- Con la máxima de que lo feo no se vende, el pionero del diseño industrial, nacido hace hoy 120 años, convenció al mundo de la importancia ...-foto-Raymond Loewy llegó en 1919 a Nueva York con 26 años, 40 dólares en el bolsillo y la cabeza amueblada de ilusiones. Casi un siglo después, los estadounidenses toman contacto al menos una vez al día con alguno de sus diseños, desde barras de labios a locomotoras, botellas de refrescos, frigoríficos, coches e incluso naves espaciales. «Entre dos productos del mismo precio, la misma funcionalidad y calidad, se vende más el más bonito». En estas palabras, impresas en una de sus primeras tarjetas de visitas, se encuentra la clave que hizo que este francés apasionado del diseño tambalease los cimientos del comercio americano. Raymond Loewy le dio valor al producto, lo convirtio en bonito, se dio cuenta que lo feo no vende y exprimió esta máxima hasta convertirla en su filosofía de vida.En ocasiones, una buena y sobre todo acertada idea es capaz de salvar de la ruina o multiplicar hasta lo increíble los beneficios de una compañía estancada o abocada al fracaso. Se enciende la bombilla y bingo. La empresa da un giro de 180 grados y vuelve a colocarse en boca de los consumidores y a la cabeza del ránking de ventas en su sector. Es el caso de Lucky Strike. La popular marca de cigarrillos consiguió en el año 1942, gracias a una sencilla, pero brillante ocurrencia, sortear su previsible hundimiento y hacer repuntar sus balances de ventas. El diseñador francés Raymond Loewy (5 de noviembre de 1893 - 14 de julio de 1986) fue el responsable. Aportó un simple detalle que le dio el fuelle que le faltaba a la firma: sustituir el fondo verde original de la cajetilla por el color blanco.Lo relata él mismo en el libro autobiográfico Lo feo no se vende, publicado por la Editorial Iberia en 1955. «Un día de marzo de 1940 se presentó en nuestra oficina, sin ser anunciado, un caballero bien vestido, de mediana edad, robusto, acompañado por su chófer (...) Era el máximo responsable de una gran tabacalera. Enseguida, agregó: 'Un amigo me dijo que a usted no le gusta la envoltura del Lucky Strike, lo cual significa que cree poder diseñar otra mejor. Yo no lo creo, además no sé que podría objetar contra nuestro envoltorio' (...) Yo le respondí: 'Puedo. ¿Quiere que apostemos?''¿Cuánto?''Cincuenta mil dólares, le respondí'». Después de fijar condiciones económicas y plazos, Raymond Loewy le aseguró al magnate que «una bella mañana de primavera» se sentiría «con el suficiente humor para diseñarlo» y que, dos horas después de que le llegase la inspiración, tendría listo su paquete y le telefonearía para hacérselo saber. Al atardecer, explica Loewy, George Washington Hill le envió una caja de Lucky con una tarjeta que rezaba: «Póngalo debajo de la almohada y tenga sueños agradables».Pronto, los cigarrillos americanos estuvieron preparados para presumir de un nuevo envoltorio que supuso toda una revolución en la comunicación publicitaria del producto usual y se convirtió, además, en todo un icono en la sociedad americana. Raymond Loewy había hecho emigrar el logotipo del paquete de cigarrillos al anverso y al reverso, relegando las inscripciones legales y los datos del fabricante a los costados estrechos. Así, tanto si el paquete se encontraba sobre una mesa como si era arrojado sobre ella, quedaba visible inevitablemente el nombre de la marca, detalla Loewy en las páginas de su libro.No fue fácil, sin embargo, el desembarco en Estados Unidos para Raymond Loewy. La soledad, el cansancio y la depresión marcaron sus primeros años en Nueva York, un camino que no se fue allanando hasta que consiguió sus primeras colaboraciones en algunas revistas de moda de la época, como Harper's Bazaar o Vogue, trabajos que el francés empezó a compaginar con labores de decoración de escaparates en famosos grandes almacenes de la ciudad. Fue aquí cuando Loewy decidió sacar toda su artillería pesada y abogar por el prólogo de lo que más tarde sería su filosofía de trabajo: una imagen de marca común, envases y elementos distintivos diseñados con inteligencia y esmero que le dieran valor añadido al producto, y un uniforme previamente establecido para todo el personal. Con estas máximas, el francés afincado en Estados Unidos consiguió empezar a mover los cimientos del márketing y, en apenas unos meses, extender por los comercios de todo el país el atuendo común y unificado entre los empleados.Pionero del diseño industrial, Raymond Loewy llegó a contar, después de salir a flote de la gran depresión de 1929, con 140 grandes firmas en su cartera de clientes. Diseñó la carrocería aerodinámica de los automóviles Studebaker, locomotoras armadas con soldaduras y sin remaches para la empresa de trenes de Pennsylvania, las heladeras Frigidaire, los autobuses Greyhound, los populares logos de Exxon y de las gasolineras Shell -readaptando la «concha» inicial para que se apreciase con facilidad en la distancia y en la oscuridad con los colores rojo y amarillo, por la estrecha vinculación que la marca tenía con España- y la mítica curvada y ergonómica botella de Coca Cola, que Loewy «adelgazó» en 1954 para darle un aspecto más elegante y estilizado, haciéndola, al mismo tiempo, perfecta para ser agarrada con un mano.
FÚTBOL . SEGUNDA DIVISIÓN B
Cacereño y Badajoz empatan en casa ante Jaén y Cádiz (0-0)
Mismo resultado para los dos equipos extremeños de Segunda B que jugaban esta tarde. Tanto Cacereño como Badajoz firmaron un 0-0 en casa ante Jaén y Cádiz, respectivamente. El punto logrado por ambos no ayuda demasiado en sus respectivos objetivos, aunque quizás tenga un matiz más positivo en el caso de los pacenses, ya que se enfrentaban al líder de la categoría.
El Cacereño sufrió un nuevo retroceso en sus aspiraciones de asomarse a la zona alta de la clasificación. No pasó del empate en casa ante un rival directo, el Jaén, en un partido sin juego ni goles que aburrió al público congregado en el Príncipe Felipe.
No hubo muchos acercamientos a la portería rival por ninguno de los dos equipos. La tarea se le complicó algo más al Cacereño cuando al inicio de la segunda parte, su central Mario Carrizosa fue expulsado por roja directa. Sin embargo, la situación se igualó unos minutos después cuando el visitante Juanma vio la segunda tarjeta amarilla. Los locales mostraron algo más de ambición en la recta final, pero el marcador ya no se movería.
Por su parte, el Badajoz plantó cara al Cádiz, pero tampoco tuvo muchas opciones de vencerle. Fue un partido plano, sin mucha calidad aunque sí emoción e incertidumbre. En los últimos minutos los dos conjuntos hasta parecieron conformarse con el empate.
TÍTULO; EL HORMIGUERO LOS ACTORES MARIA GALIANO Y JUAN ECHANOVE,.
El martes, 5 de noviembre, nos visitan los actores-foto JUAN ECHANOVE y MARÍA GALIANA, protagonistas de la obra Conversaciones con mamá, que, tras una larga gira por toda España, acaba de estrenarse en el Teatro Bellas Artes de Madrid. Echanove interpreta a un hombre de mediana edad, acostumbrado a un buen tren de vida, que acaba de ser despedido de su empresa. Como consecuencia de ello acude en busca de ayuda a casa de su madre, una mujer ya mayor que sobrevive digna pero modestamente.
martes, 5 de noviembre de 2013
Raymond Loewy, el diseñador de lo americano,./ UN CACEREÑO EN BADAJOZ = Cacereño y Badajoz empatan en casa ante Jaén y Cádiz (0-0) / EL HORMIGUERO LOS ACTORES MARIA GALIANO Y JUAN ECHANOVE,.
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