TITULO: ELLA & - El mejor maestro, el fracaso,.
El mejor maestro, el fracaso,.
foto / Si cuento el número de las veces que he fallado, me he equivocado, he errado, no he cumplido, me han salido mal los planes o algo no fue como yo esperaba, podría llenar dos o tres veces todo el contenido publicado en Zenda Libros. Sin embargo, cada uno de esos fracasos han sido sólo puntos en el camino para reencaminar mis pasos hacía dónde yo quería ir, porque me había equivocado de dirección, de esfuerzo a realizar, o simplemente me había desviado del camino correcto. Y esos fracasos fueron simplemente carteles que me confirmaban que estaba fuera del camino que yo buscaba y tenía que recalcular la ruta.
Nada más lejos de la realidad.
Si algo, lo que he sabido ha sido aprender de los fracasos.
Para que os hagáis una idea, yo era el “empollón” de clase. Sacaba buenas notas. Bueno, buscaba siempre sacar las mejoras notas, y era con los que me comparaba. Pero cuando llegó mi adolescencia y mis diecisiete años, digamos que me perdí y pasé un año con otra prioridad, eso hizo que mis notas bajaran un poco, y sacara una nota que me dejó a una décima —solo una décima— de la nota de corte de la carrera que quería hacer, la Ingeniería Informática en la Universidad Politécnica de Madrid. Un fracaso, porque tenía muy claro que quería ser Ingeniero Informático desde muy niño. Pero fracasé.
Después de asumir el fracaso y la frustración miré el lado positivo, tracé un nuevo plan, y seguí dando zancadas. Al final, las cosas terminan sólo cuando dejas de intentarlo, así que yo continúe peleando y listo. Pensé en que me vendría bien hacer la Ingeniería Técnica de Informática de Sistemas en la Universidad Politécnica y luego, cuando ya estuviera trabajando, volvería a sacarme los cursos que me faltarían en la Ingeniería Informática, y así hice.
Para que os hagáis una idea, en ese periodo trabajé y aprendí la profesión, montamos nuestra empresa Informática 64 —que a la postre adquiría Telefónica—, me convertí en Microsoft MVP en Ciberseguridad, aprendí a dar conferencias, y una década después, pude terminar los cursos y convertirme en Ingeniero Informático.
Aquella décima de la selectividad hizo que tardara 10 años más en cumplir mi objetivo de ser Ingeniero Informático. Pero no me impidió vivir, crecer, o me privó de ninguna oportunidad. Sólo tuve que tomar otro camino, más largo, que me llevó al mismo destino. Eso sí, disfrutando del viaje que tenía que hacer mientras tanto. Viviendo.
Pero para que veáis lo visionario que soy yo, y el caso que debes hacer a los consejos que yo te dé, cuando estuve en la 2º Curso de la Ingeniería Técnica en Informática de Sistemas tuve que elegir las asignaturas optativas. Y ahí estaba yo, con la matrícula para elegir entre dos de ellas: “Seguridad Informática” y “Geometría Computacional”. Duda cruel. ¿Y cuál creéis que elegí? Correcto. Elegí “Geometría Computacional” que era lo que me gustaba en aquel entonces. Además, pensé, “¿para qué me va a servir a mí saber de Seguridad Informática?”.
Y lo cierto es que lo que pasó es que aprendí mucho de Geometría Computacional, que me llevó a hacer mi Proyecto de Fin de Carrera en Geometría Computacional y tener mi primer trabajo en bases de datos geográficas, los famosos Sistemas de Información Geográfica o GIS. Y me enamoré. Lo cierto es que después tuve que aprender Seguridad Informática desde cero y acabé dedicando mi doctorado, mi trabajo profesional, mis charlas, mi vida, a la Seguridad Informática y todos sus derivados. ¿Fracasé eligiendo? Tal vez. ¿Arruinó mi vida? No. Seguí viviendo, seguí creciendo, y aprendí muchas cosas en esas asignaturas de Geometría Computacional que sigo utilizando hoy en día en temas de Geofencing, de triangulaciones y trilateraciones para geo-posicionar cosas, diagramas de Voronoi, etcétera.
También, en tercero de carrera de la Ingeniería Técnica en Informática de Sistemas tuve una asignatura de redes dedicada a TCP/IP, que estaba deseando quitarme. No me llamaban mucho las redes en aquel entonces. “¿Quién va a acabar trabajando en alguna empresa que se dedique a desplegar redes?, ni que quisiera trabajar en Telefónica”, debí pensar en aquel entonces. Así que hice lo justo para quitarme la asignatura de la forma más rápida e indolora. Recuerdo la práctica que era hacer un NFS (Network File System) programando un script que conectara una carpeta de archivos de otro servidor dentro de tu estructura de ficheros locales. Un “rmount” . Y me costó, pero me lo quité.
Al año de salir y en una de mis primeras entrevistas de trabajo fui a Ericcson en Méndez Álvaro. Era una entrevista para un puesto de técnico de soporte. Y cuando me preguntaron si sabía qué tipos de redes había… No fui capaz de responder bien. Y el entrevistador me dijo que no me podía contratar, que no estaba preparado. Un dolor. Un fracaso. Era una oportunidad genial de trabajar en una gran empresa. Pero no la aproveché. Y me frustró. Pero me vino genial, porque me fui a una librería a por un libro de Redes Globales con TCP/IP y me lo empollé entero. Me enseñó latín, griego y un poquito de arameo en despliegues de redes globales, y desde entonces, gracias a hacer el ridículo en una entrevista de trabajo, es una de mis áreas preferidas. De hecho, una de las conferencias de hacking que di en DefCON fue sobre “Hacking IPv6 Networks with Evil Foca”, todo basado en redes.
Os podría contar miles de ejemplos, como cuando me echaron de profesor de un curso de Microsoft Word porque no sabía enseñar o cuando en mi primera conferencia con Microsoft lo hago tan mal que me dan un rapapolvo educativo en forma de ultimátum que me obligaron a aprender la difícil disciplina de comunicar.
Lo cierto es que no he seguido el camino rápido. Me saqué el doctorado con 38 años —ya con mi primera hija asistiendo al acto de graduación para que viera cómo se me caía el birrete—, acabé la ingeniería superior con 33 años, el máster con 34 años, año donde también me saqué el CAP para dar clases en un instituto, y me decidí a comenzar a aprender inglés para dar la primera charla internacional con 34 años.
Mientras tanto viví. Aprendí de mis fracasos, de mis malas elecciones, de las oportunidades que perdí. Tomé caminos paralelos. Conduje por carreteras rurales, pero seguí mirando el mapa. Buscando por dónde podía ir desde el punto en que me encontraba para llegar a mi siguiente objetivo. No me aburrí nada por el camino. No sufrí angustia. Aprendí a disfrutar el viaje. A darme cuenta de que lo bonito era resolver la ruta. Aprendí a reparar pinchazos, multas, accidentes en carreteras comarcales, y volver a arrancar el coche. Conocí a gente maravillosa en el viaje. Algunos perdidos como yo. Otros que paseaban por las carreteras rurales, felices, y mi viaje de fracaso en fracaso, para seguir adelante se convirtió en algo de lo que me siento muy feliz de haber vivido.
Ahora con mis hijas, intento que también fracasen. Que tengan problemas. Que resuelvan sus conflictos. Que miren en su mapa cuál es el siguiente lugar al que deben enfilar, para descubrir, sin darse cuenta lo más importante, que elegir bien el viaje es más bonito que elegir bien el destino.
TITULO:
EL BAR ESQUINA - REVISTA CAMPO - TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA
COMERSELO - PESADILLA EN LA COCINA - Jueves - 21 - Noviembre - Salmonetitos 'embarrados' ,.
Jueves - 21 - Noviembre - Pesadilla en la Cocina es
un programa de televisión español de telerrealidad culinaria,
presentado por el chef Alberto Chicote, emitido habitualmente los jueves
a las 22:30 en La Sexta. Nuevas broncas, enfrentamientos y arcadas; Alberto Chicote regresará con nueva temporada de Pesadilla en la cocina. Tras una temporada de descanso, Pesadilla en la cocina vuelve
Alberto Chicote con las pilas bien cargadas. El chef de laSexta
intentará reflotar nuevos restaurantes y se enfrentará a nuevos retos,
etc.
EL BAR ESQUINA - REVISTA
CAMPO - TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA COMERSELO - Salmonetitos 'embarrados' ,.
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CAMPO - TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA COMERSELO - Salmonetitos 'embarrados' ,. fotos,.
Salmonetitos 'embarrados' ,.
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un programa de televisión español de telerrealidad culinaria,
presentado por el chef Alberto Chicote, emitido habitualmente los jueves
a las 22:30 en La Sexta. Nuevas broncas, enfrentamientos y arcadas; Alberto Chicote regresará con nueva temporada de Pesadilla en la cocina. Tras una temporada de descanso, Pesadilla en la cocina vuelve
Alberto Chicote con las pilas bien cargadas. El chef de laSexta
intentará reflotar nuevos restaurantes y se enfrentará a nuevos retos,
etc.
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COMERSELO - PESADILLA EN LA COCINA - Jueves - 21 - Noviembre - Salmonetitos 'embarrados' ,.
Jueves - 21 - Noviembre - Pesadilla en la Cocina es un programa de televisión español de telerrealidad culinaria, presentado por el chef Alberto Chicote, emitido habitualmente los jueves a las 22:30 en La Sexta. Nuevas broncas, enfrentamientos y arcadas; Alberto Chicote regresará con nueva temporada de Pesadilla en la cocina. Tras una temporada de descanso, Pesadilla en la cocina vuelve Alberto Chicote con las pilas bien cargadas. El chef de laSexta intentará reflotar nuevos restaurantes y se enfrentará a nuevos retos, etc.
EL BAR ESQUINA - REVISTA CAMPO - TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA COMERSELO - Salmonetitos 'embarrados' ,.
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Salmonetitos 'embarrados' ,.
Ingredientes,.
Salsa:
- 350 g de tomates maduros
- 1 sopera de concentrado de tomate
- 1 sopera de miel
- 10 hojas de albahaca
- 1 cayena fresca
- 2 soperas de AOVE
También:
- 2 soperas de kétchup
- 6 hojas de albahaca cortadas en tiras muy finas
Salmonetes:
- 1 kg de salmonetes pequeños de fritura
- 2 soperas de AOVE
- 1 sopera de pasta de aceitunas negras
- 1 sopera de alcaparras pequeñas
- Harina de garbanzos
- Aceite de fritura
PREPARACIÓN
Salsa: tritura todos los ingredientes en una batidora a la máxima potencia, y hierve la mezcla en un cazo a fuego suave hasta que evapore el agua y se forme un sofrito en el que aflore una pizca de aceite. Menea con una lengua de goma para que la salsa no se agarre al fondo. Deja enfriar y añade el kétchup y la albahaca cortada. Mezcla bien.
Salmonetes: mezcla en un bol amplio la sopera de aceite, la pasta de aceitunas y las alcaparras, aplastando con un tenedor para formar una pastita. Reserva. Quita a los salmonetitos el máximo de escamas, destrípalos y, con unas tijeras, quítales las barbas y espinas que sobresalen. Déjales la cabeza. O emplea salmonetes más grandes, deslomados y cortados en tiras anchas. Sazónalos. Pásalos por harina de garbanzos y menéalos con las manos para que la pillen bien, agitándolos en un colador para retirar el exceso.
ACABADO
En un baño abundante de aceite caliente fríelos de a pocos para mantener vivo el calor y que no se recuezan. Importa que queden dorados y crujientes. Mejor pecar de exceso de cocción para que queden bien dorados, jamás blandengues.
Paso final
Escurre los salmonetitos sobre papel absorbente y, cuando estén todos fritos, mételos en el bol con la pasta de aceitunas, meneándolos en el aire para que se empapen todos de ese barrillo negro hecho con el aceite, las alcaparras y la pasta de aceitunas. Sírvelos con la salsa, a modo de unte. TRUCO: podemos hacer la misma receta con pescados menudos como chanquetitos o boquerones.
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