Mi casa es la tuya - Ignacio Elguero, director de Educación, diversidad y cultura de RTVE ., Viernes-1- Octubre ,. / Pekín Express - Restaurado el Cristo Crucificado de la iglesia parroquial de San Martín ,. / UN BUEN PLAN ES IR AL CINE - La mujer de al lado,. / Días de cine -' Cine - Antonio Gasset , Viernes-1- Octubre . / Saber Vivir - ¿En qué momento pasó el bigote de ser imprescindible a convertirse en una víctima ?,.
TITULO:
Mi casa es la tuya - Ignacio Elguero, director de Educación, diversidad y cultura de RTVE., Viernes-1- Octubre ,.
Mi casa es la tuya',
Este viernes -1 - Octubre a
las 22.00, Telecinco emite una nueva entrega de 'Mi casa es la tuya',
con Bertín Osborne charlando conIgnacio Elguero, director de Educación, diversidad y cultura de RTVE , foto,.
Ignacio Elguero, director de Educación, diversidad y cultura de RTVE,.
«RTVE ha perdido el tren para que la gente joven plasme su creatividad»,.
Licenciado
en Ciencias de la Información, Ignacio Elguero (Madrid, 1964) ha pasado
gran parte de su carrera profesional en RNE y allí ha dejado su sello
en el apartado cultural, especialmente entre 2008 y 2010. Ahora da el
salto a la dirección de Educación, Diversidad, Cultura e Internacional
en RTVE en plena renovación de la cúpula directiva del ente público que
también lleva a un lavado de cara de los contenidos. Una reforma para
adaptarse a los nuevos tiempos, lenguajes e inquietudes de la audiencia,
que cada vez más pasa el tiempo con otras pantallas como la de los
móviles. «Quiero hacer la edad de oro del siglo XXI», afirma con
contundencia Elguero a este periódico en conversación telefónica y su
idea pasa por llevar la cultura no solo a La2, sino también a La1 y
fuera de España, porque eso es «Marca España».
–¿Cómo quiere RTVE hacer esa revolución cultural?
–No
es tanto una revolución como tal, sino avanzar de tal manera que seamos
un referente indiscutible, cerrar nuestros puntos débiles y de esa
manera crecer. Lo vamos a hacer estando presente como medio oficial en
las grandes celebraciones y acontecimientos nacionales e internacionales
participando con gente nuestra, con nuestros programas. También hay que
hacer nuevos proyectos y formatos, pero no es fácil. Quiero, además,
acercar la música más a la televisión y trabajamos en una serie de
festivales benéficos y, sobre todo, vamos a trabajar en la actualización
de formatos, que en su momento funcionaban y los vamos a renovar por
completo.
–¿Por qué esa idea de recuperar y reformsar antiguos formatos?
–Yo
quiero hacer la edad de oro del Siglo XXI y para mí, desde un punto de
vista sociológico, es la generación post-pandemia, esa generación
creativa de este siglo, que empieza el 21 del XXI. Quiero mostrar a
través de un programa de televisión lo que están haciendo los jóvenes
creadores españoles en todas las disciplinas artísticas. Es volver a ser
el medio en el que se encuentren las nuevas generaciones creadoras, que
ofrecen un producto al público mayoritario, no pretende ser para nada
elitista. Es esa gente que está en las redes, en Youtube y nosotros no
les hemos dado ese campo.
–¿Eso es recuperando antiguos formatos?
–Por
ejemplo, 'A fondo' lo pongo de comparación para que la gente tenga un
referente. El fin es no olvidar a ningún público, no es que recuperes el
formato, porque fueron estupendos en su momento y en el fondo todo es
cíclico. Nos falta un programa que traiga a grandes pensadores y ya
veteranos, pero, al mismo tiempo, estoy ideando un programa que es la
plataforma de los nuevos creadores. Nuevos formatos también con los
nuevos lenguajes.
–¿Quiere traer a RTVE a los Ibai, Auronplay y Rubius que tanto siguen los jóvenes?
–No,
no (risas). Yo quiero a los a los grandes creadores con mayúsculas:
grandes poetas y escritores, respetados. No me interesa que sean o no
mediáticos, para nada. Nosotros lo que buscamos es calidad, tenemos que
ser referentes por calidad y creo que la tenemos, pero hay que
aumentarla. Hemos perdido el tren en tener ese espacio para que la gente
joven plasme lo que hace desde un punto de vista creativo y se ha ido a
otros sitios, sobre todo, internet.
–¿Ese espacio va a ir a la televisión o la web?
–Yo de lo que estoy hablando es para la televisión.
–¿Tiene fecha?
–Lleva
su tiempo, pero yo ya estoy en ello, pero para 2021 no llegamos. Hay
una gente creadora que no tiene soporte para darse a conocer y eso lo
tiene que hacer RTVE con nuevos formatos y lenguajes.
–¿Y en su cabeza esto es para La1 o para La2?
–En
mi cabeza está perderle el miedo al sometimiento de las audiencias y
podría ir a La1 en un post 'prime time'. No hay que dejar a la cultura
metida en un canal determinado y a determinados horarios y en esto
también está el presidente José Manuel Pérez Tornero. RTVE se sigue
basando en tres pilares: formar, informar y entretener. Ya ofrecemos
grandes productos culturales, pero queremos multiplicarlos, ahí está la
clave. Tenemos que hacer autocrítica para avanzar y hay que renovar el
Canal Internacional en un canal de noticias de actualidad y cultura,
porque es la manera de mostrar fuera todo lo que hacemos aquí.
TITULO: Pekín Express - Restaurado el Cristo Crucificado de la iglesia parroquial de San Martín ,.
Pekín Express ,.
Cristina Pedroche conduce 'Pekín Express: La ruta de los elefantes', una aventura en mitad del Índico, en la que 10 parejas con perfiles muy diferentes, etc.
Restaurado el Cristo Crucificado de la iglesia parroquial de San Martín ,.
La actuación, realizada
por la restauradora Carmen Vega, ha sido posible gracias a la
colaboración económica del Ayuntamiento y Caja Almendralejo,.
foto - Rostro del Crucificado después de la resturación,.
Debido al mal estado de conservación, la imagen
de Cristo Crucificado que se hallaba en el cancel de la Puerta del
Perdón de la iglesia de San Martín, ha sido restaurada en fecha
reciente.
La restauración, realizada gracias a la
colaboración del Ayuntamiento y la Fundación Caja Almendralejo, ha
corrido a Rostro del Crucificado después de la resturacióncargo de la doctora en Conservación-Restauración, María del
Carmen Vega Vera. En breve, se podrá contemplar en el presbiterio de la
parroquia.
Se trata de una escultura de armoniosas
proporciones anatómicas realizada en madera de nogal policromada y
articulada en los hombros, posiblemente realizada en el siglo XVI.
Pertenece a las denominadas Cristo del Descendimiento, una de las
esculturas con mayor devoción en tiempos pasados, pues esta tipología
fue desarrollada a partir del Concilio de Trento (1545-1563).
foto - Imagen del Cristo antes de la restauración /
CARMEN VEGA
Originalmente
este modelo iconográfico poseía una doble funcionalidad, ya que
permanecía crucificado durante el año hasta que la tarde del Viernes
Santo se desclavaba de la cruz para ser enterrado en una urna. Esta
particularidad hacía necesaria la articulación de sus brazos, que
permite moverlos arriba y abajo.
A pesar de ser un acto emocionante, a
partir del siglo XVII este descendimiento comienza a desaparecer en
muchas localidades, aunque a día de hoy se sigue conservando en algunas
poblaciones o se ha recuperado en otras.
El estado de conservación de la talla era
muy deficiente, según ha comentado a HOY La Zarza la restauradora, pues
la imagen presentaba varios repintes que ocultaban la carnación original
por completo. Además, el soporte tenía, entre otras faltas
estructurales, la pérdida de todos los dedos de las manos. Para
solucionar estos graves deterioros, el párroco Nacho Pérez y la Cofradía
de la Soledad consideraron necesaria su restauración.
Tras
los diversos estudios, explicó Carmen Vega a este diario, se planteó un
plan de actuación dividido en dos fases. En primer lugar, se debían
retirar los dos repintes que cubrían en su totalidad la carnación y
reconstruir las partes del soporte que había perdido. Una vez concluida
la primera fase apareció la policromía original de gran calidad, pero
fuertemente deteriorada. En la segunda fase, para dar unidad a la obra y
concluir la intervención, se actuó sobre la policromía estucando y
reintegrando las lagunas. Finalmente la obra fue barnizada en su
totalidad.
Gracias a los procesos llevados a cabo, se
ha conseguido por un lado devolver al soporte las características
necesarias para la buena conservación de la talla, y por otro se ha
rescatado la policromía original recuperando,.
TITULO: UN BUEN PLAN ES IR AL CINE - La mujer de al lado,.
En una pequeña población,
cerca de Grenoble, Mathilde Bauchard (Fanny Ardant) se encuentra a
Bernard Coudray (Gérard Depardieu), un hombre con el que mantuvo una
relación años atrás. A pesar de que ambos están casados, no pueden
evitar volver a vivir un romance
TITULO:
Días de cine - Cine - Antonio Gasset , . Viernes-1-Octubre,.
Viernes -1-Octubre a las 20:35 horas en La 2 / foto,.
Días de cine’ recuerda a Antonio Gasset,.
El
espacio cinematográfico de La 2 dedica esta semana un homenaje a quien
fue su director y presentador, Antonio Gasset, fallecido este miércoles.
Además, el programa repasará los estrenos de la cartelera, ofrecerá una
valoración del palmarés de la última edición del Festival de Cine de
San Sebastián y contará como madrina con la actriz Juana Acosta, que
presentará la VIII edición de los Premios Platino de Cine Iberoamericano
el próximo domingo,.
TITULO: Saber Vivir -¿En qué momento pasó el bigote de ser imprescindible a convertirse en una víctima ?,.
¿En qué momento pasó el bigote de ser imprescindible a convertirse en una víctima?,.
Chaplin, Mercury, Stalin... Estar tan ligados a ciertos personajes y al poder los hace complejos de llevar sin barba,.
foto / Nada
tan ligero como un bigote supuso nunca un peso tan grande. Unos pocos
pelillos sobre la boca se convierten en la marca de la casa. Si un
hombre –qué decir de una mujer– luce mostacho, será con toda seguridad
la primera característica que usemos para definirlo. Un sujeto con
bigote. De todas maneras, no se ven muchos hoy día, al menos sin
acompañarlo de algo de barba. Porque no está de moda, como esta última.
Lo sabe bien Dani Juan, de La Barbería del Norte, un sevillano afincado
en Bilbao experto en arreglar el pelo de la cara para darle un sentido.
Él mismo lleva bigote... acompañado de una luenga barba.
«Yo diría que el bigote es una víctima
–apunta el experto–. Es muy complejo de lucir principalmente por los
clichés que lleva aparejados y porque, automáticamente, los ligamos a
ciertos nombres propios: el bigote Chaplin, que es el mismo de Hitler,
el Cantinflas, el de Freddie Mercury, el Dalí...». Es evidente que no
todo el mundo se atreve a dejárselo, señala Dani Juan, ni siquera en
noviembre, cuando se organiza el 'Movember' –contracción de 'moustache',
bigote en inglés, y 'november', el nombre de dicho mes–, un evento
anual en el que muchos hombres se dejan crecer este pelo de la cara con
el objetivo de concienciar y recaudar fondos para enfermedades como el
cáncer de próstata. «Pero salen a la calle y se sienten un poco
ridículos, con la impresión de que la gente les mira y se ríe. Aunque
yo, como profesional, pueda creer que esa persona se ve muy bien solo
con el bigote, se mirará al espejo y sonreirá». No hace falta decir que
no está de moda. «Hasta que no se lo pongan unos cuantos famosos,
jugadores de fútbol, por ejemplo, no será posible. Se necesitan los
primeros valientes».
Y mira que el mostacho ofrece
posibilidades... A mediados del siglo XIX a alguien se le ocurrió que
juntar las patillas con el bigote sería buena idea, parecida a la de
llevar barba sin él, a lo Abraham Lincoln, dos ejemplos verdaderamente
difíciles de encontrar en nuestros días. Fue la época también del bigote
'morsa' –o 'Walrus', que en inglés suena mejor–, denso y con el pelo
largo, como el de Friedrich Nietzsche. A principios del siglo XX, los
mostachos eran tupidos y con las puntas hacia arriba, como los forzudos
en el circo, y los años 20 y 30 fueron para los bigotillos finos tipo
lápiz, como los de Clark Gable, Gilbert Roland o Errol Flynn, modelos de
hombre conquistador e irresistible, pues es un hecho que este apéndice
siempre ha estado ligado a la masculinidad y la virilidad. En otra
realidad completamente distinta, ahí estaba Pancho Villa y su bigote
revolucionario, luego adoptado aunque con barba por el Che Guevara y
Fidel Castro.
«Una cosa es cierta, no puedes escogerlo, tanto el bigote como la barba te escogen a ti»
La
Segunda Guerra Mundial nos regaló uno de los bigotes más detestados de
la Historia junto al de Stalin (mezcla de 'morsa' y 'manillar', es
decir, con las puntas un poco hacia arriba): el 'cepillo de dientes' de
Hitler. Porque ¿quién se atrevería a lucir algo así? Imposible de llevar
si no es con una gran carga de ironía o sarcasmo, como lo hizo en los
años 80 Iñaki Fernández, cantante del grupo de la Movida Glutamato
Ye-yé, que lucía ese accesorio sobre su labio y no contento con ello lo
subrayaba con un flequillo digamos que muy Adolf. O como Chaplin,
especialmente en 'El gran dictador'. También exhibían bigote Franco,
Pinochet, De Gaulle, Sadam Hussein...
En herradura
En los 70 llegaría el estilo
'motero', como el del luchador Hulk Hogan, dejándolo crecer hacia abajo
dándole forma de herradura, imagen también muy ligada al mundo del rock.
Freddie Mercury en los 80 pondría de moda el suyo. Mención especial
merecen los de Dalí y Groucho Marx, que era pintado. Y el siglo XXI no
es precisamente de los bigotes. La barba de los 'hipsters' se ha llevado
todo el protagonismo, y los bigotes se lucen acompañados de pelo en
mejillas y barbilla dispuesto en diferentes formas. Las posibilidades
son muchas, de hecho estamos hablando del «maquillaje de los hombres»,
señala el barbero.
«Si te fijas – añade– en muchos casos
estamos hablando de gente muy poderosa, auténticas autoridades tanto de
la política como de otras disciplinas. Y además muy ligadas a épocas muy
pasadas. Hablo de gente importante que necesitaba plasmar su autoridad,
dar una imagen de dureza, personas con poder que necesitaban
diferenciarse». De hecho, el repaso histórico está repleto de ejemplos
de mandatarios, con una excepción: en Estados Unidos, cualquiera que
quiera llegar a presidente sabe que debe afeitarse bien, precisamente
por contraposición con todos los que han sido sus enemigos más
acérrimos: Hitler, Stalin, Castro, Hussein... Ya lo dijo el diario 'The
New York Times' en un artículo de 2004, cuando en aquel país afrontaban
unas elecciones en las que salió victorioso George W. Bush, que repetía
en el puesto. No ha habido ningún bigotudo sentado en la Casa Blanca de
un siglo a esta parte; el último fue el republicano William Howard Taft,
que gobernó entre 1909 y 1913.
Así
las cosas, el estar muy ligado a la autoridad es algo que puede frenar a
la hora de apostar por un bigote. Como cuando se habla de la imagen del
policía o guardia civil, ahí está el golpista Antonio Tejero. Hay que
recordar que en muchos ejércitos obligaban a llevarlo, más fino para la
tropa y más tupido y grande conforme se escalaba en el rango. Por otro
lado, también hay quien liga el bigote al hombre homosexual,
especialmente por la influencia de Freddie Mercury. «Estamos hablando de
clichés, de prejuicios, de ideas preconcebidas –advierte Dani Juan–. El
bigote parece que realza los rasgos masculinos y en su caso era
homosexual, pero es que esto no tiene nada que ver, muchos homosexuales
son muy masculinos. Y luego está el hecho de que estos, quizá por la
represión que han vivido tradicionalmente, ahora que pueden se muestran
más abiertos a todas las modas, a usar bigote también».
Tapar defectos
A veces se usa para tapar ciertos
defectos, dicen que Hitler pretendió así ocultar una deformidad en su
labio superior, aunque también afirman que fue por emular a un creador
del ideario nazi, Gottfried Feder, o incluso por estar a la moda de
aquel entonces. Quién sabe por qué motivo se lo dejó José María Aznar,
pero es un hecho que más de uno se llevó un susto cuando el político del
PP apareció sin él, como suele suceder cuando un hombre se afeita la
barba, aunque en su caso la distancia entre la nariz y la boca que
descubrimos con el destape no juega precisamente a su favor.
«Hombre, si eres muy guapo, pues lo llevas y
ya está, te puedes poner lo que quieras porque da igual, todo te queda
bien. Eso sí, todos los bigotes otorgan un estatus por su vinculación
con determinadas piezas de la sociedad. Por eso podríamos decir lo de
que es una víctima, demasiado asociado a la risa y a ciertos personajes.
Te pones un bigote y siempre tienes que escuchar 'te pareces a tal o a
cual', a Cantinflas, a Charlot, a Dalí, a Mercury... Ponerle nombre a
las cosas siempre es problemático y perjudicial en este caso. Algo que
no pasa, o en mucha menor medida, con los peinados o la barba». Añade,
por otro lado, que en descartarlo tiene mucho peso el que requiera mucho
tiempo, «muchos cuidados para llevarlo bien y que no parezca sucio o
desaliñado, mantener la forma y la longitud adecuada».
Cuenta Dani Juan que su propio padre tuvo
que dejarse bigote casi por obligación, ya que al tenerle con solo 15
años se vio en esa necesidad para dar una imagen más responsable, de
tener más autoridad, ser más adulto. Asegura que cada uno tiene su tipo
de bigote adecuado, «en función de la forma de la cara, de la cantidad
de vello que tenga, de la personalidad y de la imagen que quiera
transmitir... Aunque no hay que ver solo el bigote o una barba, sino un
conjunto, con el cabello, enmarcado en todo el cuerpo. Pero una cosa es
cierta: No puedes escogerlo, tanto el bigote como la barba te escogen a
ti».
Bigote, del alemán Bei Gott!, ¡por Dios!
Recoge el periodista uruguayo
Ricardo Soca en su web elcastellano.org que los germanos solían exclamar
'Bei Gott!', que significa algo así como ¡por Dios!, y que los
españoles, «sin entender el significado, empezaron a llamar así a
aquellos bigotudos».
Con el tiempo, «la palabra ya
castellanizada como bigote sirvió para denominar el propio apéndice
piloso». Algunos sostienen que llegó a nuestro idioma bajo el Imperio de
Carlos I (Carlos V de Alemania) «con el fuerte contingente germánico
que entró por entonces a la Península». «Sin embargo –señala Soca–,
Carlos I gobernó el Imperio a comienzos del siglo XVI, y la palabra
bigote aparecía ya en el Diccionario latino-castellano, de Nebrija,
publicado en 1495». El periodista apunta que tampoco esta teoría está
suficientemente comprobada: «No es seguro que hayan sido los germanos
quienes llevaron la palabra a la Península, pues allá por el siglo XII,
en Francia se llamaba 'bigot' a los normandos, y en esa época, al otro
lado del canal de la Mancha, los ingleses pronunciaban 'be God', 'por
Dios'. Sobre esta base, se plantea la duda acerca de si la palabra fue
traída al español por los germanos o por los franceses».
Rescata también Soca un análisis del
académico Rafael Lapesa, que en 1968 afirmaba que bigote debía su origen
al 'bi Got' pronunciado por unos guardias suizos en la Reconquista de
Granada en 1483, «fecha perfectamente compatible con el registro de
Nebrija».
No hay comentarios:
Publicar un comentario