lunes, 11 de octubre de 2021

VIVA LA VIDA - Iñaki Gabilondo ,. SABADO- 9, 16 - Octubre ./ VIVA LA VIDA - Karl Schlögel - Historiador ,. DOMINGO -10, 17- Octubre ,. / Ese programa del que usted me habla con - Conquistar el espacio, vivir en la pobreza,. / LOS TOROS LA SER - Tristán Barroso, triunfador del IX Certamen de Clases prácticas de Escuelas Taurinas Trofeo Diputación de Badajoz ,.

 

TITULO:  VIVA LA VIDA - Iñaki Gabilondo  ,. SABADO-9, 16 - Octubre,.

 El sabado- 9, 16 - Octubre a las 16:00 por Telecinco , foto,.

  Iñaki Gabilondo,.

 

«El periodismo tiene hoy la sensación de estar desbordado por todo»,.

«Una de las esperanzas mayores para volver a enganchar con la sociedad está en los medios de comunicación locales y regionales», asegura el periodista donostiarra, que ha anunciado su retirada tras más de medio siglo de carrera,.

 Iñaki Gabilondo, en la entrevista, durante un descanso del congreso de Valladolid./A. Mingueza

Es uno de los profesionales del periodismo más respetados de este país. Y eso es mucho decir cuando el suyo es un oficio vapuleado por unos y por otros a cuenta de errores propios y ajenos, quizá más visibles desde que existen las redes sociales y las críticas y los insultos se multiplican mediante cuentas anónimas. Pero incluso en medio de ese ruido atronador, Iñaki Gabilondo tiene un bien merecido prestigio. A unos pocos días de cumplir 79 años -el próximo día 19-, este donostiarra que destila bonhomía acaba de anunciar su retirada. Deja tras de sí una trayectoria de más de medio siglo vinculada especialmente a la radio, donde tuvo durante décadas un liderazgo incontestable. Aunque varias generaciones de españoles recuerdan de manera muy especial que, recién nombrado director de Informativos de TVE, debutó ante las cámaras en el telediario de la noche para dar la noticia del golpe de Estado del 23-F. Gabilondo, que esta semana ha participado en Valladolid en el Congreso Internacional Miguel Delibes, organizado por la Fundación que lleva su nombre y 'El Norte de Castilla', es historia viva del periodismo español.

- Ha anunciado su retirada, en parte por fatiga y también porque ha perdido la fe. ¿En la Humanidad o solo en la clase política?

- La crisis de fe es como una bomba de racimo. El desencadenante ha sido la política, la imposibilidad de llegar a acuerdos en nada. Nunca he pensado que sea preciso pactarlo todo, pero en momentos de gran transformación como el actual no se puede avanzar sin acuerdos. Lo que más me ha desalentado es la sensación de impotencia, que como no se puede llegar a esos acuerdos necesarios todo se pospone y las grandes reformas se van metiendo en el cajón. Luego está también la edad, claro. Te da más dolor perder el tiempo. Y si bajas el tono, a todos nos ha afectado el golpe del covid. De todos modos, creo que a punto de cumplir 79 no necesitaba justificación para dejarlo.

- ¿Se deja de ser periodista alguna vez o es algo que, como ciertos sacramentos, imprime carácter?

- Creo que imprime carácter. Querer saber y entender las cosas que pasan han sido siempre mis constantes. Entender las cosas y a las personas.

- ¿Ha hecho balance de su carrera?

- Soy un privilegiado, no puedo decir lo contrario. He sido bendecido profesionalmente. He hecho radio, que es lo que quería; he estado en empresas que me han dado confianza; he tenido reconocimientos y he adquirido un pequeño patrimonio que me permitirá pagar la luz hasta el fin de mis días (sonríe al decirlo). He logrado más cosas de las que habría podido soñar.

- ¿Y qué precio ha pagado por ello? ¿Sus hijos, por ejemplo, le han dicho o sugerido alguna vez que estuvo poco con ellos cuando eran niños?

- Un precio muy claro ha sido haber tenido una distancia con tu casa y tus amigos muy superior a la que habría deseado. No he podido llegar a hacer con mis hijos todas las cosas que habría querido, ni con mis amigos. Creo que con mi mujer ha sido distinto. Pero me duele ese precio.

Periodismo y política

- Más allá de las cuestiones tecnológicas y los nuevos soportes, ¿cuáles son las mayores diferencias entre el periodismo de sus primeros años y el actual?

- Ninguna se puede comparar con las desencadenadas por la llegada de las nuevas tecnologías. Todo lo anterior era esperable, pero esto ha sido disruptivo. Han volado todos los enganches que creíamos tener. El periodismo tiene hoy la sensación de estar desbordado por todo, con dificultades para desarrollar el oficio, con el espacio comunicativo ocupado por muchas señales, tantas que estamos sepultados por un alud. La sociedad vive un estado de estupor.

- ¿No hay esperanza?

- Una de las esperanzas mayores para volver a enganchar con la sociedad está en los medios locales y regionales. Yo me formé en ellos y sé que ese estupor se vive en esas sociedades con menos intensidad porque se controla mejor la relación.

- ¿Cómo es la convivencia con la clase política? Porque se habla ahora de una relación excesiva y olvidamos que durante la Transición se dieron muchos episodios de vinculación personal incluso afectiva entre periodistas y políticos.

- Pero aquello era un tiempo de emergencia. En muchos casos se ha sostenido esa relación intensa y es una aberración. Además, los gobiernos han dado licencias de radio y TV, prolongando de esa manera un efecto funesto. Por eso ahora es prioritario situar la relación en su punto exacto: el de la afinidad. Se puede tener afinidad con unas ideas, pero no avanzar ni un centímetro más. Hay que intentarlo.

- Muchos periodistas se han pasado a la política y algunos políticos se han ido al periodismo. ¿Qué le parece?

- No me parecería tan mal si la relación no estuviera tan degradada ante la sociedad. Pero tal y como está me parece muy mal. No afecta a todos en igual medida, claro, pero la dolencia debe ser señalada. Y cuando los medios tradicionales se definen como de calidad ante los nuevos, conviene recordar que la calidad no se tiene solo por antigüedad. Todos los medios, nuevos y viejos, deberían revisar la historia de sus dependencias y relaciones políticas.

- ¿Qué sensación le produce que cuando un político o un partido se ve envuelto en un caso judicial, en 48 horas haya algún periodista y algún medio sacando presuntos trapos sucios del juez que lo lleva?

- Es la prueba del nueve de ese pecado del que hablaba, de esa vinculación aberrante que nos ha hecho polvo. Eso nos va a matar porque así no se puede tener la más mínima credibilidad. Encima, hay quien no quiere corregir eso, más bien lo contrario.

- ¿Es más peligrosa para la sociedad la crítica constante a ciertos líderes y partidos o la adulación perpetua?

- Quien sale perdiendo siempre es la democracia. Es aceptar la aberración del elogio sin cuento o que el partido que no está en el poder, sea cual sea, tenga como única tarea demolerlo todo. Si eso es la democracia, conmigo que no cuenten. Sinceramente, creo que la democracia no habría sido aceptada por la sociedad si se hubiese planteado así. Y para los medios que se suman a ello, el daño a su crediblidad es enorme.

- Algunos periodistas han soñado con derribar un gobierno, el que fuera.

- Eso es una herencia de aquella relación de los tiempos de la Transición. Esos colegas de los que habla aún siguen asociando periodismo y epopeya. Algunos de ellos habrían podido ser los mejores periodistas de Europa si se hubiesen limitado a ser eso, periodistas. Lo digo en serio: no he conocido mejores que ellos, pero...

Trabajar en equipo

- El periodismo siempre ha sido un trabajo en equipo pero ahora se le dice a los jóvenes que deben crearse una marca personal y de esa manera se alimentan grandes egos. ¿Qué le parece?

- Eso es enemigo de las acciones en equipo, que es lo único que tiene porvenir. Lo interdisciplinario está hoy día en la vanguardia de todo. Ningún avance, ningún trabajo importante, se entiende ya sin ello. Quienes hablan de la marca propia y ponen su ego por delante de todo están siendo arrastrados por la moda.

- Eso parece peligroso.

- Nadie es solo un individuo, pero ahora más que nunca. Hay una verdadera necesidad de concertar disciplinas de distinto tipo. Si trabajas de solista crees que estás en la ola del momento, pero en realidad estás de espaldas.

- Hoy todo tiende a pasarse por el filtro del espectáculo. También la información. El problema para quien se resiste a hacerlo es que buena parte del público lo quiere así.

- Es un problema de la velocidad a la que vivimos, el tiempo que nos pueden dedicar. Un ciudadano normal puede haberse levantado hoy en su casa de Madrid, coger el AVE o el puente aéreo para ir a Barcelona, tener una reunión y luego una comida de trabajo, regresar a Madrid e ir a un espectáculo con su mujer. ¿Qué tiempo le queda para la información?

- ¿El drama es ese?

- Se vive de una manera relampagueante y la información adopta la forma de flashes. Por eso la complejidad se cuenta cada vez peor, porque no te dan tiempo a explicarla. Así que muchas veces nos acusan de frivolizar porque simplificamos, pero lo hacemos porque los ciudadanos no pueden dedicarnos más tiempo. Eso nos condena a un ejercicio de gran dificultad. En el fondo, el problema es el tiempo.

- Antes le he pedido que hiciera un balance global de su carrera. Ahora le voy a pedir que me diga qué días se fue a su casa con una sensación de desolación.

- La desolación la sentí muchas veces cuando tuve que dar noticia de atentados terroristas, más aún siendo vasco. Aunque también me sucedió cuando fui consciente de que había cometido un error. Y eso cuesta olvidarlo, aunque luego hayas pedido perdón.

- ¿Y los días de la mayor satisfacción?

- Fueron muchos, sobre todo los del encuentro con la gente común. Durante mis años en el programa matinal de la SER, la primera parte se dedicaba a la actualidad, con entrevistas a dirigentes de todo tipo. Luego, a medida que avanzaba la mañana, entraban cocineros, artistas, profesionales, enfermeras, agricultores... esa parte de la vida era la que me daba la mayor satisfacción. Y estaban ahí casi todos los días, aportando frescura a las conversaciones, porque ninguno entraba allí sabiendo lo que tenía que decir. 

 

 TITULO:   VIVA LA VIDA -Karl Schlögel - Historiador  ,. DOMINGO -10, 17 - Octubre ,.

El domingo -10, 17 - Octubre  a las 16:00 por Telecinco , foto,.

 Karl Schlögel - Historiador,.

 

«La gente estaba ocupada en sobrevivir»,.

En la URSS hubo un «permanente estado de excepción» durante medio siglo, asegura,.

Karl Schlögel (Hawangen, Alemania, 1948) lleva toda su vida académica estudiando la Historia de la URSS y los países del Este. Acaba de publicar 'El siglo soviético', donde relata cómo era allí la vida cotidiana.

- La gran contradicción de aquel país es que fue capaz de enviar a Gagarin al espacio pero no lo era de dar vivienda digna ni siquiera a la mitad de la población. ¿Cómo se explica?

- Esa es la gran cuestión. Un país que gana la carrera por mandar a alguien al espacio, que consigue grandes avances en ingeniería, ciencia y otros ámbitos, era incapaz de dar vivienda a su gente. Gagarin fue un héroe positivo y simpático, miembro de una generación posterior a la guerra que quería transformar la sociedad. Pero el avance solo se dio a partir de un gran plan de Kruschov para construcción de viviendas.

- Sorprende que no hubiera protestas, que no existieran una corriente social de fondo contra tanta pobreza en un país tan rico.

- La gente estaba constantemente implicada en sobrevivir, en superar los problemas de la vida cotidiana. Piense en la sucesión de acontecimientos: una revolución, una guerra civil, la hambruna, la tensión posterior al primer plan quinquenal, otra hambruna, la guerra mundial, una nueva hambruna... Había una continua falta de medios y durante medio siglo el país vivió un permanente estado de excepción. Y cuando parecía que las cosas podían cambiar, llegó 1968 y la reestalinización. Además no había un espacio donde articular las protestas y era peligroso abrir la boca.

- Durante los años veinte y treinta había una notable fascinación por EE UU. Llama la atención visto con perspectiva.

- Los dirigentes soviéticos estaban mucho más atentos a América. Europa les parecía decadente mientras EE UU era el súmmum de la técnica y la ciencia. En 1927 Stalin dijo que querían unir la pasión bolchevique y el pragmatismo americano. El punto álgido de esa fascinación se dio hacia 1934. Miles de ingenieros y artistas soviéticos habían ido a EE UU, y la URSS participó en exposiciones universales en aquel país. Todavía en 1937, el año del Gran Terror, se publicó un libro en la URSS sobre esa fascinación. Fue un homenaje justo cuando se acababa el fenómeno.

- Hay numerosos ejemplos de gigantismo en la URSS. El complejo de Magnitogorsk producía tanto acero como Canadá y casi tanto como Reino Unido. ¿Era una característica del modelo o una tradición rusa?

- Es algo que tiene que ver con el papel del Estado, y eso era patente incluso antes de la Revolución. El Estado era el gran empresario que organizaba los planes quinquenales que afectaban a todo el país. Eran estatales y por tanto tenían que ser enormes, mientras en EE UU la gestión de los grandes grupos recae en sagas de empresarios. Y no olvidemos tampoco que, sin olvidar lo que tenía de programa de castigo, el Gulag, con sus trabajadores sometidos a régimen de esclavitud, era también una agencia de empleo gigantesca.

- De los ocho directores que tuvo la agencia estatal de estadísticas entre 1918 y 1941, cinco fueron condenados a muerte y ejecutados por no adaptar los resultados de su trabajo a las previsiones oficiales. ¿Tienen alguna fiabilidad los datos económicos, sociales y de población de la URSS?

- No, pero tampoco los actuales. Sabemos perfectamente que están manipulados, no hay más que ver las cifras de afectados por la pandemia. Han mentido todo el tiempo. Ahora no se fusila a los estadísticos, aunque también han sucedido cosas extrañas. 

 

TITULO:  Ese programa del que usted me habla con - Conquistar el espacio, vivir en la pobreza,.

El martes -5, 12 - Octubre  por La 2 a las 21:30, foto,.

 Conquistar el espacio, vivir en la pobreza,.

 

Un país de contrastes Un libro relata la vida cotidiana en la URSS, donde eran pioneros en algunos campos y tenían enormes carencias en otros,.

 La cola del pan. Numerosas personas esperan para comprar el pan en Cheliábinsk, en el año 1985. Muebles y enseres en la escalera. /imágenes del libro 'el siglo soviético'

El 12 de abril de 1961, mientras la URSS celebraba la hazaña histórica de poner a un hombre en el espacio, humillando a EE UU y asombrando al mundo, familias completas de Moscú y Leningrado vivían en reducidas habitaciones de pisos compartidos. El 60% de los residentes en las dos ciudades mayores del país tenían su alojamiento organizado de tal manera que era habitual que de 40 a 60 personas ocuparan un piso expropiado en los primeros meses de la Revolución a familias pudientes.

En esos inmuebles, las cocinas eran de uso común -cada familia tenía una mesa donde dejaba sus enseres- y el espacio era tan escaso que resultaba habitual verse obligado a dejar algunas cosas en el descansillo de la escalera. Y los retretes estaban más transitados que la Perspectiva Nevski en una tarde de primavera. Tanto es así que quienes podían permitírselo tenían su propio asiento para el inodoro. Todo eso sucedía en la patria de Gagarin. El historiador alemán Karl Schlögel cuenta en 'El siglo soviético' (Ed. Galaxia Gutenberg) cómo era la vida cotidiana en la URSS, el país de los más asombrosos contrastes.

El primero de ellos fue que el Estado que aspiraba a crear al hombre nuevo decidió prescindir de muchos de sus mejores cerebros. En los años veinte, entre 1,5 y 2 millones de rusos salieron camino de Berlín, Praga, París y otras grandes ciudades del continente. Muchos eran aristócratas, burgueses, empresarios o profesionales liberales que dejaban tras de sí bienes valiosos que terminaron en mercados irregulares. Fue allí donde un Rubens se cambió por una hogaza de pan. La Historia europea reciente no conoce un éxodo semejante.

Pero el símbolo de lo que iba a suceder estaba en los dos barcos que en el otoño de 1922 zarparon de Petrogrado: en ellos iban filósofos, científicos, escritores y artistas a los que se había 'invitado' a marcharse. Tuvieron suerte, porque sobrevivieron a todo aquello. Algo que no lograron muchos de quienes los obligaron a irse. No pocos de ellos fueron enviados a las grandes obras (presas, siderurgias, vías férreas) que se hicieron con trabajadores esclavos en programas de 'reeducación'.

Bajo estas líneas, la cubierta del libro de cocina de 1953, que llevaba prólogo de Stalin.

Relata Schlögel en su libro que el derroche de recursos y el desprecio al medio ambiente fue una constante al menos en la primera mitad de la historia soviética. El contraste fue el heroísmo de los 'liquidadores' de Chernóbil. La estampa de grandes centros industriales abandonados y contaminando ríos ha sido habitual durante décadas. Incluso los bosques estaban llenos de basura orgánica porque los soviéticos se deshacían de ella de esa manera.

Perfume, cola y fiestas

Y no es que hubiera muchos restos porque la escasez fue una constante durante casi toda la vida del país. Aunque también lugar para inmensas ironías. Una de ellas, no la menor, fue un libro de cocina del que se publicaron varias ediciones, algunas con un prólogo de Stalin: en la portada del mismo, que se puede ver en esta página, aparece una mesa con manjares propios de la más alta cocina. Manjares que un par de generaciones de soviéticos no probaron nunca.

El libro desvela aspectos muy poco conocidos de la Historia de aquel país. Por ejemplo, el enorme fracaso de una ley de divorcio que pretendía liberar a la mujer y tuvo el efecto contrario, y el vaticinio de que a medida que aumentara el nivel cultural la cosmética sería un recuerdo del pasado. Muy al contrario, uno de los iconos del supuesto acceso a los lujos burgueses para toda la población fue un perfume propio, 'Krásnaia Moskvá', con aromas de bergamota, azahar, pomelo y cilantro, creado por perfumistas franceses residentes en la URSS, que recordaba vagamente al Chanel Nº 5.

«La gente estaba ocupada en sobrevivir»

Tampoco se ha escrito demasiado sobre la existencia de una prostitución que operaba en los centros de poder. Cuenta Schlögel que los balnearios en los que pasaban las vacaciones los dirigentes del partido en todos sus niveles eran lugares de sexo desenfrenado, con Yalta como centro principal. «Siempre hubo prostitución, aunque lo negaran», explica. «Consentida en los años veinte y en los treinta, fue objeto de 'limpieza' junto a los restos del clero y la aristocracia. Pero era muy frecuente en las casas de los sindicatos, los balnearios, en lugares en los que era más fácil acceder a una vida ligera». Muchos de quienes no podían ir a los balnearios tenían al menos una dacha, que ofrecía además la posibilidad de cultivar algunas hortalizas para al abastecimiento propio.

En los balnearios no se veían las colas que eran tan comunes en las ciudades. Relata Schlögel que a veces estaban formadas por ciudadanos que no sabían lo que se podía conseguir en el establecimiento pero se quedaban porque podía interesarles para consumo propio o intercambio. Entre quienes esperaban solía haber agentes de la Policía política, con la doble misión de contar cuánta gente había («unas 8.000 personas haciendo cola a las nueve de la mañana ante el almacén Dzerzhinski», anota uno de ellos) y escuchar las conversaciones.

El libro da cuenta de la terrible burocracia del país, la bajísima productividad (Stajánov se revolvería en su tumba), el pésimo funcionamiento de los servicios, la habilidad para organizar fiestas con las que mejorar el ánimo de los ciudadanos y el experimento de un nuevo calendario que estuvo en vigor con algunas correcciones entre 1929 y 1940. En un intento de aumentar la producción, se estableció la semana de cinco días. Cada mes tenía seis semanas y se ajustaba el calendario anual introduciendo cinco jornadas festivas.

Las fiestas de origen religioso fueron sustituidas por otras, vinculadas al espíritu de la Revolución: el Día de las Tropas de Ingenieros, el de las Fronterizas, el de la Radio, el de los Geólogos, el de los Metalúrgicos, el de Pushkin y otros más. También había una fiesta (el 20 de diciembre) del NKVD, la temida Policía política. ¿Quién dijo que el régimen soviético no tenía sentido del humor?,.

 

 TITULO: LOS TOROS LA SER -  Tristán Barroso, triunfador del IX Certamen de Clases prácticas de Escuelas Taurinas Trofeo Diputación de Badajoz   ,.
  

 

 LOS TOROS LA SER,.
 

 Los toros es un programa radiofónico que dirige el periodista especializado Manuel Molés en la Cadena SER. Desde abril de 2015 se emite los lunes de madrugada tras ser sustituido de su horario habitual de emisión de los domingos por el programa Contigo dentro. Contó con la colaboración de Antonio Chenel Antoñete, fallecido en Madrid el 22 de octubre de 2011, siendo uno de los espacios más antiguos del panorama radiofónico nacional ya que continúa emitiéndose de manera ininterrumpida desde 1982.
 Es un espacio taurino a modo de repaso informativo semanal. Consta de tertulias, entrevistas con los personajes de actualidad y crónicas de los eventos taurinos más destacados de la jornada., etc.

  Tristán Barroso, triunfador del IX Certamen de Clases prácticas de Escuelas Taurinas Trofeo Diputación de Badajoz ,. 

 

La final se celebró el pasado domingo en la plaza de toros de Zafra,.

 Los tres novilleros participantes en la final /Cedida

La plaza de toros de Zafra acogió hace una semana la Final del IX Certamen de clases prácticas de Escuelas Taurinas Trofeo de la Diputación de Badajoz.

Tristán Barroso se proclamó triunfador del certamen con una puntuación de 18 puntos. El segundo puesto fue para Sergio Domínguez 'El Mella' con 17,50 puntos, y la tercera posición para Marcos Linares con 17 puntos. Una pequeña diferencia que demuestra el alto nivel de los novilleros

En una plaza, con cerca del 75% del aforo y un público muy entregado, los tres finalistas: Sergio Domínguez 'El Mella', Marcos Linares y Tristán Barroso lidiaron novillos de Ferrera, de la ganadería 'La Peregrina', siendo indultado el tercero de la tarde que fue lidiado por el que sería el triunfador, Tristán Barroso.

TRistán Barrosos recoge su premio,.

Además de los trofeos a los finalistas, también se otorgó el premio a la ganadería de El Freixo, que fue declarada triunfadora de entre las ganaderías participantes en la totalidad de novilladas del Ciclo.

En la entrega de premios estuvo presente además diputado de la Escuela de Tauromaquia, Ramón Ropero, la directora general de Administración Local de la Junta de Extremadura, Inmaculada Bonilla.

El certamen de Clases prácticas de Escuelas Taurinas Trofeo Diputación de Badajoz cuenta con una trayectoria de nueve años. Fue creado con el objetivo de contribuir a la promoción de la Fiesta de los Toros y pretende ser un trampolín para los jóvenes novilleros que quieren abrirse camino en esta complicada profesión. Un evento que año tras año demuestra la alta calidad del alumnado de las escuelas taurinas, muestra de ello es la ajustada puntuación que obtuvieron los finalistas.

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