TITULO: REVISTA PANTALLA SEMANAL CON Alba Molina,.
Alba Molina,.
Alba Molina: "Los políticos van a su rollo y, al final, sufrimos los que no tenemos ni un duro",.
foto / Alba Molina. Sevilla, 1978. Acaba de publicar su noveno disco en solitario, 'El beso', que incluye una canción que esbozó Alejandro Sanz hace 27 años y que la artista remató para su nuevo trabajo. Su madre Lole también canta en un tema.
- ¿Cuál fue su escuela de arte?
- Sin duda, mi casa.
- ¿Cuándo fue la primera vez que se subió a un escenario?
- En la barriga de mi madre.
- Ser la hija de Lole y Manuel es...
- Alucinante. De pequeña, recuerdo que en mi casa había mucho amor.
- ¿Está satisfecha con su nuevo disco?
- Muchísimo. Estoy feliz por el resultado, la acogida y la sensación, tanto del público como mía. Es lo que ahora mismo me hace feliz: la música y mis hijos.
- Hay temas en los que cantan su madre, sus dos hijos, su pareja...
- En familia queda la cosa. Estábamos todos juntos y así ha salido. No fue algo premeditado, sino natural.
- Hay una canción que comenzó a escribir Alejandro Sanz y remató usted. Cuéntenos.
- Conozco a Alejandro desde pequeña. Tendría unos 15 años y estaba en su casa dormida mientras él estaba componiendo esa canción. Entre sueños, me quedé con la copla. Él nunca la terminó ni la grabó. Hace poco, hablando con él por teléfono, se lo recordé y alucinó. Me dijo 'termínala y es tuya'. Me fui con otro compositor, Dani Bonilla, terminamos la segunda estrofa y la arreglamos. Es una de las más bonitas del disco.
- Hace 23 años que publicó su primer disco con su padre y Alejandro Sanz. ¿Cuánto ha cambiado en estos años?
- Sigo con el mismo espíritu, un poco más vieja y más consciente de todo.
- Supongo que tendrá hambre de escenario.
- No lo sabes bien. Lo que tenemos ahora es un disparate. Me encuentro feliz con el disco, pero hay una sensación de depresión generalizada que en la música es muy desagradable porque no te puedes expresar.
- Porque donde disfruta realmente es subida a un escenario.
- Disfruto de la música en todas sus facetas, pero necesito expresarme. Es como cualquier otro arte, como el pintor si no pinta o el bailaor si no baila, ¡madre mía! Necesito ya subirme a un escenario, no sólo económicamente, que también, sino porque el espíritu se alimenta de eso.
- Su nuevo disco se llama El beso, algo totalmente prohibido en plena pandemia.
- Sí, pero los besos son necesarios. Yo soy de besos y de contacto físico. La canción no estaba pensada para este momento, pero ha caído como una bendición.
- ¿La música puede actuar como medicina en esta crisis que azota al mundo?
- Siempre lo ha sido, pero ahora más. Parece que el arte y la cultura son secundarios, pero que me digan a mí qué haría la gente encerrada en sus casas sin música.
- El Gobierno de Pedro Sánchez mantiene que de ésta saldremos más fuertes.
- Saldrán ellos. Ellos van a salir siempre bien. Los políticos están perfectamente, van a su rollo, se suben sus sueldos, se pelean entre ellos de mentira. Al final, los que sufrimos somos los que no tenemos ni un duro.
- En el Congreso de los Diputados se arrojan los trastos unos a otros.
- Es de locos. A la vista está que no les importa un pimiento a ninguno lo que está pasando. Si les importara, se juntarían todos una vez en la vida, pero para eso hay que desprenderse de tantas cosas que no lo van a hacer nunca. No entiendo cómo duermen tranquilos los políticos con todas las personas que se están muriendo.
- ¿Se puede vivir de la música?
- Yo he vivido todos estos años de la música, unas veces mejor y otras, peor. Ahora estoy buscando la manera. No tengo bolos y vivo de lo que puedo; me agarro a un palo ardiendo, a unas risas, a un plato de 'papas' con huevo... a lo que sea, pero hay una lista inmensa de 'peros', no sé, vamos a ver... Un disparate.
El Madrid ganó sin brillo, 11 contra 10,.
foto / El resultado final de 3-1 puede inducir a pensar que el Madrid mantuvo anoche su línea de la semana anterior, pero no fue así. Baste comentar que ya en el descuento y con 2-1 en el marcador, Vesga pegó el gran susto al colarse en el área del Madrid con todo a favor provocándole a Courtois la parada de la noche. De vuelta de esa jugada, Benzema marcó el tercer gol de los blancos, así que en medio minuto el casi 2-2 se convirtió en un 3-1 real. Pero no estuvo el Madrid a la altura de la semana previa. Jugó 75’ once contra diez, por expulsión de Raúl García, que salió sacudiendo tabacas a Modric y Kroos y se ganó dos tarjetas muy rápidas.
La segunda llegó justo cuando Gil Manzano se acababa de tragar un penalti en el área del Madrid. El enlace de esas dos jugadas llenó de un clamor las redes. Menos hubo cuando no mucho más tarde Capa cortó en su área con la mano un balón que se llevaba Vinicius, otro penalti al limbo. Gil Manzano, que va para árbitro del Mundial de Qatar, lleva tiempo en horas bajas. Pero estaba con el Madrid: se comprobó una vez más que si un equipo le espera, le cuesta abrirle la defensa. Si logra el gol, es por insistencia en el merodeo del área, así llegaron el de Kroos, casi en el descanso, y el primero de Benzema, en un córner.
Pero, como en otros partidos así, el ataque insistente acaba por desordenar al equipo, que encajó el 1-1, de Capa, y tan cerca estuvo de comerse un 2-2 sin tiempo para respuesta. Cómo sería la cosa que ni el 3-1 le quitó a Zidane la cara de susto e irritación. Buen resultado, sí, pero nada que ver con la semana triunfal. Zidane resolvió la ausencia de Casemiro con Valverde, pero en una posición que le es extraña, adelantado, por delante de Kroos y Modric, que hicieron una especie de doble pivote. Una decisión extraña que no funcionó (acabaría saliendo Isco por Valverde) y que confirma lo mucho que pesa Casemiro en este equipo.
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