domingo, 3 de enero de 2016

ENTREVISTAS - 438 DIAS NAUFRAGO,./ A FONDO - EN PRIMER PLANO - TRABAJO INFANTIL,.

TÍTULO: ENTREVISTAS - 438 DIAS NAUFRAGO,.

Foto: Salvarenga, retratado junto a su familia en su retorno a El Salvador. (Reuters/Jessica Orellana)" Yo grite: ¡ No me dejes solo !,. fotos

El náufrago que pasó 438 días perdido en alta mar lo cuenta todo en un libro,.

Pasó 13 meses a la deriva hasta que finalmente apareció en las islas Marshall, al otro lado del planeta. El salvadoreño cuenta su historia en un nuevo libro escrito por el periodista Jonathan Franklin,.
 El 30 de enero de 2014, Emi Libokmeto y su marido Russel Laikidrik descansaban en el porche de su casa en la isla de Tile, en el atolón de Ebon, cuando algo imprevisto interrumpió la monotonía de la vida en el Pacífico. Al otro lado de un pequeño canal, un hombre blanco visiblemente demacrado, con una barba gigantesca, apareció de entre la maleza. Poco a poco, y a pesar de no hablar el mismo idioma, la pareja entendería un poco mejor lo que había ocurrido. Sí, aunque estaban acertados en su primera impresión –era un náufrago– poco podían imaginarse que ese hombre había desaparecido 13 meses antes y que, en su vagar, había llegado a recorrer más de 11.000 kilómetros en alta mar.
'438 days' de Jonathan Franklin.
'438 days' de Jonathan Franklin.
La historia del dominicano de 35 años Salvador Alvarenga comienza en México, a mediados del mes de noviembre de 2012, el día que se embarcó junto a su compañero Ezequiel “Piñata” Córdoba en las playas de Chiapas en un navío pesquero. Apenas dos días después, una fuerte tormenta inundaría su barco, cuando se encontraban a unos 80 kilómetros de la costa. La epopeya de Alvarenga ha sido recogida por el periodista de 'The Guardian' Jonathan Franklin en '438 days' (MacMillan), que acaba de salir a la venta, y cuyo primer extracto ha sido publicado en las páginas del rotativo inglés.

“Tenemos un problema”

No cabe duda de que el barco iba bien cargado, con 70 galones de gasolina y 16 de agua, 23 kilos de sardinas, un montón de cuchillos y arpones, una radio, teléfono móvil y GPS. Nada de ello serviría a medida que el agua de una terrible tormenta empezó a inundar la embarcación de Alvarenga, lo que dejó inutilizable el GPS que les permitía orientarse y detuvo el motor de la embarcación. Tampoco disponían de ancla, por lo que el equipo de rescate no fue capaz de localizarlos en un punto determinado. “Venid, estoy muy jodido aquí” fueron las últimas palabras de Alvarenga antes de perder todo contacto con la civilización.
El agua salada del mar no era una opción, algo que Alvarenga intentó solucionar a través de la ingeniosa pero desafortunada idea de beberse su propia orina
Las jornadas siguientes fueron una constante lucha entre el agua que anegaba el barco y los hombres, que achicaban sin parar. Alvarenga tomó la decisión de arrojar al mar los casi 500 kilos de pesca que habían conseguido almacenar, algo que tenía un problema añadido: atraer a los tiburones, por lo que caer por la borda podía ser mortal. Sin embargo, se veían obligados a hacerlo, ya que el elevado peso del barco lo hacía inestable, algo muy peligroso en mitad de un oleaje que levantaba la embarcación decenas de metros para dejarla caer a continuación. La tormenta, como si de una maldición bíblica se tratase, no pararía durante los siguientes cinco días.
Tan extrema situación obligó a los dos compañeros a ingeniárselas para conseguir comida. Alvarenga aprendió a coger los peces con sus propias manos (tras cerciorarse, eso sí, de que no había tiburones cerca), golpearlos y rajarlos sin que le mordiesen. Una dieta complementada por un pájaro ocasional, las medusas crudas que los marineros se tragaban sin pensárselo dos veces o la mayor delicia que podían permitirse: tortuga cruda. Más dificultades tuvieron para detener el imparable proceso de deshidratación, ya que el agua salada del mar no era una opción, una situación que Alvarenga intentó solucionar a través de la ingeniosa pero desafortunada alternativa que era beberse su propia orina. Finalmente, otra tormenta estallaría, lo que les permitiría repostar y darse un festín de agua de lluvia.
Psicológicamente, la soledad de alta mar no era nada fácil de llevar. Los dos marineros pidieron perdón a Dios por haber sido “malos hijos” y le prometieron que trabajarían más duro. Pero dos meses después, el estado físico y mental de Córdoba había empeorado sensiblemente, sobre todo después de que un ave cruda le pusiese enfermo. El joven de 22 años había llegado a su límite, y se negó a probar bocado en adelante. Era momento de hacer un pacto, por el cual, el superviviente iría a visitar a la madre del que hubiese muerto para mandarle un mensaje de su parte.
Una mañana, Córdoba despertó a Alvarenga gritando “¡me muero, me muero!” Cuando su compañero intentó darle agua, este se quedó inmóvil y expiró entre convulsiones. Al día siguiente, Alvarenga siguió hablándole como si estuviese vivo: “¿Cómo te sientes? ¿Qué tal has dormido?” El marinero recibía respuesta… La que provenía de su propia boca, que emulaba a Córdoba. En un momento de lucidez, una semana después, finalmente tomaría la determinación de arrojar el cadáver al agua. Si la travesía había sido ya suficientemente dura acompañado, aún lo sería más en los meses que faltaban para su rescate, en los que nunca llegó a tomar la decisión de acabar con su propia vida ya que estaba seguro que, de hacerlo, nunca iría al cielo. Tan dura prueba terminaría dejando una marca indeleble en Alvarenga, que hoy en día se asusta ante la más mínima visión de agua. La única vía de escape era habitar en un mundo de fantasía, en el que “saboreaba los mejores manjares de su vida y experimentaba el sexo más delicioso”.
Lo único que quedaba de mí eran intestinos y vísceras, además de piel y huesos. Mis brazos no tenían carne. Mis muslos eran delgados y feos
Tras meses de “soledad, depresión y pensamientos suicidas”, así como de alucinaciones, un buen día, el pescador terminaría atisbando en el horizonte una mancha que se parecía sospechosamente a una isla. Esa podía ser su última oportunidad para salvar la vida, así que decidió contar las boyas que le mantenían estable y dirigirse a la playa. Una vez sobre la arena se daría cuenta de que estaba tan demacrado que apenas podía andar, por lo que se vio obligado a gatear. “Lo único que quedaba de mí eran intestinos y vísceras, además de piel y huesos. Mis brazos no tenían carne. Mis muslos eran delgados y feos”. Poco después, y a miles de kilómetros de su lugar de partida, Alvarenga se toparía con Russel y Emi en las remotas islas Marshall.

El retorno al hogar

Que el pescador no volverá a ser el mismo tras la experiencia es obvio. El proceso de reintegración en la sociedad de Alvarenga se produjo poco a poco, mientras la prensa internacional competía por ser los primeros en entrevistar a aquel hombre que tanto se parecía a Tom Hanks en 'Náufrago'. Aunque en un primer momento su presión arterial era bajísima y parecía que podría llegar a perder la movilidad en sus hinchadísimas piernas, paulatinamente su situación fue mejorando y un par de semanas después, los médicos le permitieron viajar a El Salvador donde se reunió con su hija de 14 años.
Desde entonces, Alvarenga duerme con la luz encendida, y a menudo, piensa en la muerte de su compañero. Por ello, una vez se recuperó, decidió viajar a Chiapas para hablar con la madre de Córdoba, tal y como le había prometido antes de morir. “Me pidió que le dijese a su madre que estaba triste por no poder despedirse y que no pudiese cocinarle tamales nunca más, pero que debían dejarle marchar porque se había ido con Dios”, es lo que le contó a su madre Ana Rosa durante dos horas, cumpliendo la voluntad de su compañero muerto.

TÍTULO:  A FONDO - EN PRIMER PLANO -  TRABAJO INFANTIL,.

Esto es legal en Bolivia,. foto.
 
 
El Parlamento boliviano aprobó una ley que permite el trabajo infantil a partir de los diez años de edad. Hasta ahora, la edad mínima para trabajar era de 14 años. En Bolivia muchos menores de edad se ven obligados a contribuir al sustento del hogar. La medida fue defendida por el presidente Evo Morales, quien de niño trabajó para colaborar con la economía familiar. "Trabajar de niño crea mayor conciencia social", argumenta el mandatario. La edad se bajó también por el reclamo de asociaciones de niños que trabajan.
El nuevo Código del Menor fue promulgado por la Asamblea Nacional (Parlamento). Fija en 10 años la edad mínima para el trabajo infantil, aunque "en casos excepcionales" y cumpliendo diversos requisitos legales. "El límite de edad definido de manera formal por el Código del Niño, Niña y Adolescente es de 14 años, y allí se abren dos excepciones: trabajo por cuenta ajena, a partir de los 12 años, que es lo que permiten los convenios internacionales, y trabajo por cuenta propia a partir de los 10 años", detalló el senador Adolfo Mendoza.
El parlamentario explicó a la agencia AFP que la nueva ley —aprobada tras un consenso alcanzado entre todos los sectores— establece el cumplimiento de una serie de requisitos "a fin de garantizar la salud mental y física de los menores y para evitar la explotación infantil". "Primero, se necesita la decisión voluntaria del niño, niña o adolescente de trabajar; segundo, la autorización de los padres, tutores o guardadores; y tercero, el permiso de las Defensorías de la Niñez". Pero resulta cuanto menos polémico hablar de "decisión voluntaria" en el caso de niños de 10 años. Además, destacó el parlamentario, se realiza un registro que pasa al Ministerio del Trabajo, que "controla la situación".
En el texto debatido, el nuevo código había establecido primero una edad mínima de trabajo de 14 años sin excepciones. Pero esto motivó la protesta de entidades que agrupan a menores, que consideraron que la realidad en Bolivia es diferente a la del resto del mundo y los niños deben trabajar desde temprana edad por necesidad. La meta es erradicar la extrema pobreza para 2025, según apuntó otro de los promotores de la ley, el diputado Javier Zavaleta. "La extrema pobreza es una de las causas, no la principal, que provoca el trabajo infantil", recordó. Según su punto de vista, la meta de la nueva legislación es lograr la erradicación del trabajo infantil en 2020. "Es ambiciosa, pero posible", acotó el legislador.
La nueva norma, de 271 artículos y más de una docena de normas transitorias, también mantiene la imputabilidad penal en los 14 años, establece políticas de adopción, cuidado y educación de niños con discapacidades físicas, y fija una pena máxima de 30 años de cárcel para los infanticidios. La norma ya está en manos del presidente Evo Morales para su promulgación, que se espera en breve.
La visión de Evo.Consultado recientemente sobre el entonces proyecto de ley, Morales había comentado que "no debería limitarse la edad del niño, pero (estos) tampoco deberían ser explotados. No debe prohibirse (el trabajo infantil), pero (el Estado debe encargarse de) cuidarlos, protegerlos". El gobernante recibió a delegados de niños trabajadores inconformes con la legislación que estudiaba el Congreso, cuando el límite era de 14 años y antes de que se rebajara a 10 años.
Aunque la Organización Internacional del Trabajo (OIT) considera que no todo trabajo es pernicioso para el niño, la Convención Nº 138 de ese organismo establece en 14 años la edad mínima en países en desarrollo. "Algunos chicos se quejaron del convenio de la OIT, que no reconoce este esfuerzo de los niños que por distintas razones, de familia, de orfandad, tienen que trabajar", afirmó Morales. Pero además el presidente agregó: "Cuando uno trabaja desde niño, tiene más conciencia social". Morales, un indígena aymara, se incorporó precozmente al mercado laboral. "Mi padre había ido de «zafrero» a la Argentina, yo tenía como 5 o 6 años, era aymara cerrado. En la zafra era obligatorio ir a la escuela y allí no entendía qué hablaba la profesora, no entendía nada", contó. El mandatario trabajó posteriormente de ayudante en una panadería, haciendo ladrillos y como músico, ya cuando era adolescente.

LA COCINA - DOMINGO - LUNES - TOMATES RELLENOS DE CARNE Y ALBAHACA,./ EL MAR - EL PELIGRO BAJO EL ICEBERG,.

TÍTULO: LA COCINA - DOMINGO - LUNES - TOMATES RELLENOS DE CARNE Y ALBAHACA,.

Tomates rellenos de carne picada- fotos

No hay nada como ir a la frutería y ver unos tomates jurásicos, "pongame esos dos por favor", el simple hecho de ser enormes me sirvió como idea para la comida del día siguiente, ya sólo falta que su interior sea igual de rico, lo fue. Vamos a rellenarlo de verduras y carne picada, con un leve toque de albahaca que ha sido la nueva adquisición de la semana.

Ingredientes para 2 personas:
2 tomates grandes.
400 gr. de carne picada (mezcla ternera y cerdo).
1 cebolla.
1 zanahoria.
Queso parmesano rallado.
1 diente de ajo.
Unas hojitas de albahaca fresca.
Pimienta negra molida.
Perejil.
Aceite.
Vinagre de módena.
Sal.
Canónigos.

Preparación:
Vaciamos los tomates con la ayuda de un sacabolas o una cuchara, apartamos la carne del tomate. Salamos la parte interior del tomate y los colocamos bocabajo para que pierdan el máximo de agua.
Cortamos muy fina la cebolla, la zanahoria y pochamos lentamente en una sartén con tres cucharadas de aceite de oliva, salamos y añadimos la carne picada cuando las verduras vayan tomando color, salpimentamos. Cuando la carne picada pierda el color rosáceo añadimos la carne del tomate y dejamos pochar todo a fuego medio-bajo durante unos 15-20 minutos, finalmente echamos unas hojitas de albahaca muy picadas, removemos.
Mientras precalentamos el horno a 180ºC.

Ponemos queso rallado en el interior del tomate, encima vamos poniendo relleno hasta completar la totalidad del tomate y a continuación volvemos a poner queso rallado. Vamos colocando los tomates sobre un recipiente para horno al que habremos añadido una cucharada de aceite y extendido bien con la ayuda de una brocha.
Horneamos durante 20 minutos con el ventilador y el gratinador para que se ase el tomate y se derrita el queso. Servimos caliente sobre una cama de canónigos previamente aliñada con aceite de oliva y vinagre de módena.

... Y a la mesa.

TÍTULO:  EL MAR -  EL PELIGRO BAJO EL ICEBERG,.

MEDIO AMBIENTE Su tamaño es seis veces el de toda la isla de Manhattan
El iceberg B31, antes y después de desprenderse de la Antártida.

El desprendimiento de un gigantesco iceberg en el Antártico desata la alerta - fotos

Un gigantesco iceberg cuyo tamaño es seis veces mayor que la isla de Manhattan ha provocado una alerta científica tras desprenderse de un glaciar antártico y adentrarse en medio del océano. El enorme bloque de hielo tiene una superficie de 660 kilómetros cuadrados y un grosor de 500 metros, según el análisis que ha realizado la investigadora de la NASA, Kelly Brunt.
El iceberg, denominado B31 por los científicos, se desprendió del glaciar de Pine Island, en la Antártida, el pasado mes de noviembre.
"Su tamaño es suficientemente grande como para que debamos vigilarlo de cerca", explicó Brunt. De momento, sin embargo, el peligro es relativamente bajo, ya que el bloque de hielo no ha entrado en una zona de mucho tráfico marítimo.
"No hay muchos barcos por allí. No estamos especialmente preocupados por las rutas marítimas. Sabemos siempre dónde se encuentran todos los icebergs grandes", aseguró la experta de la NASA.
A los científicos les interesa especialmente este iceberg no sólo por sus enormes dimensiones, sino porque se desprendió en una zona inusual. "Es como una gigantesca tarta cuadrada flotando en el océano", añadió Brunt, una investigadora del Centro Goddard de la NASA y la Universidad Morgan State de Maryland.
La ruptura en el glaciar de Pine Island del que se desprendió el iceberg se detectó por primera vez en 2011. Este glaciar se ha estado vigilando de cerca durante las últimas dos décadas, ya que se está derritiendo de manera acelerada y podría provocar un aumento considerable del nivel del mar.

DESAYUNO - CENA - DOMINGO - LUNES - AINHOA ARTETA - Es una soprano española,./ SILENCIO POR FAVOR - FINGIR ES EL PRIMER PASO PARA SER,.

TÍTULO: DESAYUNO - CENA - DOMINGO - LUNES - AINHOA ARTETA - Es una soprano española,.

Nos imponen ser perfectas y yo hago saltos mortales para no ajamonarme Ainhoa Arteta,.

fotos---Ainhoa Arteta: “El mercado de la ópera es una jungla”,.

Superada por completo la crisis vocal que la obligó a empezar de cero, la soprano tolosarra rinde homenaje a las mujeres con 'Mayi', en que versiona grandes éxitos del pop,.

Resultat d'imatges de Ainhoa Arteta entrevistaAinhoa Arteta (Tolosa, 1964) jamás había oído hablar de ópera cuando el “musicólico” que es su padre le regaló un vinilo de la soprano Maria Callas. Tenía solo seis años, pero no necesitó más que aquel verano para descubrir su predisposición genética y emocional al canto. Encerrada en su habitación, emuló una y mil veces a la diva griega y soñó con ser la Carmen de Bizet. Se preparó en Italia y en Nueva York, conquistó a Plácido Domingo, a críticos y audiencias de teatros como el Metropolitan, el Carnegie Hall o la Scalla de Milán, pero un día descubrió que su voz la boicoteaba. Había perdido el centro y tenía que olvidar lo aprendido y empezar de nuevo. “Me dejé llevar por el mercado”, admite ahora. “Acepté papeles para los que no estaba preparada y eso me pasó factura”.
A los 39 años, recién divorciada del barítono Dwayne Croft, y sin agentes en Norteamérica —le dieron la espalda—, la guipuzcoana volvía a la casilla de salida de una carrera solvente, pero sin continuidad en los grandes teatros del mundo, que ha ido diversificando. Esta temporada, por ejemplo, interpreta Tosca y Falstaff, presenta un programa de García Lorca y publica Mayi, su tercer disco de éxitos del pop y el rock, un trabajo con mucha carga emocional. La soprano, acostumbrada a proyectar controladamente su voz sin micrófono en el escenario, se deja llevar al abordar un repertorio de 11 temas con nombre de mujer. Entre ellos, Layla, de Eric Clapton; Verónica, de Elvis Costello; Suzanne, de Leonard Cohen; Penélope, de Serrat, y la gran y eterna Yolanda, de Pablo Milanés.
Arteta, casada de nuevo y madre de dos hijos, recibe a EL PAÍS, rodeada de perros e inicialmente con la cara lavada, en su casa de San Sebastián. La entrevista durará dos horas y trascenderá la promoción del disco. En un ambiente distendido, la soprano, que ahora calienta como una atleta antes de cantar, confesará que no perdona la siesta “de pijama y orinal” antes de una actuación y que siempre sale al escenario teniendo una cilindrada de más de la que le exige el papel. “Suelo guardarme un cartucho”, admite. Se ha vuelto más prudente.
PREGUNTA. ¿Por qué una cantante de ópera se mete a interpretar pop?
RESPUESTA. Por mi madre. Era la época de Andrea Bocelli y de toda esa corriente de líricos que cantaban pop. Universal llamó a mi puerta, pero yo no lo veía claro. Un día, en la última etapa de mi madre, estábamos escuchando a Silvio Rodríguez. La vida fue el último tema que canté con ella y me caló hondo. Llamé a Javi Limón y le dije: “Hay un tema que quiero grabar”. Nos salieron 11 canciones en una tarde. Ese fue el origen de La vida, mi primer disco con canciones pop. Tuvo un éxito que me sorprendió.
P. 100.000 copias vendidas.
R. Fue disco de oro, sí. Sin embargo, pienso que Don’t Give Up es más redondo y transgresor. Y Mayi, que lleva el nombre de una canción en euskera de Benito Lertxundi, todavía se sale más. Es un homenaje a la mujer, a lo femenino, al útero materno. De hecho, el primer sonido que sale en Mayi es un útero y su ritmo es el ritmo de la canción.
P. ¿Es un reto para sus registros?
R. Lo es, no porque me exija más sino porque me exige diferente. Para mí el pop es soltar ancla, arriesgar más. Tienes que dejar que pase aire por las cuerdas vocales y eso para los líricos es pecado mortal. Para nosotros el aire debe salir con un control brutal. Tienes que olvidarte de todo eso y cantar de otra manera. Yo he logrado alejarme mucho de mi vocalidad. A veces no me reconocía.
P. ¿Qué cree que ha aportado con sus versiones a estas grandes canciones?
R. Yo nada [ríe]. Lo que me ha aportado a mí es trabajar con estupendos músicos y aprender de ellos y quizá entender mejor a mi hija. Siempre digo que no hubiese aceptado explorar este camino si fuera incompatible con mi verdadera profesión, pero no es el caso y encima me está enriqueciendo.
P. Fue criticada con Don’t Give Up. Hubo quien le acusó de terrorismo musical.
R. Por ahora mi voz no ha matado a nadie. La cultura te puede gustar más o menos pero siempre aporta, nunca resta. Ha llegado un momento en que no me duelen las críticas. La crítica que le puede doler más a uno es cuando pierde la voz, y yo lo he vivido.
P. ¿Cómo perdió la voz?
R. Fue progresivo, empecé a pasarlo mal en el escenario porque había pasajes que no sabía resolver. La voz es un instrumento muy poderoso si lo respetas, pero si te pasas, te amarga la existencia.
P. ¿Y usted se había pasado?
R. Sí. Todos cuando somos jóvenes abusamos, tiramos más del músculo que de la técnica. Pero como tienes flexibilidad no te das cuenta. Es a los treintay cuando se enciende la luz naranja. Yo noté que iba perdiendo el centro de la voz. Eran tres notas, pero clave para una soprano. Empecé por el mi, fa, sol… Cada vez que llegaba a un pasaje con esas notas, no sabía si resolverlas abajo o arriba. Lo cancelé todo y me costó casi un año retomar mi vocalidad desde cero.
P. ¿A qué atribuye ese episodio? ¿Aceptó papeles para los que no estaba preparada?
R. Sí, acepté papeles para los que no estaba preparada —por ejemplo, Violetta en mis primeras traviatas— y eso me pasó factura, me dejé llevar por el mercado. Hay que aprender a medirse y a decir que no, que es muy difícil. A veces te ofrecen auténticos disparates. Cuando empecé me quisieron para Manon Lescaut. Y yo le dije a mi agente: “¿Por qué no Manon de Massenet que es adaptable a mi voz?”. Hoy es el día que no he vuelto a cantar en ese teatro. El mercado es una jungla, cada vez más. Y lo que a mí me ocurrió con treinta y tantos le está ocurriendo a gente con veintitantos. Las programaciones dependen mucho del físico y la juventud. Estamos trasladando la lírica al mundo de Hollywood. Los papeles están escritos en la partitura para jóvenes. Y el joven no tiene experiencia, y el que es mayor no da el papel según el director de escena. Cuando empecé mi carrera, hace ahora 25 años, yo estaba sentada en el patio de butacas viendo a Kiri Te Kanawa, a la Scotto, a Pavarotti, a Plácido… Todos tenían más de 40 y allí subían gordos, delgados, feos, guapos. Lo que interesaba era qué hacían con la voz.
Ainhoa Arteta, en la terraza de su casa en el monte Ulia, en San Sebastián. / javier hernández
P. ¿Hay una generación de relevo de los Plácido, Kraus, Caballé, De los Ángeles…?
R. Son insustituibles, cada uno a su manera.
P. Habla de que prima el físico. A usted la han llamado top model de la lírica. ¿Su aspecto la ha beneficiado o perjudicado?
R. Diría que fifty-fifty. Supongo que a veces me habrán contratado por dar el perfil.
P. Sin embargo, ha tenido una trayectoria internacional sin continuidad en los grandes teatros. ¿A qué lo atribuye?
R. Los agentes americanos, a diferencia del español, no me respaldaron cuando perdí la voz y me quedé como en un limbo. Me fue difícil retomar ese mercado. Piensan que una mujer con 40 años está acabada.
P. También se le resistió el Teatro Real.
R. Eso es otra historia. Creo que fue porque me formé en EE UU y no aquí. Además, con los años te enteras de que había gente que presionaba para que no cantara.
P. ¿Qué gente?
R. Se dice el pecado pero no el pecador…
P. ¿Envidia? ¿Divismo? ¿Dinero?
R. La envidia es el deporte nacional y quiero creer que no es el dinero, aunque te da por pensar. Si estoy vocalmente lista para salir y no interesa, ¿qué pasa? ¿Tengo que hacer otras cosas para cantar?
P. ¿Qué cosas?
R. Ser más política, más astuta en las negociaciones. Pero ni valgo para eso ni quiero. Prefiero morirme de hambre.
P. ¿Cuánto hay de estrategia comercial en su incursión en la música pop?
R. Esto no me resuelve la vida, pero igual sí es más comercial que la lírica.
P. ¿Por qué la ópera no acaba de conectar con el gran público?
R. Es un género que va creciendo en el individuo, que exige que uno se cultive. Siempre he aplaudido esos programas, ahora afectados por los recortes, que abren funciones y ensayos a colegios. La semilla queda y, con los años, esta gente vuelve.
P. La lírica cae sin remedio en funciones y espectadores. ¿Cuál es el problema?
R. Se llama 21%. La subida del IVA ha hecho un daño brutal. Los políticos ni se enteran de las consecuencias de las medidas que adoptan o igual resulta que les interesa una población estúpida para poderla manejar.
Mayi (Universal) sale a la venta el 23 de octubre.

Desayuno: Un vaso de leche o yogur, en definitiva, algún lácteo; y tostada o algún otro tipo de cereal; también se le puede añadir una pieza de fruta.

 Cena: Revuelto de espinacas o espárragos con huevo, y pollo a la plancha,.


TÍTULO:SILENCIO POR FAVOR -  FINGIR ES EL PRIMER PASO PARA SER,. 

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Resultat d'imatges de FINGIR ES EL PRIMER PASO PARA SER
La escritora uruguaya ama la soledad y está convencida de que a partir de los 50 años, las mujeres tienen “una especie de segunda juventud”.

La escritora uruguaya-española Carmen Posadas, nacida hace 59 años en Montevideo, no teme decir su edad porque se siente (y se ve) muy joven. Dueña de un cuerpo fantástico, trabajado a conciencia y en el que no cabe un átomo de grasa, Carmen se sabe atractiva, inteligente y exitosa. Pero se lo toma con calma.

No es de las que van por ahí derrochando ‘divismo’, caminando a dos palmos del suelo y mirando a sus congéneres como si fueran insectos. Por el contrario, es sencilla y jovial y hace gala de un envidiable y sutil sentido del humor.

Su primera novela, Cinco Moscas Azules, le permitió dar el primer paso en el camino del éxito. Luego vinieron, entre otras: Nada es lo que Parece, El Buen Sirviente, Por el Ojo de la Cerradura, Juego de Niños, Hoy Caviar, Mañana Sardinas, las biografías La Bella Otero y La Cinta Roja, y la novela ganadora del codiciado y jugoso Premio Planeta 1998: Pequeñas Infamias, que ha vendido más de 350.000 ejemplares y ha sido traducido a 20 idiomas, en 40 países.

Posadas vino al Hay Festival de Cartagena para presentar su nueva novela negra: Invitación a un Asesinato, un homenaje a Ágatha Christie, Alfred Hitchock y Sherlock Holmes y a los clásicos ingleses del género, sus preferidos.

De su infancia recuerda que fue una niña ‘excesivamente tímida y fea’, en contraposición a sus hermanas que eran bellas, ojiclaras y llenas de gracia.
Sorprende la capacidad que tiene para reírse de sí misma: “Cuando nací la báscula dio 5 kg. Era tan gorda y tan peluda que me decían ‘La Madre Abadesa’-. Creció en una casa enorme, con caballos, ovejas, y un encantado jardín botánico con toda clase de plantas exóticas.

Su padre era diplomático de carrera y un lector tan apasionado que aprendió ruso para leer a Tolstoi en su idioma. De él ha contado que no soportaba el contacto físico y que su forma de relacionarse con sus hijos era a través del relato de decenas de cuentos.

Se casó por primera vez a los 19 años, en Rusia, con Rafael Ruíz del Cueto, con quien tuvo a Sofía y Jimena. Se divorció y años más tarde se casó en segundas nupcias con Mariano Rubio, el poderoso Gobernador del Banco de España, de quien enviudó en 1999.

En la segunda parte de su ensayo ‘A la Sombra de Lilith’ retrata a doce mujeres que superaron las barreras de su tiempo, entre ellas Catalina de Médicis, por quien siente especial admiración: “Me gustan las mujeres malas, las buenas me aburren. Me encanta su historia de superación: de cómo una mujer con todo en su contra puede con su destino”.

¿A qué atribuye el auge actual de la novela negra?

Me interesa el género porque permite dos niveles de lectura para llegar a públicos muy diversos: alguien que simplemente quiere pasar un buen rato y averiguar quién es el asesino, o el tipo de lector un poco más intelectual, más avezado, o más cómplice, que se interesa por un retrato sicológico de los personajes, una sátira a la sociedad, un fresco de los vicios o virtudes de la gente en alguna circunstancia específica.

¿Por qué no ha creado un detective? Todos los autores de novela policíaca tienen detectives muy caracterizados, al estilo Poirot, Clouseau, Sherlock, Miss Marple, Dupin…

Y les funciona muy bien porque seducen al lector, que se enamora del detective. Por eso siempre están repitiendo ese personaje que les resulta muy favorable, pero yo no lo he creado porque me aburriría repetir siempre el mismo personaje. En mis libros hay una persona que de repente descubre toda la trama pero yo quiero que el detective sea el mismo lector. Ésa es mi apuesta.

Usted nació en Uruguay y el oficio diplomático de su padre le permitió viajar por el mundo absorbiendo idiomas y culturas. ¿Cuál la marcó más?

Uruguay que es mi país y además, como me fui de niña lo tengo muy idealizado. Le tengo un gran cariño a España porque es el país en el cual vivo, mis hijas son españolas y mi marido también lo era. Y después, Inglaterra, porque en el país a donde llegábamos, entraba a un colegio británico y después estuve cuatro años interna en Inglaterra.

En realidad cuando uno cambia de país es como si tuviera distintas reencarnaciones. Fíjese que yo no soy la misma cuando estoy en Uruguay, que cuando estoy en España o en Inglaterra y me encanta esa sensación de poder tener muchas vidas.

Vivió también en Rusia.

Muy poco. Me casé allá y luego me fui a España porque mi marido era español. Me casé muy joven, 19 años, un infanticidio. Me casé por esas cosas que pasan en la vida. Yo no se lo recomiendo a nadie, me equivoqué. Me enamoré.

¿Enamorarse es una gran equivocación?

Casi siempre. Risa.

¿Lo hace a uno vulnerable?

Claro que sí. Además voy a decirle algo que no se puede expresar muy a menudo porque todo el mundo tiene una idea romántica del amor, pero yo creo que hay distintos tipos de amor. Hay el amor que es como una ‘droga dura’ y hay el amor que es como un whisky. Yo me quedo con el segundo. El amor que es como un gin-tonic. No se me escapa que con la pasión -una droga dura- uno vibra mucho pero también sufre y yo ya no tengo tiempo para eso.

¿No ha pensado volverse a casar?

Es que he estado casada 30 años. Ahora he hecho un descubrimiento fenomenal que es tener una pareja, pero cada uno en su casa. Es extraordinario.

¿Esa condición qué aporta a la relación de pareja?

Yo creo que como dice el Eclesiastés, hay un tiempo para cada cosa. Cuando uno es joven y quiere tener niños lo normal es estar en pareja y formar una familia. Quizá cuando uno es viejo también sea bueno tener una persona al lado.

Pero en esta época de mi vida yo valoro mucho mi libertad y no tener que dar cuentas a nadie: si me levanto a las 4:00 de la mañana, si quiero prender o apagar la tele, si quiero irme de viaje.

¿Cree que como dicen algunos, el matrimonio ‘mata’ el amor?

Pues incluso en mi primer matrimonio, que como te digo fue una equivocación, yo fui muy feliz. Y con mi segundo marido tuve una relación fantástica. O sea que yo he sido mucho más de lo que los griegos llaman el amor-ágape que no el amor-Eros.

Eros tiene que existir porque la pasión es importante, pero si no existe el otro, la convivencia se hace muy desagradable. Yo no reniego del matrimonio. Lo que pasa es que, si se puede tener lo mejor de los dos mundos, ¿por qué tener uno solo?

¿Cómo pudo dedicarse a la literatura con tantos años de casada y las labores de una ama de casa?

En esa época escribía menos de lo que escribo ahora. Mientras estuve casada traté de ser una esposa en todos los sentidos: acompañarlo socialmente, invitar gente aburridísima, lo que hacemos todas las mujeres. Lo que pasa es que el tiempo de las mujeres nunca se respeta tanto como el de los hombres.

¿Cuál es la diferencia entre un escritor hombre y una escritora mujer?

Un escritor hombre está en un santuario y nadie puede abrir esa puerta porque: ‘papá está trabajando’. Si mamá está trabajando, la interrumpen porque se dañó la lavadora, porque no pasa el bus de los niños, porque la mucama no sabe si tiene que hacer tortilla o sopa. Nadie respeta el oficio de las mujeres.

¿Entonces esa soledad actual relativa ha sido benéfica para su producción literaria?

Sí, definitivamente el escritor necesita una cantidad de tiempo en soledad. Por otra parte, va con mi carácter. Aunque es una palabra mal vista yo soy muy solitaria. Me gusta, necesito la soledad. Ahora, como he hecho todo muy rápido en la vida, estoy convencida de que a partir de los 50 años, las mujeres tenemos una especie de segunda juventud, con la sensación de haber hecho ya las cosas importantes. Soy viuda y tengo una cantidad de libertades pero con todas la responsabilidades cubiertas.

¿Cómo superó las muerte de su padre y su marido, casi simultáneas?

Fue durísimo porque eran dos personas muy importantes en mi vida. Fue algo tan brutal que dije: ‘tengo que salir adelante como sea, porque si uno se regodea en el sufrimiento, ahí se queda’. Eso lo tenía muy claro. Tuve la suerte de estar escribiendo en ese momento La Bella Otero, un libro que necesitaba mucha investigación y mucho viaje porque yo quería seguirle los pasos a La Bella Otero por muchos países y hablar con gente que la había conocido. A ese libro le debo mucho porque me salvó de la sensación de “pobrecita yo”.

¿Cómo llegó a esa figura legendaria de La Bella Otero?

Después del Premio Planeta me encontré con el escritor Manolo Vásquez Montalbán, quien me dijo: “Hagas lo que hagas, el próximo libro dalo por muerto; te van a crucificar porque después de un premio tan codiciado y tan controvertido como el Planeta, viene una especie de venganza tanto de los lectores como de los críticos y te van a freír”. Pensé entonces que si escribía una biografía esa mirada tan severa se dividiría entre personaje y biografía.

Por casualidad encontré un calendario de esos que traen frases muy cortas y hablaba de esta mujer que había sido una de las más bellas del mundo, amante de siete reyes. La llamaban ‘La Sirena de los Suicidios’ porque muchos se suicidaron por ella. Cuando cumplió 46 años desapareció para que nadie la viera envejecer y murió a los 97.
Se llamaba Agustina Carolina Otero y dicen que el Barón de Ollstreder se arruinó por su culpa.

¿Qué hizo durante los 51 años restantes?

Precisamente fue lo que me pregunté porque me parecía un sacrificio muy grande para mantener vivo el mito de la juventud. Yo tenía justo esa edad y estaba muy preocupada por entender el proceso de envejecimiento y su aceptación. Además, yo desde niña decía que me quería morir a los 30, porque me parecía que nada muy interesante podría ocurrir después; luego lo he ido retrasando, claro. Risa.

Entiendo que ella pasó de la riqueza a la ruina, ¿por qué?

Se retiró con la gran fortuna que había acumulado y que después perdió en la ruleta, porque, efectivamente, era una jugadora obsesiva. Después, alguien, que no sabemos quién, le mandaba un dinerito con lo que ella podía vivir muy modestamente. Era interesante hablar con la gente que la había conocido porque cada uno la recordaba de una manera diferente.

¿Y encontró que su vida correspondía a la leyenda?

Yo creo que sí, aunque era analfabeta era una mujer muy inteligente. Salió de su pueblo a los 12 años y había sido violada de una manera terrible hasta el punto que la tuvieron que vaciar. Quedó estéril de aquella violación y se convirtió en una mujer fatal.

Además nunca se volvió a enamorar. Y al mismo tiempo era una mujer libre –las únicas mujeres libres de aquella época, principios del Siglo XX- eran las “horizontales” como las llamaban: tenían mucho dinero, eran libres y tenían prestigio social.

Esto coincide con el auge de las tarjetas postales y todo el mundo conoció a La Bella Otero porque salía en ellas. Cuando le tocó ser pobre también tuvo una gran dignidad.

¿Usted dice no ser feminista, pero no cree que con su actitud y su manera de pensar ayuda a derrumbar prejuicios?

Yo me considero post feminista. Creo nos quedan muchas batallas por ganar y que hay una diferencia enorme entre el primero y el tercer mundo. En este último nada ha cambiado, las mujeres continúan sometidas, pero en el primero hay muchas mujeres que se escudan en el feminismo para hacerse las víctimas: “Nunca he llegado a nada porque estoy explotada, si yo fuera hombre haría ésta o tal cosa…”

Esas son excusas para no hacer nada. Yo prefiero ser responsable de lo que soy y decir: bueno, si quiero conseguir esto, me va a costar posiblemente más que a los hombres, pero lo voy a hacer porque es un reto y porque estoy capacitada. Creo que es una actitud más pragmática para conseguir cosas, que decir no puedo hacer nada porque como soy mujer.

¿La pregunta entonces es para usted ha sido difícil o fácil?

No ha sido fácil, ha sido muy largo y además la gente permanentemente como que está perdonándote la vida. Recuerdo por ejemplo una vez que tuve un romance con un escritor muy conocido que todo el tiempo me hacía ver lo importante que era él y lo insignificante que era yo. Entonces escribí una tarjeta con una frase de la película My Fair Lady -una de mis favoritas- en la que ella le dice al profesor: “Espera y verás”. La puse donde yo escribo y frente a ella escribí ‘Pequeñas Infamias’. Al final nos hemos igualado. Risa.

¿Qué opina de todo el escándalo que se ha formado alrededor de la familia real española y especialmente del marido de la Infanta Cristina?

Yo soy sudamericana, o sea que a mí la cosa monárquica me parece de otros siglos. Pero me sorprende mucho que a pesar de que el Rey Juan Carlos ha sido tan importante para España, ahora se desmorone todo como un castillo de naipes por la actuación de su yerno. Querría decir que no es una institución tan sólida como los españoles creen.

¿Cree que las monarquías están mandadas a recoger?

Para mí sí, porque son una institución completamente anacrónica y además yo no me arrodillo ante nadie. Muchas veces me ha tocado hablar y saludar al rey y a la reina pero nunca he hecho una genuflexión. Yo no creo que nadie se tenga que arrodillar ante nadie pero, curiosamente, los reyes apelan a una especie de idolatría atávica. Es que la gente necesita tener ídolos y lamentablemente cada día los construyen más estúpidos. Por ejemplo, es asombroso que en Internet haya una Web Important Person: la persona que sale más veces se considera muy importante. Según eso, París Hilton es la segunda persona más importante del mundo. ¿No es idiota?

¿No cree que los medios y los ‘paparazzi’ contribuyen a perpetuar esos mitos?

Sí, pero los medios lo que hacen es ampliar un fenómeno que ya existe. Si esa necesidad no estuviera en el pueblo, la prensa podría hacer lo que fuera, que no tendría ningún impacto. A mí me resulta muy curioso ver como todo el mundo se tiene que plegar a los roles que le adjudican.

Me sorprende mucho por ejemplo, el caso de Michelle Obama, una gran profesional, que incluso ganaba más que su marido, que al llegar a la Casa Blanca tiene que dar un pasito atrás y dedicarse a hacer tartas de manzana. En ningún momento puede dar una opinión inteligente sino que tiene que convertirse en una especie de apéndice de su marido.

Bueno, hablando de su última novela ‘Invitación a un asesinato’, toda una novela policíaca con invitación al lector para asistir a un asesinato y no contenta con eso la protagonista invita a sus amigos para que la asesinen. Es de lo más truculento que he visto en mi vida. ¿Cómo llegó a esa trama?

Yo quería hacer una novela policíaca, un tema que me encanta porque me permite hablar de la sociedad, hacer sátira y algo de humor sutil. Quería un enfoque nuevo pero como todo ya está inventado me puse a mirar en Internet a ver si a alguien se le había ocurrido convocar a sus asesinos. Por lo visto no se le había ocurrido a nadie y me pareció una idea divertida. Yo cuando escribo nunca sé lo que va a pasar. No se quién es el asesino.

¿Cómo empieza entonces a escribir?

En este caso empecé por la protagonista que está mandando las invitaciones. Sabía que iba a hablar de hermanas porque es un tema que me interesaba, porque yo tengo dos hermanas que no se parecen nada a mí. Yo soy la mayor y ellas dos son rubias, de ojos verdes, monísimas. Y yo siempre he sido la gorda, la fea, la más negra.

Era una relación muy compleja, con mucho amor pero también rivalidad. Entonces partí de ahí y después fueron surgiendo los personajes que siempre empiezo a mover como en una partida de ajedrez, para ver cómo se relacionan entre ellos. De hecho tenía escrita más de la mitad de la novela, con un asesino diferente, pero me di cuenta de que iba a la catástrofe. Entonces tuve que volver atrás y reescribir todo para que el asesino fuera el que tenía que ser.

¿Por qué no le funcionaba el primero?

Porque estaba muy trillado ya que mi idea era que la asesina fuera la hermana y hacer un poco el mismo juego que hace Ágatha Christie en ‘La muerte de Lord Edgware’, en que el asesino es el narrador. Es una idea brillante pero resulta muy difícil escribir un libro así. Por otra parte, iba al desastre porque era copiar una cosa que ya había hecho Ágatha Christie.

sábado, 2 de enero de 2016

UN PAIS PARA COMERSELO - LA HOSPEDERIA DEL SILENCIO,./ TAPAS Y BARRAS - EL VINO DE FERIA,.

TÍTULO: UN PAIS PARA COMERSELO - LA HOSPEDERIA DEL SILENCIO,.

UN PAIS PARA COMERSELO - LA HOSPEDERIA DEL SILENCIO, fotos.

Resultat d'imatges de LA HOSPEDERIA DEL SILENCIO,.Capacidad del alojamiento,.

La capacidad del alojamiento permite 72 personas,.
  • 36 Habitaciones dobles de matrimonio,.
  •  
    Resultat d'imatges de UN PAIS PARA COMERSELOUn espacio que te ofrece un amplio abanico de posibilidades para desconectar y disfrutar de la naturaleza en la falda sur de la Sierra de Gredos. A tan solo 2 horas de Madrid.

    Dormirás en cómodos bungalows de una o dos habitaciones dobles con baño individual, salón-comedor y cocina propia totalmente equipada. De manera que tienes la libertad de comer en el restaurante o cocinarte tu mismo.

    A partir de junio y hasta septiembre, abrimos la piscina, en la que podrás refrescarte y relajarte en mitad de la naturaleza.

    Nuestro comedor, de paredes acristaladas, te permite gozar de las vistas de la sierra de Gredos mientras comes. Servimos maravillosa comida casera, con opción a menú bio-vegetariano en un ambiente cuidado hasta el último detalle.
    Podrás disfrutar de actividades de senderismo, piragüismo, rutas a caballo,masajes, excursiones, cursos de yoga, talleres de relajación, innumerables jacuzzis y pozas naturales donde bañarse durante 6 meses al año y mucho más...

    Una de las principales características de esta zona es la gran cantidad de gargantas con cascadas y pozas naturales donde te puedes bañar durante 6 meses al año.

    Hace tantas horas de sol como en el mediterráneo, pero de vez en cuando llueve de forma intensa y concentrada, creando así un paisaje exuberante y lleno de vegetación parecido al norte de España.
    La suma de todos estos ingredientes hacen que venir a La Hospedería del Silencio resulte una experiencia completa, en donde en cada momento puedes elegir la actividad que mas te apetezca para disfrutar plenamente de tu estancia con nosotros.

    Actividades

    Algunas actividades de las que podrá disfrutar en los alrededores:

    • Senderismo.
    • Montañismo.
    • Paintball.
    • Rutas gastronómicas
    • Trekking.
    • Piragüismo.
    • Pescas.

    Lugares de interés

    Algunos lugares que le sorprenderán son:

    • Los jardines de Losar.
    • Ruta de Senderismo Arroyoriquejo (a unos 10 km).
    • Pistas de Esquí la Covatilla (a unos 35 km).
    • El Pozo de las Paredes (una magnífica "piscina" natural a unos 40 km).
    • Palacio de los Duques de Alba (a 45 km).
    • Aldeanueva.
    • Sierra de Tormantos.
    • El comienzo del valle del Jerte.

TÍTULO:  TAPAS Y BARRAS - EL VINO DE FERIA,.

 TAPAS Y BARRAS - EL VINO DE FERIA, fotos.

León, el bodeguero, sus botellas y un retrato de su padre. :: E.R.El vino de Feria,.

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  • El tinto de este pueblo se sirve en Atrio y en la taberna Cachipé,.

    En la misma semana, me sirvieron un vino de Feria en la taberna Cachipé de Jerez de los Caballeros y en el restaurante Atrio de Cáceres. Maravillado de que un vino del mismo pueblo, aunque de diferentes bodegas, supiera tan rico en su versión humilde y en su versión lujosa, me acerqué a Feria en busca de tal milagro y descubrí el pago de Don Blasco, un territorio de 330 hectáreas, que queda en el cruce de la carretera de Salvatierra a Zafra con la de Feria a Burguillos y, según el Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura, a finales del XVIII tenía 40 bodegas de vino y 500 fanegas de viñedo.
    «En la Edad Media, estas tierras fueron repobladas por castellanos, que trajeron el cultivo que conocían: la vid. El sexmero o sesmero que repartía las fincas a los colonos se llamaba don Velasco y de la corrupción de aquel nombre ha quedado lo de Don Blasco», relata el bodeguero León Martínez de Azcona de la Concha, casado con Ana María Naharro Suero y residentes en Badajoz. León desciende de un carlista navarro que se exilió en Feria en el fragor político del siglo XIX.
    «Durante la semana me dedico a la cardiología en el Infanta Cristina y de viernes a lunes, me dedico al vino», detalla este médico al que su hijo Jesús, ingeniero de Caminos trabajando en Sevilla, ayuda en su pasión vitivinícola. Junto a ellos, la enóloga Yolanda Hidalgo aportando la faceta técnica imprescindible.
    De aquellas 40 bodegas del siglo XVIII, en el pago de Don Blasco solo queda la de León, que se llama «La Bodega del Boticario» porque fue su padre, Manuel, farmacéutico titular de Salvatierra, aunque natural de Feria, quien se hizo con estos terrenos, que comprenden la bodega y cuatro hectáreas de viñedo. Aunque en puridad no se trata de una bodega, sino de un oratorio de finales del siglo XVII restaurado con un respeto modélico y un gusto exquisito, destacando sus bóvedas mudéjares de ladrillo y las tinajas antiguas: tres son del siglo XVI (una lleva la cruz de la Orden de Alcántara y dos, la estrella de David), hechas en Salvatierra, y el resto, del XIX y del XX, de alfares de Burguillos y Los Santos.
    En las cuatro hectáreas de viñedo, León ha plantado garnacha (50%), tinto aragonés (25%), mazuelo (15%) y petit verdot (10%). "Siempre había hecho pitarra con mi padre, pero hace ocho años empecé a hacerlo de manera romántica con la ayuda de Marcelino Díaz y Aniceto Mesías", cuenta León sus inicios guiado por grandes maestros. Tras unos años de prueba y perfeccionamiento, los Martínez de Azcona han depurado el proceso con la ayuda de Yolanda Hidalgo y en 2011 sacaron al mercado sus primeras botellas de vino. Aunque lo del mercado suena exagerado en una producción pequeña de alrededor de 11.000 botellas, que no es fácil encontrar salvo en alguna tienda especializada como "La bodega de Santa Marina" en Badajoz.
    «Si es que no me puedo dedicar a la comercialización. Como no se lo recete a mis pacientes», ironiza este bodeguero cardiólogo, que en septiembre recoge la uva y la enfría durante 24-48 horas antes de pasarla a tanques de acero, donde fermenta a temperatura controlada. De allí, va a las tinajas centenarias de arcilla. Al año, salen 8.000 botellas con el nombre de 'Domblasco', un tinto monovarietal de garnacha que ha sido el único vino extremeño galardonado en la Challenge Internacional du Vin de París, donde ha logrado la medalla de plata.
    Otra parte del vino, un coupage de las cuatro variedades de la finca, está seis meses en las tinajas de barro; pasa otros seis meses en barricas de roble francés y americano; luego, duerme dos años en 3.000 botellas y se comercializa con el nombre de Sueño de Facio en honor de Bonifacio, un trabajador de la finca que dormía donde ahora reposa el vino, pero que jamás soñó que aquel pitarra del boticario acabaría siendo un tinto de lujo: en la enoteca pacense, la botella de Domblasco 2013 cuesta 14.90 euros y la de Sueño de Facio 2011 sale a 16.75.