Ir por la vida con
el cuello torcido,
atento a lo único que
importa, tu teléfono,
equivale a cargar en el
cuello a un perro de 27
kilos. El cirujano que ha
estudiado el asunto es un
estadounidense llamado
Kenneth K. Hansraj, y
asegura que pasamos una
media de dos a cuatro
horas diarias (¡Jajajaja!) con
el cuello inclinado mirando
la pantalla del teléfono, lo
que supone al año entre
700 y 1.400 horas de estrés
para nuestras vértebras.
Dice que reconoce a las
víctimas desde que entran
en su consulta porque ya
llegan con el cuello doblado
y se quejan de dolores de
cabeza.El doctor Hansraj debe de poseer una vida social muy escasa. Es lo que tiene el sacerdocio de la ciencia. Si no, que alguien me explique cómo puede recomendarnos que volvamos a llamar por teléfono, al parecer, un hábito más saludable en cuanto a postura corporal.
Me pregunto, si este señor no sabe a estas alturas que una llamada telefónica solo la hacen las teleoperadoras, los jefes y los padres. Si el resto de la humanidad te llama por teléfono es para darte una mala noticia, montar un pollo o pedirte matrimonio. Ya ni para dejarte te llaman. Para eso está el Whatsapp y el emoticono de la caca con ojos. A estas alturas, el primer sentimiento cuando el teléfono suena es de alarma.
¿Alguien ha contado cuántos whatsapps deben transcurrir antes de que un sujeto que está a punto de irse a la cama contigo (o que ya se ha metido varias veces) te llame? ¡Eso sí debería ser objeto de estudio científico! A veces la relación tiene su nacimiento, muerte y resurrección en Whatsapp sin que jamás tenga lugar una mísera llamada por teléfono. El resultado de esta escasez es que hablar por teléfono te hace sentir que estás metido en una relación seria, como la que mantienes con tus padres, tu jefe o la teleoperadora de turno. Alguien que se arriesga a la comunicación verbal es alguien que está dando pasos definitivos en la relación. Y definitivos en sentido positivo.
Porque todo son riesgos en una llamada. En ocasiones, la voz tiembla, las palabras se atragantan, la respiración te traiciona, los silencios son demasiado elocuentes. Por otra parte, el que llama suele pretender que una tenga una respuesta coherente y lista de inmediato. Mucho mejor navegar en las procelosas aguas de la ambigüedad del Whatsapp, aunque el cuello se resienta.
Porque ya os lo digo a vosotras y al excelentísimo cirujano: prefiero perder el cuello que crear falsas expectativas, o casi peor, confundir a un ejemplar del sexo masculino elegido al azar con el amor de mi vida, solo porque me ha llamado por teléfono. Hay gente 'vintage' por el mundo y hay que cuidarse mucho de ellos. Ahí lo dejo.
TÍTULO: NOCHE LARGA, CINE, SOLOS TU Y YO,.- Reparto
- Theresa Scholze, Hendrik Duryn, Edward Hall, Ella Edward, Anna White, Eva Habermann,
- Una joven es empleada como camarera en la fiesta de un arquitecto, a la que también acuden los hijos de éste. Al ver lo bien que se llevan con la chica la contrata como niñera durante las vacaciones y, aunque la relación con ella es tirante al principio, comienzan a establecer un vínculo muy especial.
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