sábado, 27 de diciembre de 2025

MAS VALE TARDE LA SEXTA - BICICLETA - La lotería - Cruz Roja - La loteria jueves - LA NOCHE ABIERTA - Ciclismo - Indurain, un tipo normal. Y una leyenda ,. / Hora Punta, el programa de TVE de Javier Cárdenas - El coste de la indecisión estratégica,.

 

 TITULO:  MAS VALE TARDE LA SEXTA - BICICLETA - La lotería - Cruz Roja - La loteria jueves   -   LA NOCHE ABIERTA  - Ciclismo -   Indurain, un tipo normal. Y una leyenda  ,.

MAS VALE TARDE LA SEXTA - BICICLETA - La lotería - Cruz Roja - La loteria jueves - LA NOCHE ABIERTA -   Ciclismo -  Indurain, un tipo normal. Y una leyenda   ,. fotos,.

 LA NOCHE ABIERTA ,.

Resultat d'imatges de la noche abierta 

Programa presentado por Pedro Ruiz, entrevistas por La 2 los martes a las 22:30, un gran espacio de música, foto , etc.

 

Indurain, un tipo normal. Y una leyenda,.

 Miguel Induráin: leyenda y legado del mejor ciclista español en el Tour de  Francia

La despedida de Indurain fue un reflejo de su personalidad, repleta de humildad,.

 Como si de un giro del destino se tratara, la primera cadena de Televisión Española conectó en directo con la decimotercera etapa de la Vuelta Ciclista a España de 1996, con final en Los 

 

lagos de Covadonga. Hasta ese momento, la retransmisión se estaba realizando a través del segundo canal, un punto de encuentro para los amantes del ciclismo, pero alejado del gran público. Fueron unos pocos minutos, pero qué minutos. Miguel Indurain se bajaba de la bicicleta y abandonaba la carrera. Abandonaba el ciclismo. España asistía, en directo y a través del Telelediario, a las últimas pedaladas de uno de los mejores deportistas de la historia. "Se para Miguel", dijo uno de los periodistas que cubría,.

 

Alejado del panorama ciclista, con un par de negocios (acciones en las tiendas de deportes Fórum y en un concesionario de coches), Induráin dedica su vida a su mujer, sus tres hijos varones y sus amigos.

- ¿Qué descubrió en el Tour en su primer día, 28 de junio de 1985?

- Fue una sorpresa, tanto ir como lo que vi. Siempre había seguido el Tour por televisión, tenía 20 años y estaba al lado de Hinault en el prólogo.

 

- Antes de ser quien fue, trabajó para Perico o Arroyo en el Tour. ¿Qué tal gregario era?

- Intentaba hacer lo que me mandaban. Era mi única posibilidad. Si lo hacía bien o mal, ya corresponde decirlo a otros. Yo creo que cumplía bien.

- Ya hay pocos gregarios cualificados. Los ciclistas se guardan energías para sí mismos.

- Eso pasa ahora porque todos quieren tener puntos UCI. Antes te valoraba el director. Yo nunca he pensado en mí mismo. Cuando me dieron libertad, ya sí intentas sacar otro espíritu para hacer tus pinitos.

- Antes de su paseo triunfal, modeló su cuerpo con Francesco Conconi. Perdió diez kilos y empezó a escalar. ¿Cómo fue aquello?

- Se habló mucho de eso, pero no llegamos a trabajar con ellos. Sólo recogimos un plan de entrenamiento para aligerar peso a través del fondo.

- ¿Y así, sin más?

- No, hombre. Dediqué muchas horas y días a subir montañas. Fue todo el año 87 y la mitad del 88. El cuerpo fue cambiando y llegaron los resultados.

- ¿Qué recuerdo conserva de Val Louron, el día de su santificación?

- El podio con el «maillot» amarillo. Me emocionó.

- Si no ataca ese día, ¿hubiera sido quien es?

- Nunca lo sabremos. Coroné el Tourmalet con un grupo de diez, con Chiappucci y Bugno. Ataqué en el descenso. Hubo indecisión general a la hora de coger ropa y me dije «para abajo».

- Tuvo suerte con la compañía.

- Sí, Chiappucci era un corredor valiente. Me quedé solo al principio, pero me dijeron en el coche que le esperase.

- ¿Hablaron mucho?

- No. No hizo falta. Chiappuci siempre estaba dispuesto para la batalla. Sabíamos lo que significaba aquello. Para él, la etapa, y para mí, el amarillo.

- En 1992, el enclave fue la contrarreloj de Luxemburgo, donde dobló a seis corredores.

- Una de las más duras de mi vida. Muchos toboganes y viento. Llegue vacío, casi no veía.

- 1993 es la etapa del Galibier, con Rominger.

- Eso, para la Prensa, pero para mí fue la fiebre que me atacó la última semana. Me resfrié en el descanso en Andorra y fui a remolque. En Sant Lary, donde ganó Jaskula. En el Tourmalet, donde me dejó Rominger. Y en la contrarreloj, que también ganó él.

-Hautacam representa el 94.

- Fue la primera de montaña, durísima. A Rominger le pasó factura porque se retiró después. Más problemas tuvieron los Festina, estaban peleados entre ellos, Virenque y los demás.

- El ataque de Lieja simboliza su último Tour en 1995.

- Y lo del día siguiente en Seraing y La Plagne. Se jugó en tres días.

- Dejaba las etapas para los demás. ¿Por qué no las peleaba?

- No me metía en los esprints porque era un riesgo innecesario. No me interesaban las etapas, sino París.

- Se le criticaba que sólo preparaba el Tour cuando ganó Giro, París-Niza, Mundial contrarreloj. ¿Qué hay que decir de Armstrong?

- El ciclismo ha cambiado. El puesto no vale. La gente prepara dos meses de competición para ganar. Disputa muy pocas carreras para un solo objetivo.

- ¿Llegó a sentirse invencible?

- No. Yo sé lo que me costaba. El trabajo desde diciembre, las privaciones. Veía que cada año me costaba más y la historia demostró que nadie es invencible.

- ¿Qué tanto por ciento de culpa tuvo en su derrota de 1996 la fractura que se vivía en el Banesto?

- Se ha hablado mucho de eso, pero no tuvo nada que ver.

- ¿Por qué se rompió la armonía con Echávarri y Unzué?

- No es que se rompiera de golpe, pero el año anterior pasó lo de Colombia. Venía de una concentración en Colorado, del Mundial, y a mí el récord ya me pareció estirar mucho. Querían buscar otro velódromo, otros quince días allí. Y no era la solución. Sí, nos distanciamos cuando me obligaron a correr la Vuelta de ese año. Y hasta hoy.

- Sabino Padilla era su asesor personal y estaba enfrentado a los directores. ¿Es verdad que usted le pagó los hoteles de su bolsillo en 1996?

- Yo tenía una buena relación con él, mucha confianza y prefería que viniese conmigo. Lo demás eran problemas entre los directores y él. Ese año no me salieron bien las cosas y no hay que darle tantas vueltas.

- Su pájara en Les Arcs desconcertó al personal. ¿Cómo fue la agonía?

- En el deporte puede pasar. Abajo del puerto pensé en atacar. Y de repente empecé a notar una flojera en las piernas de no poder, no poder. Se lanzó la carrera y ya no hubo nada que hacer.

- ¿Se piensa algo?

- No, que acabe lo antes posible.

- ¿Qué opina de Lance Armstrong?

- Como persona no le conozco mucho, pero lo suyo tiene mérito después de lo que ha pasado. Se parece más a Hinault que a mí, por el carácter, la ambición, la forma de correr.

- ¿Quién es su mejor amigo?

- Los Gorospe, Lejarreta... No sé.

- ¿Tiene solución el dopaje?

- Luchar contra la leyenda negra se ha vuelto en contra. Los controles son buenos, pero hay que separar los casos aislados del colectivo.

TITULO: Hora Punta, el programa de TVE de Javier Cárdenas -  El coste de la indecisión estratégica,.

El coste de la indecisión estratégica,.

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 La subida de Vox obliga al PP a cambiar de estrategia: "Ya no podemos  ignorarlos en las autonomías" | España

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