Semana Santa en Madrid - ( foto )
Historia
Los orígenes de la celebración de la Semana Santa en Madrid son coincidentes en el tiempo con los de otras villas y ciudades de España. La Cofradía de la Vera Cruz, hoy desaparecida, ya existía hacia 1500, y vinculada al convento de San Francisco el Grande llevaba una vida muy activa, manifestando penitencia pública. La Vera Cruz no era la única cofradía: Madrid contaba con cerca de 40 hermandades de devoción y penitenciales hacia 1560. Las actividades que realizaban era de culto, asistenciales, a través de la gestión de los hospitales, sociales y laborales, pues su relación con los gremios era muy estrecha.A partir de que Felipe II instale la corte del reino en Madrid en 1561, las cofradías conocieron un periodo de esplendor que coincide con el desarrollo del Concilio de Trento, que apoyo este tipo de manifestaciones públicas y la eclosión del barroco en la capital. La vinculación de la Semana Santa con la corte fue larga y fructífera pero también condicionó el desarrollo de las hermandades ya que en Madrid más que en ningún otro lugar de España acusaron las hermandades los vaivenes políticos. Se fundan en este siglo, entre otras muchas, la Cofradía de la Sagrada Pasión, la Hermandad de los Siete Dolores y la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad.
Durante los siglos XVII y XVIII se organizan en Madrid solemnes procesiones con la participación activa de los gremios de artesanos de la villa, y su paso ante el rey y la corte dotaban de grandeza e importancia a los desfiles. En 1654 se funda la Congregación del Cristo del Desamparo o de Fariñas. En 1710 se funda la Congregación de Jesús Nazareno (Madrid), cuya imagen titular es sin duda la imagen cristífera más importante y de más devoción de Madrid.2 Durante el siglo XVIII se inicia una lenta decadencia en estas celebraciones, en parte debida al abandono de los gremios de las procesiones, por resultar muy costosas, en parte debida a la nueva mentalidad ilustrada, muy influyente en la corte. Con la restricción y supresión de las manifestaciones de penitencia externa tales como los disciplinantes que promulgó el rey Carlos III en 1777, la Semana Santa de Madrid conoce un gran abandono.,etc.
TITULO: LA CARTA DE LA SAMENA - EL MERIDA SE PONE EL TRAJE DE LA LIGA,.
segunda b
El Mérida se pone el traje de la Liga,.
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Los emeritenses, tras el batacazo en Copa, se conjuran para volver a la actitud e intensidad de la rutina liguera,.
Asistiríamos a un milagro mayúsculo si el Mérida le remontase las semifinales de Copa Federación al Rayo Majadahonda. Tan mayúsculo como si los equipos del descenso le recortaran a él diez puntos en las once jornadas que quedan de Liga. Falta mucho, dicen. Pero no es verdad. Faltan muchos días para que acabe la Liga, simplemente. El matiz es tan grande que puedes hacerte varios chalés con él. Así que, para no relajarse, el Mérida haría bien en adoptar otro objetivo. Pongamos la Copa del Rey, que está a un solo punto de distancia.
Ahora bien, para eso ha de memorizarse el mantra: como en Liga, bien; como en Copa, mal. «Yo temía que con el Rayo Majadahonda nos pasase lo de Cartagena», se sincera Antonio Gómez. «Nos estaban poniendo por las nubes por la trayectoria en Liga y nos lo creímos. Bajamos el pistón y no tuvimos la actitud necesaria para afrontar el partido». Y de cara al Marbella, entrenador, ¿qué? «Ya están los chicos comprometidos y motivados otra vez. Te dejas llevar por los elogios y cometes errores. Pero este grupo ya lo ha reconocido».
Calificó el entrenador del Mérida la derrota del otro día en Copa como «cura de humildad», y qué mejor expiación que el partido de esta tarde para alejarse varios kilómetros más del descenso y ponerse a unos cuantos centímetros de la Copa del Rey. «Nuestro problema es que aún no dominamos del todo la elaboración y el juego combinativo. Se nos dan mejor las acciones rápidas y el contragolpe», reconoce Antonio Gómez. Y Loren y medio Marbella lo saben.
El obstáculo es ese: el técnico del Marbella, ex central de los mejores años del Mérida, es brillante estudiando a sus rivales; el lateral izquierdo, el emeritense Sergio Rodríguez, ha visto jugar a Joaqui Flores las mismas veces que usted y que yo; otro puntal como Álex Herrera es de ahí cerquita, de Badajoz; Álvaro Ocaña fue uno de los culpables del buen arranque liguero del Cacereño, que anda también aquí al lado; está además el pasado extremeño, y por tanto las conversaciones, de Gerrit Stoeten, Sergio Narváez y Añón; y sumado a todo esto, Apoño, el ex del Málaga, Zaragoza y Las Palmas.
Loren, que no podrá sentarse en el banquillo por sanción, viajó ayer con las ausencias por lesión de Añón, Orbegozo, Georgi, Javi Hernández, Emilio Cubo y Villanueva. Además, Marcos Ruiz, sancionado, también se ha quedado en casa. «Del Mérida me preocupa todo porque ha cambiado muchísimo al de la primera vuelta», suelta con cariño Loren, que llega con una racha de cuatro partidos sin ganar.
Antonio Gómez, salvo Troiteiro, Iván Matas y Akinsola, dispone de todo el plantel. O sea que, salvo sorpresa, volverá a la normalidad: con Javi Chino y Moscardó en la medular y Pedro Conde como finalizador. No obstante, tampoco se fíen mucho: el técnico gallego se guarda cada domingo una variación sorpresa. A las 16.10 horas sabremos cuál.
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