& Si me permitís decirlo con esta metáfora : El Padre-Madre Dios está ahí, como “gestándonos” para nuestra vida definitiva... (Dios: Seno materno que nos va gestando y dando a luz...)... Y en el momento de la muerte, Dios nos da a luz para nuestra vida plena y definitiva... Morir es... ¡acabar de nacer!...
«Muriendo -decía Franklin- acabamos de nacer»... Los primeros cristianos consideraban a la muerte como el “vere dies natalis” : el verdadero día del nacimiento, en el que la persona realiza plenamente su ser auténtico para siempre....-foto,.
La muerte es semejante al nacimiento. Al nacer, la nueva criatura abandona la matriz que la alimentaba. Ella se sentía “tan a gusto” ahí... Pero poco a poco esa vida intrauterina se había hecho sofocante; y ahora resulta que ¡se siente empujada a salir de ahí!. ¿Para qué? : Pues para vivir una vida más plena y más autónoma; aunque esa criatura, ni lo sepa ni lo sienta así; ella no sabe que después de este paso le espera el aire libre, el espacio, la luz y el amor. Pasa por la crisis más penosa de su vida fetal : es empujada por todos lados, apretada, casi sofocada, y por fin arrojada fuera. No sabe que le espera un mundo más amplio que la matriz materna, lleno de anchos horizontes, en el que va a poder ser más sí mismo, viviendo una más amplia relación con el mundo y con los demás. Así nace: sin saber qué le está pasando....
Al morir, el ser humano atraviesa una crisis biológica semejante a la del nacimiento. Se debilita, va perdiendo el aire, agoniza, y es como arrancado de este mundo. No experimenta aún que va a irrumpir en horizontes mucho más amplios y vastos que los que está dejando; y que su capacidad y su aspiración a ser sí mismo será plenamente colmada, viviendo totalmente en el Amor y vivificado por él... Nos cuesta ver las cosas así. Pero esa es la realidad que descubrimos en Cristo muerto resucitado : al morir, el ser humano nace plenamente a sí mismo... Morir es acabar de nacer.
No morir, – decía ya Epicteto -, sería para el ser humano lo que es para la espiga no madurar nunca,... o lo que sería para el feto no nacer... Para el ser humano sería una desgracia insoportable el tener que vivir eternamente “esta” vida; “esta” vida, tan bella en tantos aspectos, pero tan problemática y llena de sufrimientos en tantos otros. (Muchas personas, desde las más sencillas hasta de las más sabias, lo sienten y lo dicen: “esta” vida, ni satisface ni puede satisfacer las aspiraciones que llevamos dentro). Y para muchas personas (tantos “desgraciados”, tantas víctimas, tantos y tantos sufrientes) sería totalmente injusto tener que vivir así, sin llegar nunca a este definitivo nacimiento que es la muerte...
& Ese nacimiento que es la muerte tiene mucho de doloroso. Pero es nacimiento a la vida... “Por eso - como dice San Pablo - no desfallecemos, pues aunque por fuera vamos envejeciendo, por dentro nos rejuvenecemos día a día. En efecto, las leves tribulaciones de un momento nos traen como resultado una riqueza eterna, una gloria que las sobrepasa desmesuradamente; y nosotros no ponemos la mira en lo que se ve, sino en lo que no se ve, porque lo que se ve es transitorio y lo que no se ve es eterno” (2 Cor 4,16-18)... Como dice también San Pablo en otro lugar hablando de los sufrimientos de la vida y de la historia: tanto para el universo entero como para cada uno de nosotros, estos sufrimientos, en realidad, son los dolores del parto (ver Rm 8, 18 s.)... Parto doloroso, pero que da como fruto una vida más plena. Dice Jesús en Jn 16, 21 : “Cuando una mujer va a dar a luz, se angustia, porque le ha llegado la hora; pero cuando ya ha nacido la criatura, la madre se olvida del dolor a causa de la alegría de que un niño haya nacido al mundo. Así también, vosotros os angustiáis ahora, pero yo volveré a veros, y entonces vuestro corazón se llenará de alegría, de una alegría que nadie os podrá quitar”...
& Al final de la vida terrestre, en ese nacimiento definitivo, el ser humano deja detrás de sí un cadáver;... por seguir con la comparación: deja tras de sí la placenta... Es como el capullo que ha hecho posible la formación de la crisálida y de la mariposa. Ahora ya no tiene ninguna función ni ninguna utilidad para esa radiante mariposa... Según nuestra fe cristiana, no esperamos la revivificación de ese cadáver; tampoco creemos simplemente en la inmortalidad de nuestra alma... Lo que creemos y esperamos es nuestro definitivo nacimiento: el pleno florecimiento de nuestro ser personal en su totalidad, la total realización de nuestra realidad personal cuerpo-alma... Intentaremos decir algo de esto en las charlas siguientes...
TITTULO: QUE HAY DE NUEVO,MUCHO MAS QUE SAMBA, BRASIL ACUSTICO,.
- Este verano se llevan los colores de Brasil y es el momento perfecto para descubrir su escena musical, inquieta, joven y multifusión.,.foto,.
- Si al oír la expresión “música brasileña” tarareas la Garota de Ipanema, necesitas una actualización urgente: descubre la banda sonora del país del Mundial.Este verano se llevan los colores de Brasil y es el momento perfecto para descubrir su escena musical, inquieta, joven y multifusión. Si no puedes acercarte al vibrante Lollapalooza de São Paulo o al mastodóntico Rock in Río, presta oídos a propuestas como la del muy hipster dúo Letuce, que ha convertido su historia de amor en tres discos.“El primero es sobre la pasión; el segundo, más fuego, sobre el amor y sus zonas oscuras”, dicen; el último, en preparación, trata sobre su divorcio. Tampoco hay que perder de vista a la joven Marina Wisnik, que, lejos de vivir del cuento de ser hija del gran productor Ze Miguel Wisnik, crea su propio estilo con ecos de Rita Lee y Françoise Hardy a partes iguales (la prueba, en su último disco, Vas); ni tampoco a Karol Conka, la gran dama del rap brasileño que ha convertido su música en una llamada al empoderamiento femenino. ¿No la conoces? Empieza por “Boa Noite”, su tema más famoso.Dignos de mención son Buraka Som Sistema, brasileños de espíritu, ya que no de origen, que han hecho de la fusión electrónica su bandera. Y, hablando de fusión, imprescindible en tu discoteca Brasil cool es Little Joy, único disco del trío homónimo que formaron Fabrizio Moretti (batería de los Strokes), su novia Binki Shapiro y el brasileño Rodrigo Amarante: seis años después, los fans siguen pidiendo un segundo álbum,.