jueves, 14 de noviembre de 2024

LA LOTERIA DEL VIERNES - ¿Dónde está Wally? - Decimo Lotería de Navidad - Empresa Economía - La banca hace 'lobby' para que el PNV y Junts frenen el impuestazo ,. / POLICIAS EN LA CALLE - Sin frenos, cuesta abajo y con dos personas dentro: reconstrucción del descarrilamiento de un tren entre Chamartín y Atocha ,. / EL DIVAN DE OLGA VIZA - Hasta se han inventado para ellos ,.

 

  TITULO:LA LOTERIA DEL VIERNES - ¿Dónde está Wally? -  Decimo Lotería de Navidad - Empresa Economía -  La banca hace 'lobby' para que el PNV y Junts frenen el impuestazo ,.

LA LOTERIA DEL VIERNES - ¿Dónde está Wally? -  Decimo Lotería de Navidad - Empresa Economía -  La banca hace 'lobby' para que el PNV y Junts frenen el impuestazo, fotos,.

 

La banca hace 'lobby' para que el PNV y Junts frenen el impuestazo,.

 Miriam Nogueras (izq.), portavoz en el Congreso de Junts, y María Jesús Montero, vicepresidenta y ministra de Hacienda

Miriam Nogueras (izq.), portavoz en el Congreso de Junts, y María Jesús Montero, vicepresidenta y ministra de Hacienda,.

 

El sector se reúne con grupos políticos con el objetivo de intentar tumbar la tramitación,.

 

Las energéticas no son las únicas que han jugado sus cartas frente al impuestazo en las últimas semanas. La banca, aunque de manera discreta y manteniendo en público un perfil bajo, también se ha movido por los pasillos del Congreso de los Diputados,.

 Número 16974 Lotería Navidad 2024 - Lotería 17 El Quijote

 Los bancos mantienen la campaña contra el impuesto al sector que ha planteado el Gobierno. Las entidades financieras confían en el trámite parlamentario para limar algunos de los aspectos que consideran más lesivos de la tasa, incluso con el objetivo último de conseguir tumbar la propuesta, como lograron las eléctricas con su propio gravamen. Para ello, las patronales del sector han intensificado esta semana sus contactos con los distintos grupos parlamentarios, con el foco en Junts y PNV. Consideran,.

TITULO: POLICIAS EN LA CALLE  -  Sin frenos, cuesta abajo y con dos personas dentro: reconstrucción del descarrilamiento de un tren entre Chamartín y Atocha ,.

Sin frenos, cuesta abajo y con dos personas dentro: reconstrucción del descarrilamiento de un tren entre Chamartín y Atocha,.

 El tren accidentado en Madrid recorrió cuatro kilómetros sin frenos y acabó  chocando contra el túnel

foto / El tren accidentado bajó por el túnel sin frenos ni batería, “a gran velocidad” y con dos personas a bordo antes de volcar,.

Un tren lleva 10 días volcado en el túnel de alta velocidad de dos vías que enlaza las estaciones madrileñas de Atocha y Chamartín, y el operativo para retirarlo aún está sin fecha. Los trenes con origen en el Levante que llegan a Madrid siguen pasando a su lado desde que el vehículo de Renfe descarriló el pasado 19 de octubre, en lo que las autoridades califican como un accidente grave. Con la investigación aún en marcha, ¿qué se sabe de lo que ocurrió?,.

TITULO: EL DIVAN DE OLGA VIZA - Hasta se han inventado para ellos ,.

Hasta se han inventado para ellos ,.

 Qué invento no se debería haber inventado nunca?

foto / Sin embargo, hace tres años llegó un periodo que barrió cualquier intento de escape de la realidad. La pandemia, con todo su desconocimiento y temor inculcados y mal gestionados, nos retuvo durante meses y los siguientes ya liberados del confinamiento, pero todavía maniatados por los acuerdos y desacuerdos que mantenían en vilo a la población y sus movimientos. No obstante, dicho encierro fue un tema creativo que daría cuerda para rato. Se empezaría a mencionar en los libros, en las series de televisión, en las ficciones y estudios con ella de protagonista o causante. Como novedad, abrió rápidamente la brecha con la discusión de si era legítima la aparición de una literatura de la pandemia, tan reciente estaba el suceso y todo el ruido y sufrimiento generado. Actualmente, creo que es algo aceptado, sin demasiada importancia en el caso de ser utilizada cuando se escribe. Para uno, y con el ejemplo de esta novela breve, tiene más relevancia que planee en un segundo o tercer plano y que incite a sacarse de sí; que la frustración que generó también nutriera la creatividad, las ganas inherentes en cada uno de pensar mejores escenarios, otras fantasías.

"Uno recibirá con más agrado las posibilidades que las seguridades, ganando con esa incertidumbre algo de tiempo para seguir contando, para no ver un final que lamentemos haya llegado sin riesgos de por medio"

En la segunda novela de Julen Azcona, lo anterior mencionado se traduce en un largo viaje, algo evidente si pensamos esa materialización de lo que uno querría hacer cuando se siente impedido: movimiento, acción, atrevimiento a saltarse las normas. La última sauna del mundo junta a César y a Jon en el periplo que les hará atravesar el país para llegar a la susodicha sauna y creerse así poseedores momentáneamente de un control y decisión sobre sus impulsos, guiados por una libertad igual de fugitiva que ellos. El título puede inducir de forma errónea a pensar que entre sus páginas nos esperan descripciones y escenas sórdidas, indagando en el morbo que genera ese ambiente. Pero como ya sucedió en su primera obra, Lodo, Azcona sabe jugar con el anzuelo literario e ir destapando progresivamente los intereses genuinos que a él mismo le llevaron a ponerlos por escrito, considerando sus alcances mediante una trama que se siente más cómoda en el devenir introspectivo de sus personajes que en la resolución fría y esperable que se requiere en cualquier género. De este modo, uno recibirá con más agrado las posibilidades que las seguridades, ganando con esa incertidumbre algo de tiempo para seguir contando, para no ver un final que lamentemos haya llegado sin riesgos de por medio, sin los y si… que no requieran de explicaciones, pues el hecho de que sucedan ya satisfacen la curiosidad de cualquiera por lo desconocido.

"Diría que puede sorprender la hazaña a la que se lanzan, pero estoy seguro que todos tenemos constancia de historias parecidas, o siendo nosotros los autores de las mismas"

Ellos, César y Jon, de mediana edad el primero y empezando su veintena el segundo, tampoco saben quiénes son. Les guía el deseo, uno inventado, ciertamente. Pero, ¿es que acaso ese sentimiento no suele venir por un pretexto que facilite la imaginación del mismo, llegando a ser más satisfactorio que el real? La realidad, con nosotros como receptores de sus arbitrariedades, necesita del deseo para contrarrestar su brutalidad. Y el deseo se contagia de ese fervor, lo vuelve propio. Lo preferimos, nos saca de nuestro elemento y alienta a tomar iniciativas como las de ellos, amantes accidentales de repente metidos en un camión, encaminados al hedonismo por el chivatazo de la existencia de una sauna sevillana, la única funcionando en meses aún sumidos en las restricciones sanitarias. Diría que puede sorprender la hazaña a la que se lanzan, pero estoy seguro que todos tenemos constancia de historias parecidas, o siendo nosotros los autores de las mismas. Es importante que sea el motor de La última sauna… esa falta de conciencia, ese trago ardoroso sin pensar las consecuencias.

Vendrán de Jon las cavilaciones acerca de su acompañante, y como persona con inclinaciones por la literatura, se confundirán las que vienen de su necesidad de soltar relatos que vayan matando el tiempo que pasan en la carretera —integradas por Azcona con muy buena mano—, y las que se generan de manera natural por lo excitante de averiguar cuál es la vida de los otros; si nos están camelando y uno lo asume por interés sexual o por indiferencia, o si no queremos ver a las claras algo mayor: una pérdida de nuestras defensas por estar sintiendo algo más allá de lo establecido y estremecerse si al confesarlo es rechazado o no correspondido.

"¿Somos porque otros nos han ideado? ¿Somos mejores por esa inevitabilidad en completar lo omitido de los demás, aunque nos pasemos de la raya? ¿Dónde queda entonces la división entre el gris del humo y el de la vida que se lleve?"

«Porque César habla, habla, y es tal su destreza en el arte de la conversación que consigue esquivar sin descuido su vida íntima.  […] Yo, en cambio, me abro en canal y me siento estúpido. […] Y sé que no es injusto, que yo también podría ocultar ciertas partes de mí si quisiera, pero no lo hago, lo descargo todo […] Tampoco creo que haya nada espinoso que tratar. Tengo veintitrés años, él cuarenta y tres, y por tanto más vida de la que arrepentirse, un surtido más rico de recuerdos para escoger con qué fabrica sus monólogos. […] Quién sabe, quizá podría volver a empezar de nuevo con alguno de los chicos con los que suele verse. Suena a locura, pero tal vez podría funcionar algo más que solo sexo y conversaciones banales. Gira la cabeza hacia su derecha, de manera casi imperceptible, y mira al joven escritor navarro que conoció en Madrid, me mira a mí y el viaje adopta una dimensión desconocida.»

Esta suma de varios párrafos posee el latido de la novela de Azcona. ¿Somos porque otros nos han ideado? ¿Somos mejores por esa inevitabilidad en completar lo omitido de los demás, aunque nos pasemos de la raya? ¿Dónde queda entonces la división entre el gris del humo y el de la vida que se lleve? ¿Qué mitad elegimos? Con un estilo directo y seco que mezcla la distancia con lo irresistible de la osadía, sabremos por la narración principal y las que se entrelazan si la valía del deseo conduce a cierta belleza o ternura que redima, o hace que lleguemos al destino sin más, aceptando lo que no podrá tenerse.

No hay comentarios:

Publicar un comentario