«Espero morirme en un rodaje»
Harrison Ford regresa al espacio en la adaptación del clásico de ciencia ficción 'El juego de Ender'
Lo suyo son los personajes icónicos: Han Solo de 'La guerra
de las Galaxias', Indiana Jones de la saga homónima, Rick Deckard en
'Blade Runner'. y ahora regresa encarnando a un adusto coronel de una
misión espacial para salvar la Tierra de una invasión alienígena en la
adaptación a la gran pantalla del 'best seller' de ciencia ficción
americano 'El juego de Ender', que el escritor Orson Scott Card publicó
en 1985 y cuya versión cinematográfica llega este viernes a España.
Seco y con malas pulgas, y por tanto siendo fiel a la fama
que le precede fuera de los encantos del celuloide, Harrison Ford estuvo
en Madrid para presentar su última incursión en un género que dice no
le interesa en especial, por mucho que lo tengamos en la cabeza en sus
papeles de héroe del género y que se vuelva a hablar a grandes voces de
su participación en la nueva entrega de 'La guerra de las galaxias'. «No
tengo en cuenta el género de una película. Busco un buen personaje y
trabajar con gente ambiciosa y con talento. Me da exactamente igual si
la película es de acción, de aventuras o de ciencia ficción», afirmó. Y
continuó: «Me queda mucho por hacer y aprender. No pienso ni remotamente
en retirarme. Espero morirme en un rodaje».
'El juego de Ender' narra la historia de Ender Wiggin (Asa
Butterfield, conocido por 'El niño del pijama de rayas' o 'Hugo', de
Scorsese), un nuevo recluta de la Escuela de Batalla, una estación
espacial donde se entrena a jóvenes en el arte de la guerra para evitar
una invasión de los Insectores, una raza alienígena que ya atacó la
Tierra en el pasado reciente. Ender parece ser la última esperanza
blanca del coronel Graff (Harrison Ford), digno sucesor de Mazer Rackham
(Ben Kingsley), quien salvó el planeta la primera vez y que pervive en
la memoria como héroe planetario.
La película trae mucha tela moral de la que cortar. Para
empezar, la cuestión del uso de niños y adolescentes para hacer la
guerra, a lo que se suma el espinoso asunto de la guerra preventiva
(aquello de atacar antes de sufrir amenaza alguna, y exterminar una raza
si es necesario, por si acaso). Para Ford, estas cuestiones son
especialmente sabrosas si se disfrutan en familia. «Esta es una película
para que llevéis a vuestros hijos con vosotros. Después de verla surgen
cuestiones morales en las que los padres tendrán que darle sus
respuestas. Precisamente eso es lo que quiero, plantear esas cuestiones y
que vosotros seáis en casa los que les deis esas respuestas. Ni la
película ni mi personaje tienen las respuestas», aseguró. Ahora bien,
aclaró toda duda sobre el carácter fascista que se le pueda achacar a la
película. «El público debería pensar por sí mismo y descubrir si mi
personaje les parece un fascista o no», explicó. «Pero en el rodaje no
había ningún fascista, ni el de catering, ni el cámara lo eran que yo
sepa», dijo con su conocida media sonrisa socarrona.
La película viene también cargada de una polémica que el
director Gavin Hood ha querido zanjar, diciendo que la producción no
tiene nada que ver con el autor del libro. Orson Scott Card le hizo un
flaco favor a la promoción del film, cuando recientemente se prodigó en
comentarios homófobos. Ford, por supuesto, no quiere ni oír hablar de la
polémica. Él ha venido a hablar de su libro. O de su película, para
entendernos.
Tampoco es que se prodigue aclarando si tendremos en los
próximos años una nueva entrega de Indiana Jones, personaje que empezó
interpretando con 40 años y que sigue a su lado a los 71. «Todo depende
de la calidad del guión, y en eso se está trabajando. Por ahora no hay
nada», concluyó.
- Un idioma vivo y dinámico hablado por 500 millones de personas en todo el mundo y que sigue en expansión. Ese es el prometedor ...CULTURA
Un idioma fuerte y en expansión
IDEAL se suma a las jornadas 'Futuro en Español', que se celebrarán en marzo de 2014Un idioma vivo y dinámico hablado por 500 millones de personas en todo el mundo y que sigue en expansión. Ese es el prometedor escenario del español en el siglo XXI. Una lengua en un extraordinario estado de forma que se presenta como la mejor oportunidad para captar inversores, generar empleo y ayudar a las empresas en el mercado internacional a abrirse camino. «Nuestra principal labor y deber inexcusable es difundir, enaltecer y engrandecer nuestra lengua», aseguró el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, durante su intervención en la presentación de las terceras jornadas 'Futuro en Español', una iniciativa de Vocento y del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) que tuvo lugar ayer en la sede del Instituto Cervantes en Madrid. En este proyecto participa IDEAL, que se sumará con la celebración de unas jornadas para potenciar el español, protagonizadas por destacados especialistas en la lengua común, su historia y su proyección a Iberoamérica.El objetivo de este foro, que ha ido creciendo en cada edición, es realizar una reflexión en torno a la potencia del segundo idioma más hablado del mundo, solo superado por el chino, y su capacidad para tender puentes económicos, culturales y empresariales entre dos continentes.«Adaptarnos con rapidez a los vertiginosos cambios en España e Iberoamérica debe ser nuestra primera asignatura», confesó el responsable de la diplomacia española. Unos cambios provocados por las nuevas tecnologías, que son el mejor instrumento «para amplificar nuestra lengua». Además, el ministro insistió en que un idioma hablado por 500 millones de personas es, sin duda, el mejor aval de la Marca España. El titular de Exteriores destacó lo esencial que resulta esta lengua común para «traer financiación e inversiones que creen empleo para los españoles, favorecer las exportaciones y ayudar a las empresas en los mercados internacionales». Para lograr esa misión al Gobierno le corresponde también «difundir y enaltecer las culturas de las diferentes nacionalidades y regiones que forman España».El ministro insistió en la necesidad de afrontar los desafíos juntos desde ambos lados del Atlántico. Una colaboración imprescindible en un mundo globalizado y tan competitivo donde economías como India o China doblan su PIB en tan solo diez años. En este sentido, Margallo resaltó que la Ley de Acción Exterior -en tramitación en el Congreso- obliga a establecer centros culturales comunes y alianzas en Latinoamérica para «potenciar» y «amplificar» su fuerza en lugares como EE UU, donde ya hay 55 millones de hispanohablantes, más que en España. Así, destacó los acuerdos alcanzados con instituciones en México y pronto en Colombia para aunar esfuerzos y ganar influencia en la sociedad estadounidense.Una opinión compartida por el presidente de Vocento, Enrique de Ybarra, que insistió en su intervención de la trascendencia de estrechar lazos con Latinoamérica para sumar y se mostró orgulloso de participar en un objetivo «tan noble y necesario como 'Futuro en Español'», donde se desarrollarán eventos para analizar el escenario desde un punto de vista económico, periodístico y de la actividad empresarial. «Vocento y yo mismo creemos en la necesidad de llamar a las mismas fuerzas con los mismos nombres», remachó.Para escenificar esa colaboración con Hispanoamérica, el director del Banco de Desarrollo de América Latina, Guillermo Fernández de Soto, recordó el fuerte vínculo histórico y cultural existente entre ambos lados del Atlántico y se mostró convencido de que esta lengua dejará su impronta en el mundo globalizado. «El español es el futuro porque todos los hispanohablantes pueden aprender de experiencias vividas», aseguró, y se enorgulleció de la capacidad creativa y expansiva del castellano en relación a otras lenguas europeas. «La lengua que naciera el San Millán de la Cogolla debe ser un contrapunto de valores y debe dar lo mejor de sí». Unos lazos que se notan en el «afecto» con el que son acogidos en Latinoamérica los españoles, a escala individual y también personal.«Demasiado importante»«El español es demasiado importante como para dejarlo solo en manos de los españoles», aseguró el presidente de La Rioja, Pedro Sanz, usando una cita del escritor Guillermo Cabrera Infante. Sanz abogó por aprovechar esa fuerza para «rentabilizar la Marca España, generar retorno de inversiones, aumentar las exportaciones y recuperar el empleo en un momento difícil».En el acto también estuvieron presentes el secretario general del Instituto Cervantes, Rafael Rodríguez Ponga, la alcaldesa de Logroño, Concepción Gamarra, y el rector de la Universidad Internacional de La Rioja, José María Vázquez. La tercera edición de 'Futuro en Español' tendrá las siguientes citas en Logroño (28 y 29 de noviembre), Valencia (3 y 4 de diciembre), Madrid (febrero de 2014), Granada (marzo de 2014), Medellín (Colombia) y Ciudad de Panamá.
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