sábado, 15 de febrero de 2014

EL DESAYUNO DEL SABADO Y DOMINGO, De John Wayne a Iron Man./ LA CENA DEL SABADO Y DOMINGO, LA CUENTA ATRAS DE JAVIER FERNANDEZ,.


  1. A los 17 años, Bill McRaven quería ser el coronel Mike Kirby de Los Boinas Verdes, la película en la que John Wayne dirige un grupo de ...

    Volcado

    De John Wayne a Iron Man

    El jefe del comando que abatió a Bin Laden quiere armaduras de superhéroe para sus soldados de élite. La vida de Bill McRaven da para muchas películas

    A los 17 años, Bill McRaven quería ser el coronel Mike Kirby de 'Los Boinas Verdes', la película en la que John Wayne dirige un grupo de operaciones especiales del ejército estadounidense en plena guerra de Vietnam. Para colmo, su hermana salía con un boina verde -de verdad- que dejaba boquiabierto al chaval cada vez que se plantaba en casa con el uniforme. «Quiero alistarme», le decía con los ojos brillantes y el colmillo afilado. Y aquel militar empezó a forjar la leyenda del almirante William -Bill- McRaven cuando le contestaba: «Tú tienes que ser Navy Seal». Por aquel entonces, ni el propio Bill sabía que los seals eran los soldados de élite de la Marina. «Los boinas verdes eran los tipos más sensacionales del mundo. Yo era un fan absoluto», recordaba el almirante varias décadas después. «Y si un boina verde me decía eso, no había que dudar».
    Bill McRaven (Carolina del Norte, 1955), un armario de casi dos metros que destacaba en fútbol americano -llegó a jugar en la liga profesional, la NFL- y se licenció en Periodismo, se puso a la tarea sin miramientos. No solo salió indemne de la llamada 'semana del infierno' que deben superar los aspirantes a seals, cuyo instructor es conocido como 'el anticristo'. Hace tres años entró en el olimpo de los héroes norteamericanos al dirigir sobre el terreno, en mayo de 2011, la 'operación Gerónimo', que acabó con el líder de Al Qaeda y muñidor de los atentados del 11-S: Osama Bin Laden. Él fue quien respondió a la orden del director de la CIA con un simple «entendido» y quien abrió la bolsa mortuoria del terrorista para confirmar el 'trofeo'. También fue el responsable de la destrucción de todas las fotografías del cadáver. Aquello, claro, dio para una película en Hollywood: 'La noche más oscura', dirigida por Kathryn Bigelow. McRaven no la ha visto. Dice que no es cinéfilo.
    Hijo de un coronel de las fuerzas aéreas que pilotó aviones durante la Segunda Guerra Mundial, William McRaven se convirtió en 2008 en el primer oficial naval al mando del secretísimo comando conjunto de operaciones especiales del Ejército norteamericano, encargado de coordinar a los mejores soldados del país. Reconocido experto antiterrorista, participó en 2003 en la captura del depuesto Sadam Hussein y hoy es uno de los militares más prestigiosos de Estados Unidos. También uno de los más vanguardistas con los sistemas de defensa: quiere cambiar el kevlar y los pesados chalecos antibalas por armaduras propias de la ciencia ficción: un exoesqueleto con el que los soldados podrían atravesar sin peligro una lluvia de balas y obtener fuerza adicional en situaciones límite.
    Para ello, acaba de proponer un premio de diez millones de dólares para la empresa que presente la mejor indumentaria marcial del futuro, una versión moderna del viejo uniforme de 'Robocop'. Un traje que quiere comenzar a probar en junio y que ya tiene nombre oficial: 'Talos', en claro guiño al gigante de la mitología griega que protegía Creta. Medios como 'The Washington Times' prefieren denominarlo «el traje de Iron Man». En realidad, el 'Talos' le da varias vueltas a la armadura del superhéroe de Marvel, que también acabó en la gran pantalla. Los prototipos que ya revolotean por el Pentágono incorporan un metal líquido que se solidifica en milisegundos, control de las constantes vitales y conexión directa con el centro de mando. «Significará una mejora revolucionaria de nuestras capacidades», sentencia McRaven. «Aunque no permita volar, como el de Iron Man».
    «Mi corazón llora por ti»
    Descrito por algunos colegas como «tranquilo, humilde e inteligente», a McRaven le gustaría probarlo durante los «golpes de alta intensidad» que sigue dando a los talibanes con el comando de élite Task Force 714. Un miembro del Consejo de Seguridad Nacional definió este comando como «los rangers que se meten donde solo los demonios quieren estar». Bill McRaven, que hoy tiene 58 años y se mantiene en plena forma, es «un gran líder, pero también un gran pensador», valora Michael Vickers, un antiguo compañero suyo en el Pentágono: «Es un raro equilibrio de estas dos habilidades».
    Pero, por encima de todo, el almirante es «un soldado». Así se presentó en Afganistán ante al padre de dos víctimas civiles que fueron ejecutadas por error por las fuerzas estadounidenses en el año 2010. Bill McRaven viajó a aquella aldea para pedir perdón, según la tradición afgana, que incluye la entrega de dos ovejas. «Mi corazón llora por ti», se compadeció. Después le dio 30.000 dólares y se marchó a seguir matando enemigos con «sorpresa, rapidez, seguridad, simplicidad, determinación y repetición». Los ingredientes necesarios de una misión exitosa que Bill McRaven, metido también a escritor, revela en su libro 'Operaciones especiales', en el que plasma una vida cuya realidad supera la ficción y con muchos más galones que el coronel Mike Kirby. Una mina para Hollywood.

     TÍTULO:  LA CENA DEL SABADO Y DOMINGO, LA CUENTA ATRAS DE JAVIER FERNANDEZ,.


    LA CENA DEL SABADO Y DOMINGO, LA CUENTA ATRAS DE JAVIER FERNANDEZ,.-fotos,.


    1. Javier Fernández, de 22 años, que entrena y vive en Toronto (Canadá), a las órdenes de Brian Orser, llegó a Sochi el 5 de febrero y espera ...
       

      Juegos de invierno Sochi 2014 / sochi 2014

      Sochi 2014: Javier Fernández empieza la cuenta atrás en busca de medalla

      «Los saltos son mi principal baza», destaca el patinador español, bicampeón de Europa, que compite este jueves en el programa corto (16.00)

      Javier Fernández, ganador de los dos últimos Campeonatos de Europa de patinaje artístico, es la principal opción de medalla de España en los Juegos de Sochi 2014, en una disciplina que comienza este jueves con el programa corto y continúa el viernes con el libre. En caso de que consiga medalla, sería la tercera en la historia de los Juegos de Invierno para España, después del oro ganado en Sapporo 72 por Paquito Fernández Ochoa y el bronce logrado por su hermana Blanca en Albertville 92, ambas en esquí alpino.
      «Los saltos son mi principal baza», señala el patinador madrileño, que si lograra el triunfo entraría en la galería de grandes nombres de la historia del deporte español, después de sus dos títulos continentales, en Zagreb en 2013 y en Budapest en 2014, además de ser bronce en el Mundial de 2013. Javier Fernández, de 22 años, que entrena y vive en Toronto (Canadá), a las órdenes de Brian Orser, llegó a Sochi el 5 de febrero y espera tener dos buenas actuaciones este jueves y el viernes.

      Los rivales

      En su sueño de entrar en el podio, hay tres grandes obstáculos: el ruso Yevgeny Plushenko, triple medallista olímpico, el canadiense Patrick Chan, tres veces campeón del mundo, y la nueva estrella japonesa del patinaje, Yuzuru Hanyu, también entrenado por Orser, el técnico de Javier Fernández. El canadiense Brian Orser tendrá el corazón dividido entre Yuzuru Hanyu y JavierFernández en la competición.
      «Yuzuru es un poco más perfecccionista, pero en los últimos seis meses ha sido capaz de autocontrolarse. Con Javier trato de guiarlo y llevarle más de la mano», explica el técnico canadiense. «Estoy muy satisfecho con la forma de Javier. Es menos inseguro de lo que era y se enfrenta mejor a la presión. Ha ganado en confianza. Tiene más equilibrio y puede confiar más en sus pies. Ha habido muchas competiciones y prácticas como el Skate Canada, en el que no podía lograr algo en los entrenamientos, pero cuando llegaba la competición le salía», indica.
      Plushenko, de 31 años, aspira a ser el patinador con mayor número de medallas en unos Juegos Olímpicos, mientras que Chan, de 23 años, y Hanyu, de 19, podrían ser los primeros de su país en ganar el título en la especialidad. Chan tiene el récord mundial de puntos en el programa libre y en la general, pero fue superado por Hanyu en el programa corto esta temporada.
      El medallista de plata en Vancouver, Plushenko, tratará de buscar el oro que le arrebató el estadounidense Evan Lysacek en 2010, tras lo cual el norteamericano no ha vuelto a competir. Plushenko tratará de igualar el récord de medallas en patinaje artístico que tiene el sueco Gillis Grafstroem, que ganó tres oros y una plata entre 1920 y 1932.
      El ruso se hizo con el oro en 2006 y con la plata en 2002 y 2010, y espera lograr su segundo título en casa. «Me gusta ser el primero. Estos son mis cuartos Juegos Olímpicos y estoy muy feliz por competir, más allá del metal que gane», señaló Plushenko. Chan ha dominado este deporte desde que terminó en quinta posición en Vancouver y ha ganado los tres últimos títulos mundiales. Pero Hanyu derrotó a Chan en la final del Grand Prix y podría ser un aspirante a la medalla de oro, igual que su compatriota Daisuke Takahashi, actual bronce olímpico.

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