lunes, 3 de febrero de 2014

GALLETAS MARIA DORADA, Rosamund Pike,./ ENREDATE, TRIANGULANDO TU LUGAR FELIZ,.CANCION,./ EL ERROR DE VALERIE,.

TÍTULO: GALLETAS MARIA DORADA, Rosamund Pike,.

Rosamund Pike,.fotos galletas maria dorada,.

Rosamund Pike
Rosamund Pike 2011.jpg
Rosamund en el estreno de Barney's Version, en enero de 2011.
Nombre real Rosamund Pike
Nacimiento Londres (Inglaterra),
Flag of the United Kingdom.svg Reino Unido
28 de enero de 1979 (35 años)
Ocupación Actriz
Rol debut Celia en A Rather English Marriage (serie)
Año de debut 1998 - presente
Familia
Pareja Robie Uniacke (2009 - )
Hijo/s 1
Ficha en IMDb
Rosamund Pike (Londres, Reino Unido, 28 de enero de 1979) es una actriz de cine y televisión británica. Conocida internacionalmente por sus personajes de la villana Miranda Frost en la película de James Bond Die Another Day y por el papel de 2005 de Jane Bennet en Orgullo y prejuicio.

Biografía

Infancia y juventud

Pike es la única hija de Caroline y Julian Pike, ambos músicos. Asistió al Badminton School en Bristol antes de estudiar literatura inglesa en Wadham College, Oxford. Estando allí, estudió bajo Bernard O'Donoghue, ganador del premio Premio Whitbread, y de Robert J.C. Young, el eminente teórico post-colonial. Una estudiante capaz, logró un First Class en sus exámenes de primer año (conocido como Moderations) y, después de tomarse un año para proseguir su carrera de actriz, regresó para completar sus estudios y obtener su título en 2001

Vida Privada

Es experta violonchelista; y habla con fluidez el alemán y el francés. Actualmente vive en West End.
Rosamund salió durante dos años con el actor Simon Woods, a quien conoció en la universidad.
En el 2005 comenzó a salir con el director Joe Wright, la pareja se comprometió en septiembre del 2007 después de que Joe se lo propusiera en el lago Como, Italia,1 sin embargo la pareja terminó en el 2008, después de que se cancelara la boda.2
En diciembre del 2009 comenzó a salir con el empresario Robie Uniacke, en febrero del 2012 anunciaron que estaban esperando a su primer hijo juntos y que Rosamund estaba embarazada de siete meses. Robie es 16 años mayor que Rosamund.3

Carrera

Los roles en la televisión inglesa de Pike incluyen A Rather English Marriage (1998), Esposas e hijas (1999), y Love in a Cold Climate (2001), una miniserie basada en las novelas A la caza del amor y Amor en clima frío de Nancy Mitford. Apareció como Sarah Beaumont en un episodio de la serie Foyle's War.

Filmografía

Rosamund en 2010, en el Festival internacional de cine en Toronto.
TÍTULO:  ENREDATE, TRIANGULANDO TU LUGAR FELIZ,.CANCION,.

Aunque malgastes, el tiempo sin mi cariño
Y aunque no quieras, este amor que yo te ofrezco
Y aunque no quieras, pronunciar mi humilde nombre
De cualquier modo, yo te seguiré queriendo

Yo se que nunca, tu querrás jamás amarme
Que a tu cariño, llegue demasiado tarde
No me desprecies, no es mi culpa, no seas mala
Porque tu eres, de quien quiero enamorarme

Que daño puedo hacerte con quererte
Si no me quieres tu, yo lo comprendo
Perfectamente sé, que no nací yo para ti
Consciente estoy mi amor, que no eres para mí

No hay necesidad que me desprecies
Tu ponte en mi lugar, a ver que harías
La diferencia, entre tu y yo seria corazón
Que yo en tu lugar…
Si te amaría

Tal vez mañana, yo despierte solo
Pero por el momento, quiero estar soñando
No me despiertes tu, no ves que así yo soy feliz
Consciente estoy mi amor, que no eres para mí

No hay necesidad que me desprecies
Tu ponte en mi lugar, a ver que harías
La diferencia, entre tu y yo, seria corazón
Que yo en tu lugar... Que yo en tu lugar...
si … si te amaría,.


TÍTULO: EL ERROR DE VALERIE,.

 
El error de -foto-Valérie, la primera dama engañada y humillada de Francia, fue dejar de tener vida propia y vivir la de su pareja. Como antes lo fue renunciar a su apellido Massonneau y asumir el de su segundo marido, Trierweiler. Es la tradición francesa, lo sé, como es la tradición de las primeras damas la que las presiona para entregarse a las vidas de sus parejas. Pero hay tradiciones nefastas para las mujeres, cuyas consecuencias debemos considerar si seguimos abrazándolas. Sea en la Presidencia de Francia o en la vida cotidiana de cualquier mujer. 
Otra opción no habría evitado el desamor, por supuesto. Es algo que les ocurre a miles de parejas todos los días sin necesidad de ser presidentes de Francia. La Presidencia de Francia no ayuda, como no lo hace ninguna actividad profesional de un altísimo nivel de estrés. Pero François, un hombre voluble y con miedo al envejecimiento, habría acabado enamorándose igualmente de su compañera de despacho si llega a seguir como auditor del Tribunal de Cuentas, donde empezó. Con la diferencia de que a Valérie le quedaría su
vida, su profesión, sus proyectos, sus ilusiones, sus criterios, su personalidad. Ella misma, en definitiva. 
Algo que dejó de ser al abrazar entusiasmada los oropeles de primera dama. Al caer bajo la fascinación del poder, de sus encantos y privilegios. De sus titulares y de sus portadas. De su corte de pelotas y aduladores. Recuerdo aquella fotografía de la noche del triunfo electoral de François que me impresionó. Por la manera posesiva y arrogante en la que ella lo abrazaba y besaba en el escenario mientras hacía la “v” de victoria con la otra mano. Como si el triunfo electoral de él fuera el suyo. Como si quisiera mostrar al mundo que la Presidencia estaba en su poder. No dejó oficialmente su profesión de periodista, pero sí lo hizo en su cabeza y en su corazón.
Quería el poder de la primera dama y ahora tiene la humillación de la primera dama. Y me aventuro a pensar, ojalá me equivoque, que va a construir la venganza de la primera dama. Y que no podrá resistir la tentación de hacer girar su vida futura de nuevo sobre François, para devolverle públicamente la afrenta que le ha asestado. Una tentación casi irresistible, quién lo va a negar, pero en la que ella puede seguir persistiendo en su error, el de vivir a través de él, el presidente.
No quiero confundir el error de Valérie con la entrega desinteresada a otras personas, con la renuncia a las propias ambiciones por el bien de los demás, a veces las parejas, o los hijos, o los necesitados. Entre la renuncia generosa y la tentación de vidas ajenas más apetecibles hay un trecho. Tampoco pretendo olvidar la presión de una tradición como la de primera dama. Pero me gustaría que mujeres inteligentes y brillantes como Valérie Trierweiler fueran capaces de cambiar esas tradiciones, incluso de eliminarlas, en lugar de dejarse atrapar por ellas. Ella se habría ahorrado parte del bochorno y el resto de mujeres que asistimos al espectáculo, también.




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