemos al diálogo, al encuentro, a la comprensión… Pero el menor no tiene que sentir que te 'debe algo' porque tú hayas iniciado o tenido la iniciativa de perdonar, sino que cuando tú inicias esta reparación le ayudas a empatizar contigo, a comprender tu estado pero… fuera del conflicto. Esto es lo importante.

Es decir, nunca en caliente.

Aquí hay que decir que cuando estamos en conflicto, a nivel cerebral, la amígdala está hiperestimulada (igual que en conflictos de riesgo) y así es muy difícil que nos entendamos. Sin embargo, cuando estamos fuera del conflicto, es posible volver a conectar con la otra persona, con su empatía… El adolescente se siente menos amenazado, menos en riesgo… Y podemos encontrar por su parte acciones de interés, deseo de hablar, de reconciliarse…

Al reparar el vínculo lo que hacemos es darnos una segunda oportunidad. Podemos decir algo así como: «No hemos sabido entendernos pero el deseo es entendernos. Lo importante es entendernos aunque sea a la segunda, a la cuarta… cuando sea. ¡Qué más da!».

Lo que tiene de negativo el pedir perdón es que se reparten culpas: «Te pido perdón, pero luego te pido a ti también que…». La diferencia está en que cuando pedimos perdón lo hacemos desde la culpa y cuando reparamos lo hacemos desde el amor y el deseo de entendernos.

Desde la parentalidad positiva, ¿en qué consiste la diferencia entre un castigo y un límite?

Hay una diferencia entre limitar y castigar. Cuando castigamos a los adultos estamos juzgando como negativo un comportamiento en proceso de mejora. Podríamos poner muchos ejemplos: Cuando le decimos que apague la tele, que se vaya duchar, y vemos que siguen viendo la tele o no se mueven del sofá. Como piensas te ha desobedecido, consideras justo castigarlo sin TV al día siguiente porque crees que así aprenderá a obedecerte

Si utilizas siempre el castigo, en el momento en el que al adolescente no le motive lo que va a perder, tienes que ir aumentando el precio o agravando el castigo para poder tener la conducta del adolescente bajo control…

Generalmente el castigo lo resumo como la suma de lo que te quito y no te doy. Te quito lo que más te gusta y no te doy lo que más necesitas: que es mi cariño y mi comprensión. Porque generalmente los castigos se ponen desde el enfado y son desproporcionados, injustos, no se meditan…

Otras veces se castiga con algo que no tiene nada que ver con la conducta y eso, a la larga genera resentimiento entre los adolescentes. Los adolescentes aprenden 'a no ser vistos' para no ser castigados y se refugian en la mentira… La cuestión es que todavía no hay nadie que nos pueda garantizar que con los castigos la conducta mejora.

Entonces, ¿qué son los límites?

Los límites tienen que ver más con la presencia, el autocontrol y con criterios de seguridad y protección del adulto. Si un castigo es: «te quito algo porque te has portado mal», y encima con eso no mejora la conducta, un límite sería tener claro cuánta cantidad de algo que necesita estar limitado por seguridad y protección puede consumir mi hijo. Por ejemplo, cuánta cantidad de TV puede consumir dentro de algo que su salud no esté en peligro, cuanto tiempo puede estar por ahí, digamos, seguro por la noche... Para esto pongo horarios, limito el tiempo, las cantidades…

De primeras, al niño o adolescente no le va a parecer bien y lo natural es que se revele. Pero si yo valoro que para su descanso que la tele está apagada a las 9:00 horas y es una cosa que ya hemos hablado, porque mi criterio es que mi hijo pueda descansar, no que me obedezca. Lo natural es que el niño desee seguir viendo la televisión y que su conducta no sea favorable.

Muchos padres se enfadan, porque lo ven como una falta de respeto, de desobediencia, o enfrentamiento. Pero si quieres defender tu criterio con seguridad y madurez, y no desde el enfado, aquí castigar supondría lo siguiente: «como me has desobedecido, no tienes tele» y el límite sería: «como soy yo la responsable de tu seguridad, de tu descanso y yo valoro que seguir viendo tele interrumpe tu descanso, la tele desde esta responsabilidad se va a apagar».

¿Cuál es la diferencia? Cuando castigas apagas la TV desde el enfado para que el niño aprenda. Desde el límite se apaga la TV porque «tiene que estar apagada para que este pueda descansar».

Esto va a generar en el niño o el adolescente un refinamiento porque con el tiempo se acostumbran a los límites y van a acabar ofreciendo menos resistencia. Los límites generan mucha seguridad, los castigos no, porque con ellos lo que quieres es convencer. Con los límites tú estás convencido de lo que es bueno para tu hijo. Esto es súper adaptable, es como hacer una fórmula matemática. Cambias los números pero la fórmula es la misma.

En definitiva, la parentalidad positiva no es aplicar pautas positivas, sino comprender las necesidades del niño en desarrollo.

La parentalidad positiva es comprender las necesidades afectivas, emocionales, cerebrales e incluso fisiológicas de un niño en desarrollo. Suelo decir que más que pautas efectivas, hay que aplicar pausas afectivas para entender la rabieta. Si tú entiendes la rabieta, tú la atiendes. Y la idea no es evitar la rabieta, o enfrentarte a la rabieta de tu hijo sino aprovecharla.

¿Por qué nos cuesta más ponerlo en práctica con los adolescentes?

Los adolescentes nos siguen necesitando pero de una forma diferente. «Yo no puedo permitir que mi hijo me grite», dicen muchos padres. Pero cuando tu hijo te grita no te grita porque no le hayas educado en valores. Detrás de un: «Te odio, mamá» o «eres la peor madre del mundo» juegan muchas cosas: Para empezar una falta de autocontrol, un vínculo lo suficientemente sólido y fuerte para que ese hijo sepa que su madre le puede sostener en un momento muy difícil para él.

Cuando un hijo grita lo que hace es expresar su frustración, lo que está pidiendo es ayuda de la peor manera posible. Es entonces cuando hay que procurar darle la ayuda de la mejor manera posible. Si tu hijo te grita, o te habla con falta de autocontrol, tú tienes que procurar hablar con autocontrol. No es fácil pero es el objetivo que tengo que conseguir. Porque cuando la amígdala del adolescente está hiperactivada o hiperestimulada no necesita que la sigan activando sino que la enfríen. ¿Cómo se enfría una amígdala hiperactividada? Pues bajando el tono de voz, hablando desde la confianza, con un tono firme, mostrando autoridad. La autoridad es, a diferencia del autoritarismo, tener muy claro en ese momento cuál es tu papel de adulto protector.

La autoridad tiene que ver con mi autoestima, con la seguridad que tengo en mí mismo y con tener muy claro que no tengo que ser amigo de mi hijo, lo que no quita para tener una cierta amistad. Al final los ingredientes de la amistad son muy valiosos: confianza, comunicación y complicidad.

 

TITULO: No sé de qué me habla - Loteria - El Rasca de la Galleta de la Fortuna -  Susana Estrada y Paco León. Sexualidad,.

No sé de qué me habla - Loteria - El Rasca de la Galleta de la Fortuna - Susana Estrada y Paco León. Sexualidad , fotos,.

No sé de qué me habla -  Susana Estrada y Paco León. Sexualidad,.

 Programa 7: Susana Estrada y Paco León. Sexualidad

Mercedes Milá entrevista a Susana Estrada y repasa con Paco León su filmografía. Además, hablan con el público sobre la sexualidad y recogen 

 La Galleta de la Fortuna, el nuevo RASCA de la ONCE que incorpora una suerte  de "filosofía" y una campaña de lanzamiento a lo grande - AZARplus

 

la voz de una educadora en la materia. En un tono distendido, los invitados hablan de cómo vivían y viven ellos la sexualidad, en parte desde su experiencia personal y en parte desde sus papeles de intérprete y director.

 

TITULO:  Toros - Toros para todos, Canal Sur -   Una corrida benéfica para reinaugurar la plaza de toros de Ciudad Real,.   

Toros para todos, Canal Sur ,.

Toros para todos. Enrique Romero nos muestra de forma amena la vida del toro bravo en el campo y el lado más humano de las figuras del toreo.

 

Una corrida benéfica para reinaugurar la plaza de toros de Ciudad Real,.

El Ayuntamiento, en colaboraciónn con la Diputación provincial será el encargado de organizar el festejo y prepara el pliego para la Feria de Agosto,.

Imagen de la plaza de toros de Ciudad Real, abarrotada de gente
 
foto / Imagen de la plaza de toros de Ciudad Real, abarrotada de gente,.

El alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares, ha anunciado la confirmación de una corrida de toros programada para el próximo mes de abril, marcando la reapertura de la plaza de toros después de trabajos de reforma y mejora. Este evento será realizado en colaboración con la Diputación, que utilizará la ocasión para reinstaurar la corrida de Beneficencia, destinada a celebrarse anualmente en distintas localidades de la provincia.

Antes de la inauguración oficial, el Ayuntamiento ha planificado jornadas de puertas abiertas y visitas guiadas a la plaza de toros, ofreciendo a los ciudadanos la oportunidad de conocer el recinto los fines de semana con guías turísticos.

Adicionalmente, el Consistorio está elaborando un pliego de condiciones para la próxima Feria de Agosto, consolidando así los preparativos para uno de los eventos más destacados en el calendario local.

No hay comentarios:

Publicar un comentario