martes, 11 de junio de 2019

Viva la vida - Gennet Corcuera es la primera sordociega ,. SABADO -15- JUNIO ,./ VIVA LA VIDA - Nyle DiMarco, el supermodelo sordo y activista LGTBI: "No oír me evita enterarme de las críticas ,. DOMINGO -16- JUNIO. / Ese programa del que usted me habla con - Agarrar al ciervo por los cuernos .,./ FIESTA Y TOROS - Román, herido muy grave,.

TITULO: Viva la vida - Gennet Corcuera es la primera sordociega   ,. SABADO -15- JUNIO ,.

El sabado -15- JUNIO a las 16:00 por Telecinco , fotos,.

  Gennet Corcuera es la primera sordociega ,.

El ejemplo de Gennet, la primera sordociega con carrera universitaria: "Puedo hacerlo todo"

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Gennet Corcuera, la primera sordociega europea licenciada universitaria Carlos Onetti
Cuando la madre que la terminaría adoptando la vio por pirmera vez, Gennet tenía cinco años y daba vueltas agarrada a un palo en una aldea de Etiopía. En círculo, Para tener una referencia
No oye, no ve, no habla porque jamás aprendió. Tampoco conserva el olfato. Su historia ha sido llevada al cine en una película llamada 'Me llamo Gennet', donde se interpreta a sí misma
Hoy tiene 37 años y trabaja como profesora de educación especial en Sevilla. "Soy tan normal que a veces me aburro"
Si no pudieses ver.
Si no pudieses escuchar.
Si no pudieses hablar.
Si no pudieses oler.
Si no hubieras visto nunca una puesta de sol.
Ni tuvieras una canción favorita. Ni supieras cómo huele la tierra mojada.
Si te faltara todo lo anterior, si hubieses venido al mundo con esa desventaja, entonces, ¿hasta dónde habrías llegado?
Gennet Corcuera ha llegado hasta donde nadie lo ha hecho jamás: hablamos -es una forma de decirlo- con la primera persona sordociega que logró un título universitario en Europa.
Y que hace la compra en el súper y se toma un café en el bar.
Y que visita Roma entusiasmada y cocina unas lentejas.
Y que va al cine a ver un estreno y da conferencias sin decir una palabra.
Tiene 37 años y hoy trabaja como profesora de educación especial en Sevilla. Pero antes de todo, hay una imagen definitoria que describe el camino recorrido: la primera vez que la mujer española que terminaría adoptándola la vio en la casa de acogida Madre Teresa de Calcuta de Adís Abeba (Etiopía), aquella niña de cinco años daba vueltas agarrada a un palo. En círculo. Para tener una referencia. Tardarían meses sólo en hacerla entender que querían enseñarla a aprender.
«No tenía ni dos años cuando empecé a perder la visión, el oído y el olfato por una infección», cuenta. «Tengo recuerdos de imágenes, pero no auditivos. Mi padre y mi madre... Los caballos, los elefantes y las ovejas... Un árbol rojo... Nada más. No recuerdo más imágenes».
Ponerse en la piel de Gennet Corcuera es meterse en un sitio oscuro e insonoro y tirar la llave al fondo del mar.
Las luces las enciende ahora una película titulada Me llamo Gennet y dirigida por Miguel Ángel Tobías, donde la propia Gennet se interpreta a sí misma en la edad adulta.
Estamos a principios de los 80 en una aldea de la provincia de Wollo, Etiopía. Son años de hambruna y de sequía que dejan un millón de muertos. Los padres de Gennet son pastores nómadas y tienen otros tres hijos. La niña enferma.
Estamos en el trance doloroso y decisivo de la supervivencia. Los padres deciden desprenderse de la hija porque temen que se les muera. Entonces recorren 500 kilómetros hasta la capital, Adís Abeba, para entregársela a unas religiosas.
Estamos en la casa de acogida Madre Teresa de Calcuta. Hay 700 personas allí. Los hay discapacitados o enfermos. Solos o con algún familiar. Con esperanzas de salir adelante o sin ella. Y luego está aquella niña de tres años que no se relaciona con nadie, ni pide nada, ni habla, ni ve, ni escucha, ni nada de nada, y que parece un mueble. Girando en torno a un palo como único destino. Gennet ni siquiera sabe que se llama Gennet.
Si quieren saber de qué va todo esto, cierren los ojos, no articulen palabra, tápense los oídos, háganse a la idea de que es así para siempre.
Entonces -y sólo entonces- prueben a entender esta historia.

LA MUÑECA

-La mujer que acabó adoptándola y siendo su madre fue Carmen Corcuera, que era la suegra del embajador español en Etiopía -habla Miguel Ángel Tobías-. Fue allí para visitar a su hija y, al ver el horror, pidió ir a algún sitio para ayudar. Terminó en aquella casa de acogida [hoy orfanato] donde estaba Gennet. Iba para un viaje de dos semanas y se quedó tres años...
-La primera vez que contactamos fue poco a poco -dice Gennet-. Puse mis manos sobre sus labios para sentir cómo hablaba, le tocaba la cara, la garganta, el pelo, me llevaba a pasear, vestíamos y desvestíamos muñecas, me enseñaba a desplazarme con bastón, así empecé a jugar con los compañeros... Carmen me llevó a la felicidad.
-Nadie quería que Carmen adoptara a aquella niña -sigue Tobías-. A dónde iba una señora con 58 años, española, con una niña sordociega, etíope y enferma...
-Pero se prendó de mí.
Mi padre y mi madre, los caballos y un árbol rojo. No recuerdo más imágenes
Hay que ver cómo dice «la primera vez que contactamos fue poco a poco» o cómo deletrea «se prendó de mí» mientras sonríe.
Gennet lo hace gracias a Carolina Fernández, guía-intérprete de lengua de signos, que le tiene cogida la mano y le va marcando señales en ella. Se llama alfabeto dactilológico en palma y sólo es una de las decenas de cosas que no sabíamos de las personas sordociegas.
No sabíamos que su signo distintivo en la calle es que llevan un bastón rojo y blanco.
Ni que los sordociegos como ella no son mudos, sino que nunca pudieron aprender a hablar.
No sabíamos que lleva una tablilla con el abecedario en relieve para pedir un cortado o un kilo de tomates. Ni que en el bolso tiene carteles con mensajes como el que sigue: «Soy una persona sordociega. ¿Me puedes ayudar a cruzar la calle?».
Tampoco sabíamos que Gennet, nos cuentan, habla tan deprisa con los dedos que es difícil seguirla.
Pilar Gómez se acaba de jubilar como profesora de sordociegos en la ONCE y fue la persona que rompió el muro para siempre.
-Tendría unos nueve años cuando Carmen, su madre, la trajo a España. Recuerdo la primera vez que la vi. Tenía mucha intención comunicativa, te cogía de la mano, te arrastraba, pero no tenía un sistema de comunicación.
-¿Cómo fue el día en que descubrió las palabras?
-Tenía a varios niños en clase. A ella le entusiasmaba la ropa. Hacíamos actividades extraescolares e íbamos a explorar el mundo. A Gennet le encantaba la ropa de bebé. Nos metíamos en las tiendas. Ella tocaba los patucos. La ropita. Las texturas... Aprovechando aquello, volvimos a clase y le comuniqué que íbamos a escribir la palabra bebé. No había manera. Al rato empezó a golpear la mesa, yo estaba atendiendo a otros niños, se puso a respirar fuerte, como cuando se enfadaba. Se levantó, tiró de mí, me llevó al armario, sacó un muñeco y me lo puso en los brazos. Luego me escribió la palabra bebé en la mano... Fíjate que todavía me emociono al contártelo... Acababa de aprender algo muy difícil para alguien que ni ve ni oye ni habla: que una idea se corresponde con una palabra. A partir de ahí fue como si le hubiesen dado cuerda... Quería aprenderlo todo.

LAS CUATRO SUERTES

Como en el juego de las matrioskas rusas, en el que una muñeca va escondiendo otra dentro, Gennet ha tenido la suerte de encadenar fortunas: dentro de cada figurilla de la suerte que iba encontrando, le venía otra dentro.
Lo cuenta el director Miguel Ángel Tobías: «Ella tuvo la suerte de que, en un país devastado como era aquella Etiopía, sus padres la llevaran a la casa de acogida de las religiosas. Luego tuvo la suerte de que allí la conociera Carmen Corcuera, una mujer con recursos económicos y mucha sensibilidad cultural. Una madre extraordinaria que le construyó un universo: por ejemplo, a Gennet le encanta viajar por el mundo, especialmente a Italia... Después tuvo la suerte de que la adoptara y acabara en España. En concreto en Madrid. Donde hay una red institucional y con recursos importante. Y, antes que todo, tuvo la suerte de ser como es: tiene una inteligencia fuera de lo común».
Antes de la que hoy es profesora de 18 alumnos sordociegos en el centro Santa Ángela de la Cruz (Sevilla), fue la universitaria que acabó Magisterio en la rama de Educación Especial en la Complutense (Madrid). Antes de la titulada superior, fue la alumna de Bachillerato de Pastrana (Guadalajara) que compartía aula con alumnos sin discapacidad. Antes de la bachiller, fue la niña que llegó a un centro de la ONCE y que aprendió a deletrear bebé.
Cuando murió Carmen Corcuera con esa enfermedad con la que se olvida todo, Gennet se puso a recordar: su madre la quería independiente.
Así que, a los pocos meses de fallecer en diciembre de 2014, se fue a vivir a la localidad sevillana de Salteras. Sola y sin mapa. La maestra que no puede ver, oír, ni hablar, pero que te enseña a hacerlo.
La sociedad ha de abrir la mente, probar a contactar con el otro, no tener ese miedo
Por lo demás es como usted. Se levanta para ir a trabajar gracias a un despertador que vibra. Camina 15 minutos acompañada por una persona hasta la parada del bus. Da cuatro horas de clase. Vuelve, cocina, plancha, pasea, se informa por la prensa. Tiene un novio que se llama Antonio y que es sordo. Le gustan los sándwiches de Rodilla.
-Soy tan normal que a veces me aburro.
A Gennet le dan miedo los aviones («al no poder ver, la imaginación hace que pases más miedo en el despegue y aterrizaje»), los barcos (por el mismo motivo) y sobre todo le dan miedo los pozos: un día, siendo niña en Adís Abeba, se fue a sentar al sol sin saber que estaba haciéndolo sobre el brocal de un pozo. Una amiga la sacó de allí.
A Gennet no le dan miedo la oscuridad ni la soledad.
«Siempre que me he encontrado barreras, he luchado por tirarlas. Todo humano necesita ayuda del otro. Eso es lo que se puede aprender de la película. Que la sociedad ha de abrir la mente, probar a contactar con el otro, no tener ese miedo».

LO QUE PUEDO HACER

Hemos venido a hablar de Gennet. Pero estaría bien que alguien, algún día, en algún lugar, hablara lo suficiente de Carolina Fernández, la guía-intérprete que ha venido a echar no una mano, sino las dos: no es descabellado que ahora mismo le esté leyendo esto.
Justo ahora.
Habrá que decírselo entonces.
¿Qué sería de ti, Gennet, sin alguien como ella? ¿Cómo iría la maestra sordociega hasta la parada del autobús si no tuviera un asistente? ¿Cómo sería la niña que daba vueltas en círculo si no hubiera existido una profesora que la llevara a tocar patucos?
Nunca me he fijado en lo que no puedo hacer. Siempre me centro en lo que puedo hacer
Ocurrió hace dos años durante una conferencia de Gennet en Almería. Después de escuchar su testimonio, una chica se levantó y lanzó la siguiente pregunta.
-¿Cómo hiciste para no caer deprimida una vez que tomaste conciencia de tu discapacidad?
La chica que interrogaba era medio ciega. La pregunta era importante porque muchas de las 400 personas que estaban allí tenían alguna discapacidad y sabían a lo que se refería.
Así que a ver qué respondía Gennet.
No tardó en contestar.
-Yo nunca he considerado la sordoceguera una discapacidad. Nunca me he fijado en lo que no puedo hacer. Siempre me centro en lo que puedo hacer....
Entonces hizo una pausa larga, cuentan. Para terminar añadiendo algo que la define muy bien.
-Siempre me centro en lo que puedo hacer... y yo lo puedo hacer todo.

TITULO: VIVA LA VIDA -Nyle DiMarco, el supermodelo sordo y activista LGTBI: "No oír me evita enterarme de las críticas,  . DOMINGO -16- JUNIO.

El domingo -16-JUNIO a las 16:00 por Telecinco , foto,.

 Nyle DiMarco, el supermodelo sordo y activista LGTBI: "No oír me evita enterarme de las críticas,.

 Pese a su discapacidad, se licenció en Matemáticas, triunfa en las pasarelas y su activismo LGTBI le ha valido un premio Alan Turing,.

Se rumorea que es uno de los tipos más sexys de este planeta viciado de tipos sexys. Así lo aseguran algunas de las revistas de moda y vanidades con más peso del mundo. Si nos quedáramos en sus hechuras, pudiera ser: 1,88 de estatura, poderosa osamenta, ojos de un azul peligrosísimo, algo así como el peor de los océanos. Pero lo mejor está por llegar. Además de guapo oficial, el modelo Nyle DiMarco es licenciado en Matemáticas, sordo, activista... y con preferencias sexuales «fluidas». Oseáse ni gay, ni hetero, sino todo lo contrario. Un cóctel tan poco habitual que lo mismo se lo rifan en Vogue, pura purpurina, que en los foros más combativos de la lucha por los derechos LGTBI.
«Me han llegado a decir que era demasiado guapo para ser sordo», explica. «Y yo les respondo:'¿Me hablas en serio?' ¿Cómo es posible que exista gente que piense así?».
¿La normalización de los colectivos gay y sordo sigue siendo una utopía?
Hemos normalizado comentarios groseros e hirientes de personas que se esconden detrás de las pantallas de sus teléfonos. A mí no me molestan las ofensas, e incluso mi sordera me ha evitado escuchar las críticas. Pero quiero pelear por los que quizá no pueden defenderse ni tienen mi posición.
Sobre la fluidez de su sexualidad, tan exótica como esa mirada suya que a veces es fiera y a veces mimosa, Nyle lo explica así:«La bisexualidad implica que te gusten ambos sexos, pero en mi caso hay épocas en mi vida en las que siento más atracción hacia un lado que hacia otro. Y cuando leí sobre la fluidez sexual sentí una conexión, supe que yo estaba ahí».
Azote de Donald Trump -«es un misógino y un racista, y eso es asqueroso», sugirió vía Twitter-, Nyle ha encontrado en su sordera un genial trampolín para, curiosamente, hacerse oír. «Hay 55 millones de personas con discapacidad en Estados Unidos y no quiero a un presidente que margine a mi comunidad», ha dicho. «En absoluto me considero incapacitado por mi sordera. Puede incluso haber sido una ventaja para el mundo de la moda, donde hay que transmitir mensajes sin hablar». Durante las sesiones de fotos no se necesita un idioma, el fotógrafo y yo utilizamos los gestos o los teléfonos móviles para comunicarnos.
Es precisamente este mantra de la inclusión el que le traerá a España la semana próxima. Será en Arona (Tenerife), donde recibirá un premio Alan Turing por su defensa de los derechos LGTBI. Junto a él, personalidades de la talla de Caitlyn Jenner, el director de cine Lukas Dhont, la modelo transexual Ángela Ponce o el premio Nobel de la Paz Carlos Umaña, etre otros, también recogerán su galardón en el marco del ARNCulture & Business Pride, una cita marcada a fuego en la agenda mundial LGTBI. DiMarco, cómo no, tira de modestia: «Me siento honrado y, sobre todo, humilde. Y pondré todo mi esfuerzo al servicio del activismo y la visibilidad para que otros adopten sus propias identidades sin pedir disculpas».
Nyle convive con su celebridad estratosférica desde que se hicicera con la corona en el concurso de televisión Dancing with the stars (Bailando con las estrellas)en 2016. Se convirtió así en el primer ganador masculino y, cómo no, también el primer sordo; todo un hito para alguien que no puede oír.
¿Cómo lo hizo?
Soy muy visual. Aunque no escucho la música, siento que puedo verla. Observo cada paso, cada pequeño movimiento, cada mínimo detalle, y lo repito.
Fue precisamente su éxito en las cosas de la danza lo que le ha permitido lanzar su mensaje cada vez más lejos, cada vez más fuerte, cada vez más alto. Ha creado la Fundación Nyle DiMarco -para familias de niños sordos con pocos recursos-, ofrece tutoriales de lengua de signos a través de su cuenta de Instagram, abandera la causa gay y, en los pocos ratos libres que le quedan, desfila para Armani. No hay más preguntas, señoría.

Premios Alan Turing: "Si tienes visibilidad, tienes responsabilidad"

La gala de los Alan Turing Awards en la que Nyle DiMarco recogerá el Premio Diverso se celebrará el 21 de junio en la Playa de las Américas (Tenerife). Estos galardones, que estarán presentados por los actores Brays Efe y Rossy de Palma, deben su nombre al padre de la computación, precursor de la informática y una de las figuras del siglo XX menos reconocidas por su condición sexual. Y su objetivo no es otro reconocer la labor de personalidades como el propio DiMarco, la activista transexual Caitlyn Jenner, la artista Coco Capitán, el premio Nobel de la Paz Carlos Umaña, Juan Juliá, Ángela Ponce, Daniela Vega, Lukas Dhont o el representante de la ONU Fabrice Houdart, responsable de la campañaFree and Equal de Naciones Unidas, entre otros.
En la que ya es su tercera edición, los Alan Turing se engloban dentro del ARN Culture & Business Pride, un evento que sirve de punto de encuentro la plataforma LGTBI en ámbitos tan dispares como la cultura, la tecnología, los negocios, la ciencia, el arte y el ocio. Para Olga Payar, directora de esta iniciativa que ya es una referencia a nivel mundial, "el éxito del ARN viene dado por una demanda que existía que no estaba siendo atendida. No se celebraban unos premios como estos, donde se valora y da a conocer el trabajo de personalidades internacionales que han significado mucho para la visibilidad del colectivo. Porque creemos que el capital humano marca la diferencia". A la pregunta de lo que nos espera en esta tercera edición, Payar lo tiene claro: "Aprender disfrutando con puro activismo. En las conferencias y en los networking, en los speechs de los premiados, en las fiestas y en los conciertos como el de Neneh Cherry, Hercules and Love, Miss Caffeina o Monarchy, entre otros. Y nos deja, a modo de epílogo, un leitmotiv: "Si tienes visibilidad, tienes responsabilidad".

 

TITULO: Ese programa del que usted me habla con - Agarrar al ciervo por los cuernos  ,.

El martes -11- Junio por La 2 a las 21:30, foto,.

Agarrar al ciervo por los cuernos,.

Un ganadero conduce a los ciervos hacia la granja para cortarles los cuernos. Abajo, detalles de la operación. :: Pavel Mikheyev/Reuters/
Un ganadero conduce a los ciervos hacia la granja para cortarles los cuernos. Abajo, detalles de la operación.

En las salvajes montañas de Altái crían venados rojos para 'cosechar' estos días sus cornamentas, a las que atribuyen poder medicinal,.

Como si fueran esos reclutas novatos de las películas sobre la guerra del Vietnam, todos acaban rapados en esta época del año. Es una tradición, ahora ya una industria, que se remonta al siglo XIX y que consiste en cortar los cuernos a los ciervos rojos para aprovechar unas propiedades que tildan prácticamente de milagrosas. En esta zona de Asia central, en el macizo de Altái, una cordillera que atraviesa Rusia, China, Mongolia y Kazajistán, se afianzó la creencia de que las astas contienen propiedades que aumentan la fuerza y la resistencia, mejoran el sistema inmunológico y estimulan la fecundidad de hombres y mujeres.
Eso sí, no vale cualquier cornamenta. Han de conseguirse entre junio y mediados de julio, cuando ya tienen el tamaño idóneo pero aún no han calcificado. En ese momento las astas son suaves porque están cubiertas por una piel muy vascularizada y sedosa como el terciopelo, de la que se afirma que contiene elementos curativos.
Esas supuestas propiedades casi llevan a los ungulados a su extinción. El precio de las cornamentas en el siglo XIX se fue por las nubes y empezaron a matar venados para cortarlas sin miramientos. A finales de ese siglo, para tener controlada su población y preservar la especie, se crearon unos criaderos.
Para evitar su extinción, se crearon los actuales criaderos de venados
Hoy, ya entrados en el siglo XXI, siguen operando esas granjas en las que el ciervo colorado vive en un estado de semilibertad. Los marales disponen de grandes espacios naturales donde crecer y alimentarse. «Tenemos los animales en condiciones medio naturales. No están domesticados, pero tampoco son del todo salvajes. En las montañas viven en 3.000 hectáreas de suelo cercadas. Los animales están divididos por sectores, denominados jardines», explica a 'Sputnik'Alexander Klepikov, un destacado ganadero de la región de Altái.

Se sierran en dos segundos

Esas grandes extensiones tienen la ventaja de asimilarse al ecosistema del ciervo rojo ('cervus elaphus'), pero eso también incluye los inconvenientes, como encontrarse con depredadores, fundamentalmente el oso y el lobo, pero también las águilas, que acechan, inmisericordes, a las crías. Los ganaderos defienden su subsistencia a tiro limpio. Poco les importa que esas aves estén protegidas. Puestos a elegir entre las águilas o el futuro de su negocio, no tienen dudas.
Los cuernos se cortan una vez al año, en estas semanas. Los ganaderos arrean a los venados hasta la granja y los conducen por un pasillo hasta una estructura donde les atan la cabeza, les cubren los ojos y en dos o tres segundos les sierran su 'corona'. Inmediatamente desinfectan la herida, que se cubre de arcilla para frenar la hemorragia.
Las cornamentas se meten en calderos con agua hiviendo. Las sujetan ahí dentro, con las manos dentro de unas manoplas para no abrasarse la piel, durante tres minutos; después se extraen y se mantienen fuera el mismo tiempo; luego se repite el proceso durante dos minutos y, finalmente, nuevamente en periodos más breves de un minuto, dependiendo del tamaño.
Al día siguiente se repite esta rutina de escaldado y después se traslada el producto a una especie de sauna. Es un almacén donde la temperatura está a 80 grados y después a algo menos, entre 60 y 70º. «De esta manera se les saca el líquido y los cuernos pierden cerca del 64% de su peso inicial. Finalmente son vendidos y procesados», explica un técnico.

Baños revitalizantes

Al lado de las calderas se han construido en los últimos tiempos unas bañeras que se llenan con el agua que se ha utilizado para escaldar el material. Se ha extendido la creencia de que esos baños son revitalizantes y las granjas tienen ya listas de espera de meses para darse un baño curativo. Sus mejores clientes vienen de Moscú, San Petersburgo y otras grandes ciudades. Unas 150 visitas en mes y medio.
Hay que entender las condiciones en que vive esta gente del macizo de Altái, bajo un clima muy frío donde es imposible desarrollar una agricultura convencional. Son parajes tan inhóspitos que los cuernos del ciervo rojo se han convertido en su principal vía para subsistir. El 95% de su producción va a Corea del Sur, donde es muy común su uso para tratamientos médicos. China también compra alguna partida, pero es para revendérsela a sus vecinos coreanos.
Alexander Klepikov comenta que los estudios realizados por los médicos «han revelado un cierto efecto de este agua, pero han sido incapaces de determinar a qué se debe». Hay quienes aseguran que tiene un efecto tonificante, estimulante y hasta rejuvenecedor.
Los granjeros se han agarrado a los cuernos del ciervo colorado en los años más críticos, cuando la rentabilidad dejó de ser del 700 y el 800%. Cuando el producto empezó a depreciarse, les salvó que coincidió con una caída del rublo, a partir de 1998, con lo que las exportaciones siguieron siendo rentables para el sector. De tal forma que su venta se convirtió en el motor de la economía de esta región. Ahora es cada vez más complicado vivir exclusivamente de la exportación de este producto para uso medicinal, así que se está intentando fomentar un turismo ecológico en el que los baños son su principal reclamo, como demuestran las listas de espera para beneficiarse de esta exótica oferta.
También defienden las supuestas propiedades de la sangre de venado. Por eso extraen de la yugular una cantidad para comercializarla después de pasarla por los cuernos. Dicen que sus virtudes se conservan durante dos horas y hasta existe una clientela dispuesta a beber sangre fresca de ciervo rojo.
«La sangre extraída y los preparados en base a ella mejoran la capacidad de adaptación del organismo humano. Un baño con sangre del ciervo rojo ayuda a eliminar el ácido láctico y el paciente se da cuenta de que su organismo literalmente se renueva», aseguró en su día Alexander Shebalin, del controvertido centro antidopaje de Moscú, quien llegó a comercializarla para futbolistas, tenistas, boxeadores, esquiadores, jugadores de hockey hielo y todo tipo de deportistas profesionales.
Aunque nada de todo esto es realmente tan revolucionario. La leyenda cuenta que ya en el siglo XII los terribles guerreros del ejército mongol de Gengis Kan curaban sus heridas en baños con agua enriquecida con secreciones de la piel de los cuernos de los venados.

TITULO: FIESTA Y TOROS - Román, herido muy grave,.

Román, herido muy grave,.

Román Collado cogido por el primero de su lote durante su faena con la muleta. :: efe/
foto / Román Collado cogido por el primero de su lote durante su faena con la muleta. 

Cogido por un fiero tercero al cobrar una gran estocada, fue recompensado con una oreja por una faena de arrojo en una dura corrida de Baltasar Ibán,.

En la honda, armada y poderosa corrida de Baltasar Ibán vinieron dos toros del mismo nombre y de reata muy antigua en la ganadería: Santanero. Primero y tercero de sorteo. El tercero, cinqueño bien cumplido, fue el más descarado de los dos. A su tremenda envergadura se sumó el cuajo de la edad, el aire de toro viejo. Castaño albardado y montado, detalle que iba a condicionar su conducta. La salida fue prometedora, pero al tomar engaño hizo lo que casi todos los demás: apretar con correoso son y sin terminar de pasar.
Como todos, fue toro de apretar en el caballo. En la primera vara derribó después de romanear por los pechos y con la montura pegada a tablas sin escape. En la segunda peleó con genio. Se agarró a modo el menor de los hermanos Chocolate, Santiago. Las cuadrillas parecían en estado de alerta desde el comienzo de festejo. Por derrumbarse en banderillas fue devuelto el primer ibán, de imponente arboladura, lidiado y picado sin acierto ni fortuna. Un sobrero de Montealto enchiquerado por enésima vez en la feria, escurrido y estrecho, con mucha cara, pegó testarazos sin cuento y, agitado y codicioso, acusó los daños de una deficiente lidia a la defensiva, señal evidente de la intranquilidad de la tropa.

FICHA DEL FESTEJO

Toros
Seis toros de Baltasar Ibán (Cristina Moratiel).
Toreros
Curro Díaz, silencio, una oreja y ovación en el sexto, que mató por cogida de Román. Pepe Moral, silencio y pitos tras un aviso. Román, que sustituyó a Emilio de Justo, una oreja que recogió su banderillero Raúl Martí. Herido muy grave por el tercero en la reunión con la espada. Cornada en la cara interna del muslo derecho de trayectoria de 30 centímetros con destrozos en vasto interno y aductores, contusión de arteria femoral y nervio ciático. Intervenido bajo anestesia general en la enfermería. Un excelente segundo puyazo de Santiago Chocolate al tercero. Pascual Mellinas prendió al quinto el par más comprometido de la tarde.
Plaza
Madrid, 27ª de San Isidro. Primaveral, algo ventoso. 19.103 almas. Dos horas y veinticinco minutos de función.
Vista al cabo la corrida toda, muy por encima del nivel habitual en la ganadería, vinieron a entenderse las cautelas. El segundo, de cuello y morrillo fantásticos, musculatura extraordinaria, trajo en jaque a todo el mundo después de venirse cruzado antes de varas, donde cobró mucho y empujó. Fue uno de los dos claros de la corrida. Pepe Moral lo pasó a muleta desplegada y sin confianza. Se lo reprocharon los censores.
Después, asomó el tercero, que en banderillas se definió: tardo, reservón, receloso, a la espera, listo. Los intentos por sacarlo de las rayas de Raúl Martí, que lidiaba, no hicieron provecho. El palco hizo pasar a los banderilleros seis veces. En la sexta pasada salió prendido, volteado y pisoteado El Sirio, tercero de cuadrilla. Como fuera, se hizo de ánimo Román, que había entrado en el cartel en sustitución de Emilio de Justo. Con ese ánimo, serio desenfado, y un atreverse sin miedo, Román vivió la faena de mayor trágala de la feria. Los trallazos de protesta de toro escamado y artero no hicieron mella en Román, sino que hasta parecieron espolearlo. La gente reaccionó al sentir el riesgo del trabajo sin trampas ni alivio.
Firmeza de Román, la muleta al hocico, gobernado el primer viaje, ligado y aguantado el segundo, pero de este, o del de pecho, salía suelto a querencia el toro, y a plantarse en ella sin dejar de medir. La agresividad latente se dejaba sentir, pero fue un quién dijo miedo: Román se puso por la izquierda antes de ir por la espada. Era misión imposible. A la hora de cuadrar, el toro recién huido a tablas, había acabado en el punto opuesto donde había empezado el combate, tan severo y fragoroso. En la suerte contraria, Román atacó sin que el toro descolgara, la espada entró hasta el puño pero en ese momento salió prendido, zarandeado y volteado. Brutal. Y ahora se entendieron las reservas de todos.
Iba hora y media de festejo. Tocó seguir. Con todo su trapío, el cuarto, que galopó al caballo, resultó de suave son. Curro Díaz se fue frente a la puerta de la enfermería y sobre la tabla cimera dejó la montera. Brindis a Román. El detalle conmovió a la gente. Curro se entendió con el toro sin pruebas. Una primera tanda de cara pinturería -toreo cambiado por abajo- y tres tandas cortas en redondo, bien rematadas y traídas, mecidas, espaciadas, calmosas. Una estocada soltando engaño. Después de la tragedia, parecía otra la corrida. No por mucho tiempo: el quinto, pájaro de estampa soberbia, castigadísimo en el caballo, sorprendió a Pepe Moral en renuncio manifiesto. Con el sexto, que se orientó de partida, volvió Curro Díaz a estarse sereno y refinado. Solo que ese último fue de apenas medias embestidas y muy poco querer.


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