Natación Sincronizada
Muere Tina Fuentes, plata mundial de sincronizada, a los 34 años,.
La nadadora española, de 34 años, acumuló medallas en Mundiales y Europeos,. foto.
El mundo de la natación sincronizada y del deporte español en general están de luto por la muerte de Tina Fuentes, a los 34 años, tras una larga batalla contra el cáncer. Hermana de Andrea Fuentes, Tina falleció este lunes, según anunció la Federación Española de Natación (FEN), que expresó públicamente sus condolencias a la familia.
Integrante del equipo nacional de sincronizada, Tina Fuentes conquistó con España la medalla de plata en el Mundial de Barcelona 2003 y también la plata en el Europeo de 2002, en ambas ocasiones con el conjunto. En los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 fue cuarta, también equipos.
En el Mundial de Melbourne de 2007 Tina Fuentes también ganó la plata y el bronce en rutina técnica y libre, respectivamente. La exnadadora catalana perdió la vida tan sólo once días después de cumplir 34 años.
«Tanto ella como su hermana Andrea dieron mucho a un deporte que Tina amaba con pasión.
Era una persona muy auténtica, con una manera de vivir la vida muy
especial. Disfrutaba cada momento con máxima intensidad», destacó la FEN
a través de un comunicado.
TITULO: La última gota de sudor de David Ferrer,.
La última gota de sudor de David Ferrer,.
El alicantino, el único en activo con más de 700 victorias junto a Nadal, Federer y Djokovic, se retiró lesionado de su último Grand Slam,. fotos.
Pocos se extrañaron este martes cuando, al levantarse, vieron que Rafa Nadal había iniciado la defensa del título del US Open con triunfo. El rival había sido nada más y nada menos que su amigo David Ferrer, una de las víctimas predilectas del balear en el circuito (24 victorias en 30 partidos) y que además afrontaba su último Grand Slam
en caída libre. Sin embargo, lo que seguro que no sorprendió a nadie
fue la implicación de ‘Ferru’ en la pista Arthur Ashe. Sólo una lesión
en el sóleo de su pierna izquierda cuando iba por delante en el segundo
set le impidió morir matando (6-3 y 3-4).
Desde que en el año 2000 hiciera su debut como profesional, el de Xàbia ha sido uno de los tenistas más comprometidos cuando le tocó agarrar una raqueta. Con los dientes apretados y su grito característico en sus innumerables intercambios desde el fondo de la pista, su esfuerzo y tenacidad de guerrero le valió para plantar cara en cada una de sus mil batallas. Para que el rival resoplara cuando le viera al otro lado de la pista. Para llegar a ser número tres del mundo y terminar siete temporadas en el top 10. Para ganarse el respeto de sus compañeros de profesión y ser un ejemplo dentro de la pista para los que vienen. Siempre con sudor en la frente, hasta la última gota.
Soy un hombre con suerte.
Estoy orgulloso de haberlo dado todo, de haber mejorado cada año. Me voy
tranquilo a casa por haber dado hasta la última gota de sudor”
Le costó mantener la emoción al recibir la ovación del público estadounidense
después de disputar su partido 208 de un Grand Slam. Precisamente en
Flushing Meadows alcanzó sus primeras semifinales en un ‘grande’. “Me
voy con grandes recuerdos del US Open. Siento no haber podido acabar el
partido, pero de todas formas, muchas gracias a todos. Os echaré mucho
de menos”, dijo a pie de pista.
No es el adiós definitivo de Ferrer. Quiere despedirse el próximo año de torneos especiales como Buenos Aires y Acapulco, dos ciudades en las que fue muy feliz a título individual. Ganó tres y cuatro veces respectivamente. Pondrá el broche de oro presumiblemente en España para recibir la cálida despedida que se merece de su afición, en el Godó y en Madrid.
Sus constantes problemas físicos, sobre todo en el talón de Aquiles, le han obligado a decir basta a sus 36 años. Admitió “no tener ya fuerza” para seguir en lo más alto. “No es que no quiera, es que no puedo”, subrayó mermado antes de asegurar haber cumplido su objetivo en el tenis. “Soy un hombre con suerte. Estoy orgulloso de haberlo dado todo, de haber mejorado cada año, de haber escuchado a todo tipo de personas para ser mejor en mi vida. Me voy tranquilo a casa por haber dado hasta la última gota de sudor”.
Contribuyó en las tres Copas Davis de España de 2008, 2009 y 2011, aunque su partido más recordado seguramente será el que dio el pase a semifinales este mismo año ante Alemania. El maratoniano partido contra Kohlschreiber de casi cinco horas en la plaza de toros de Valencia quedará grabado en la memoria de todo aficionado a este deporte. Queda por ver si hará un último servicio en las semifinales ante Francia a mediados de septiembre o en una hipotética final.
Cuando juegue el último
punto como profesional se irá al vestuario totalmente tranquilo de
haberlo dado todo. Y no hay mayor satisfacción que poder decir eso”
El Masters 1000 de París ha sido su mayor éxito en solitario
entre las más de 700 victorias que ha logrado, un número sólo al alcance
en activo de tenistas como Nadal, Federer y Djokovic. Ferrer siempre ha reconocido que es gracias a estos tres colosos
que ha llegado hasta donde lo ha hecho por la exigencia que ha supuesto
tenerlos en el circuito. Se despedirá con 27 títulos, casi la mitad en
arcilla, una superficie en la que podía haber marcado una época de no
haber sido coetáneo de su bestia negra.
En siete finales Nadal le impidió saborear las mieles del triunfo; la más dura en 2013 en la final de Roland Garros perdida sin ninguna opción. También el número uno del mundo tuvo palabras de agradecimiento hacia el alicantino por su profesionalidad tras el partido de primera ronda. “Cuando juegue el último punto de su vida como profesional se irá al vestuario totalmente tranquilo de haberlo dado todo. Y no hay mayor satisfacción que poder decir eso”.
Desde que en el año 2000 hiciera su debut como profesional, el de Xàbia ha sido uno de los tenistas más comprometidos cuando le tocó agarrar una raqueta. Con los dientes apretados y su grito característico en sus innumerables intercambios desde el fondo de la pista, su esfuerzo y tenacidad de guerrero le valió para plantar cara en cada una de sus mil batallas. Para que el rival resoplara cuando le viera al otro lado de la pista. Para llegar a ser número tres del mundo y terminar siete temporadas en el top 10. Para ganarse el respeto de sus compañeros de profesión y ser un ejemplo dentro de la pista para los que vienen. Siempre con sudor en la frente, hasta la última gota.
Soy un hombre con suerte.
Estoy orgulloso de haberlo dado todo, de haber mejorado cada año. Me voy
tranquilo a casa por haber dado hasta la última gota de sudor”
Le costó mantener la emoción al recibir la ovación del público estadounidense
después de disputar su partido 208 de un Grand Slam. Precisamente en
Flushing Meadows alcanzó sus primeras semifinales en un ‘grande’. “Me
voy con grandes recuerdos del US Open. Siento no haber podido acabar el
partido, pero de todas formas, muchas gracias a todos. Os echaré mucho
de menos”, dijo a pie de pista.No es el adiós definitivo de Ferrer. Quiere despedirse el próximo año de torneos especiales como Buenos Aires y Acapulco, dos ciudades en las que fue muy feliz a título individual. Ganó tres y cuatro veces respectivamente. Pondrá el broche de oro presumiblemente en España para recibir la cálida despedida que se merece de su afición, en el Godó y en Madrid.
Sus constantes problemas físicos, sobre todo en el talón de Aquiles, le han obligado a decir basta a sus 36 años. Admitió “no tener ya fuerza” para seguir en lo más alto. “No es que no quiera, es que no puedo”, subrayó mermado antes de asegurar haber cumplido su objetivo en el tenis. “Soy un hombre con suerte. Estoy orgulloso de haberlo dado todo, de haber mejorado cada año, de haber escuchado a todo tipo de personas para ser mejor en mi vida. Me voy tranquilo a casa por haber dado hasta la última gota de sudor”.
Contribuyó en las tres Copas Davis de España de 2008, 2009 y 2011, aunque su partido más recordado seguramente será el que dio el pase a semifinales este mismo año ante Alemania. El maratoniano partido contra Kohlschreiber de casi cinco horas en la plaza de toros de Valencia quedará grabado en la memoria de todo aficionado a este deporte. Queda por ver si hará un último servicio en las semifinales ante Francia a mediados de septiembre o en una hipotética final.
Cuando juegue el último
punto como profesional se irá al vestuario totalmente tranquilo de
haberlo dado todo. Y no hay mayor satisfacción que poder decir eso”
El Masters 1000 de París ha sido su mayor éxito en solitario
entre las más de 700 victorias que ha logrado, un número sólo al alcance
en activo de tenistas como Nadal, Federer y Djokovic. Ferrer siempre ha reconocido que es gracias a estos tres colosos
que ha llegado hasta donde lo ha hecho por la exigencia que ha supuesto
tenerlos en el circuito. Se despedirá con 27 títulos, casi la mitad en
arcilla, una superficie en la que podía haber marcado una época de no
haber sido coetáneo de su bestia negra.En siete finales Nadal le impidió saborear las mieles del triunfo; la más dura en 2013 en la final de Roland Garros perdida sin ninguna opción. También el número uno del mundo tuvo palabras de agradecimiento hacia el alicantino por su profesionalidad tras el partido de primera ronda. “Cuando juegue el último punto de su vida como profesional se irá al vestuario totalmente tranquilo de haberlo dado todo. Y no hay mayor satisfacción que poder decir eso”.
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