sábado, 13 de diciembre de 2025

Tarde de café - Patas Arriba - La cantante Rozalén contra el maltrato animal ,. / Documaster - Un olivo en la tierra de la intolerancia ,. / Al Médico - Salud - Este es el tiempo que tienes que estar haciendo pis... para evitar infecciones de orina ,.

 

 TITULO:  Tarde de café -  Patas Arriba -   La cantante Rozalén contra el maltrato animal   ,.

 Tarde de café -  Patas Arriba -  La cantante Rozalén contra el maltrato animal   , fotos,

 La cantante Rozalén contra el maltrato animal ,.

Mar Vega viaja esta semana hasta Sanlúcar de Barrameda para conocer a Nieves, una conejita que ha logrado cambiar la vida de Cari. Tras el duro duelo por la pérdida de su madre, la llegada de este pequeño animal ha supuesto un soplo de felicidad en su hogar.

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La cantante Rozalén abre las puertas de su casa para presentar a su familia animal. En el programa se muestra firme a favor de la adopción y absolutamente contundente contra el maltrato animal, una causa que defiende tanto en su vida personal como en su trayectoria pública.

 

Además, Txutxi, Zarpis y Fito continúan sus aventuras internacionales y, antes de regresar a España, muestran a los espectadores los encantos de Budapest, la capital de Hungría.

Otra historia conmovedora es la de Furby, un pequeño perro rescatado de una vivienda donde sufría maltrato. Ahora vive en una casa de acogida, recuperándose y esperando una adopción que le permita comenzar de nuevo.

TITULO:  Documaster -  Un olivo en la tierra de la intolerancia,.

Un olivo en la tierra de la intolerancia,.

“Los olivos son como nosotros: resistentes y con profundas raíces en esta tierra”: la cosecha de la aceituna entre las bombas en Gaza,.

Pese a los bombardeos israelíes y la falta de cuidados, hay árboles que han sobrevivido a este año de guerra. Los cultivos han quedado muy diezmados, pero los palestinos celebran que la vida se impone en una Franja devastada,.

 Conflicto Oriente Proximo

fotos - Almazara de Tal el Zuhur, una de las seis que siguen en funcionamiento en Gaza, a principios de este mes de octubre.

Pocas cosas han hecho sonreír a Bassam Abdullah en el último año. Este sexagenario ha llorado la pérdida de seres queridos, la destrucción de sus propiedades y ha esquivado la muerte junto a sus hijos y nietos en la franja de Gaza. Pero cuando recorrió sus tierras de labranza en Jan Yunis a principios de octubre, se sintió realmente feliz. Entre las hileras de árboles secos por la falta de riego, encontró unas cuantas docenas que habían producido el fruto más querido de los palestinos: las aceitunas.

Pese al mal estado de los campos y al miedo a ser bombardeados, animó a sus cuatro hijos y a sus nietos a ir a recogerlas. “Supone menos de una cuarta parte de nuestra producción anual, pero estos árboles están vivos”, afirma Abdullah con orgullo. “Están vivos y dan fruto a pesar de que no hemos podido regarlos en todo un año, y pese a todo lo que ellos y nosotros hemos pasado”, agrega.

Los bombardeos incesantes sobre toda la Franja desde octubre del año pasado, sumados a la destrucción del 70% de las tierras de cultivo y a los desplazamientos masivos de la población, han privado a los 2,3 millones de habitantes de Gaza de su producción propia de alimentos, esenciales para su supervivencia. Según un informe reciente del Ministerio de Agricultura de Gaza, los dos millones de olivos que estaban plantados en más de 50.000 metros cuadrados en toda Gaza han quedado reducidos a menos de 380.000 árboles en 9.500 metros cuadrados, mientras que el resto han sido arrasados y destruidos. De acuerdo con el mismo informe, la producción de aceitunas ha disminuido de 40.000 toneladas a solo 7.500.

De ahí la alegría de Abdullah al ver que su tierra no estaba muerta y sus árboles seguían dando fruto. “Los olivos son como nosotros: resistentes y con profundas raíces en esta tierra”, se felicita.

Bassam Abdullah, con dos garrafas de aceite procedente de sus olivos, a principios de octubre.

Además de su importancia para la alimentación, los olivos tienen un valor cultural y tradicional muy importante para la población palestina. Sometidos a un bloqueo israelí desde 2007, que hace que nada ni nadie entre o salga de Gaza sin permiso israelí, muchos habitantes de la Franja se dedicaban a la agricultura y el olivo ha sido un cultivo fiable que se ha transmitido de generación en generación. Además, es un cultivo respetuoso con el medioambiente y su fruto, esencial en la comida palestina, tiene una gran demanda.

Por eso, los meses de octubre y noviembre, cuando se cosecha la aceituna, son siempre un tiempo de alegría. Los propietarios de tierras como Abdullah contratan a otros agricultores para que les ayuden a recoger el fruto, lo que crea más oportunidades de trabajo. “Mis primos venían a ayudar con la recolección y luego íbamos a sus tierras a ayudarles con la suya. La producción de todas las granjas se mezclaba y probábamos la riqueza y la variedad del aceite que producimos”, recuerda, mientras sus dedos experimentados tiraban de las aceitunas.

Abdullah ha vivido estas tradiciones desde que tiene uso de razón: el dulce té con menta preparado en las hogueras, junto al pan horneándose; las decenas de prensas rotando y retumbando para exprimir la cosecha y convertirla en un aceite aromático y recién exprimido que se saborea con el pan aún caliente. Este año, por segunda temporada consecutiva, no ha habido fiesta ni reuniones familiares y sus árboles habían producido 1,5 galones de aceite de oliva, frente a los ocho galones que obtenía habitualmente, pero este agricultor se siente agradecido. “Esas aceitunas son un recordatorio de que esta es nuestra patria. He rezado mucho para que esta carnicería terminara ya y pudiéramos volver a disfrutar de estos días, pero agradezco haber llegado hasta aquí y ser testigo de esto”, reitera Abdullah.

Más de 42.000 palestinos han muerto desde el inicio de los bombardeos israelíes sobre Gaza en octubre de 2023, según cifras el ministerio de Salud de la Franja controlado por el movimiento islamista Hamás, en el poder desde 2007. La ofensiva contra Gaza comenzó después de que las milicias de Hamás perpetraran unos ataques en Israel en los que murieron 1.200 personas y más de 200 fueran tomadas como rehenes.

“Desarraigo”

El Ejército israelí arrasó la granja de 2.000 metros cuadrados que Omran Suleiman, de 76 años, tenía en el centro de Jan Yunis y la convirtió en una montaña de árboles partidos amontonados en sus tierras. “Perder esos olivos es una confirmación de lo que ya sabemos: nuestro desarraigo y nuestra impotencia. Ver mis olivos es un sentimiento desgarrador de pérdida de esperanza”, señala el anciano, que vive con sus hijos y nietos en Al Mawasi, una de las zonas declaradas seguras por el ejército israelí, en el centro-sur de la Franja. “Nuestras raíces están en esos árboles y lo que significan. Es muy triste”, añade.

Suleiman habla con cariño de la tradición de “machacar las aceitunas entre grandes losas de piedra y probar los primeros chorros de aceite, o encurtirlas en tarros con sal, pimienta y limón para cubrir las necesidades de una familia durante un año”. “Echo de menos el olor del aceite saliendo de la prensa, y el acto de encender el fuego de leña y calentar el pan para probar el aceite inmediatamente después de prensarlo”, agrega. Para este hombre, el olivo “representa la firmeza de los palestinos y simboliza la tierra”. “Estos árboles son parte de nuestro patrimonio y de nuestra patria, que nos han robado durante décadas. Es mucho más que el valor económico que puedan tener”, asegura.

Mientras, en la almazara o molino de aceite de Tal el Zuhur, una de las seis que funcionan en Gaza de las 40 que había antes de la guerra, los agricultores que tienen la suerte de tener una cosecha de aceitunas se reúnen y vierten juntos su escasa producción en la máquina automatizada. Humud Dallul, propietario de la prensa, afirma que los costes de funcionamiento se han multiplicado porque dependen del gasóleo, que compran a casi 15 euros el litro, además del mantenimiento y otros gastos. “Antes, prensar un litro de aceite de oliva costaba entre 1 y 2 céntimos de euro, pero ahora cuesta 0,3 euros. También recibíamos hasta 100 toneladas de aceitunas al día. Ahora no llegan más de 20 toneladas para prensar”, explica a este diario.

Viendo rotar las máquinas, una emoción palpable se apodera de los presentes, jóvenes y mayores agolpados en torno a la prensa. Owda al Aqluk, de 15 años, mira con atención los recipientes a medida que se llenan de aceite e inhala el rico aroma terroso, con los ojos fijos en la báscula para asegurarse de que no se superaban los 16 litros por recipiente. El joven cuenta que la producción de las tierras de cultivo de su familia en Deir el Balah, en el centro de la Franja, ha disminuido de 540 kilos a 310 porque no han podido regarlas debido al alto precio del gasóleo.

“Pero nos alegramos de haber conseguido esto. Estoy impaciente por volver a casa con estos recipientes llenos y ver lo felices que se pondrán mi madre y mis hermanos”, contaba. “Ya estaban como locos cuando se enteraron de que nuestras aceitunas habían sobrevivido”.

TITULO:  Al Médico - Salud - Este es el tiempo que tienes que estar haciendo pis... para evitar infecciones de orina ,.

 Este es el tiempo que tienes que estar haciendo pis... para evitar infecciones de orina ,.

Un estudio concluye que se precisa de unos segundos determinados para vaciar la vejiga del todo,.

 Este es el tiempo que tienes que estar haciendo pis... para evitar infecciones de orina

 foto - Una persona haciendo pis,.

¿Cuánto tardas en hacer pis? Ya sé que la pregunta puede parecer un poco rara, incluso atrevida, pero resulta que el tiempo que tardamos en vaciar la vejiga cuando vamos al baño es un dato mucho más relevante de lo que imaginamos, sobre todo para las personas que sufren infecciones de orina con cierta frecuencia. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Tecnológica de Georgia (EE UU) y publicado recientemente en la revista de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos ha demostrado que «la micción –el acto natural y fisiológico de expulsar la orina del cuerpo– precisa de un tiempo determinado para que el organismo cumpla esa función en tiempo y forma». Concretamente, 21 segundos.

¿Y por qué 21 y no 14 o 36? El caso es que los investigadores hicieron un seguimiento del tiempo que tardan diferentes mamíferos en vaciar su vejiga –desde ratones hasta elefantes– y el resultado fue «sorprendentemente constante en todos los casos», independientemente de su tamaño. Los científicos usaron vídeos de alta velocidad para estudiar las micciones de los diferentes animales y llegaron a la conclusión de que todos orinaban en aproximadamente 21 segundos, un tiempo que los investigadores consideran que puede servir de referencia para los humanos.

Aunque «no se trata de una norma médica universal», los científicos aconsejan aplicar esta regla de los 21 segundos cada vez que hacemos pis para «asegurar un vaciado adecuado de la vejiga» y reducir así las probabilidades de padecer una infección del tracto urinario (cistitis, uretritis, pielonefritis...). «Retener la orina durante periodos prolongados de tiempo puede crear un ambiente propicio para el crecimiento bacteriano, el caldo de cultivo perfecto para las infecciones de orina, las segundas más frecuentes en la población en general, por detrás de las respiratorias», precisan en el estudio.

No hace falta poner el cronómetro o volvernos locos con los segundos cada vez que vamos al baño, pero no estaría de más que de vez en cuando nos fijásemos en cuánto tardamos en orinar. Según el urólogo estadounidense Gerald Andriole, todo un referente en esta especialidad, «el tiempo que estamos haciendo pis puede darnos muchas pistas sobre nuestra salud».

Menos de 10 segundos

Estar tan poco tiempo en el baño puede ser un síntoma de que la vejiga no se vacía por completo. ¿Consecuencias? Desde infecciones urinarias a hiperactividad vesical o incluso cálculos. «La orina retenida favorece la formación de cristales que pueden convertirse en piedras con el paso del tiempo», coinciden los urólogos. Además, ir al baño con mucha frecuencia y «en pequeñas cantidades» también puede indicar una diabetes no controlada.

Más de medio minuto

Si el problema es el contrario, es decir, que la persona tarda habitualmente más de 30 segundos en orinar, es posible que haya algo que impida que la vejiga se vacíe correctamente como es el caso de una obstrucción en la uretra, un síntoma común en hombres con hiperplasia prostática benigna (HPB). «Otras señales de que algo anda mal es notar interrupciones en la micción o un chorro débil. Esta dificultad para mantener un flujo constante de la orina puede estar relacionado con problemas de próstata o neurológicos», insisten los especialistas.

La regla de los 21 segundos de la que habla el estudio llevado a cabo por los investigadores de la Universidad Tecnológica de Georgia es básicamente una referencia que debemos tener en cuenta a la hora de ir al baño para mantener nuestra salud urinaria a raya. Ahora bien, si notas que haces pis normalmente en menos de 10/15 segundos o en más de medio minuto y además observas cambios de color en la orina, ardor, urgencia por hacer pis o mal olor, entonces deberías consultar con un especialista.

Vacunas contra la cistitis

Las infecciones de orina son muy frecuentes, especialmente en el caso de las mujeres. «Prácticamente la mitad de ellas tendrá al menos un episodio a lo largo de su vida y en una de cada cuatro serán recurrentes», desvela la doctora María Fernanda Lorenzo, jefa de Servicio de Urología en el Hospital Universitario de Salamanca y referente en el tratamiento de esta patología. Los hombres también tienen (10%), pero como su aparato urinario está más 'protegido' que el de las mujeres –la uretra femenina es más corta que la masculina y esto permite a las bacterias llegar con más facilidad a la vejiga– son menos frecuentes, pero importantes. En los varones mayores de 50 años suelen estar relacionadas con problemas de próstata. El tratamiento suele ser antibiótico, pero en los casos de infecciones de orina recurrentes –más de dos episodios en seis meses o más de tres en un año–, la solución más eficaz son las vacunas. De esta manera se consigue atenuar y en algunos casos acabar definitivamente con infecciones del trato urinario tan engorrosas como la cistitis. Los estudios realizados confirman que un 75% de las mujeres inmunizadas redujeron notablemente el número de infecciones registradas en el siguiente año y medio desde su administración.

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