TÍTULO: LA HORMA DE MI ZAPATO, Brindis torero por el Sabio,.
-foto--Julio Parejo dedicó una de sus faenas en Ajalvir a Luis Aragonés
El matador de toros de Badajoz Julio Parejo se sumó el
domingo a los homenajes a Luis Aragonés al brindar su segundo toro en la
corrida que cerraba la feria de la localidad madrileña de Ajalvir.
Parejo, colchonero por tradición familiar, escenificó el brindis para el
Sabio del Hortaleza alzando un balón rojiblanco al cielo antes de
iniciar su faena de muleta al quinto de la tarde.
El torero pacense reconoce que, pese a ser aficionado, su
faceta futbolera pasa a segundo plano durante toda la temporada taurina,
pero que la cercanía de Ajalvir con el lugar en el que era velado Luis
Aragonés y al coincidir casi su actuación con el entierro del Sabio de
Hortaleza, decidió tener ese gesto en homenaje al trabajo, el esfuerzo y
la profesionalidad de las que siempre fue ejemplo el recién fallecido.
Parejo afirma que la idea surgió durante el viaje que le desplazaba
desde Badajoz a Ajalvir y tras debatir con los miembros de su cuadrilla
cómo podrían sumarse a todos los actos en honor a la figura de Luis,
decidieron hacerse con el balón de fútbol rojiblanco que, a la postre,
acabó alzando al cielo de Ajalvir. El matador, en un primer momento,
temió a la reacción del público por lo inusual del brindis pero
enseguida comprobó con emoción como los asistentes al coso de Ajalvir
comprendieron su acción y respondieron con una fuerte ovación en
recuerdo del Sabio de Hortaleza.
Preparando la temporada
Tanto Julio Parejo como sus compañeros de cartel, José
Ramón García 'Chechu' y Diego Hermosilla, lidiaron el domingo astados de
la ganadería de Aguadulce y cosecharon silencios en el conjunto de sus
intervenciones, sin embargo, Parejo se muestra muy satisfecho con su
actuación en el primero de su lote al que según él pudo cortar algún
trofeo de no ser por la mala fortuna con la espada. En conjunto, el
matador pacense cree que la corrida no dio más de sí e impidió el
triunfo de los intervinientes.
Parejo se muestra muy esperanzado con la temporada que se
avecina y espera cerrar algún compromiso más de cara al mes que viene
que le permita prepararse para lo que él considera que es su principal
objetivo del año, confirmar su alternativa en Las Ventas.
- «La obra de Cézanne aún encierra muchos enigmas, está muy viva y ofrece resistencia. Estas cualidades son parte de la grandeza de un ...CULTURA
Los enigmas de Cézanne
El Thyssen reúne casi sesenta piezas del gran «hechicero» de la pintura moderna en una exposición histórica
«La obra de Cézanne aún encierra muchos enigmas, está muy viva y ofrece resistencia. Estas cualidades son parte de la grandeza de un creador decisivo para el arte del siglo XX, que hechizó a sus coetáneos y sucesores y que apenas firmó trece telas en toda su vida». Lo dice Guillermo Solana, máximo responsable del museo Thyssen-Bornemisza y comisario de la muestra 'Cézanne: Site/Non-site', que supone para él «un sueño cumplido». «Nos armamos de arrojo y coraje y por fin podemos ofrecer esta exposición tan esperada, especial y distinta», se felicitó Solana junto a la baronesa Thyssen, Tita Cervera, cuyo papel ha sido determinante para obtener préstamos clave en una muestra histórica.El Thyssen ha logrado reunir casi sesenta piezas estelares en la trayectoria de Paul Cézanne (1839-1906) que ordena por temas entre los que priman los desnudos, las naturalezas muertas y el paisaje. Se confrontan con otras nueve pinturas de Pissarro, Gauguin, Bernard, Derain, Braque, Dufy y Lhote, maestros, discípulos y colegas a los que sedujo, a pesar de la difícil aceptación inicial de su obra.«Fue el último de la fila, el más torpe y excéntrico entre los impresionistas y, quizá por eso sería luego el primero», dice Solana, quien subraya que la crítica tildó de «brutal, tosca, infantil o primitiva» la obra de Cézanne. «Muy difícil de reconocer por su rareza y originalidad, era único y distinto y no le aceptaron a la primera, y por eso su obra sigue viva y ofreciendo resistencia. Aún hoy es difícil de entender», diagnostica Solana. Rechazado en los salones parisinos y retirado en Aix, la leyenda de este pintor obsesivo que se echaba al campo cada amanecer se inició con la exposición de 150 obras en la galería de Amboise Vollard en 1895.La del Thyssen es la primera muestra de Cézanne en España en treinta años, desde la exposición que le dedicó el MEAC en 1984, «a la que supera con creces haciendo historia» según la baronesa, y «muy distinta a esta», según Solana, que no oculta la «enorme dificultad para llevarla adelante». Tanto que confiesa que «estuvimos a punto de tirar la toalla en varias ocasiones», aunque se alegra ahora «de descubrir una generación que no ha podido ver a un Cézanne múltiple y complejo».Arranca la muestra con un lienzo del Thyssen, 'Retrato de un campesino', e incluye 58 obras del genio francés, pionero del impresionismo, precursor del cubismo y hechicero de la modernidad. Son 49 óleos y nueve acuarelas procedentes de museos y colecciones privadas de todo el mundo. Hay préstamos históricos llegados de Estados Unidos, Australia y Japón, pinturas fascinantes e inéditas en nuestro país. Una selección con la que Solana y su equipo quieren desvelar al Cézanne menos conocido, «al que le interesa más el proceso de pintar que la pintura en sí».Desapego«Apenas firmó trece de sus cuadros en toda su vida», destaca Solana para dar cuenta del enorme desapego de Cézanne por su seminal obra. «Sus telas estaban por el suelo de su taller; las pisaba y dejaba inacabados infinitud de trabajos que tiraba por la ventana o abandonaba en el campo», relata el comisario, que ha logrado traer a España cuatro de las telas con la rúbrica de Cézanne, pero que ha renunciado a solicitar telas archiconocidas como 'Los jugadores de cartas'. Como contrapartida, ha logrado reunir cuatro naturalezas muertas de una misma serie pintada entre 1892 y 1895 y otros tantos lienzos de bañistas «de pequeño formato e importancia capital».La exposición explica la fascinación y el hechizo que la obra de Cézanne produjo en algunos de sus colegas con la exposición en 1895 y que alcanzaría luego a Picasso, a Dalí, a los expresionistas, objetivistas alemanes y cubistas, a los que inspiró muy directamente. «Todo el arte de la primera mitad del siglo XX está bajo su influjo y participa de ese hechizo, pero aún nos quedan rincones por explorar, y es lo que busca esta selección», dice Solana. Como la compleja relación del pintor con el erotismo, «latente en sus bodegones, con sus admiradísimas manzanas que son símbolo erótico y que tienen bastante que ver con el pecho femenino».«Cézanne es aún un pintor muy enigmático y en estos treinta años ha cambiado la manera de verlo. Hoy sabemos mucho más sobre sus obsesiones y su evolución; cómo pasó del romanticismo inicial al impresionismo, cómo cambió su paleta, pincelada y su manera de enfrentarse a la pintura», enumera Solana. «Para Cézanne la tela es como una pizarra donde el geómetra tiene que resolver sus problemas. Le interesa mucho más el cómo, el proceso para la resolución del problema que el resultado final, de ahí el enorme desapego por la obra final y por la autoría», explica el comisario.
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