No soy nada pudorosa - foto-Maggie Civantos - actriz,.Maggie Civantos protagoniza 'Vis a vis', la nueva serie carcelaria que Antena 3 estrena el lunes.
La mayoría de la gente solo conoce las cárceles desde el punto de vista de la ficción. En la televisión y en el cine son habituales las peleas con pinchos oxidados, las reclusas líderes a las que se rinde pleitesía o incluso los asesinatos de las chivatas. Por eso el guion de ‘Vis a vis’, la serie que presentó ayer Antena 3 a la prensa, parece muy americano y recuerda incluso a la ficción ‘Orange is the new black’. Pero sus creadores han desmentido esta similitud apelando a los personajes y su aire castizo. Entre las presas que llegarán a la parrilla este próximo lunes a las 22.30 horas está Maggie Civantos (Málaga, 1984), una chica normal que ha sido sentenciada a siete años de prisión y tiene que adaptarse a vivir en la cárcel, un trago que no se verá exento de problemas.
- ¿Cómo se siente de protagonista?
- Creo que he tomado conciencia de la responsabilidad que tengo entre
manos hoy (por ayer), cuando he visto a tantos medios en la
presentación de la serie. Durante el rodaje, me estoy preocupando de
mejorar las cosas pequeñitas y de que mi personaje crezca. Por eso lo
estoy viviendo con más tranquilidad.
- ¿Esta serie es otra ‘Orange is the new black’?
- Tenía miedo de ver esa producción para no hacer lo mismo que Taylor
Schilling, la protagonista. Pero me animó a verla el director, Jesús
Colmenar, y me dijo que no me iba a condicionar en nada. Tenía razón.
Son dos tonos completamente distintos, no tiene nada que ver.
- ¿Qué le ha parecido el resultado final?
- Estoy muy contenta, aunque siempre soy muy crítica conmigo, Tengo
la suerte de ser la protagonista y eso me ayuda a mejorar mucho.
- ¿Es duro grabar entre rejas?
- Para mí, la libertada es fundamental, la necesito. Al estar
encerrada y meterme en el papel, me ha impresionado cómo pasa el tiempo
fuera de prisión. Tú estás en una cápsula y te pierdes todas las cosas
de fuera. Esto me lo hizo pensar una secuencia en concreto, cuando
Macarena se entera de que su hermano se va a casar. ¡Va a estar siete
años ahí dentro y no va a ver nada de eso! Me pareció muy duro.
- ¿Cómo lleva las escenas de desnudos?
- Han tenido suerte conmigo porque no soy nada pudorosa. Lo único que
pasa es que luego las fotografías salen en veinte mil sitios, y cuando
pones tu nombre en internet se ven todas de golpe. En fin... Yo solo
tengo problemas cuando está mal rodado, aunque aquí no pasa eso. Confío
en los directores y sé que el resultado va a ser elegante.
Historias verdaderas
- ¿La ficción española atraviesa su mejor momento?
- Sí lo creo. A mí ahora me interesa lo que se está haciendo. Está habiendo una evolución muy rápida y muy buena.
- ¿Por ejemplo?
- ‘Bajo Sospecha’ me ha gustado mucho.
- Esta serie es muy dura, ¿el público lo va a aceptar?
- Puede ser un riesgo, pero en la vida hay que arriesgar.
- ¿Ha hablado con presas para preparar el personaje?
- He hablado con ellas a través de amigos. He intentado hacerlo en
persona pero está difícil ir a visitar a las reclusas en las cárceles.
Lo que más me impacta es que las historias que se cuentan en ‘Vis a vis’
son ciertas, aunque seas heterosexual vas a terminar estando con otra
mujer por el tema de la soledad.
- ¿Cree en la justicia de nuestro país?
- En ocasiones. Hay veces en las que es cierto que no es igual para todos.
- ¿Y ha tenido algún problema con ella?
- Una vez robé un libro, ¡pero lo hice sin darme cuenta! (risas).TÍTULO: TRAZOS,. ¿Dónde como unos morros?,.
La capitalidad gastronómica ha destronado la casquería en Cáceres - foto,.
En la Plaza Mayor de Cáceres, una señora me hizo una pregunta inesperada para la que no tuve respuesta: «¿Oiga, por favor, podría indicarme dónde se pueden comer unos morros en Cáceres?».Para los mal pensados, he de aclarar que la señora era una turista (luego supe que profesora de secundaria), que estaba acompañada de su marido y sus hijos, que viajaba en grupo con otros matrimonios, que se alojaban en el Jerte y habían venido a Cáceres a cenar. Pero querían morros y me explicaron por qué.
«Con lo de la capitalidad gastronómica de España, todos los bares a
los que vamos ofrecen tapas sofisticadas y extrañísimas. Los locales que
conocíamos de otros viajes, ya no sirven prueba, ni callos, ni riñones
al jerez, ni mollejas, sino risottos, tempuras y ensaladas templadas. Y
nosotros lo que queremos es prueba, morros, oreja, morcilla y cosas
así», me aclaró.Intenté explicarles que por la zona de San Blas había bares de raciones clásicas y también por encima del parking Obispo Galarza. Les quedaba un poco lejos y acabaron tomando lo único castizo que encontraron: una ración de prueba en un bar cercano a la Plaza Mayor. Pero yo me quedé con una preocupación gastronómica muy seria: ¿cómo es posible que la moda de las tapas elaboradas haya destronado la tradicional cocina cacereña de casquería? Hemos pasado de las mollejas a la plancha y de las orejas con tomate a las emulsiones y los carpaccios. Y lo hemos hecho a lo bestia, generalizando, hasta el punto de que para tomar una buena tortilla de patatas hay que irse al extrarradio y para probar una morcilla de Arroyo es necesario perderse por callejas a trasmano.
Cuando la señora de los morros me interrogó desesperada, yo iba a cenar a la tapería de moda, un nuevo local que en un mes ha saltado al estrellato de las aplicaciones para turistas. Se llama Perhaps y está en una zona, la Plaza Marrón, que se ha convertido en el espacio más chic, hipster y cool de Cáceres. Alrededor de esa plaza, y en las traseras del centro de arte Helga de Alvear, se concentran los negocios más modernos y atrevidos de la ciudad: una tienda de té y productos naturalistas, una cafetería-librería, un grow shop, un bar de tapas granadinas, otro que anuncia music & drink, un tattoo, un par de estilistas, una editorial creada por escritores, un locutorio interracial y una librería religiosa.
Perhaps es la tapería de moda no solo por sus tapas, sino también porque comer allí se convierte en una fiesta gastronómica completa donde todo es inesperado y disparejo.
Te sientas en la mesa y no hay dos manteles, ni dos copas, ni dos servilletas, ni dos platos, ni dos sillas iguales. Solo la cubertería es uniforme. En una pared, se proyectan películas de Charlot. De las paredes, cuelgan libélulas de metal. Los percheros son láminas de madera. Las lámparas son de su padre y de su madre. En las ventanas, hay tiras luminosas. En las mesas, lucen una vela de pega y una planta de verdad. Las ensaladas vienen en peceras y los mejillones, en macetas de colgar. Te sirven los platos al revés: primero, las salchichas, después, la pluma de cerdo y acaban con la merluza. Y si vas al baño, al entrar, se enciende la luz y empiezan a cantar alegres pajarillos. Lo dicho, de sorpresa en sorpresa.
En la carta, sigue la fiesta: hay perritos, pero son cien por cien de carne de novillo; hay gazpacho, pero es de fresas; hay churros, pero son de pollo; hay croquetas, pero son de arroz con leche... La pluma ibérica es bañada por una sopa de queso; la pasta se toma con bloody mary y el helado es de violetas.
Las raciones son abundantes y los precios, muy ajustados (entre 4 y 8,50, las raciones; entre 3,50 y 5, los postres; 2,20, la copa de vino blanco). Lo dicho, una fiesta para los sentidos. Aunque la profe de secundaria tenía razón: para comer, lo que se dice comer, donde estén unos morros y unos callos, que se quite el wasabi.
TÍTULO: SABADO, DOMINGO, CINE, American Pie 2 ,.
Reparto
- Jason Biggs, Seann William Scott, Chris Klein, Alyson Hannigan, Eddie Kaye Thomas, Thomas Ian Nicholas, Natasha Lyonne, Shannon Elizabeth, Tara Reid, Mena Suvari, Eugene Levy, Chris Owen, John Cho, Denise Faye, Lisa Arturo, Justin Isfeld, Casey Affleck, Jennifer Coolidge,.
- Los protagonistas masculinos de la primera entrega, entonces obsesionados por perder la virginidad, se reencuentran en su pueblo natal tras su primer año en la universidad. Ha pasado un año, y Jim (Jason Biggs), Oz (Chris Klein), Kevin (Thomas Ian Nicholas) y Finch (Eddie Kay Thomas) deciden para pasar juntos el verano. Para poder tener independencia y perseguir mujeres, como tradicionalmente acostumbran, aunque sin éxito, deciden alquilar una casa en la playa. Como el alquiler es algo caro deciden invitar también a Stifler (Seann William Scott), quien además de tener mucho dinero, supuestamente sabe mucho de mujeres, aunque su personalidad es detestable.
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