jueves, 20 de febrero de 2014

REVISTA LOS JUEVES, Arco se lía con la chapuza del IVA,./ LA CHICA DEL JUEVES, KATIA GRIFFITHS,.

  1. Ducha escocesa en Arco. La 33 edición de la feria de arte contemporáneo alzó ayer el telón confiando en la tímida recuperación de un ...
    Arco se lía con la chapuza del IVA   

    CULTURA

    Arco se lía con la chapuza del IVA

    Poco riesgo, mucha pintura y valores seguros en la 33 edición de la feria

    Ducha escocesa en Arco. La 33 edición de la feria de arte contemporáneo alzó ayer el telón confiando en la tímida recuperación de un mercado agónico pero sin ocultar la indignación y el malestar ante una liosa rebaja del IVA que, lejos de ser la panacea que se vendió al sector, se queda a medias y no lo vivifica. «Chapuza», «trampa» «cuento», «filfa», «espejismo» o «bluf» fueron términos manejados por los galeristas para calificar la reducción de IVA del 21 al 10%. Una bajada presuntamente global pero que la letra pequeña dejó en parcial. Solo se aplica a la primera transacción entre artista y galerista. La mayoría de las galerías han de actuar como «revendedores» y facturar al 21%. Si artistas y galerista se reparten la carga, se queda en el 15,5%, aún el doble que en otros países europeos.
    El desencanto y la confusión amortiguaron el optimismo forzado en los primeros compases de una feria que, con 219 galerías de 23 países, hoy inauguran los Príncipes de Asturias. Un Arco decididamente conservador, alejado del riesgo que apuesta por valores seguros y fía su éxito a los coleccionistas internacionales de chequera rumbosa. La pintura domina y priman las firmas españolas: Picasso, Gris, Tàpies, Palazuelo, Sicilia, Barceló o Plensa. Sin noticias de Warhol, Jeff Koons o Bacon, hay menos instalaciones, esculturas, apuestas de riesgo, fotos y vídeos que en las últimas ediciones.
    Los precios no alcanzan la estratosfera. Hay gangas, desde los 850 euros por una obra gráfica de Dora García, al millón y cuarto de euros que Leandro Navarro pide por un Picasso de 1922, 'Compotier, bouteille et verre'. Casi lo mismo que Edward Tyler reclama por una pintura realizada sesenta años después por el fallecido Keith Haring, 'Untitled. (Dog), a la venta por un millón de euros. Si hay precios más altos, los galeristas callan. «Si Picasso y Haring cotizan a la par, algo no funciona», dice un asiduo visitante de la feria en la que ve «muy poca rebelión y nada de riesgo».
    Faltan grandes galerías internacionales como Marian Goodmanm, Barbara Glasdtone, Gagosian o White Cube, y españolas como Carles Taché en una feria que, con el coleccionista nacional desaparecido, lo fía todo a los compradores internacionales. Hasta medio millar son invitados VIP de la organización. Recorrieron ayer los pabellones junto a Tita Cervera, Jaume Roures, Alfonso Cortina, Leopoldo Rodés, Elena Ochoa o Alaska, y directores de museos como Manuel Borja-Villel, Juan Ignacio Vidarte o Gullermo Solana. Ninguno reconoció compras impulsivas y tempranas.
    Frente al informe de Art Price, que confirma un desplome del mercado del arte del 60% en España, algunos galeristas detectan una mínima recuperación. «Algo se mueve y hay un interés que quizá se traduzca en más ventas», augura Álvaro Alcázar, que ofrece pinturas de Eduardo Arroyo, esculturas de Anthony Caro y telas recientes de Canogar. Pero carga las tintas contra la «tramposa» rebaja del IVA. «Es un tomadura del pelo, una chapuza. Solo favorece a los artistas que pueden facturar al 10% al galerista». «Debemos facturar al 21%, frente a galerías austriacas, francesas o alemanas, con un tercio de ese IVA» se duele. Le parece «una fantasía» aventurar el aumento de ventas del 30% manejado en la apertura de la feria. También para Manuel Fernández-Brasso la rebaja del IVA «es un cuento». «Un bluf y un engaño que solo genera más confusión», dice el veterano galerista que se estrena en Arco con obras de Palazuelo y Julio Le Parc entre los 25.000 y los 230.000 euros.
    Helga del Alvear, alma de la feria, tampoco confía en la «confusa» rebaja. «Para mí es pésimo como galerista: un bluf que me beneficia solo como coleccionista. La medida es un espejismo», resume. «Casi coloco una instalación con fotos de las obras y un papel que dijera al coleccionista: te aconsejo que vayas a los estudios de los artistas, que te sale mejor», ironiza. «Aplicaré el 21% del IVA, que es lo que me ha dicho mi asesor fiscal», dice un indignado Nacho Ruiz, de T20.«Se fomenta que el coleccionista se salte al galerista y compre directamente al artista», lamenta.
    Oliva Arauna o Juana de Aizpuru son más clementes. «Los galeristas no somos revendedores, somos primer mercado. Promociono artistas, no soy una marchante y nuestro trabajo no se reconoce», lamenta Aizpuru, fundadora de Arco que facturará el IVA al 15,5 %, «lo justo según está la ley». También defiende la bonanza de la rebaja Carlos Urroz, director de Arco que la juzga «muy positiva». «Cada uno aplicará lo que le parezca, pero está claro que con la ley en la mano se podrá aplicar el 15,5%», argumenta Urroz que cifra sus esperanzas en el Ley de Mecenazgo.

    TÍTULO: LA CHICA DEL JUEVES, KATIA GRIFFITHS,.

    Sochi

    -foto--Katia Griffiths, la viguesa que abandera el «halfpipe»

    La esquiadora acrobática debuta hoy en los Juegos

    Cuando a primera hora de la tarde (15:30h) Katia Griffiths se calce las botas de esquí y comience a deleitar a los espectadores con sus acrobacias en el medio tubo de Sochi, estará abriendo una nueva puerta en el deporte español. Esta viguesa de 33 años, de padre británico y madre gallega, debutará en unos Juegos Olímpicos en la modalidad de esquí halfpipe, una disciplina que se estrena en Sochi y de la que Katia es abanderada.
    Criada a caballo entre Londres y Vigo, la deportista, cuyo flechazo con la nieve se produjo cuando apenas contaba cinco años, se vio obligada a moverse por todo el mundo para poder disfrutar del esquí, y de paso buscarse la vida a través de la nieve. Tras probar diferentes disciplinas, hace seis años comenzó a practicar el halfpipe. «Es como una especie de medio tubo, te lanzas y haces entre cinco o seis saltos de figuras», explicaba a La Voz hace unos días desde Suiza, donde apuró su preparación para las olimpiadas, al tiempo que cruzaba los dedos para evitar una recaída de su lesión de rodilla. Katia quería disfrutar de sus primeros Juegos y no dudó en seguir compitiendo para garantizarse el billete a la olimpiada, a pesar de que una de sus rodillas no estaba al cien por cien.
    Ilusión sin presión
    Recuperada de sus molestias y con los bolsillos llenos de ilusión, Katia afronta hoy su gran día. Luchará junto a otras 22 esquiadoras de todo el mundo por suparar la ronda previa y alcanzar la primera final olímpica de halfpipe. Sabe que no será fácil. «Las favoritas son sobre todo las americanas, porque son las que están ocupando el podio últimamente. También son buenas las canadienses, las francesas y la suiza», señala. Sin embargo, no teme a la competencia. «Mi objetivo, por ahora, es disfrutar. Yendo tranquila es cuando mejores resultados tienes, así que a ver. Con suerte y la ronda que llevo preparada, veremos qué puede pasar», comenta.
    Suba o no al podio, Katia ya habrá logrado uno de sus objetivos: dar a conocer el esquí acrobático en halfpipe. «Sochi supone para mí una ilusión enorme, pero sobre todo me gusta porque es una disciplina nueva y quiero que se dé a conocer mucho más».

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