jueves, 16 de julio de 2020

Viva la vida - Ana Fernández .SABADO- 18- Julio ,./ VIVA LA VIDA - Nacho Vigalondo, DOMINGO -19- Julio. / Ese programa del que usted me habla con - Prohibido nacer,. / Toros para todos - Madrid blinda los toros: recuperará la escuela de la Venta del Batán y su presencia institucional en Las Ventas,.

TITULO: Viva la vida -  Ana Fernández  . ,.SABADO -18- Julio,.

El sabado -18- Julio a las 16:00 por Telecinco , foto,.



Ana Fernández,.

Ana Fernández: "Los actores de antes vivían como Dios, pero yo dudo que me pueda comprar un piso algún día",.



ANA FERNÁNDEZ. Madrid, 1989. Tras el boom de 'Las chicas del cable', ahora protagoniza 'Voces', película de (mucho) miedo que se estrena el próximo viernes 24. Actriz, modelo, cantante... habla del negocio con una autoconciencia que impresiona.
He de confesar que no he visto la película porque soy muy cobardica y no le encuentro el sentido al cine de terror. ¿Por qué gusta el miedo?
Porque el terror da morbo, da esa sensación de adrenalina de subirte a una montaña rusa o al tren de la bruja. ¿Por qué a todos esos niños y adolescentes les gusta tanto subirse a la lanzadera en el parque de atracciones? Es por la sensación de pasarlo mal, pero con control. Al final, trata de temas muy misteriosos en los que todo el mundo, diga lo que diga, cree un poco porque nadie conoce la verdad con certeza. El terror nos ofrece duda, morbo y curiosidad.
¿Tú crees en asuntos paranormales, fantasmas, otras vidas y demás?
Sí. Mi personaje en la peli no tiene nada que ver conmigo en ese aspecto, porque es muy escépitco y cree que todo tiene una explicación lógica y terrenal. Yo no. Creo en bastantes cosas, aunque sobre todo creo en la energía, que es algo científico: ni se crea ni se destruye, sólo se transforma. Así que creo que los seres humanos somos energía y nunca desaparecemos. El más allá, el mundo de los sueños, dónde va nuestra energía tras la muerte, la reencarnación... No sabemos exactamente cómo, pero todo eso está ahí. Puedes creer de una manera positiva y con luz o de un modo oscuro, como algo terrorífico, pero no hay luz sin oscuridad. Creo que hay energías buenas y malas y que hay un mundo paralelo oculto al que sólo entramos en sueños y es cojonudo. Entonces, como creo en esa luz, respeto muchísimo la oscuridad. Jamás he hecho una güija ni ando haciendo el tonto con los muertos para echarme unas risas. Ni de coña.
Vamos a un miedo más terrenal. La reapertura de las salas tras la pandemia está siendo un fracaso. ¿Te preocupa que el cine no se levante?
Creo que con el tiempo se normalizará, no se puede pasar de golpe de ametrallarnos los medios de comunicación y los políticos con que era una situación de gravedad extrema y de pánico a que ahora, porque interesa y hay que consumir, salgamos todos en masa a gastar. La humanidad es bastante marioneta y bastante oveja, pero tampoco somos gilipollas. Nos tenemos que readaptar a la vida fuera de casa, eso requiere tiempo y reeducación. Además, gracias a Dios, existen estas nuevas plataformas tan maravillosas que ofrecen un soporte muy guay para el cine. Han dado una vida acojonante a las películas. Yo, que soy una hija adoptiva de Netflix, sé que cuidan de maravilla el producto y es una alternativa fantástica a las salas.
¿Has notado el efecto Netflix, que multiplica por mil la fama, con 'Las chicas del cable'?
Como nosotras fuimos el conejillo de Indias, porque fue su primera serie en España, no vivimos ese cambio tan brutal en redes sociales que han tenido series posteriores. Obviamente, nos sigue mucha más gente y nos conocen en todo el mundo, porque las fronteras desaparecen, pero no he notado un cambio de vida radical. Aunque es cierto que su capacidad de márketing es tremenda. Lo que más me impactó y no voy a olvidar en la vida fue ese pedazo de cartel que pusieron en la Puerta del Sol en la primera temporada. Me abrumaba pasar por allí. Fui con mi chico para hacerme la típica foto para el recuerdo muerta de vergüenza y medio disfrazada. Qué burrada. Fue acojonante. Además, es un sitio que sale en la tele constantemente: manifestaciones, celebraciones de fútbol... y ahí detrás estaba siempre el cartelón. Es lo que más me impresionó. Más que viajar por todo el mundo a promocionar la serie. Ese viejo sueño de los actores españoles de llegar a Hollywood ya no existe, porque con las plataformas no hay fronteras.
Tu vida personal no es especialmente privada. Revistas del corazón, exposición permanente en redes sociales... ¿No te incomoda?
No. Ahora mismo, este negocio es un círculo y para funcionar en ese círculo tienes que participar en todas sus partes. Tienes que hacer series y películas, pero también tienes que hacer publicidad, salir en medios y mostrarte en redes sociales. Nuestro Instagram es nuestro book para las marcas y para los proyectos. Esto es así y hay que aceptarlo sin llevarse las manos a la cabeza.
Se acabó aquello del artista enigmático e intenso...
En mi generación, sí. El truco está en saber manejar lo que muestras y lo que no. Yo sé lo que quiero enseñar en mis redes: una foto que salgo guapísima, otra tierna con mis perritos, otra de amigas... Acepto este juego porque si no estás ahí, la rueda no gira. La publicidad es hoy clave, porque la diferencia de sueldos con la tele y el cine es tremenda y sobrevivimos gracias a ella. Yo tengo una cuenta de ahorro gracias a las marcas, no a los capítulos. Pero para que te llamen para publicidad y tengas esa tranquilidad económica, tienes que salir en películas y series. Y las dos cosas juntas provocan que la prensa esté pendiente de ti, de si vas a la playa, de qué bikini llevas y de si se te ve bien con tu pareja. Todo eso se mezcla en un cóctel que es esta profesión a día de hoy. Los millennials hemos vivido muchas crisis y nos reinventamos muy bien. Las generaciones anteriores en esta profesión han vivido como dios, porque había unos sueldos brutales y pudieron invertir, comprarse casas... Pero nosotros, no. Yo dudo bastante que llegue el día en que me pueda comprar una casa.
¿No has podido aún?
No, llevo currando en esto 10 u 11 años y no he ganado lo suficiente para comprarme una. Hay una imagen muy engañosa de lo que ganamos los actores. Es una profesión muy jodida, porque somos los pobres de los millonarios. Pago impuestos como un futbolista, pero gano el dos por ciento. Es lo que hay. Los que ahora tenemos 30 o 35 nos hemos comido toda la mierda de esta profesión: las crisis, la bajada de sueldos, el descenso de las publis... Por eso nos hemos tenido que reinventar, conocer y asumir las reglas del juego. Y participamos en él sin problema. Entiendo que para un actor de 60 años sea difícil adaptarse a esto, porque no lo ha vivido, no lo necesita y no lo comparte, pero para nosotros no ha habido otra opción.
Pese a ser tan consciente del entramado, has pisado algunos callos de la industria; por ejemplo, exigiendo la equiparación salarial entre actrices y actores.
A los actores nos llaman los muñecos en los rodajes. No tenemos ni voz ni voto, deciden cuándo hablamos, cuándo comemos, cuándo vamos a hacer pis y cuándo nos podemos seantar. Pero en ciertos momentos sí tenemos más voz que otra gente mucho más poderosa, pero sin nuestro altavoz mediático ni nuestro rostro conocido. Ahí es donde nuestras palabras tienen poder y hay que usarlas con cabeza. Cuando yo me he metido en un berenjenal, lo he hecho sabiendo perfectamente lo que iba a pasar. Ya no voy con la verdad por delante como una loca como cuando tenía 17 años, ahora mido y controlo el mensaje. Sé las consecuencias de mis palabras y no me importan cuando me compensa denunciar una injusticia o mostrar mi desacuerdo con ciertas situaciones. Pero si te fijas, nada de lo que he dicho ha tenido consecuencias negativas reales para mí. Controlo perfectamente.
Comentabas que ya de adolescente estabas metida en esto, ¿arrastras traumas de niña-actriz?
No. Nunca fui una niña de "mamá, quiero ser artista". Para mí era una vía de escape para crecer, crear y disfrutar. En el colegio y en el instituto, siempre que había grupo de teatro me apuntaba, pero por divertirme. Salí en El joven Picasso con tres añitos porque unos amigos de mis padres eran directores de casting y surgió, pero ni me acuerdo y no volví a hacer nada hasta los 16. Yo quería sacarme mi dinerín y, como me decían mucho eso de "qué rubita y qué mona", pensé que, en vez de hacer de canguro, mejor hacerme fotos. Me metí en una agencia de publicidad y me empezaron a llamar también para castings mientras estudiaba. Empecé la carrera de Publicidad y Relaciones Públicas, que es algo que se me da muy bien, pero cuando me empezaron a salirme más cosas, lo tuve que dejar por falta de tiempo. Aunque luego tuve un descanso profesional y me matriculé en Historia por la UNED, que soy una fanática.
¿Descanso voluntario u obligado?
Obligado. Después de hacer Los protegidos, estalló la crisis en el sector y no se hacían productos. Había dos series y eran tan inteligentes de coger a los mismos actores para que hicieran las dos. Cambiabas de canal y veía las mismas caras mientras los demás nos comíamos los mocos. En ese break me mantuve con la publicidad, que siempre me ha ido bien, y me puse a estudiar hasta que volvió a arrancar la cosa.
¿Crees que esta ya es la buena o sigues pensando que se va a acabar mañana?
Eso lo seguiré pensando siempre. Cada día te levantas pensando que todo se va a estropear. Realmente, el éxito de un actor es mantenerse, que te echen lo justo de menos y poquito de más. No petarlo de repente, porque siempre que lo petas, luego caes a toda hostia. Yo prefiero mantenerme en el 7, un notable, a andar subiendo y bajando entre el bien y el sobresaliente. Que esta carrera es muy larga y los proyectos, a no ser que hagas Cuéntame, no duran tanto. Esta es una profesión estupenda en la que te puedes morir trabajando, pero tienes que jugar con cabeza.
TITULO:  VIVA LA VIDA -  Nacho Vigalondo ,   ,. DOMINGO -19- Julio.

El domingo -19- Julio a las 16:00 por Telecinco , fotos.

  Nacho Vigalondo,.

 

Nacho Vigalondo: "Me importa un pepino el prestigio"


Nacho Vigalondo. Cabezón de la Sal, 1977. Director. Todos nos hacemos mayores y el que fue chico prodigio es ahora mentor de jóvenes talentos en La incubadora, el proyecto de desarrollo de películas de la ECAM. Se lo toma a risa. Un poco como todo.
¿Estás harto ya de hablar de coronavirus, confinamiento y desescalada?
Claro. Como las velocidades bajo las que vivimos son las que son, uno podía predecir ya cuando el coronavirus estaba en su pico que, en un par de semanas, sería una cosa completamente demodé. Antes incluso de que desapareciese como amenaza. En todas las entrevistas que hice durante el confinamiento me preguntaban si había pensado en hacer una película sobre el coronavirus, pero la idea da pereza. Primero, porque das por hecho que todo el mundo está acariciando la misma cuestión y, segundo, que todo el mundo va a estar agotado de esta historia mañana antes de las cuatro de la tarde.
Además, tú ya hiciste una peli sobre un confinamiento: 'Extraterrestre', en 2012.
Sí. Yo creo que la maldición de mis pelis es que se adelantan siempre un poquito a los acontecimientos. Hay directores que tienen el don de dar en la diana en el momento adecuado, pero yo siempre me desvío un poco hacia un futuro cercano (risas).
¿De qué has echado de menos hablar durante estos meses de monotema?
Me he apañado bien, porque mis conversaciones habituales suelen ser sobre temas muy afines al confinamiento. Juego mucho a videojuegos y a juegos de mesa, que son aficiones que parecen casi una preparación para esta época. Y cómo me gusta jugar online o mediante webcam, pues he estado haciendo lo mismo que siempre. Parece que me he estado entrenando toda mi vida para un confinamiento.
Estaría mejor confinarse ahora, que sale el 'Last of us 2'.
Te confesaré que no había jugado al primero hasta el confinamiento. Reconozco que es un juego al que no presté la debida atención porque temáticamente [pandemia, zombies y apocalipsis] me parecía una cuestión desgastadísima, pero es memorable una vez que asumes que la premisa la has visto un millón de veces. Es como si te agota el western y por esa razón no le prestas atención a Sergio Leone a finales de los 60. Te estarías perdiendo algo muy grande. Estoy deslumbrado por la primera parte, así que la segunda me va a desintegrar.
En el proyecto de 'La Incubadora' ejerces de mentor de un director joven, Yayo Herrero. Hace no tanto, la joven promesa eras tú...
Hace dos días... y ahora soy Gandalf. Es innegable que me hago viejo. Cuando haces cortos y luego pelis, lo normal es que estés rodeado de gente que también hace cortos y luego pelis; gente que se está partiendo el cobre a la vez que tú. Eso convierte en algo muy habitual ayudarnos unos a otros. Aunque es verdad que pasa más cuando eres más joven, luego ya llega la pereza y no tienes la misma energía que con veintitantos, cuando estabas deseoso de que te cuestionaran y de cuestionar tú a los demás. Esta experiencia de mentor me hace sentir mayor, pero también me retrotrae a una etapa más joven de mi vida. Es un curioso pliegue en el tiempo.
Cuando alguien me pide un consejo para escribir, nunca sé muy bien qué decir aparte de "lee mucho y elige bien qué copiar". ¿Pasa algo similar con el cine?
Al escribir un guión o hacer una película, por muchas pelis que hayas visto, por muy pelao que tengas el culo y muy grande que sea tu videoteca, es probable que hayas incluido errores flagrantes que sólo detecta alguien de fuera. Una herramienta fundamental a la hora de escribir y rodar es la distancia y tú no la tienes. Necesitas una mirada externa menos viciada que detecte errores, a veces tan sencillos como que algo no se entiende. Y lo vemos en obras de gente consagrada, sólo que no lo decimos porque son intocables. Por ejemplo, muchas cosas de la última de Tarantino, de hacerlas un recién llegado lo colgamos de la horca más alta.
Llámame avispado, pero sospecho que no te gustó 'Érase una vez en Hollywood'.
Es una película confeccionada desde un trono, desde la seguridad de que va a ser bien recibida. Siempre diré que el Tarantino de los 90 estaba aterrorizado por la necesidad de embrujar a las masas y ese terror era lo que hacía que sus películas tuvieran un rigor increíble. Ahora me parece que está muy tranquilo... y con razón. Escribe desde un trono, pero es un trono que ha levantado él ladrillo a ladrillo.
Me gusta que saques a Tarantino, porque tengo la sensación de que ese trono que en EEUU nadie discute, aquí le hubiera costado más. Creo que a directores como tú, con un perfil menos intenso y de cine de género, España les racanea el prestigio.
Los que, gracias a Dios, tenemos una personalidad definida es como si nos posicionáramos políticamente. De inicio, hay gente a la que vas a gustar y gente a la que vas a provocar cierta repulsa. Y cuanto más radical sea tu proclama, más repulsa. Es verdad lo que dices, pero creo que posicionarse firmemente siempre beneficia más que perjudica. Así como hay géneros que puede concederte el prestigio instantáneo, que tiende a diluirse con el paso del tiempo, otros, como el terror, funcionan diferente. Si haces un clásico del terror, te lo van a reconocer dentro de unos años. Que levante la mano la persona que anticipó el día de su estreno que Halloween se convertiría en un clásico. Recuerdo una época en la que John Carpenter era un hombre cuestionado, su aura legendaria se ganó estando yo ya vivo. O lo de Sergio Leone, que es flagrante. En mi infancia, hablar de Leone era como hablar ahora de Michael Bay. Hay ejercicios que te confieren un prestigio inmediato y otros que se maceran con el paso del tiempo, pero, desde la sinceridad más visceral, sostengo que me importa un pepino el prestigio.
Hombre, un poquito siempre se agradece...
A ver, por supuesto que me gustaría estar en un futuro en un panteón de nombres, pero no me permitiré a mí mismo mover un dedo en función de esa lujuria. Si empezara a hacer películas con la oreja puesta en la gloria y la aprobación, lo más probable es que hiciera ejercicios absolutamente falsos. De eso es de lo que hay que protegerse. El sector que nunca debería hablar de prestigio es el de los propios artistas, porque si empezamos a pensar en esos términos, perdemos la sinceridad. A mí me resulta tan sospechoso el autor que sólo tiene en mente las cifras de taquilla del primer fin de semana como el que está telegrafiando la película para que se la seleccionen en un festival. Me parece un pecado reducir tus películas a meras herramientas para conseguir unos objetivos.
Desde 'Colossal', en 2017, no diriges una película y has estado haciendo muchas series ('El vecino', 'Justo antes de Cristo'...). Hace unos años te leí que no creías que le tele te pudiera llenar. ¿Ha cambiado el medio o tu necesidad?
El medio. Que alguien de mi perfil sea sugerido para hacer televisión es un cambio de paradigma absoluto. Es muy sorprendente que alguien con el tipo de producto que hago yo, pueda decir no a algunas cosas porque está haciendo otras. Me parece una locura que ahora me sobre trabajo. Yo sigo dando vueltas a la misma manivela, pero es el torno el que ha cambiado. Es un regalo. Si hace unos años me dicen que no voy a volver a estrenar en salas, me lo hubiera tomado como una puñalada al corazón; ahora no me importa.
¿Ahora sí crees que no vas a volver a estrenar una película en sala de cine?
Ya antes del coronavirus. El circuito tradicional de salas se ha limitado a un tipo de producción que, en un principio, no es la mía. No es la que me representa. Así que lo tengo asumido hace tiempo. El auténtico miedo, vamos a hablar claro, no es dejar de estrenar en salas, es dejar de trabajar, y ahí las cosas me van bien. Me parecería un poco cretino que alguien de mi perfil llorara por no estrenar en salas.
¿Te ha costado menos sacar adelante tus películas en EEUU que en España?
Mis películas siempre han tenido una relación un poco accidentada con las salas aquí... lo que me convierte en un director de cine normal.
Hablemos del fenómeno de la retrocensura, con casos recientes como el de 'Lo que el viento se llevó' o 'Fawlty Towers'. ¿Es un peligro para la cultura o una anécdota magnificada?
Con Lo que el viento se llevó, primero se anunció que la habían retirado de HBO y, en esta realidad ciberpunk en la que vivimos, ya no hay múltiples formas de ver una película, hay una concentración creciente en forma de oligopolio para acceder al contenido. Así que si desapareces de un catálogo, cada vez es más parecido a que te borren de la historia. Y ahí me asusté. Pero luego no era para tanto, sólo iban a poner una cartela explicando el contexto. Me sorprendió que tanta gente se indignara por una cartela de 10 segundos en Lo que el viento se llevó, diciendo que nos estaban tratando como a niños, cuando es una película emblemática de sobremesa para toda la familia. En dos días, hemos pasado de hacer una lectura completamente ignorante de la película a dar por hecho que es condescendiente que nos la expliquen. Pasamos de no enterarnos de nada a ser unos enteradillos. Si todo el mundo fuera como nosotros, con nuestra edad y nuestros conocimientos, sería estúpido poner una cartela, pero pensar que todo el mundo es como nosotros es un acto de vanidad total.
Te van a decir que eres un buenista sometido a la corrección política...
El término incorrección política se ha devaluado muchísimo. Esos que ahora se autodefinen como políticamente incorrectos son los tíos políticamente correctos de hace 20 años, que se han hecho viejos y demandan que vuelvan los chistes de mariquitas porque quieren que todo sea como antes. Esa incorrección política es nostalgia pura y dura de la peor calaña. Pasa incluso entre los comediantes: cuando uno echa de menos la libertad de antes, en el fondo está pidiendo permiso para repetir los chistes. Eso ya está hecho. Que haya unas transformaciones tan profundas en la percepción de tantas cuestiones es campo abonado para nuevos chistes. ¡Hagámoslos!
Viendo a Miguel Bosé o Bunbury entregados a la conspiranoia, ¿damos demasiada importancia a la opinión de los artistas sobre temas no artísticos?
Lo que pasa es que como sociedad todavía no hemos sido lo suficientemente educados en el privilegio que supone callarse. Mis momentos más lúcidos son cuando no hablo sobre cuestiones de las que, claramente, tengo un conocimiento limitado. Cuando eres niño crees que la sabiduría es una sustancia que se va acumulando, pero cuando te haces viejo descubres que la sabiduría es ser consciente de todo lo que no sabes.
Ya, pero ¿y lo que nos reímos?
Eso sí. Recuerdo una entrevista a Nacho Cano en la que le preguntaban por la música actual que escuchaba. Y dijo que él tenía a un colega que le seleccionaba las cosas que iba a oír. No buscaba y elegía él, como el resto de nosotros. Lo que quiero explicar con esto es que, a partir de un grado de gloria y prestigio, puede que sea inevitable que tu relación con la realidad cambie y tus filtros sean muy diferentes a los del resto de la gente. El que ha hablado a Miguel Bosé y a Bunbury del 5G y los microbios igual es el mismo tío con sombrero de paja y una pluma. Y, claro, pasan estas cosas.

 

 TITULO:  Ese programa del que usted me habla con - Prohibido nacer,.

El martes -14- julio por La 2 a las 21:30, foto,.

 

Prohibido nacer,.

Zindzi Mandela, hija menor del histórico Madiba. /Efe
Zindzi Mandela, hija menor del histórico Madiba.

Hace unos días conocimos la noticia del fallecimiento de Zindzi Mandela, hija menor del histórico Madiba y embajadora sudafricana en Dinamarca, a los 59 años. La ministra de Asuntos Exteriores de Sudáfrica, Naledi Pandor, fue la encargada de expresar un pésame institucional con una carga emotiva elevada: «Zindzi no sólo será recordada como la hija de nuestros héroes de lucha, Tata Nelson y Mama Winnie Mandela, sino como una heroína de esta lucha por derecho propio. Sirvió bien a Sudáfrica». Ningún homenaje a su figura y a su país, sin embargo, podrá ser mayor que el hecho mismo de que en 2020 sea una mujer negra, sujetando una cartera ministerial, la que despida con honores a otra mujer negra, una mujer en cuyo hogar familiar se hablaba xhosa, una mujer que, tras no poder abrazar durante treinta largos años a un padre encarcelado por el apartheid, ha terminado ejerciendo como embajadora de su país ante el mundo.
La historia de Zindzi comienza con una infancia en Soweto, el antiguo distrito de guetos para negros situado al suroeste de Johannesburgo. Este nombre propio me resulta familiar: es el mismo lugar en el que pasó sus primeros años de vida el exitoso cómico y escritor Trevor Noah, quien fue el hijo mestizo de un hombre blanco y una mujer negra en un país donde su misma existencia estaba censurada por ley. Para todo aquel que quiera asomarse a una Sudáfrica partida por la mitad, su biografía 'Prohibido nacer' es una manera preciosa de hacerlo. La mirada de Noah es dura, pero también tierna, sincera y a ratos desopilante; y demuestra que la vía de la lágrima fácil no es ni la única ni la mejor posible, ni siquiera para narrar uno de los episodios más oscuros del siglo XX.

 TITULO: Toros para todos - Madrid blinda los toros: recuperará la escuela de la Venta del Batán y su presencia institucional en Las Ventas,.

Toros para todos,.

 De la mano de su director y presentador, Enrique Romero, Toros para todos llega cada temporada a las pantallas de Canal Sur Televisión y Andalucía, etc,.


Madrid blinda los toros: recuperará la escuela de la Venta del Batán y su presencia institucional en Las Ventas,.


foto / El Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad de Madrid firmarán "en los próximos días" un convenio de actuación para "el fomento" y "la protección" de la tauromaquia en la capital
"Apoyo total". Esa es la línea que seguirá el Ayuntamiento de Madrid con la tauromaquia y "en los próximos días" firmará un protocolo de actuación conjunto con la Comunidad de Madrid para "el fomento" y "la protección" de un sector que en el Palacio de Cibeles consideran "fundamental" como parte del patrimonio cultural de la capital.
En ese protocolo que firmarán el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, y la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, se recogerá la unificación de las escuelas de tauromaquia municipal y autonómica en la Venta del Batán. "Era necesario articular una sola escuela taurina en la capital, con buenas instalaciones y rigor académico que se convierta en la escuela de referencia", ha afirmado este martes en la comisión de su ramo la delegada de Cultura, Andrea Levy.
Según ha ahondado la edil popular, el área que ella dirige ha encargado un estudio a la Fundación Toro de Lidia para analizar las siete escuelas taurinas existentes en la capital y unificarlas en una que se ubicará en las instalaciones de la Casa de Campo. Una decisión que, según ha destacado Levy, aúna "el máximo consenso" de todo el sector tras las reuniones mantenidas por parte del Consistorio, la Comunidad y los representantes del sector.
Según ha afirmado la delegada Levy, el Ayuntamiento de la capital ha realizado diversas visitas a la Venta del Batán para "tener una foto real" sobre el estado de una escuela que cerró sus puertas en enero de 2018 tras retirar el anterior equipo de Gobierno las ayudas a este espacio. Esas visitas serán utilizadas por la corporación como "pliego de prescripciones técnicas para una futura licitación de un contrato de concesión de obras y explotación", ha remarcado la edil, y así acometer una "reforma integral" del lugar.
La intención del Gobierno municipal es elevar al Pleno, tras la firma del convenio con la Comunidad, la modificación de la gestión directa de la escuela Marcial Lalanda a Madrid Destino para que esta vuelva a depender directamente del Área de Cultura y que tras el verano se produzca la unificación de las escuelas municipal y autonómica en La Venta del Batán con la licitación de un concurso para la rehabilitación y la explotación del lugar.
Pero no será la recuperación de la escuela de Venta del Batán el único camino que explorarán Ayuntamiento y Comunidad de Madrid tras diversas reuniones con el sector de la tauromaquia. En el protocolo firmado por ambas administraciones se recogerá también recuperar los premios taurinos de la Feria de San Isidro, la promoción como Patrimonio Cultural de la región de la tauromaquia y la recuperación de la presencia institucional del Ayuntamiento de Madrid en la plaza de toros de Las Ventas.

 

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