LOS RESPIROS NOS PERMITEN HACER UNA VIDA NORMAL,.
El programa de verano que Plena Inclusión celebra en Badajoz atiende a personas con discapacidad / foto.
Ir
al cine, salir a cenar a un restaurante, dar un paseo o pasar la tarde
en la piscina son acciones de lo más cotidiano para la mayoría de las
familias, pero es algo impensable para aquellas en las que alguno de sus
integrantes tiene necesidades especiales de atención. En esta realidad
viven los núcleos familiares en los que hay miembros con discapacidad
intelectual o del desarrollo. «La simple cuestión de participar todos
juntos en una actividad no se contempla», explica Susana Fajardo, la
madre de Víctor, un niño de 13 años con importantes necesidades de
apoyo.Este es un claro ejemplo del perfil al que está destinado el programa de Conciliación Familiar, también conocido como respiro, que desarrolla a lo largo de todo el año Plena Inclusión. Como su nombre indica, el objetivo que persigue la entidad es permitir a las familias disponer de días libres en las tareas diarias de atención y poder realizar lo que para buena parte de la sociedad es tan habitual. «En el entorno típico, las familias tienen la opción de dejar a los hijos con los abuelos, en ludotecas, guarderías o campamentos, pero a las que tienen a cargo a personas con discapacidad intelectual les resulta muy difícil», expone Mariano Vizcaíno, coordinador del programa.
Por otro lado, se pretende concienciar a las familias en la necesidad de aprovechar las posibilidades que ofrecen los respiros para su propio beneficio. «Intentamos evitar que se sientan culpables por dejar aquí a sus hijos», asegura Vizcaíno. Algo que confirma Fajardo, que a pesar de llevar siete años utilizando el servicio sigue necesitando un periodo de adaptación.
Un total de 230 familias se beneficiarán durante julio y agosto de la acción de conciliación familiar
Dos meses
Desde el 2 de julio y hasta el 31 de agosto, las acciones del programa tienen lugar, por tercer año consecutivo, en la residencia Universitaria de la Fundación CB en Badajoz. De las 600 estancias que hay previstas se beneficiarán unas 230 familias, debido a que algunos usuarios pasarán más de un periodo en el respiro. «De forma simultánea podemos acoger entre 30 y 35 chicos para que la calidad no descienda, pero a mayores necesidades de atención, menor número de personas admitimos», dice el coordinador del programa.La acción veraniega ha ampliado su calendario este año y ha recibido un 69% más de solicitudes que en 2017.
La última semana de julio fue peculiar. La ola de calor no permitió a los usuarios hacer algunas de las actividades previstas en el exterior y se cambiaron por sesiones en las instalaciones de la residencia. Una de ellas fue la terapia canina y la sesión consistió en un bingo en el que era un perro adiestrado el encargado de sacar los números con forma de pelota de tenis.
«Gracias a esta iniciativa hay familias que se han ido de vacaciones por primera vez en años»
Mariano Vizcaíno | Coordinador programa Respiro
Los
animales sirven para que el contacto con los participantes sea más
sencillo. «En las sesiones con los perros intentamos que los usuarios
trabajen a nivel físico y a nivel cognitivo», indica Juan Miguel Tadeo,
instructor de Terracán, la empresa que se encarga de estas terapias y
que pasará en varias ocasiones por el programa de este verano.Las actividades son lúdicas y están muy relacionadas con la inclusión. Por ello, los responsables del respiro tratan de aprovechar los recursos de ocio que les ofrece Badajoz. «Acudimos a los programas veraniegos que hay en la ciudad, al cine, al Faro, al museo del Carnaval o a comer a Portugal», prosigue Vizcaíno, quien añade que buscan abrirse a la sociedad y normalizar su presencia en ella.
Los participantes se dividen en grupos en función de sus gustos, edad o capacidades, de forma que puedan optar por las citas que les resulten más atractivas y tengan capacidad de elegir. De esta forma, se consigue una implicación mayor y que las experiencias sean más positivas.
«En las sesiones con los perros intentamos que los usuarios trabajen a nivel físico y cognitivo»
Juan Miguel Tadeo | Instructor de Terracán
El
alto grado de familias que repiten en el programa habla a favor de su
desarrollo. Los hijos de María José Franco llevan muchos años utilizando
el servicio. La mayor, de 22 años, y uno de los menores, con 18, tienen
unas elevadas necesidades de apoyo. «Necesitan una persona con ellos en
todo momento», comenta esta madre mientras asegura que les resulta muy
difícil irse de vacaciones todos juntos. Para eso, los respiros sirven
de gran ayuda. «Gracias a este programa hay familias que se han ido de
vacaciones por primera vez en muchos años», comenta Vizcaíno.La familia de Fajardo, por su parte, dedica las estancias de Víctor en las acciones de conciliación para prestar mayor atención al resto de sus hijos y «hacer juntos cosas muy cotidianas», remarca esta madre, que reconoce que algo tan básico como descansar por las noches se complica por la atención que necesita su hijo.
Más allá del verano, el programa de conciliación familiar se extiende durante todo el año. «Hacemos desde apoyo domiciliario a las familias con hijos menores, hasta estancias más largas», señala Vizcaíno. Entre estas últimas, que son más cerradas en fechas concretas, se encuentran las programadas en Semana Santa o algún puente largo.
Por primera vez este año, Plena Inclusión ha organizado una actividad inclusiva abierta a la participación de todos los hermanos de una familia, tengan o no discapacidad. El objetivo es ofrecer un respiro mayor a los padres y avanzar hacia la inclusión.
En este sentido, desde la entidad se quiere concienciar a las administraciones públicas de la necesidad de que las actividades que programen sean inclusivas. «Mi hijo está participando en un campamento en Montijo, pero que organizamos desde la asociación», informa Franco. En esta reivindicación coincide Fajardo, con la ventaja de que Víctor ya ha estado en alguna actividad de estas características que desarrolla el Ayuntamiento de Mérida. «Son muy positivas y es algo necesario para todo el mundo en favor de la igualdad», concluye.
TITULO: EL HORMIGUERO MIERCOLES -29- JUEVES -30- AGOSTO -El Convento Santa Ana de Badajoz abre sus puertas para celebrar sus 500 años,.
El Convento Santa Ana de Badajoz abre sus puertas para celebrar sus 500 años / foto.
Las primeras visitas tuvieron lugar ayer, aunque las visitas guiadas se repetirán hasta el 29 de septiembre,.
El convento de Santa Ana, en la calle Duque de San Germán, se fundó hace 500 años. Y por este motivo las monjas de clausura han decidido programar una serie de visitas guiadas. Quieren compartir con la ciudad lo que ellas guardan.
Las primeras visitas tuvieron lugar ayer, pero se repetirán el próximo sábado y los días 15 y 29 de septiembre. Es necesario inscribirse en 'admcultura1@aytobadajoz.es'.
El tour es muy recomendable. Paola Cortés es la guía que explica cada detalle. Comienza por la capilla, donde se puede ver una talla de la Virgen de las Virtudes del Buen Suceso, que era la patrona de Badajoz antes que la Soledad. El retablo del altar mayor (siglo XVI) contiene una figura de San Juan que las hermanas encontraron durante la restauración de otra parte de la capilla. Están convencidas, según explicó la guía, que fue escondido durante la Guerra Civil. Y creen que quedan más piezas por hallar, aunque las hermanas de los años treinta se llevaron el secreto a la tumba. No dijeron qué habían guardado ni dónde.
Leonor de Vega y Figueroa fundó el monasterio en 1518. En la fachada hay escudos que indican que se trata de un convento Real. Y es así porque en él descansó la reina Ana de Austria, cuarta esposa de Felipe II y madre de Felipe III, en un viaje a Portugal. Ahí estuvo siete meses y ahí murió, embarazada de cinco meses. Años después de su muerte se la llevaron a la cripta del Escorial. Pero en el coro bajo de Santa Ana, donde las 27 monjas de distintos puntos del mundo siguen las eucaristía de la capilla, se encuentran parte de sus restos mortales. Muy cerca hay un cuadro de Luis de Morales, el gran pintor del Renacimiento, que es solo una muestra de la importancia de las obras de arte que ahí se guardan.
El recorrido permite disfrutar del claustro y lleva hasta el museo, donde hay bordados, casullas e imágenes que se remontan al siglo XVI. Al subir, se puede ver parte del archivo, donde las hermanas guardan legajos que recorren su historia. Que es, también, la historia de Badajoz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario