sábado, 4 de marzo de 2017

REVISTA MUJER HOY DE CERCA PORTADA - LA ACTRIZ ADRIANA GIL ENTREVISTA,./ 7 DIAS CITAS, SI TIENES MINUTOS Y DESCANSO - Justin Trudeau,.

TITULO: REVISTA MUJER HOY DE CERCA PORTADA - LA ACTRIZ ADRIANA GIL ENTREVISTA,.

-foto, LA ACTRIZ ADRIANA GIL ENTREVISTA,.


ARIADNA GIL

"Aunque no lo parezca, hay muy poco equilibrio en mí"

Ariadna Gil estrena la película "Sola contigo" ( foto )
La mirada de Ariadna Gil (Barcelona, 1969) es inteligente y algo velada y melancólica. Rasgos que no es extraño que se cojan de la mano. Saberde la vida es lo que tiene. Fuma despacio, mientras llueve a cántaros en un Madrid primaveral sólo de nombre, rebuscando ánimos para enfrentarse con dos actividades que seguramente se ahorraría si pudiera: posar y contarse, por lo que tanto lo uno como lo otro tienen de gesto al escaparate. Pero sabe que ahora más que nunca cualquier apoyo a un producto que llega a la pantalla, huérfano de machaconas campañas de publicidad, es prioritario. Hija de un abogado barcelonés apasionado del arte, no necesitó mucho recorrido para marcar territorio en aquella comedia juvenil de los noventa tan añorada y para descomponer rostro y maneras en dramas al límite, para los que, por dotada que estuviera, pasó examen. Guillermo del Toro, Ricardo Franco, Vicente Aranda o Agustín Díaz Yanes son sólo algunos de los directores que avalan una consistente filmografía, con seis candidaturas al Goya. Lo consiguió a las órdenes de Fernando Trueba en la ya legendaria Belle époque . El hermano de este, David, fue su pareja durante más de una década y es el padre de sus dos hijos, Violeta y Leo. Junto a él acometerá su próximo proyecto cinematográfico, Vivir es fácil con los ojos cerrados . Unida sentimentalmente a Viggo Mortensen, es fácil encontrárselos paseando con naturalidad por la ciudad. Sola contigo , la película filmada en Argentina bajo palio del director Alberto Lecchi, que ahora presenta, es un thriller dramático con sorpresa final, “angustioso y contenido”, según sus palabras, que se cimenta al ciento por ciento en su capacidad para dar vida a una ejecutiva exalcohólica que lucha por mantener la cercanía con sus hijos y vive amenazada de muerte por alguien que no le perdona su pasado.

¿Por qué cree que le llegan tantos papeles de gran peso emocional, con tantas aristas?
Esto va por rachas. Haces una comedia romántica y vienen diez detrás. Y de repente, llegan dramas. Aunque para acceder a ellos al principio tuve que hacer pruebas, porque me veían… no sé, demasiado feliz quizá. En Antártida , el director me pidió que no sonriera ni una vez. Y me dieron el papel. A mí me interesa mucho este tipo de historias con personajes complejos. Para un actor son muy atractivos y te obligan a investigar. Y yo creo que conectan con algo que transmito, o que los directores creen que puedo transmitir y que tiene que ver con la desesperación o la locura. Ricardo Franco, por ejemplo, para hacer de enferma mental en Lágrimas negras, me dijo que tenía la mirada perfecta: él veía desequilibrio en ella.

¿Y tenía razón?
Hay muy poco equilibrio dentro de mí, si soy sincera, que es para lo que se hacen las entrevistas. Si no, no merece la pena, aunque siempre me siento como si me tuviera que saber todas las preguntas del examen. El equilibrio en el trabajo es complicado, y en la vida, también. Lo busco desesperadamente, de verdad (risas). El equilibrio es lo que queremos: estar bien y que los que tenemos cerca estén bien, pero muchos días no es así y tienes muchas dudas que te cambian la perspectiva. No me considero una persona particularmente equilibrada. Doy esa imagen, seriecita y tal, pero a veces las imágenes se corresponden poco con la realidad.

¿Conoce a mucha gente efectivamente equilibrada?
Conozco y admiro a varias personas a las que les funciona muy bien la cabeza, lo que no quiere decir que no les afecte lo que pasa. Personas, una amiga en concreto, a la que no le va especialmente bien, pero que se conoce y afronta las cosas desde un punto de vista muy inteligente y le funciona. Yo me hundiría en sus circunstancias, por ejemplo. Sí, creo que hay gente que logra un cierto equilibrio.

¿Tiene la impresión de que es inevitable que la vida se acabe enredando?
No quiero tenerla. Yo, desde muy joven, siempre he esperado que todo vaya bien, que todo sea perfecto, agradable. Y eso es una fuente de frustración constante, porque ni todo es perfecto, ni todo va bien siempre. Ese confiar en que todo funcione, en que todos los días sean bonitos, es más un esperanza que otra cosa.

¿Hasta qué punto ese deseo de ver la vida de un modo positivo tiene que ver con compensar los dramas que representa debido a su profesión?
No me da miedo que me duela un personaje. Lo que me da miedo es no ser capaz de transmitir ese dolor por mis limitaciones como actriz y como persona. Las tengo muy a pesar mío. Me gustaría poder ir algo más allá todavía. Me dicen que me juzgo duramente porque no tengo en cuenta que, en esta profesión, hay poca distancia entre la persona y el personaje con el que compartes sentimientos o la apariencia de unos sentimientos, pero yo creo que aún tengo obstáculos que superar. Pero, por lo demás, no soy de las que se llevan el personaje a casa. Me duelen las cosas de la vida real; nunca las de la ficción.

¿Porque la realidad la supera?
No hay más que mirar alrededor. Es muy injusto que haya miles de personas al límite de la pobreza, o inmersos en ella, en este país, a estas alturas dela historia. Habríaque haber despedido al Gobierno, en lugar de a las personas que estaban hasta hace poco disfrutando de su derecho a trabajar. Nuestros gobernantes no reaccionan, no se comunican con las personas que recibimos sus mandatos con total indefensión. Eso es lo que más rabia da, que pretenden hacer como que no pasa nada, que la corrupción forma parte del juego, que embolsarse unos millones que son de todos es normal, porque “si no me lo llevo yo, otro lo hará”. Es muy vergonzoso. Además, están creando un enorme abismo entre ricos y pobres que asegure que estos últimos nunca tengan la oportunidad de superarlo, porque no les gusta su compañía, por muy listos, estudiosos o emprendedores que sean.

¿Puede tener el actor la tentación de esconderse detrás de ese mundo
de privilegios que se le presupone?
Es muy diferente la vida del actor en otros países, en comparación con cómo se vive aquí. En Argentina te paran por la calle, se te hincan de rodillas y te dicen “diosa”. Será exagerado, no digo que no, pero te quedas sin habla. Aquí no hay privilegios, por mucho que se lo parezca a algunos cuando nos ven desfilar por una alfombra roja con un vestido prestado parala ocasión. Determinadaprensa mediatizada y al servicio de ciertos grupos de poder la ha tomado con ese tema y, como siempre, hablan sin querer saber. Y luego, para otro tipo de prensa más ligera, es más importante si vas elegante a un estreno que si la película que presentas merecela pena. Poreso la percepción que se tiene de nosotros está tan distorsionada. La realidad es que si hay un colectivo en el que el paro esté haciendo sangre, ese es el de los actores. Yo he tenido mucha suerte. He trabajado en películas fantásticas que me han permitido labrarme un nombre que de alguna manera tira de mí para que siga trabajando. Mucho menos y por la mitad de la mitad que antes, pero sigo trabajando. El único privilegio que admito es el de poder dedicarme a algo que me gusta y que me permite pagar las facturas, que, en mi caso, tienen muy poco de exageradas.

¿La crisis, en su ámbito, se nota más en la calidad o en la cantidad?
En la calidad, desde luego, porque ya no se apoya ningún proyecto que huela a artístico y que no tenga una clara vocación comercial. Y en cantidad, también. Ahora mismo hay muchísimo menos trabajo para todos, y especialmente para mí, porque ya me tocaba. Le pasó hasta a Paco Rabal, que estuvo unos años pasándolo muy mal. Por hablar de un grande. Es normal que ocurra. Llevo sin parar desde los 16 años. Pendiente de un teléfono. Como decían en Un tranvía llamado deseo, al amparo de la generosidad de desconocidos que quieran hacerlo sonar. Bueno, si llevas un tiempo en esto y no lo has hecho mal, los conocidos te llaman también (risas).

Con esa función volvió al teatro después de un largo paréntesis…
¡Y todavía no sé cómo pude estar 13 años sin pisar un escenario! ¡Con lo que se aprende! Además, no existe esa tiranía contra las actrices de cierta edad que sí se percibe en el cine o enla televisión. Peroincluso en eso me considero afortunada, porque voy encontrando personajes de mi edad a los que les pasan cosas que alguien se ha tomado la molestia de querer contar.

¿Cómo cree que ha incidido en su carrera el haber sido madre?
Te cambia las prioridades por completo. El trabajo pasó a un segundo término, y tu familia se convierte en lo más importante. Después de los primeros años en los que andas disfrutando y descubriendo de qué va todo eso, te das cuenta de la responsabilidad real que tienes. Lo que haces frente a ellos es más importante que lo que haces frente a cualquier otra persona en el mundo. Ves que eres un espejo, que te miran, que confían en ti, que aprenden la vida según tú la vives, según actúas, según te relaciones con tu entorno y con las personas con las que te vas encontrando.

¿Cómo piensa que serán sus vidas?
No lo sé. Ojalá sean felices, pero ya se ve cómo está todo. Los padres siempre tenemos miedo de que no les vayan bien las cosas, y tendemos a protegerlos al máximo, pero, claro, tienen que encontrar su camino y cometer sus errores. Y luego las experiencias nunca son extrapolables. A la edad que tiene ahora mi hija, yo ya estaba rodando mi primera película. La verdad es que no sé de dónde surgió eso que llaman vocación. Sólo me recuerdo muy pequeña, viendo a los niños que salían en las series y deseando ser uno de ellos.

¿Cayó bien en su casa su vocación?
Sí. No cayó mal, al contrario. A mis padres siempre les han interesado el teatro, el cine,la música. Mipadre es un obseso de la arqueología, el arte, las iglesias. Así pasamos nuestra infancia, era algo que nos transmitieron a mí y a mis hermanos, que estaba por casa. Más allá del temor de que me fuera a introducir en un ambiente que no conocían, yo les recuerdo apoyándome; mi madre hasta me acompañó a las pruebas del Institut del Teatre de Barcelona. Tenía yo 17 años.

¿Ha sido buena estudiante?
Normal, no iba especialmente bien. Es muy difícil estudiar matemáticas cuando estás pensando en que quieres hacer de Julieta, por ejemplo. Pero vamos, acabé bien, aprobé la selectividad y empecé Filosofía y Letras, pero no podía compaginarla bien con las clases de Arte Dramático y dejé la facultad a los pocos meses.

En aquellos días debutó en el cine, en la película Lola, del recientemente fallecido Bigas Luna. ¿Qué recuerda de su comienzo como actriz profesional?
Fue todo como de ciencia ficción. Buscaban a una chica que hiciera de hija de Ángela Molina. Una amiga que dirigía una revista me había hecho unas fotos que se publicaron, en las que tenía el pelo muy largo, y alguien me encontró parecido con Ángela y me localizaron. Me hicieron una prueba en bañador porque era como vestía el personaje en casi todas sus escenas. El primer casting de mi vida: una silla, una cámara, “anda hacia allí”, “anda hacia allá”, y “siéntate”. Y que pasela siguiente. Entodo ese proceso no estaba Bigas. A él le conocí en su casa de Sarrià, durante las pruebas de vestuario, cuando ya había visto un vídeo y me había elegido. Yo le pedí ir un día al rodaje antes de empezar a filmar lo mío, porque no había estado en ninguno y quería “ambientarme” un poco. Tenía mucha curiosidad. Fuimos a una discoteca a las afueras de Barcelona, y ahí estaban Ángela Molina y el resto de los actores y me presentaron... Bigas, como siempre, tan simpático y tan cariñoso. El primer día me sentí la persona más afortunada dela tierra. Comosi flotara. Pero no me enteré muy bien de nada porque no tenía gran cosa que hacer. Era un papel cortito.

Y llegó Amo tu cama rica y se convirtió en la actriz joven con la que todo el mundo quería trabajar. Se dijo que aportaba frescura, una belleza distinta...
Yo creo que fue el corte de pelo (risas). Por aquel entonces, a principios de los noventa, no había muchas actrices con el pelo tan cortito. Y gustó mucho que ella fuera la que mandaba en materia de sexo, eso creo que les pone mucho a los hombres. Vivía las relaciones muy libremente. Yo no fui consciente del efecto que todo aquello iba a causar cuando lo interpretaba. Y claro, como a veces el público confunde a la persona con el personaje, me entraban para ligar en un plan salvaje… Me pasó lo mismo cuando hice de lesbiana en Belle époque. Muchas mujeres me proponían… Bueno, cuando se produce esa identificación es que lo has debido de hacer bien.

Fue uno de los primeros retratos de una homosexual en el cine español serio y ganó un Goya por ello. Ahora, unos países han aprobado leyes a favor, y otros en contra, del matrimonio entre personas del mismo sexo. En algunos casos, incluso con rebrotes violentos de rechazo y fanatismo. ¿Cómo ve este proceso?
En realidad yo no creo mucho en el matrimonio. Ni homosexual, ni heterosexual. Pero tiene que estar ahí en igualdad de condiciones para quien quiera utilizar ese derecho. Lo contrario sería discriminación, y nuestras leyes no lo deberían permitir. En nuestro ámbito se vive con tal naturalidad que se me olvida que haya un problema en la sociedad con esto. Según qué sociedad, claro. Y luego está la Iglesia, que hace su trabajo. El único modo de enfrentarnos a cualquier tipo de intolerancia esla educación. Encasa y enla escuela. Laeducación y la cultura son lo que hace avanzar a la sociedad, y quien no lo acepte tira piedras contra su propio tejado.

¿Cómo es un día normal en su vida, esos en los que espera que suene el teléfono?
Pues tiene que ver con la cultura, porque si puedo, dedico un rato largo a leer o a ver películas. Y con la educación, porque tengo hijos en edad escolar, con lo que eso conlleva (risas). Me despierto muy pronto, preparo el desayuno, saco al perro, voy a la compra, ordeno mi casa, hago la comida...

Una vida muy normal que no parece alterada por que su pareja sea Viggo Mortensen, una estrella de Hollywood. ¿Cómo evitan la notoriedad no deseada?
Bueno, la verdad es que ahora ya no se respeta a nadie, y eso que se decía de que “el que no quiere salir, no sale” en las revistas y los programas del corazón no es cierto. No ha sido fácil siempre. Ha habido momentos complicados, aunque nada que ver con lo que vive hoy en día Mario Casas, por ejemplo. Yo he vivido experiencias muy desequilibrantes. Cuando estás embarazada, que te sigan te puede poner muy nerviosa. David y yo vivimos momentos duros porque alguien decidió que era importante ver la cara de nuestra hija. Ha habido paparazzi durmiendo en el portal de mi casa. No lo entiendes y te sientes indefenso. Es que me parece mal hasta que estén ante la casa de Undargarin. Si ha hecho algo, que le juzguen, que devuelva lo robado, pero ese acoso, sobre todo cuando, como es mi caso, lo único que he hecho es quedarme embarazada dos veces y convivir en pareja me parece muy injusto. Y, al final, ¿qué? A Viggo y a mí nos pueden hacer una foto paseando al perro. Y ya está, porque no damos más de sí. No hay noticia. No hay nada más que enseñar.

Mortensen definía, al actor en una entrevista con Magazine, hace unos meses, como alguien capaz de atravesar medio mundo si le espera un buen papel.
Totalmente. Él lo sabe muy bien. Es algo que te nutre como pocas cosas, te enriquece muchísimo, pese a los inconvenientes de la logística familiar. Con 22 o 23 años hice mi primera película fuera, en París, y desde entonces no he parado. En Portugal, en Argentina tres veces, porque al poco de llegar te sientes como si estuvieras en casa. Son acogedores, abiertos. La verdad es que la familia del cine se comporta como tal prácticamente en todos los países. Estamos todos en lo que hay que estar, desde el director hasta el que pone el foco.

¿En Hollywood también?
Si estás en uno de esos productos de gran estudio con estrellas muy mediáticas y tal, no lo creo. Pero mi experiencia allí no está tan alejada de los parámetros de trabajo habituales. He hecho algunas independientes, el western Appaloosa, con Viggo y Ed Harris, que era una película más grande, pero no una superproducción. Y al final todo se reduce a lo que pasa cuando dicen: “¡Acción!”. No tengo yo clavada la espinita del cine americano. Nunca he sido de poner mansión. Ni allí ni en ningún sitio. Si hubieran salido cosas interesantes, las hubiera hecho como en cualquier otro lugar. En su momento, tras el Oscar de Belle époque, hice algunas pruebas, tuve un agente americano que me mandaba proyectos que me parecían muy malos y yo tenía trabajo aquí. Cosas que me gustaban mucho y a las que no quise renunciar. No sé qué habría pasado de haber perseverado; tampoco me lo pregunto demasiado.

¿Le dio pereza?
Pues igual un poco. Si tengo un objetivo, soy muy disciplinada; cuando voy a empezar a rodar, o a ensayar, justo antes, estoy en ebullición y soy un caos total. Claro, el actor lo es cuando trabaja. Cuando no, no soy de las que hacen cursos y se preparan. Yo lo admiro y lo intento, pero me cuesta. Ahora, si tengo que aprender un idioma o hacer el pino por mi trabajo, ahí voy. A corto plazo soy muy trabajadora, pero en general no. Soy bastante vaga. Por eso hay días en los que tengo la certeza de que me gustaría morirme en un escenario, haciendo lo que me gusta, y otros pienso en qué haré con mi vida cuando me quiten de en medio o esto ya no tenga aliciente para mí. Eso sí me gustaría. Que trabajar, durante mucho, mucho tiempo, siga siendo un placer.

TITULO: 7 DIAS CITAS, SI TIENES MINUTOS Y DESCANSO - Justin Trudeau,.

Justin Trudeau, foto.

Justin Trudeau
Justin Trudeau 2014-1.jpg
Justin Trudeau en 2015

Coat of arms of Canada rendition.svg
23° Primer Ministro de Canadá
Actualmente en el cargo
Desde el 4 de noviembre de 2015
Monarca Isabel II
Predecesor Stephen Harper

Líder del Partido Liberal de Canadá
Actualmente en el cargo
Desde el 14 de abril de 2013
Predecesor Bob Rae

Arms of Canada.svg
Miembro de la Cámara de los Comunes de Canadá
por Papineau
Actualmente en el cargo
Desde el 14 de octubre de 2008
Predecesor Vivian Barbot

Información personal
Nacimiento 25 de diciembre de 1971 (45 años)
Bandera de Canadá Ottawa, Canadá
Nacionalidad Canadiense Ver y modificar los datos en Wikidata
Lengua materna Francés Ver y modificar los datos en Wikidata
Religión Católico
Partido político Partido Liberal de Canadá
Familia
Padres Pierre Elliott Trudeau
Margaret Trudeau
Cónyuge Sophie Grégoire
Hijos Xavier, Hadrien y Ella-Grace
Educación
Alma máter Universidad McGill
Universidad de Columbia Británica
Información profesional
Ocupación Político
Firma Signature Justin Trudeau.jpg
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Justin Pierre James Trudeau (Ottawa, 25 de diciembre de 1971) es un político canadiense. Tras la victoria por mayoría absoluta del Partido Liberal en las elecciones federales de octubre de 2015, es el primer ministro de Canadá desde el 4 de noviembre de 2015. Lidera el Partido Liberal desde el 14 de abril de 2013.1 Desde 2008 es parlamentario por el distrito electoral de Papineau. Es el hijo primogénito de Pierre Trudeau, ex primer ministro de Canadá, considerado el refundador de la Canadá moderna.

Biografía personal

Nació en Ottawa, el 25 de diciembre de 1971, cuando su padre, Pierre Trudeau, llevaba tres años como primer ministro de Canadá. Su madre es Margaret Sinclair, escritora, actriz, fotógrafa e hija de quien fuera ministro de Pesca canadiense James Sinclair.
Justin Trudeau y su esposa Sophie Grégoire en el Festival de Cine de Toronto de 2008.
Realizó sus estudios en el Colegio Jean-de-Brébeuf, donde también había estudiado su padre. Posteriormente fue a la Universidad McGill donde se licenció en literatura inglesa y a la Universidad de Columbia Británica donde obtuvo una licenciatura en educación. En 1994 inició con un grupo de amigos un viaje a través de Francia, España, Marruecos, Sahara, Benín, Rusia, China, Tailandia y Vietnam.
A su regreso a Canadá ejerció como profesor de francés y matemáticas en la West Point Grey Academy y en el Colegio Secundario Sir Winston Churchill de Vancouver. En 2002 se estableció de nuevo en Montreal y realizó estudios de ingeniería en la Escuela Politécnica de la Universidad de Montreal (2002-2003). De 2005 a 2006 estudió una maestría en geografía medioambiental en la Universidad McGill.3
El 28 de mayo de 2005 se casó con Sophie Grégoire, presentadora de televisión y profesora de yoga, con quien tiene tres hijos: Xavier James Trudeau (nacido el 18 de octubre de 2007), Ella-Grace Trudeau (nacida el 15 febrero de 2009) y Hadrian Trudeau (nacido el 28 de febrero de 2014).
En octubre de 2014 publicó sus memorias en el libro Common ground en el que cuenta las ambivalencias de una infancia privilegiada, pero marcada por la separación de sus padres en 1977 y los problemas de su madre, afectada de trastorno bipolar. Tras esta separación, su padre Pierre Elliott Trudeau obtuvo la custodia de los tres hijos.,etc.

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