TITULO:
Mi casa es la tuya - El guardia civil Jorge Pérez ,. , Viernes -5- Junio ,.
Mi casa es la tuya',.
Este viernes -5- Junio a las 22.00, Telecinco emite una nueva entrega de 'Mi casa es la tuya', con Bertín Osborne charlando con El guardia civil Jorge Pérez ,. , foto.
El guardia civil Jorge Pérez,.
El guardia civil Jorge Pérez gana 'Supervivientes' ante casi 4 millones de espectadores,.
Asimismo, su minuto de oro fue el mejor de todo el año, y superó los cinco millones de televidentes. Con esos datos, la final se convirtió en la cuarta con mejor audiencia de la historia del espacio, y ha situado a la edición como también la cuarta más vista en número de espectadores de media (3.495.000 espectadores), ligeramente por debajo de la del año pasado (3.511.000 espectadores). Por si fuera poco, el programa que precedió al 'reality', 'Supervivientes: Exprés', también lideró su franja, con más espectadores, 4.115.000, pero menos 'share', un 23,5%.
A pesar de haber celebrado ya su gran final, 'Supervivientes 2020' todavía no se ha despedido de la parrilla. Lo hará mañana por la noche, con un especial presentado por Jorge Javier Vázquez, que reunirá a los 17 concursantes.
TITULO:
Pekín Express - Que viene el fuego.
Pekín Express ,.
Cristina Pedroche conduce 'Pekín Express: La ruta de los elefantes', una aventura en mitad del Índico, en la que 10 parejas con perfiles muy diferentes, etc.
Que viene el fuego,.
Solo cinco empresas en España sobreviven en el oficio de fundir campanas artesanalmente. En Lérida acaban de moldear la más grande de Europa en los últimos 30 años. En horno de barro y a pie de torre, como en la Edad Media,.
foto / A Abel Portilla todavía se le acelera el corazón cuando llega el momento «crucial» de la creación, cuando la aleación mágica de 78% de cobre y 22% de estaño, que hace 5.000 años impulsó el desarrollo de la humanidad, convierte el bronce en música celestial, en llamada a misa, en alerta para prevenir a la población de una inminente catástrofe o en aviso de algún fallecimiento.A sus 60 años, este cántabro vive la fundición de campanas con el mismo entusiasmo que de niño, cuando con 13 ayudaba a su abuelo en un oficio que le viene de lejos (proviene de un linaje de fundidores que se remonta a Marcos de Linares, que murió en 1732) y que hoy sobrevive en España y siguen ejerciendo de forma artesanal cinco empresas: Rosas, en Torredonjimeno (Jaén); Quintana, en Saldaña (Palencia); Rivera, en Montehermoso (Cáceres); Ocampo, en Arcos da Condesa (Pontevedra), y Hermanos Portilla, en Vierna (Cantabria).
Todos estos maestros fundidores proceden directa o indirectamente de esta última región, en la que desembarcaron, a instancias del rey Felipe II, un grupo de holandeses expertos en el oficio para contribuir a llevar los ecos del cristianismo hasta el último rincón de la Península. Arraigaron en la zona de Transmiera, donde artesanos cántabros construyeron en 1519 la primera campana que Hernán Cortés llevó al nuevo mundo; en concreto, a México. Llegaron a ser más de un centenar a principios del siglo XX y, aunque tras la Guerra Civil se intensificó la producción de campanas, muchas fábricas tuvieron que echar el cierre acabada esa etapa de esplendor. Aún así, cinco siglos después, aquella labor sigue fiel a unas señas de identidad transmitidas de generación en generación, pero cuyo negocio se ha diversificado y ha tirado de tecnología para mejorar su calidad y ser más competitivo. Ya no solo se fabrican campanas, también se hacen relojes monumentales o se montan carillones en cualquier parte del mundo.
«Aún se me acelera el corazón cuando el bronce discurre hacia el molde»
Abel Portilla
«El sistema moderno reduce en un 70% el tiempo de fabricación»
Gabriel Rivera
«Mientras exista la Iglesia, el oficio de fundidor tendrá futuro»
Alberto Damas
«No queda otra que adaptarse a los tiempos para sobrevivir»
Ignacio Quintana
En el monasterio, que actualmente alberga un noviciado de los maristas y una hospedería, están con su campana como un niño con zapatos nuevos. «Para nosotros tiene un significado especial, no solo porque logramos recuperar el patrimonio que perdimos durante la desamortización del siglo XIX y las sucesivas guerras, sino porque contamos con una pieza única», apunta Robert Porta, su director. Precisamente, esa exclusividad es la que consiguen los actuales maestros fundidores con el sistema de 'cera perdida', un sistema artesanal y complejo que se prolonga durante un mes y que pasa por tres fases: la realización del molde interior o 'macho', que se logra colocando ladrillos en círculos concéntricos de mayor a menor diámetro, unidos por barro a partir de un plantilla o 'terraja'. Ésta reproduce con exactitud los perfiles de la campana y de su diseño depende que tenga una nota musical u otra.
Muchas de estas plantillas han pasado de generación en generación. Las proporciones y equivalencias en peso, altitud y grosor definirán el sonido de una campana y la personalidad de su creador. Asegura Abel que es fundamental untarla de ceniza para impedir que quede adherida al siguiente molde, que es la 'camisa' o 'falsa campana'. Ésta sirve de recipiente para verter a una temperatura de entre 1.000 y 1.200 grados el bronce líquido, que quedará limitado por la capa externa, donde van grabadas las leyendas, símbolos y la firma del maestro fundidor. En las más de 4.000 que Abel ha realizado puede leerse: 'Abel Portilla me fecis (me hizo)', seguido de un pez, varios asteriscos y dos pájaros volando. «Cuando la campana tiene todos sus adornos, se cubren con una mezcla de barro cribado, clara de huevo y sangre de animal. Así se crean varias capas de cera y se rematan con otra de barro y excrementos de caballo antes de proporcionarle calor para que las inscripciones se fijen a la campana», explica Abel.
Realizados los moldes, se crea un foso donde estos se entierran a un nivel inferior al horno, para que una vez fundido el bronce y por efecto de la gravedad llegue hasta los 'bebedores' de la campana. Es la fase donde estos artesanos se lo juegan al todo o nada en un solo un minuto y que ellos denominan 'colada' o 'punto crítico'. «Todavía se me acelera el corazón cuando tengo que decidir el momento de abrir la puerta del horno. Hay que contener la impaciencia y comprobar hasta en tres ocasiones si la temperatura es correcta antes de dejar salir la 'lava' incandescente de metal», subraya Abel. En Os de Balaguer, el público lo vivió como algo «casi místico». «Es como el nacimiento de un hijo. Hay quien rompió a llorar de la emoción o quien se abrazó al que tenía al lado», rememora Jaume León, presidente de honor de la Cofradía de Campaneros de Cataluña.
Simulación por ordenador
Después de tres días enfriando bajo tierra, la respiración se contiene mientras la campana emerge de la tierra. Ahora solo queda la parte acústica, ya que una vez fundida hay que tornearla para obtener las frecuencias adecuadas. Este proceso, que antes se hacía de oído, ha evolucionado y algunas empresas, como Quintana, en la localidad palentina de Saldaña, llevan más de dos décadas estudiando con programas informáticos que simulan la vibración de la campana cómo mejorar su perfil original para que suene mejor.«Nuestro oficio no corre peligro, porque campanas se van a seguir haciendo siempre, más o menos dependiendo del momento económico y social. Sin embargo, somos menos que hace 40 años, cuando la situación no era mucho mejor que la de ahora. Por eso, no queda más remedio que adaptarse a los nuevos tiempos para sobrevivir», subraya Ignacio Quintana, gerente y maestro fundidor de una empresa que lleva a gala la fundición de las campanas que sonaron en 2004 en la catedral de la Almudena durante la boda de los actuales Reyes de España.
La Iglesia sigue siendo su principal cliente y, además, «paga religiosamente», reconoce Abel. Fundidores como Alberto Damas, de Campanas Rosas, están convencidon de que mientras exista esta institución las campanas seguirán teniendo una función y el oficio tendrá futuro. Aún así, reconoce que ha sido necesaria una diversificación del negocio para salir adelante en momentos de crisis económica.
En el caso de la familia Rivera, instalada en Montehermoso (Cáceres) desde 1850, se mantiene el método artesanal, pero también ha apostado por un sistema más moderno, basado en otro tipo de materiales (silicatos, catalizadores y siliconas) y un proceso de moldeo que reduce el tiempo de fabricación en un 70% y su coste, en un 15%. «Con este método, cada campana sigue siendo única y personalizada, pero carece de ese romanticismo de las artesanales», puntualiza Gabriel Rivera, maestro fundidor al frente de un negocio familiar que es el único de España en la fabricación de cuadros de mando para accionar los badajos a distancia desde el móvil o un ordenador.
Para Abel, el oficio está asegurado siempre que haya aprendices dispuestos a perpetuarlo. «Prepararlos cuesta dinero y hasta seis o siete años de formación; eso no es rentable. Además, los jóvenes prefieren otros trabajos mejor considerados socialmente y donde no haya que doblar tanto el lomo. Hoy por hoy no podemos lanzar las campanas al vuelo», resume.
TITULO: UN BUEN PLAN ES IR AL CINE - El marido de mi hermana,.
- Reparto
- Pierce Brosnan, Salma Hayek, Jessica Alba, Ben McKenzie, Malcolm McDowell, Marlee Matlin, Merrin Dungey, Ivan Sergei, Juliet Mills, Brandi Burkhardt, Sandy Martin, Taylor John Smith,.
- Richard Haign es un brillante profesor de Cambridge con una pasión desenfrenada por la poesía romántica y las mujeres hermosas. Sin embargo, la paternidad le cambiará la vida. De forma inesperada Kate, la joven estudiante americana que conoció en una de sus clases, le va a convertir en padre... noticia que recibe justo cuando conoce a Olivia, una novelista exuberante y excéntrica, hermana de la que pronto se convertirá en la madre de su hijo. Un trío amoroso que dista mucho de su ideal de familia.
- TITULO: Días de cine - Cine - 'McKellen: Tomando Partido' ,. Viernes -5- Junio,.
- Viernes 5 de Junio a las 20:35 horas en La 2 / foto,.
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'McKellen: Tomando Partido',.
Uno de los mejores actores de todos los tiempos se confiesa. Sir Ian McKellen hace repaso de su compromiso con el movimiento LGBTI y sus papeles más memorables: Rey Lear, Ricardo III, Gandalf y Magneto.
- TITULO: Saber Vivir -Los algoritmos no predicen la estupidez humana (aún),.
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Los algoritmos no predicen la estupidez humana (aún),.
Crean noticias falsas, invierten en Bolsa y pronostican atascos, pero nuestra espontaneidad se les escapa,.
foto / El desconocimiento sobre qué son y cómo funcionan los algoritmos nos lleva a atribuirles capacidades que muchas veces no tienen. Se habla de ellos como si fueran oráculos que vaticinan el futuro y controlan lo que hacemos y, aunque en muchos casos es cierto, también tienen sus límites y engañarles es relativamente sencillo.
Lo demostró hace poco el artista alemán Simon Weckert, que consiguió burlar el algoritmo que utiliza Google Maps para predecir el tráfico. Lo que hizo fue conectar 99 móviles a la aplicación de forma simultánea, meterlos en un carrito y pasear con ellos por Berlín. Entonces, los dispositivos empezaron a mostrar en rojo las calles vacías que él atravesaba, como si hubiera mucho tráfico, y en las pantallas emergieron rutas alternativas para que los conductores evitasen el supuesto atasco.
«No podemos esperar que la inteligencia artificial piense y decida por nosotros» Marta garcía allerAsí ha confirmado que hay algoritmos para todo. Los que generan noticias falsas, invierten en Bolsa, anticipan a quién vamos a votar, componen música o predicen los delitos, los atascos, y hasta los orgasmos. Pero también que esta tecnología está lejos de entender el sentido común, el humor o la estupidez.
«Los humanos tendemos a repetirnos, de ahí que los algoritmos aprendan a anticipar nuestro comportamiento, pero también somos espontáneos», añade. «La inteligencia artificial no es un poder inequívoco, así que no podemos esperar que piense y decida por nosotros. Es solo una herramienta para hacernos la vida más fácil, pero la responsabilidad moral de las decisiones ha de quedar del lado de las personas».
De ahí que entender la capacidad y los límites de los algoritmos sea tan necesario para decidir cuáles deberíamos explotar y cuáles restringir por nuestro propio bien. Ya no vamos a poder vivir sin ellos, así que lo mejor será conocer cómo nos influyen. Sobre todo porque, al estar programados por personas, pueden reproducir sesgos discriminatorios perjudiciales que ni siquiera entienden. Al fin y al cabo, el razonamiento, la empatía o la imaginación siguen siendo valores puramente humanos.
¿Cuáles son los límites de los algoritmos?La salud¿Predijeron esta pandemia?
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El empleoLo automático necesita supervisión humana
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La justiciaNo tienen capacidad de empatizar
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La seguridad¿Es ético que un dron vigile el tránsito?
Los gustosConocen nuestros intereses... y miedos
La estupidezNo la captan porque carece de sentido
El humorSi llegan a entenderlo, ¡huyamos!