martes, 9 de noviembre de 2021

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 TITULO: REVISTA FARMACIA -   Marta Barrio - La leña menuda  ,.​   

REVISTA FARMACIA -    Marta Barrio - La leña menuda , fotos,.

 

   Marta Barrio - La leña menuda

Marta Barrio: «Leña menuda nace de la necesidad de escribir sobre lo que nos perturba»

LEÑA MENUDA | Hoy

En la novela que hoy nos convoca la carne se hizo verbo. La autora llevó al papel tragedias brutales de mujeres de todo el mundo. La carne muerta del hijo no nacido se hizo verbo en Leña menuda, novela de Marta Barrio, por la que acaba de conseguir el Premio Tusquets Editores de Novela.

Marta Barrio comenzó a indagar sobre maternidades interrumpidas a raíz de un caso de una conocida. Sin embargo, trató de despegarse de la emoción que la historia de su amiga le provocó para indagar en situaciones parecidas que han tenido lugar en los últimos años.

La historia reciente está plagada de situaciones desgraciadas donde la consecución de la maternidad es un imposible: malformaciones, abortos, agresiones… la narrativa periodística está poblada de interrupciones no planificadas de embarazo, mientras que la mitología en torno a la maternidad señala ideas, preconcepciones sobre el dolor o la culpabilidad que se alejan de la realidad de las mujeres y lo impregnan todo de dolor y de culpa.

 Revista nuestra farmacia de comunidad 2 edicion

Sobre ello, sobre esta carne muerta del hijo no nacido, Marta Barrio escribió Leña menuda.

Imagino la documentación de esta novela como una jornada en un pequeño taller de costura. Una autora que, en silencio, respeta historias desgraciadas; una autora que espera que las palabras sean puntos de sutura para mujeres que sufren; una autora que toma medidas sin parar de los dolores de los demás… para hacerlas suyas, para convertir el patrón de estas tristezas en un texto único y abierto. Un texto que represente sin hacer más daño, un texto objetivo, respetuoso y amable. Un texto que no señale ni juzgue, que tienda la mano y dé respuestas y un cierto confort.

De alguna manera la publicación de Leña menuda supone ventilar habitaciones de culpa, remordimientos, incomprensión, maledicencia. Cuando Barrio terminó este patrón de desdichas conformó la novela. La envió al Premio Tusquets, uno de sus premios literarios de referencia y, hoy, con el orgullo de haber obtenido este galardón, se reúne con Zenda.

El camino para Leña menuda acaba de arrancar. Pasamos al vestuario privado, a probarnos con Marta Barrio las primeras muestras de un patrón de talla única y universal, un patrón de letras y emociones, de palabras y carne. Comenzamos.

—Cuéntenos qué es Leña menuda para quien no conozca la obra.

—Es una odisea a través del cuerpo, pero también a través de un viaje en busca de una salida de emergencia.

—¿Cómo surgió la historia que encierra esta novela? ¿De dónde surgió la chispa para escribir esta trama?

"Muchas veces si una cosa no se mediatiza no existe"

—Tengo que sacarme la chuleta. Una amiga me contó una confidencia: una historia real. Pero, pensando en ello, había leído una serie de noticias de periódico que me habían marcado mucho, que me habían llamado mucho la atención por un motivo u otro. Al final cada uno de nosotros leemos el periódico a nuestra manera. Es gracioso, porque yo leo el periódico por la mañana, lo lee mi marido, lo comentamos, y es como si hubiéramos leído dos periódicos completamente diferentes. Me interesa mucho qué noticias le interesan a cada uno y por qué. Estas noticias configuraron la escritura de la novela, aunque es una novela de ficción (la autora revisa sus notas).

El jueves 10 de marzo de 2011, la protesta pacífica en la capilla de la Universidad Complutense. El viernes 27 de noviembre de 2015 un hombre de 57 años, llamado Robert Lewis Dear, cometió un atentado contra un centro de planificación familiar en Colorado Springs donde se hacían interrupciones de embarazo y mató a tres personas, nueve fueron hospitalizadas con heridas de bala, y la parte bonita pero trágica fue una cosa muy televisada: durante las cinco horas que duró el asedio no dejó de nevar. Esta imagen con los coches de policía, el señor disparando, la nieve y las mujeres embarazadas muertas de miedo me marcó muchísimo: vas a interrumpir un embarazo, que es algo muy doloroso, y te encuentras con eso. El sábado 25 de agosto de 2018 la Coalición Argentina por un Estado Laico presentó cuatro mil solicitudes de apostasía a las autoridades eclesiásticas en distintas diócesis del país como respuesta a la campaña del clero contra la legalización del aborto. Este colectivo, que se fundó en 2009, impulsó las primeras apostasías colectivas a raíz de la guerra de Dios que el actual papa, Francisco, entonces arzobispo de Buenos Aires, convocó contra el proyecto de ley del matrimonio entre personas del mismo sexo (¡que ahora todo el mundo dice que el papa es de izquierdas!). El 7 de octubre de 2019 nació un niño, llamado Rodrigo, en el hospital de São Bernardo de Setúbal, al sur de Lisboa. En ninguna de las ecografías se comunicó a la madre que su hijo no tendría ojos, ni nariz, o que le faltaba parte del cráneo. Se le llamó “el bebé sin rostro portugués”, tuvo mucha repercusión mediática y se descubrió entonces que el Colegio de Médicos llevaba ya doce reclamaciones contra el doctor que había llevado el embarazo de esta mujer y que no le había detectado una cosa tan obvia. Estas reclamaciones tenían relación con malformaciones muy graves que este doctor no había detectado, sin que hubiera ninguna repercusión en su carrera profesional. No le quitaron la licencia hasta que no se dio el caso del “bebé sin rostro”, que tuvo mayor repercusión mediática. Muchas veces si una cosa no se mediatiza no existe. Lo de los perros (que todo el mundo me dice que eso no pasa): el sábado 16 de noviembre de 2019 Elisa Pilarski, una mujer francesa, fue atacada por una jauría en el bosque de Retz. Tenía 29 años, estaba embarazada de seis meses, llamó a su marido pidiendo ayuda. Cuando él llegó, se la habían comido los perros.

Mi novela bebe de todas estas fuentes, pero es una novela de ficción. Parto de un testimonio real, de una historia de una chica, lo mezclo con todas estas historias que me perturbaron de algún modo. Es esa necesidad de escribir sobre lo que nos perturba, y ahí me di cuenta del carácter inédito de esta historia. No quise ceñirme al testimonio, porque quería que fuera una mirada más amplia, una mirada que diera cuenta de otras miradas: una mirada a la literatura, una mirada a lo metaficcional, una mirada al diccionario también, al lenguaje. Al final se trata de nombrar lo que no ha sido nombrado. Ella busca en el diccionario las palabras para darle nombre a lo que le está sucediendo, igual que busca en otras lecturas —y de ahí este compendio de lecturas que acompañan al embarazo— qué le está pasando, y se posiciona frente a esas lecturas y dice: “Nos hace falta a las mujeres un nuevo arquetipo”. Por ejemplo, en La buena tierra, de Pearl S. Buck, o en Tess de los d’Urberville siempre se castiga muchísimo a la mujer, que, en el fondo, es una víctima.

—A pesar de la terrible desgracia que narra, Leña menuda es una novela de una belleza arrebatadora. ¿Quería que fuera así?

"Efectivamente, yo tenía un embarazo de riesgo y tenía, todo el rato, pesadillas que aún hoy sigo teniendo. Ese miedo se te queda"

—Sí. Quería que fuera una novela que, pese a relatar un suceso y tener una carga, un compromiso, en el sentido francés de la literatura comprometida, que no voy a negar que está ahí, es también una mirada amable sobre el suceso, en el sentido de que es una mirada muy respetuosa, es una mirada que acompaña en el duelo y que casi le da la mano a la narradora y le dice: “Venga”. Pero que, en los momentos más duros, se detiene ante ese duelo y elige lo que quiere o no quiere contar. Hay silencios significativos. Por ejemplo, el niño no se describe al final. Está la mirada de la madre, está la madre que abre el pañito para ver efectivamente a su bebé. Se habla también de Quasimodo, de superstición, de que no se acerquen al monstruo las mujeres preñadas, no vayan a quedar preñadas de un monstruo. Este es un miedo que me ha gustado mucho, me ha parecido increíble, la mayoría de los periodistas que me han entrevistado me han dicho después (las mujeres): “Yo he tenido varios embarazos fallidos”. Otra periodista me dijo: “He tenido un parto de un niño de siete meses, muerto, y es tal cual lo describes, te felicito porque es una mirada muy verídica, muy cercana a la realidad”. Efectivamente, yo tenía un embarazo de riesgo y tenía, todo el rato, pesadillas que aún hoy sigo teniendo. Ese miedo se te queda. El otro día vi Independence Day y soñé que daba a luz a un alien. Eso es algo que está de algún modo en el imaginario. Son mitos de la maternidad que siguen estando ahí. De hecho, mis amigas que han sido madres me dicen que es exactamente como ellas se sentían. En ese sentido está la mirada ilusionada, la mirada bonita a lo que se gesta, y también la mirada compatizante y de mostrar que, como dice César Vallejo: “Ay, los golpes que nos da la vida”. Este es uno de esos golpes tan duros que nos da la vida. “Hay golpes en la vida, tan fuertes… ¡Yo no sé!”. Efectivamente es un golpe duro que da la vida. La mujer cae de rodillas, no cae de pie, pero se levanta. Me interesaba contar esa recuperación, y por eso esta novela no acaba en Bruselas, esta novela acaba, unos meses después, cuando sería el aniversario de su hijo, pero en ningún momento hay un arrepentimiento. Siempre hay un “uff, la bala que he esquivado”.

—¿Escribir sana?

"A veces se tiende a la sobreabundancia o sobreproducción de literatura, y uno se pregunta: ¿para qué voy a escribir?"

—Puede sanar, sí. Y leer puede sanar también. Hay una poesía que leí el otro día que decía algo así como: “¿Por qué escribir? Escribir porque quizá tus palabras sean la medida exacta de un dolor ajeno”. Me interesaba esto. He elegido este tema porque soy editora, leo muchos libros (tanto los que se publican como los que no), y vi que esta historia podía ser contada y podía ser contada de un modo diferente, porque a veces se tiende a la sobreabundancia o sobreproducción de literatura, y uno se pregunta: «¿Para qué voy a escribir?». Tanto en la novela anterior como en esta he encontrado una historia que yo podía narrar o me he encontrado con esa motivación para narrarla porque pensaba que había un espacio para ella.

—En un momento de la obra se dice que la literatura es una trinchera donde resguardarse. ¿También lo ve así Marta Barrio?

—Sí. A mí de pequeña me castigaban sin leer. Lo mejor que podías hacer era pasar la mañana en la cama con un libro y, ¿castigarme? Sí, la literatura es una trinchera, sin duda.

—Dice la protagonista de la novela que la maternidad se alimenta de su sangre, su leche y por último sus sueños. ¿De qué cree Marta Barrio que se alimenta la literatura?

—De la vida. De los miedos. Y de los sueños.

—Dice en el texto que la novela es un antídoto contra la tristeza. ¿Contra qué cree o contra qué quiere que sea un antídoto esta Leña menuda?

"Agota Kristof, Marguerite Duras, Marguerite Yourcenar. Tengo una formación muy francesa"

—Contra la ignorancia y contra el fanatismo. He tenido mi primer hater (la autora saca su teléfono móvil) y le he retuiteado (risas). Se lo he mandado luego a todas mis amigas, que estarán muertas de la risa. Ha leído en clave autobiográfica, cuando no es así. Este verano conocí a Claudia Piñeiro. Fui jurado del premio Hammett, que se convoca en la Semana Negra de Gijón, y decía ella que era la persona más insultada de Twitter en Argentina. Le habían llegado a enviar vídeos de un apaleamiento a una mujer casi hasta la muerte. Mi hater es de lo más light en comparación.

—Leña menuda retrata todo lo que se esconde bajo las alfombras. ¿Es la literatura, o esta novela, la libertad frente a la autocensura?

—Sí. Leña menuda es muy libertaria.

—Durante toda la novela cita textos de obras que son referencia en asuntos como la maternidad o el aborto. Además, es muy patente una cierta querencia por lo clásico en todo este texto. ¿Quiénes o qué obras son referentes para Leña menuda?

—Agota Kristof, Marguerite Duras, Marguerite Yourcenar. Tengo una formación muy francesa, estudié en el Liceo Francés de Madrid. También Annie Ernaux, que es una predecesora en estos temas y en muchos otros. Amélie Nothomb quizás la primera Amélie Nothomb, no la Amélie de ahora. Estupor y temblores me parece inigualable. También estudié Filología Hispánica y hay obviamente una gran influencia por mi propia tradición, digamos, por la Literatura Hispanoamericana también y la Literatura Asiática. Estudié Estudios de Asia Oriental, y esta cosa de no siempre ceder a lo narrativo, sino hacer una prosa un poco más lírica me interesa. Desde luego, Kawabata es un referente.

—En Leña menuda hace público un hecho muy personal. Normalmente es un tema que la gente guarda para sí. ¿Qué ha perseguido, o por qué escribir sobre esto?

"En Brasil las mujeres que abortan son mujeres de clase media-alta. Abortan fuera del país"

—La representación de ciertas realidades que tradicionalmente han sido silenciadas es subversiva, y por eso me interesa. Kafka decía que un libro tiene que ser el hacha que rompa el mar de hielo dentro de nosotros, ¿y para qué quedarse en lo banal si se pueden tratar temas de cierto calado, dado que en esto les va la vida a muchas mujeres? Pienso en Brasil, por ejemplo, que tienen una epidemia tan grave como el Zika y que es un país ultracatólico, donde a las mujeres no se les permite abortar. Se les dice que mejor no se queden embarazadas en ciertos momentos donde hay índices muy altos de Zika, teniendo en cuenta que es un país donde vive mucha gente por debajo del umbral de la pobreza y, que al final, la pobreza es una rueda que se perpetúa. Si tienes un hijo sin cerebro, como es el caso del Zika, y le tienes que cuidar no puedes salir a trabajar… ¿Qué sentido tiene esto? ¿Qué sentido tiene traer al mundo a un niño sin cerebro? Igual para la Iglesia todas las vidas son dignas, pero, ¿qué hay del desarrollo de la mujer? ¿Qué hay de esas niñas madres que tienen niños bajo estas circunstancias? En Brasil las mujeres que abortan son mujeres de clase media-alta. Abortan fuera del país. Y las que no, lo hacen en clínicas clandestinas. Pueden morir de una septicemia o de una hemorragia. Cuando me contaron esta historia de una mujer española dije: “No me lo puedo creer. No puedo creer que esto siga pasando”.

—La protagonista, además de la situación de salud que atraviesa, tiene un pasado político, ideológico, con el que se sigue identificando y que sigue teniendo peso en su presente y en las decisiones que toma. ¿Somos producto de nuestros pensamientos, de nuestra ideología? ¿Todas nuestras acciones, hasta las más nimias, son políticas?

"Me parece que deberíamos ser un país laico de verdad y que hubiera una separación entre Iglesia y Estado"

—En este caso quise que esa cosa de las capillas tuviese mayor peso, porque tenía un testimonio de una persona que había participado y me parecía que venía al caso incluirlo, por este telón de fondo constante que es la Iglesia y lo que ello implica para nuestra concepción del mundo y del aborto en particular. Me parece que deberíamos ser un país laico de verdad y que hubiera una separación entre Iglesia y Estado. No hay dinero para un montón de cosas que hacen falta, tanto a nivel de Sanidad como de Educación, y luego le pagamos esos millones a la Iglesia… Me parecía interesante darle al personaje ese pasado. En realidad, es una trampa narrativa, porque el personaje real en el que se basa mi historia es una persona muy creyente que tuvo de hecho un grave conflicto, no interno, porque ella lo tenía clarísimo, pero como que eso no casaba con la forma en la que la habían educado. Eso me parecía importante. ¿En qué brete te han puesto? Pero ella no lo dudó en algún momento, ni sentía culpa alguna y esto entraba en mucha contradicción con sus creencias, pero bueno, ella luego fue madre. Ha tenido un final feliz.

—En la novela se habla de la cultura del esfuerzo que dio paso a una generación laboralmente descolgada.

—Es que todos los millennials teníamos una idea de lo que íbamos a conseguir en el mundo laboral, y lo que hemos conseguido… Toda la polémica de Ana Iris Simón yo la entiendo, porque al final es cierto. Tuve un contrato de prácticas, pero tuve la suerte de que luego me contrataron. Y en el contrato de prácticas realmente me formaron, no me dejaron ahí haciendo un trabajo y luego formar a los siguientes becarios, que es lo que les pasó a muchas amigas mías, que seguían siendo becarias con treinta años. Yo si hubiera sido becaria no habría podido tener a una niña que tiene ahora tres años. La postura de Ana Iris la comprendo: es verdad, muchas veces nuestras abuelas vivieron mejor de lo que vivimos nosotras. Trabajo todo el día, luego vuelvo a casa, tengo que hacer la cena, ocuparme de mi hija y tengo una sensación de agobio que… igual no tenían mis abuelas. Es verdad que tengo más libertad, pero ¡en fin!

—¿Será Leña menuda una novela generacional?

—Ojalá. Ojalá. Me gustaría mucho ser leída, pero muchas veces gente de mi generación no tiene dinero para comprar libros, pero sí, ojalá. A mí me ha ayudado mucho leer a escritoras de mi generación. Me he sentido validada, me he sentido autorizada para escribir. Es muy importante lo de los roles y los ídolos. Si tú ves que solo publican hombres de mediana edad, tirando a 50-60 años, no haces esa identificación y, al ver que muchas mujeres escribían… Pienso en Sabina Urraca, en Aixa de la Cruz, que trataban temas que a mí me tocaban muy de cerca y que a lo mejor a mis padres no. Eso me hizo pensar en un relevo generacional, en el que quizá no habría pensado si hubieran seguido publicando solo novelas de señores de mediana edad. Por otra parte, según vemos en los datos, sigue habiendo muchas menos mujeres que publican que hombres que publican, y está el tema del cuidado. Ursula K. Le Guin decía que los niños se comen los manuscritos. Al final es más difícil hoy día para la mujer sacar tiempo para la creación que para el hombre, porque nosotras somos las que llevamos el peso del cuidado. Pero fíjate, que yo había estudiado Filología, soy editora y no me sentía autorizada a ello. Al alcanzar cierta madurez profesional, cierta estabilidad, y al mirar a mi alrededor y ver que se publicaban novelas a escritoras de mi edad a las que yo tenía en alta estima… me animé.

—A veces, al referirse a una escritora, se añade la coletilla: «La escritora más joven en ganar» tal premio, algo que no se dice de escritores hombres jóvenes.

—Para mí eso es un orgullo. Tuvimos una bromita con eso, porque estaba hablando en la presentación de la infantilización de la mujer, porque lo de esperar seis días, según la ley belga (que es fantástica en todo lo demás), para tener que abortar, es un problemón. No sólo a nivel económico, sino que en el embarazo cada día que pasa el feto va creciendo y es una tortura psicológica estar una semana pensando que lo que tienes dentro y se está moviendo va a morir. Eso me parece muy poco caritativo. Justo me preguntó un amigo: “¿Qué opinas de esto que dice el jurado?”. El jurado dice “Un relato estremecedor y sorprendentemente maduro”, y yo me estuve riendo de la frase. No sé si se diría “sorprendentemente maduro” de un hombre. Me quedo con lo que importa, que han dado un premio a un libro muy valiente. Me hace mucha ilusión que Almudena Grandes estuviera en el jurado. Para mí es un referente, es la matriarca de las letras españolas. Es lo que más ilusión me hace.

—Es usted filóloga y editora. ¿Cree que ha influido o ha pesado su formación para dedicarse a la escritura?

—Salí de la carrera muy subidita, pensando que lo sabía todo. Dos carreras, un máster, muy buenas notas… Llegué a Alianza Editorial y descubrí que no sabía nada. Esta lección de humildad me ha servido mucho para abordar la escritura, porque al final me pasé muchos años estudiando Literatura y luego me he pasado muchos años practicando la Literatura por persona interpuesta, digamos, pensando cómo mejorar una frase, cómo redactar una nota de prensa. He llevado las redes de Alianza desde 2010. Ser editora de Alianza (¡ahora voy a empezar a editar el Ulises!) supone una gran riqueza intelectual, es un gran caldo de cultivo para mí y una forma de descubrir autores. Todas las citas de Leña menuda son de libros de Alianza, porque no tengo tiempo de ir a la biblioteca. Pero tengo acceso a todos los archivos digitales. Eso ayuda mucho. Siempre decimos que el libro de bolsillo de Alianza es como la Biblioteca Universal. Tener a mi alcance esa Biblioteca Universal, aunque no tenga tiempo para ir físicamente a una biblioteca, no solo me abre la mente, por ejemplo, a los mitos germánicos, o asuntos lingüísticos, sino me hace descubrir también nuevos autores. Vamos a editar ahora unos relatos inéditos de Naguib Mahfuz, que es el Nobel egipcio. Al final estoy en el centro de un sitio con una gran actividad intelectual, y eso es un caldo de cultivo buenísimo para la escritura y el pensamiento. Mi jefa, Valeria Ciompi, la directora editorial de Alianza, es mi mentora. Me ha formado desde hace diez años, y todos los días aprendo algo nuevo.

—Ha coincidido prácticamente en el tiempo la publicación de esta novela con la que publica Altamarea.

—La novela de Altamarea ediciones la publiqué primero, en noviembre. Leña menuda ha llegado un año más tarde.

—¿Siempre pensó presentarse a este premio?

"Este premio me ha dado la esperanza de que sí, de que merece la pena llegar a más lectores"

—Sí, de hecho me presenté con la novela anterior. Recuerdo que una persona cercana me decía: “¿Dónde vas? Te vas a frustrar si ambicionas tanto”. No lo conseguí a la primera, lo conseguí a la segunda. Y la primera novela fue finalista del Premio Memorial Silverio Cañada a la mejor primera novela negra en castellano. Creo que a escribir se aprende escribiendo. La gente me pregunta si respecto a la tercera novela no siento presión. Ni de broma. Lo que siento ahora es una gran alegría y tranquilidad, porque mi principal problema a la hora de enfrentar la página en blanco es convencerme a mí misma de que eso merece la pena, que merece la pena dedicar el tiempo y el esfuerzo. Quitar ese tiempo y ese esfuerzo a otras cosas de mi vida. Llevo cuatro años sin ir al gimnasio (risas). La niña, el puré, todo lo que tengo que hacer, mi trabajo… pero este premio me ha dado la esperanza de que sí, de que merece la pena llegar a más lectores y compartir una historia que creo que merece ser compartida. Cuando escuché el relato de mi amiga, pensé: “¡Menos mal que me lo ha contado! Yo se lo voy a contar a todas las personas a las que pueda contárselo, porque esto no debería ser un secreto, sino algo que sepamos todas”. Lo que le pasa a una nos puede pasar a todas, y si no sabes que tienes una opción —si no te lo cuentan, porque no te lo cuentan— de ir a otro país y poner fin a ese embarazo no deseado que puede acabar con tu vida y suponerte a nivel económico, a nivel de dolor y de sufrimiento propios… Como madre sufres con tu hijo. Cada vez que me suena el móvil pienso: “Se ha matado mi hija”. Dice mi marido que él no conoció el miedo hasta que nació Claudia. Mi hermano era asmático de pequeño y pasaba mucho tiempo en el hospital, y mi madre sufría muchísimo. Imagina eso multiplicado por veinte, niños que no tienen esperanza de vida. No tienen esperanza de vida, pueden morir en cualquier momento.

—Escucharte es viajar a los sesenta. En muchas cosas no hemos evolucionado nada.

"Somos nosotras las que cuidamos, deberíamos tener nosotras la capacidad de decidir y no el obispo de turno o el juez de turno"

—La ecografía importante te la hacen en la semana 20. Si va mal esa ecografía te hacen la amniocentesis. Los resultados de la amniocentesis tardan dos semanas. Ya estamos en la semana 22. Ya no te da tiempo. En la práctica… ¡en fin! Yo no pondría un plazo para el aborto de malformaciones. Además, esta sociedad no te ampara nada. Somos nosotras las que cuidamos, deberíamos tener nosotras la capacidad de decidir y no el obispo de turno o el juez de turno. De esto habla Mosterín en un artículo (tiene un libro titulado El triunfo de la compasión). El otro día hablando con una amiga me decía: “No me importa el sacrificio, Marta, yo me hubiera sacrificado. Pero ¿qué va a ser de este niño cuando yo no esté?”. Las pensiones de invalidez son una puta broma. ¡Hay un desamparo tan grande!

—La sociedad ha dejado de lado a mucha gente.

—Sí.

—¿Hacia dónde encamina sus pasos ahora Marta Barrio? ¿Podría contarnos cuáles son sus próximos proyectos literarios?

—No estoy haciendo ahora nada. Estoy pensando en un proyecto sobre la infancia, la familia y el verano. Quiero que sea una novela veraniega y luminosa. Veremos a ver si sale.


Además, Falete y María Villalón interpretan el tema "S.O.S" de Mayte Martín al inicio del programa.

 María Villalón- Habaneras de Cádiz- Tierra de Talento 2020 - YouTube

Nuestra soprano granadina y miembro del jurado, Mariola Cantarero, se sube al escenario junto a cuatro exconcursantes del talent show con más audiencia de la televisión para celebrar el Día Mundial de la Ópera que tiene lugar el lunes 25 de octubre.

Las cinco sopranos, Mariola Cantarero, Beatriz Gálvez, Celia Roberts, Laura Crespo e Isabel Oliver, han interpretado de manera magistral una pieza que habla de libertad de la Ópera "Nabuco": 'Va, pensiero', el coro del tercer acto de la ópera de Giuseppe Verdi, en fa sostenido mayor, de 1842, con letra de Temistocle Solera, inspirada en el Salmo 137 "Super flumina Babylonis".

Además, el programa comienza con una actuación muy especial entre María Villalón y Falete, que se suma este sábado como jurado en lugar de Jesús Reina.

Ambos interpretación de forma maravillosa el tema de Mayte Martín "S.O.S". 

 

 

Alcanzó la fama en un informativo satírico, fue guionista de un documental que ganó un Goya y un día se retiró a vivir en una casa perdida en el bosque. Allí lleva cinco años y ahora publica el diario de su soledad en medio de la naturaleza,.

 Beatriz Montañez, fotografiada junto a su casa./mario martín

La noche del 29 de mayo de 2016, Beatriz Montañez llegó a una casa perdida en un bosque, donde no vivía nadie desde hacía trece años. Una casa sin electricidad ni agua corriente, situada a 25 kilómetros del pueblo más cercano y con una mala cobertura telefónica. Se instaló en ella cuando se dio cuenta de que la celebridad que le había dado la televisión, gracias sobre todo al programa 'El Intermedio', había enturbiado su conciencia de sí misma y de su destino. Allí sigue viviendo, sola, y en este tiempo de alejamiento y búsqueda ha averiguado los nombres de los árboles y los animales de la zona, ha perdido el miedo a los insectos y se ha convertido en vegana. Ha estado enferma, ha sufrido accidentes y ha aprendido a callar su voz interior y disfrutar de un silencio absoluto. Su jornada se compone de paseos, meditación, lectura y escritura. Tiene más de 200 libretas con las preguntas que se ha hecho y las respuestas que ha alcanzado a darse. Durante el primer año de su estancia en la casa elaboró un diario ('Niadela', Ed. Errata naturae, acaba de llegar a las librerías) con claras influencias de Thoreau y Emerson. De su vida pasada y su vida presente habla esta entrevista. Y si la felicidad se puede medir en sonrisas, Beatriz Montañez es muy feliz. Durante esta larga conversación solo una vez su rostro adquiere un tono de resignación. Son apenas unos segundos, cuando habla de la dificultad de mantener una relación amorosa viviendo en un lugar perdido. Un lugar en el que quiere continuar. «Si algún día los amigos que me dejan la casa quieren recuperarla, tendré que buscar otra parecida. Pero me daría pena», asegura.

Lleva casi cinco años en esa casa. ¿Pensó al llegar que estaría tanto tiempo allí, viviendo de esa manera?

– Nunca. Solo pensaba que necesitaba soledad, tiempo para dar vueltas sobre los siguientes pasos que debía dar en mi vida.

El cambio fue brutal:estudió en EE UU, trabajó en TV, fue guionista de un documental que ganó un Goya, y de pronto buscó un aislamiento extremo.

– Thoreau y Emerson, que son quienes siempre se citan en estos casos, no se aislaron tanto, es cierto. Pero no soy la primera que ha buscado un alejamiento tan radical. Las crisis vitales requieren de grandes cambios, de tiempo para escucharte, hacerte preguntas y hallar respuestas. Deberíamos estar todos atentos a nuestras necesidades, porque si no, vivimos la vida a medias.

No sé si conocía antes los nombres de los árboles y los animales del bosque, pero ya se los sabe todos. Y ha tenido que vencer el miedo a algunos insectos.

– Me he hecho especialista en los animales y las plantas que hay allí. Ymis amigos recuerdan lo alborotada que me ponía al ver algunos bichos. Era una histérica con los insectos.

¿Y ahora?

– He cambiado, y ha tenido que ver con la observación. Ves arañas, por ejemplo, y descubres cómo se relacionan con otros animales, y cómo no reaccionan igual las de un tipo que las de otro. O con los seres humanos.

«Mis amigos recuerdan que era una histérica con los insectos»

adaptación

Silencio y miedo

En el libro cuenta el trauma que supuso, a los cuatro años, la muerte de su padre, tras la que estuvo sin hablar mucho tiempo. Yde adolescente instauró el 'día del silencio', una jornada semanal en la que no decía nada. Ya iba entrenada para una experiencia así.

–Me encanta el silencio. Mis amigos saben que muchas veces no siento la necesidad de hablar. El silencio es una forma de poder escucharte. Y, para hablar tonterías, ¿por qué abrir la boca?

Ha sufrido accidentes, ha estado enferma y apenas ha recibido visitas en este tiempo. ¿Cuántas veces ha tenido miedo?

– Creo que nunca. Eso tiene que ver con que crecí sola porque mis hermanos son mayores y mi madre trabajaba fuera. El miedo nos lo inoculan: un niño se enfrenta a las cosas de forma más arriesgada. Luego te van diciendo: cuidado con esto, que te vas a caer, o te puedes hacer daño. En la medida de lo posible sería bueno que un niño descubriera las cosas por su cuenta. A mí me parece más peligrosa la ciudad.

¿Por qué?

– Desde luego es más peligroso pasear de noche por Nueva York, Los Ángeles o Tokio, por decir sitios donde he estado o vivido, que por el bosque. El ser humano tiene el poder de hacer a otro ser humano vulnerable. Me da más miedo la enfermedad.

También las ha sufrido, como cuenta en el diario.

– Sí, fui consciente de que me equivoqué con unas plantas que cogí para cocinar y enseguida me di cuenta de que tenía algo parecido a una gastroenteritis. Me daba miedo que nadie respondiera a mi petición de ayuda.

Eso no deja en buen lugar a las personas próximas a usted.

– Es que todos tienen sus vidas. Siempre he querido resolver sola mis problemas. Si llamo pidiendo ayuda estoy forzando a alguien a venir aquí unos días y gastar un dinero en el viaje. Estoy lejos de la civilización, y no quería poner a nadie de mi familia en la tesitura de elegir entre cuidar de mí o atender a los suyos. El pasado verano me picó un escorpión. Sentí un dolor tremendo. Había leído que la picadura de los escorpiones que hay por aquí no es mortal, pero llamé a mi hermano, que sabe de estas cosas, y me dijo que podía aguantar un dolor intenso o ir a un centro médico a que me pusieran una inyección.

¿Y qué hizo?

– Me quedé en casa y el dolor fue pasando.

Se llevó otro susto cuando se cortó un dedo con una máquina.

– Aún recuerdo la cara que puso el médico. Cuando me corté, reaccioné recuperando el trozo de dedo y colocándolo en su sitio, y envolviendo todo en un trapo de cocina que quedó completamente ensangrentado tras media hora de coche hasta el ambulatorio. No fui consciente de por qué hice todo eso. Hace unos meses lo interpreté como una metáfora:estaba recomponiendo partes de mi personalidad que había ido tirando para adecuarme a lo que los demás esperaban de mí.

¿Qué le dijeron las personas más próximas cuando anunció que se retiraba al bosque?

– Mi madre siempre ha dicho que soy especial, aunque ella nunca ha entendido cómo puedo estar sin hablar. Mi pareja de entonces lo entendió porque había vivido conmigo la crisis que derivó en mi alejamiento. Y mis amigos ya estaban acostumbrados a ausencias de dos o tres meses en las que cogía una mochila y me iba a viajar.

¿Era vegana antes de esta experiencia?

– No. Decidí serlo cuando llevaba algo más de un año. Me dije que si disfrutaba tanto con los animales que me rodeaban no podía comérmelos. Pero cuando estoy con amigos y vamos a comer, no les reprocho de ninguna manera lo que comen.

«Lo más triste de estos cinco años ha sido el final de la relación con mi pareja»

los peores momentos

Preguntas y respuestas

Porque cada medio año va a la ciudad.

– Sí, y cómo aprecio ahora la diferencia. Cada experiencia –ir al teatro, a un restaurante– es mucho más intensa. Aunque a los tres o cuatro días, estoy deseando regresar a mi casa.

Ha dicho que vive con 150 euros al mes.

– Eso se ha interpretado mal. Como con 150 euros al mes, pero gasto mucho más en libros, por ejemplo. Me alejé del mundo entre otras cosas por lo que se decía sobre mí que no podía controlar, cosas que no eran en absoluto reales y que te hacen dudar de quién eres de verdad.

¿La reconocían cuando bajaba al pueblo a hacer las compras?

– No, porque iba con un gorro y unas gafas de sol.

¿No llega a hartarse de su propia voz interior?

– La meditación hace que seas capaz de callar esa voz. Hace unos años estuve veinte días en un templo, haciendo 13 o 14 horas diarias de meditación, y llegué a conseguir ese silencio.

¿Se desdobla en dos personajes para hablar consigo misma como hace alguna gente?

– No. En mi primer año en la casa leí mucho a Jung y Freud y descubrí la mayéutica de Sócrates. Aprendí a conocerme, y rellené más de 200 libretas con preguntas que me iba haciendo y las respuestas que alcanzaba a dar. Fue muy útil.

¿Suele releerlas?

– Sí, releo algunas y noto un cierto tono de frustración, rabia y tristeza en las primeras. Ya la vez, cierta arrogancia en las respuestas.

Cuenta que la relación con su pareja se ha terminado. ¿Es consciente de que, si sigue viviendo así, es poco probable que encuentre a alguien dispuesto a despojarse de todo y compartir su espacio y su vida?

– El momento más triste de estos cinco años fue el del final de la relación. Seguimos siendo amigos, como me sucede con otros ex. Creo que eso es importante porque han sido parte de mi vida. Soy consciente de lo que me dice, de la dificultad de encontrar a alguien viviendo como vivo. Por un lado, me entristece;pero por otro no quiero renunciar, y si llevar la vida tan maravillosa que llevo me obliga a algún sacrificio, lo haré. Porque ahora me siento más libre.

¿En qué sentido?

– Estuve años viviendo en una gran casa, con dinero, yendo a Milán a un restaurante o a Londres a una exposición o un estreno. Para mí los viajes eran lo importante. Pero ahora es muy placentero decir que mi vida se reduce a una maleta. La clave de la libertad es no tener nada. En cuando tienes algo, empiezan las responsabilidades y todo te exige tiempo. Eres libre en el momento en que no tienes nada.

Trabajaba en un programa humorístico en TV y le prohibieron reírse. Si su carrera profesional hubiese sido distinta, ¿habría continuado con una vida más convencional?

– En 'El Intermedio' lo que sucedió fue que el director me dijo que tenía que dejar de hacer algo que salía de mí. Mi naturalidad dejó de ser una baza a favor y no entendí por qué. También me prohibieron mirar a Chechu (El Gran Wyoming). Siempre estaré muy agradecida al programa, porque era poco más que una becaria y me dieron una gran oportunidad. Pero un día me dijeron que, como tarde o temprano iba a marcharme, me buscarían una sustituta.

«La meditación hace que seas capaz de callar tu propia voz interior»

REFLEXIÓN

Mostrar los defectos

¿Y pensaba marcharse?

– No. Yo ya había rechazado algunas ofertas, pero empezaron a hacer un 'casting' con alumnas de Periodismo de la Complutense y cada tarde, al llegar, veía sentada en mi silla a alguna chica leyendo el guión que yo había hecho la noche anterior. Eso fue mermando mi autoconfianza. Así que me fui. Pero no me marché al bosque por eso. Hubo muchas más razones. 'Niadela' ha sido como mi segundo vientre materno.

¿Qué tiene que suceder para que vuelva a vivir en la ciudad, en un piso, rodeada de gente?

– No lo sé. Hacer planes es bastante absurdo. Siempre hay algo que aprender de cada circunstancia vivida. Quiero poder seguir escribiendo, ese es el camino. Pero voy a dejar que el destino me muestre a dónde me lleva.

«Tratar de mostrarnos perfectos nos hace impenetrables»

CONFESIONES

Ya al final de su libro recomienda que evitemos sentir inquietud o miedo a cuenta de personas y hechos que no nos importan. ¿Debemos desnudarnos, metafóricamente, para ser felices?

– Sí, y no acabo de entender por qué es tan difícil. Creo que yo he hecho un ejercicio de honestidad porque muestro quién soy con todos mis defectos. Tratar de aparecer perfectos nos hace impenetrables. A alguien a quien todo le va bien le puedes envidiar, pero no te acercas. Mire lo que sucede en las redes sociales: todo el mundo se muestra perfecto y hermoso. Mientras, la realidad dice que la pobreza crece, los suicidios se disparan... Mostrando mi vulnerabilidad invito a los demás a mostrar la suya.

TITULO:  El escarabajo verde - Metaverso, la nueva caverna,.

 Metaverso, la nueva caverna,.

 Interior de la cueva Llamazares. /

foto - Interior de la cueva Llamazares.

Diferentes especialistas en Geología han elaborado 'Gota a Gota', un folleto divulgativo sobre esta cueva ubicada en el municipio leonés de Valdelugueros, como resultado de diversos estudios desarrollados en el último año sobre su origen, evolución, estado actual y otros enigmas,.

Investigadores y especialistas de las universidades de León y Granada y del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) han desarrollado en el último año distintas investigaciones sobre la Cueva de Llamazares, un laboratorio natural donde adentrarse y sorprenderse con la geología. Esperanza Fernández, Ismael Coronado, y Juncal Cruz, profesores del Departamento de Geografía y Geología de la ULE y Javier Fernández Lozano, del Departamento de Tecnología Minera y Topografía, han profundizado sobre esta cueva ubicada en el municipio leonés de Valdelugueros, en sintonía con Daniel Ballesteros, investigador de la Universidad de Granada, Rodrigo Castaño, divulgador de la naturaleza leonesa, Darío Fidalgo, doctorando FPU, y Sofía del Río, graduada en Biología.

Algunos de esos primeros avances de las investigaciones se hicieron eco en las últimas jornadas de Geología 2021 organizadas por la Sociedad Geológica de España, sin embargo, a partir de este evento surgió la idea de elaborar un folleto divulgativo sobre la cueva. Así, nació 'Gota a Gota. La Cueva de Llamazares', una publicación de 16 páginas, destinada a «un público inquieto y amante de la Naturaleza donde queremos mostrar el enorme valor estético de la cueva de Llamazares, hablar de su origen, su desarrollo y su estado actual y también de los secretos que su estudio nos está desvelando», señala Esperanza Fernández.

Los estudios realizados han analizado el origen de la cueva, cómo ha sido su evolución hasta tener la forma actual, qué minerales tiene y cómo se han formado sus diferentes espeleotemas (los llamados coraloides), y qué seres vivos la han habitado o visitado a lo largo de su historia, entre otros valores. Todos estos aspectos están recogidos en la divulgación 'Gota a Gota' cuya impresión ha sido financiada por el Ayuntamiento de Valdelugueros y que los visitantes bien pueden descargarse a través del siguiente enlace o bien conseguir un ejemplar en el centro de recepción de la Cueva.

Amplia variedad de espeleotemas

Situada en el corazón de la Montaña central leonesa, en la parte alta del río Curueño, la Cueva de Llamazares fue utilizada desde tiempos inmemoriales por animales y seres humanos que habitaban sus alrededores.

Ya en el siglo XX, la cavidad fue visitada con fines deportivos y científicos por diversos colectivos espeleológicos, especialmente por el legendario Grupo Espeleológico de Matallana (GEM). Tras muchas vicisitudes históricas, la cueva fue reabierta al público en el año 2016 y hoy puede ser visitada en compañía de guías expertos gracias a la labor de la empresaria Sandra Fernández García y de la guía Elena Fernández García.

Uno de los rasgos más destacados de la cueva de Llamazares es la cantidad y diversidad de espeleotemas que presenta, los cuales hablan de una historia larga y compleja. «La clasificación de este tipo de depósitos se basa en una amplia variedad de características, como son su morfología, su estructura interna, los mecanismos que les han dado origen o la posición que ocupan dentro de la cueva», según queda recogido en la publicación.

Algunos tipos de espeleotemas están muy bien representados en esta cueva y juegan un papel primordial en la configuración de su sorprendente paisaje subterráneo. Los más habituales son estalactitas, estalagmitas, banderas, coladas, coraloides y microlagos, y dentro de cada una existe una amplia variabilidad «que contribuye a que cada rincón de la cueva de Llamazares sea único».

Laboratorio natural

Uno de los grandes atractivos de la Cueva es el fenómeno de la fluorescencia, que se produce «cuando la luz ultravioleta (a través de focos colocados en el recorrido) interactúa con elementos químicos, excita los electrones que están en las capas externas de los átomos y estos saltan temporalmente a otras capas superiores del mismo.

Cuando éstos regresan a su posición original generan luz (fotones) en forma de fluorescencia», detallan en 'Gota a Gota' los investigadores quienes también están estudiando los ecosistemas y las faunas del pasado a través de los huesos y material recuperado de osos, gatos monteses, caballos, jabalíes, pequeños mamíferos y aves, entre otros animales. Por último, es importante valorar cómo los científicos van más allá en la compilación de información y concluyen que las cuevas podrían albergar algunos compuestos químicos de gran interés en la lucha contra las llamadas superbacterias, aquellas que son resistentes a los antibióticos. En definitiva, un tesoro formado gota a gota, un laboratorio natural que ayudará al visitante a comprender el funcionamiento del planeta. 

 

TITULO:  Días de cine clásico - Cine - Charada ,. , Miercoles -10- Noviembre ,.

  Este  Miercoles -10- Noviembre   a las 22:00 en La 2 de TVE, foto,.

 Charada

Reparto
 
 
Tras pasar unas vacaciones en una estación de esquí donde ha conocido a Peter Joshua (Cary Grant), Reggie Lampert (Audrey Hepburn) va a pedir el divorcio a su marido. Pero cuando llega a París descubre que éste ha sido asesinado y su apartamento está vacío. En la embajada americana le informan de que su marido, junto a otros cómplices, habían robado un cuarto de millón de dólares al gobierno de los Estados Unidos. El dinero ha desaparecido y todos creen que lo tiene Reggie. Peter le ofrece su ayuda pero, a medida que los cadáveres aumentan, para Reggie cada vez es más difícil saber en quién puede confiar. 
 
 

TITULO:   Un país para escucharlo -   Miajadas honrará a su patrona, la Virgen de la Consolación ,. 

 
Un país para escucharlo,.
 

Este martes-9- Noviembre , a las 23.00 por  La 2, foto.

 Miajadas honrará a su patrona, la Virgen de la Consolación ,. 

La virgen saldrá en procesión el domingo 14 de noviembre acompañada por la Banda municipal de música,.

Miajadas acogerá distintas actividades de carácter religioso en honor a su patrona, la Virgen de Consolación, desde este viernes día 5 hasta el 14 de noviembre.

Las actividades consistirán en misas y novenas dedicadas a la virgen, que tendrán como colofón la procesión del domingo 14 de noviembre donde la imagen irá acompañada por la Banda municipal de música. Saldrá desde la iglesia Santiago Apóstol y recorrerá la calle Santiago, Corredera, avenida Trujillo, travesía Ramón y Cajal, para volver a la entrada de la iglesia.

En todos los actos se podrá ofrecer a la virgen alimentos o donativos destinados a los más necesitados.

Desde el Ayuntamiento de Miajadas recalcan que se espera colaboración ciudadana en cuanto al cumplimiento de todas las medidas higiénico-sanitarias recomendadas por las autoridades y la organización.

Del mismo modo, solicitan a los vecinos de las calles que se detallan en el recorrido previsto para la procesión del domingo 14 de noviembre que queden libres de vehículos las calles una hora antes de la procesión