TITULO: El Telediario La 1 - La ficción de querer ganarse la vida con la escritura,.
La ficción de querer ganarse la vida con la escritura,.
El 77,2% de los escritores españoles cobra menos de mil euros anuales por los derechos de autor de sus obras,.
foto / María escribe en la misma mesa donde come. Sus libros no llenan su despensa. Es una más, como Anna; y eso que Anna junta los libros vendidos y las colaboraciones en prensa. Es como Antonio; y eso que Antonio amontona las páginas vendidas y la edición. También Elena hace libros para otros, escribe los propios y almacena premios en la repisa de su recorrido literario. Ni con esas. Ahora Sabina respira. Respira como Lucía, aunque desde el pluriempleo, respira a ratos. Todos ellos forman parte del 77,2% de los escritores españoles que ni respira ni come gracias a lo que son: escritores. Así lo refleja el último informe de la Asociación Colegial de Escritores.
No es una bocanada de aire fresco lo que busca Aixa de la Cruz (Bilbao, 1988), más bien una forma de alimentar a su hija. Vendió 8.000 copias de 'Cambiar de idea' (Caballo de Troya, 2019). Ahora está sentada en una terraza con Iván Repila. Toman una de rabas con limón, dos cervezas hasta el borde y un vino blanco. La cuenta: 11,30 euros. Repila (Bilbao, 1978) deberá vender diez ejemplares para pagarla, pues la ficción impresa está a 13,11 euros el título (según el último informe del Ministerio de Cultura). Menos mal que ha vendido unos 6.500 ejemplares de 'El aliado' (Seix Barral, 2019).
Escribir, un sinvivir
Anna Pacheco (Barcelona, 1991) escribió 'Listas, guapas, limpias' (Caballo de Troya, 2019) tras sobrevivir a un ERE. La primera tirada se agotó en una semana. No obstante, las 176 páginas del libro color rosa palo no le dan para comer; por eso colabora y ha colaborado en prensa.
Pacheco ganó 4.000 euros en royalties en el último año. Royalty es un concepto para no decir de forma burda que le depositaron en su cuenta bancaria 4.000 euros por los derechos de autor. Haciendo una división rápida, la escritora tendría 333,3 euros cada mes durante el próximo año. Exiguo. No llega ni de lejos al salario mínimo interprofesional.
Si el 77,2% de los escritores españoles ingresa menos de mil euros por los derechos de autor de sus libros, o lo que es lo mismo, 83,3 euros cada mes durante un año, entonces Pacheco es una privilegiada. Entra en la horquilla que va de los 2.000 a los 5.000 euros anuales. Privilegiada hasta cierto punto, pues hay otras dos categorías por encima: los estables y los consolidados. Un 3,4% que cobra más de 5.000 euros y un 6,3% que sobrepasa los 10.000, respectivamente. Son categorías y datos del último informe de la Asociación Colegial de Escritores de España (ACE).
Vivir de la ficción es ficción
Nerea Riesco (Bilbao, 1974) ha vendido más de 300.000 ejemplares de sus obras. «No escribo 'después del trabajo' porque escribir es mi trabajo. Está socialmente asumido que los escritores son los únicos que no pueden vivir de los libros», explica. «Somos los 'agricultores de las letras'. Seguimos llevándonos un 10% de las ventas, los que menos ganamos», prosigue. Sus libros se han traducido en media Europa.
'Zmrozone brzoskwinie', en polaco. 'Dondurulmus seftaliler', en turco. 'Melocotones helados' también ha viajado por todo el mundo. Espido Freire (Bilbao, 1974), ganadora del Premio Planeta en 1999 con esta novela y autora de otras 38 obras, también vive de lo que escribe. Su trayectoria es una anomalía dentro del panorama, lo sabe: «Lo habitual suele ser padecer oscilaciones económicas. No nos olvidemos de la clase social, muchas veces acomodada, de la que parten algunos escritores».
Tanto Freire como Riesco son escritoras etiquetadas como 'best-sellers'. Mata a un gato y te llamarán matagatos. Vende 300.000 copias y te llamarán superventas. «Soy más bien una 'media-seller', con 'bestsellers' ocasionales. Significa que por azar, inversión editorial o acierto temático algunos de mis libros se colocan en las listas. Otros, no», dice Freire.
Marina Porras (Rubí, 1991) es crítica literaria, librera y tiene claro que al analizar por qué un libro triunfa la prensa está comenzando a tener un papel secundario: «Funciona en casos muy mediatizados: un autor que esté dentro de las dinámicas comerciales venderá más si sale en la tele». Si hubiera una fórmula para triunfar con una novela, sería demasiado fácil. Es el mensaje que desde la experiencia de casi 30 años al frente de Pontas Agency lanza Anna Soler-Pont (Barcelona, 1968): «El fracaso, como el triunfo, es algo imprevisible cuando se trata de libros». Federico Moccia, Dolores Redondo, Avni Doshi. La fundadora de Pontas asegura que solo un 15% de los 80 autores de la agencia viven de su escritura.
«Los escritores que intentan conciliar adquieren posiciones periféricas en el 'establishment' literario», dice Rosa Berbel
Elena Medel (Córdoba, 1985) es poeta y novelista. Sobrevive haciendo libros para otros como editora en La Bella Varsovia, un pequeño sello dedicado a la poesía contemporánea. Y de repente llegó el Premio Francisco Umbral al Libro del Año. 'Las Maravillas' (Anagrama, 2020) entra en la lista, compartiéndola con Aramburu, Chirbes o Vargas Llosa. Medel es la primera mujer en ganar este gemelo del Goncourt francés. Son 12.000 euros de colchón viscoelástico. «La novela me ha permitido decir que no. No a trabajos mal pagados», zanja.
Precariedad perenne
Se fue a La Alpujarra. «¿Qué más opciones tenía?» Sabina Urraca (Donostia, 1984) pasó tres meses en California para trabajar en el cultivo de la marihuana. «Un disparate», puntualiza. Se embolsó 15.000 dólares. Volvió a Madrid, ciudad de hucha rota. Por eso se exilió temporalmente a las faldas de Sierra Nevada. Espantó jabalíes y escribió 'Las niñas prodigio' (Fulgencio Pimentel, 2017). «En España nunca se habla de dinero. Es un problema. Estamos en una situación de precariedad constante», asegura Urraca, que ahora escribe en Iowa.
Camarera, traductora, escritora. «Todos los trabajos que puedas imaginar». Es escritora, pero no solo se dedica a la escritura. «Es hora de ponerlo encima de la mesa: la mayoría no vivimos de nuestros libros», señala Lucía Baskaran (Zarautz, 1988), autora de 'Partir' (Expediciones Polares, 2016) y 'Cuerpos malditos' (Temas de Hoy, 2019). Con su primera novela fue finalista del Premio Herralde. En 'Partir', la escritora explora; en 'Cuerpos malditos', explota.
Cansancio y entusiasmo
A las cuatro de la madrugada suena el politono del móvil de Antonio J. Rodríguez (Oviedo, 1987). La idea es despertarse aún de noche, leer, terminar tareas pendientes y, solo a veces, escribir. «Se espera que el escritor trabaje únicamente en la escritura», dice. «Se ha perdido la figura del escritor que había trabajado en oficios nada relacionados con narrar. Fulanito trabajó en un carguero mercante, luego fue a la mina y finalmente escribió una novela». En efecto, no escribió ni 'Fresy Cool' (Literatura Random House, 2012) ni 'Vidas perfectas' (2017) después de cavar zanjas. Tampoco 'Candidato' (2019) fue una novela construida con las manos llenas de barro. Su último libro, el ensayo 'La nueva masculinidad de siempre' (Anagrama, 2020) huele a 'after shave' y no a mina. Lo ideal, propone, es esa intersección entre estar completamente metido en los libros y lo contrario: «Sonará trap, pero para escribir hace falta calle». Piensa, guarda silencio y concluye: «Como decía Rajoy: 'It's very difficult todo esto'».
Campo, bosque, carretera. No estar en casa es el hilo que teje las páginas de los libros de María Sánchez (Córdoba, 1989). Cuando se detuvo a pensar que siempre escribía cansada ya era tarde, pues había escrito 'Cuaderno de campo' (La Bella Varsovia, 2017) y 'Tierra de mujeres' (Seix Barral, 2019) bajo los efectos del agotamiento crónico.
Sánchez no para. Está meses fuera de casa. Acaba de publicar un semillero de palabras del medio rural, 'Almáciga' (Geoplaneta, 2020). Todas las semanas está en los colegios, en las asociaciones ganaderas, en los talleres agrícolas, en las ferias literarias y con sus cabras. «No puedo decir que no: ¿Y si alguna niña despierta su interés por escribir gracias a mi presencia en su cole?».
La veterinaria exige poder teclear frente a un ventanal. Pide por favor pasar los veranos escribiendo frente al sol: «Saco una mesa frente al huerto y pienso en lo bonito que es que mientras yo escribo las calabazas y los tomates crezcan. También me gusta mucho hacerlo en casa de mis abuelos, frente al limonero».
«Tenemos casa, hijos y demasiado miedo/ a la muerte, a los contratos temporales / (...). Tenemos cuarenta años y un país que no nos nombra (...)». Son versos de 'Las niñas siempre dicen la verdad' (Hiperión, 2018), Premio de Poesía Joven Antonio Carvajal y Premio Ojo Crítico, escrito por Rosa Berbel (Estepa, Sevilla, 1997). El poemario es una apuesta política por la juventud. «La propia inercia de la vida va poniendo obstáculos al ejercicio de la escritura», argumenta Berbel y sigue: «Por ello, si te fijas en los escritores con más visibilidad son aquellos que no tienen que estar ocho horas en una oficina, son más bien los que viven del 'establishment' literario. Los que intentan conciliar adquieren posiciones periféricas».
Brecha de género en la cabeza de la Literatura,.
Más lectoras que lectores; muchísimas menos autoras que autores. En España, de los 55.509 títulos inscritos en el ISBN del Ministerio de Cultura y Deporte con un solo autor, el 61,1% son de hombres y el 38,5% de mujeres. En 0,4% no consta. En cifras absolutas, ellos presentaron 33.325 obras y ellas 21.000. Son menos como autoras, pero son más como lectoras: el 69,4% frente al 62% de los hombres. Números que se acentúan en la franja de entre 54 y 69 años, donde, según la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), la diferencia es de 22 puntos porcentuales.
Un golpe fuerte en la cabeza de la literatura provocó esta brecha. Los primeros comentarios que recibió la obra de Rosa Berbel hacían hincapié en su edad. A veces, incluso desde el elogio venenoso las reseñas llegaban cargadas de paternalismo y condescendencia. Un periodista se dirigió a Elena Medel, tras ganar el Umbral, para preguntar por su éxito: «En el primer minuto de entrevista me llamó niña y chiquita. Le dije: 'Ni mi padre me llama así'. Se enfadó y empezó a llamarme adulta Medel. Para él siempre seré niña y chiquita».
Tras la crisis de 2008 Elena Medel tuvo que volver a casa de sus padres: «Sé que es tan fácil que te llamen como que no lo hagan». Anna Pacheco se ahueca la voz y parafrasea al poeta Rodrigo G. Marina: «¿Cómo serían nuestros libros si no estuviéramos cansados?». Iván Repila y Aixa de la Cruz siguen tecleando con sueño. La risa de María Sánchez se afila: «¿Quién vive de escribir hoy en día? ¡Yo no, que me hice autónoma una semana antes de que nos confinaran!». Antonio J. Rodríguez está escribiendo contra su anterior obra: «A todos nos gusta que nos saquen en los suplementos culturales, pero al día siguiente el papel de periódico envuelve el pescado».
TITULO: EL MAGO DEL TIEMPO - El tiempo esta semana: estable y con el campo que alterna recolección y siembra,.
El tiempo esta semana: estable y con el campo que alterna recolección y siembra,.
Algunos cultivos minoritarios en la región como la aceituna entran su fase final, a la espera de que las lluvias de última hora favorezcan su engorde, foto.
Comienza la semana con cielo nuboso o intervalos nubosos, sin descartar precipitaciones débiles dispersas, tendiendo a poco nuboso con nubes altas en la segunda mitad del día. Según anuncia la Agencia Estatal de Meteorología, las temperaturas mínimas no experimentarán cambios o en ligero descenso en el este y en ligero ascenso en el resto. En cuanto a las máximas, irán en ascenso hasta el jueves para, a partir de ese momento, comenzar a descender. Hoy lunes, Zamora alcanzará los 25 grados y mañana martes, Salamanca y Zamora marcarán 28 grados.
Las precipitaciones no están descartadas a lo largo de la semana en zonas de montaña.
En cuanto a la labor agraria, avanza la sementera y ya se ha comenzado con la siembra del trigo. Todavía se sigue recolectando girasol y en algunas zonas de la región se ha iniciado la cosecha de maíz.
La campaña de remolacha comienza hoy, en la fábrica de Azucarera en Toro mientras siguen los arranques de Acor en otros puntos de la región.
Otros cultivos mucho más minoritarios también se encuentran a pocas semanas de iniciar la campaña y en el caso de la aceituna en la zona salmantina de Ahigal de los Aceiteros, la recolección no se irá más allá de las tres semanas.
«La aceituna va a empezar a madurar, a partir de ahora, esta aceituna que todavía está engordando va a coger el tono negrizo de la aceituna madura», explica Luis Ángel Cabezas, socio de la cooperativa Aceiteros del Águeda.
Las lluvias del mes de septiembre y las caídas durante octubre han favorecido que la aceituna vaya cogiendo peso, «lo que se desea a partir de ahora es que caiga alguna lluvia más y que en estas semanas que la queda para la recolección continúe engordando».
TITULO: Volando voy - Jesús Calleja - T'nia Miller Actriz ,.
¡El mundo está lleno de piratas!»
Da vida a una agresiva abogada en 'La Fortuna', la primera serie escrita y dirigida por Alejandro Amenábar que Movistar+ emite los viernes T'nia Miller Actriz,.
De un tiempo a esta parte, T'nia Miller (36 años) se ha convertido en una de las caras más recurrentes de la ficción televisiva, especialmente en Reino Unido, de donde es oriunda. Con su cabeza afeitada -«solía esconderme detrás de mi pelo», ha llegado a decir en alguna ocasión-, acostumbra a dar vida a personajes enigmáticos y fuertes y se ha dejado ver en series tan importantes como 'Years and Years' o 'La maldición de Bly Manor'. La actriz se mete ahora en la piel de Susan McLean, una agresiva abogada que defiende los intereses de una empresa estadounidense cazatesoros que ha recuperado un pecio español en 'La Fortuna', que Movistar+ emite los viernes. Basada en 'El tesoro del Cisne Negro', el cómic que Paco Roca publicó en 2018 con guion del escritor y diplomático Guillermo Corral, la primera serie de televisión de Alejandro Amenábar convierte en una trama de aventura e intrigas políticas la lucha real de España por recuperar en 2009 la riqueza de la fragata 'Nuestra Señora de las Mercedes', hundida a comienzos del siglo XIX y localizada por Odyssey Marine Exploration, una empresa cazatesoros de EE UU. Divertida e ingeniosa, Miller contesta mientras se lía un cigarrillo en una interminable jornada de entrevistas.
-¿Qué es lo que le atrapó del proyecto?
-Me hicieron una oferta y la verdad es que en cuanto vi toda la gente que estaba involucrada y luego vi que una parte se rodaba en Madrid... Creo que hubiera sido una tonta si hubiera dicho que no.
-¿Conocía la historia en la que se inspira la serie y el cómic?
-Nada (lo dice en castellano). No conocía nada, pero cuando obtuve el papel me dediqué a investigar lo que había sucedido entre la empresa americana y el Gobierno español.
-Hay una pregunta que sobrevuela toda la serie y es de quién es algo que no es de nadie. ¿Se ha posicionado usted de alguna manera?
-¡Los dos son unos ladrones, los dos son piratas! La única razón por la que tienen el oro es porque lo robaron, en primer lugar, y estos cabrones británicos, van y los hunden también con la intención de quedarse con esas riquezas. Y unos siglos más tarde llega otro pirata por aquí para quedarse con las monedas. ¡Hay muchos piratas en el mundo! (Ríe).
-Su papel es el de una ambiciosa abogada que parece no tener escrúpulos. ¿Cómo se preparó para el personaje y qué fue lo más complejo del proceso?
-Sobre el papel, parecía un personaje con una sola cara, así que durante los ensayos estuve conversando mucho con Alejandro para ir descubriendo más matices y conseguir que no fuera tan plano. Esto solo se puede intuir ya hacia el final de la serie, donde vemos que ella siente un amor por la persona para la que trabaja. Ella es un tiburón auténtico, que se mueve por el dinero y siente que en la vida está en una carrera, pero una carrera que no sabe hacia dónde va porque no se toma ningún momento para contemplar la vida y decir: «Bueno, a ver, ¿hacia dónde estoy yendo?». Ella simplemente corre y no se da el tiempo para entender cuáles son sus sentimientos ni su posición en la vida.
-Creo que es su primera producción española, ¿qué diferencias ha encontrado con respecto a las producciones británicas y americanas?
-Es la segunda vez que trabajo con un equipo español, pero la vez anterior se trataba de una historia británica con todas las actrices británicas y fue muy distinto. Me encanta trabajar rodeado de talento español, son tranquilos pero eficientes, muy cálidos y amistosos, te hacen sentir bien, muy apasionados. Me hace mucha gracia la expresividad extrema que tienen, es muy divertida, y saben cómo divertirse. Todo está en perfecto equilibrio.
-¿Algo que no le haya gustado?
-La comida.
-¿En serio? ¿Por qué?
-Porque es pan, es todo el rato pan. Me gusta el pan, ¡pero por favor dame algo caliente! A ver, los del catering eran malos, malos, incluso para mi perro, que le daba esa comida y ¡tampoco lo quería! (Ríe).
-Ha participado en la que está llamada a ser una de las series de la temporada, 'Fundación'. ¿Cómo ha sido la experiencia?
-Uhm, no te puedo decir mucho porque solo salgo en los tres últimos capítulos y he preferido no ver nada todavía. Sí que te puedo decir que estoy enamorada del equipo, son todos increíbles, sobre todo Laura Birn, que es una persona maravillosa. También te digo que he trabajado en muchas producciones y nunca me han tratado tan bien como en 'La Fortuna'.
No hay comentarios:
Publicar un comentario