miércoles, 13 de julio de 2016

Comando Actualidad - Comando al sol - Correr, comer, nadar,./ Saber y ganar - EL TOUR, ESE SOMNIFERO,.

TITULO: Comando Actualidad - Comando al sol - Correr, comer, nadar,.

Correr, comer, nadar' / fotos,.

  • Las mejores playas, los pueblos más bonitos, las fiestas más polémicas, las rutas más desconocidas. Llegó el verano a  ‘Comando Actualidad’

  • Sus reporteros desembarcan en los escenarios de veraneo más populares y escondidos. No hay punta en la costa ni pliegue en la montaña que pueda alejarse del objetivo de las cámaras.

  • El programa, durante los meses de julio y agosto, se transforma en ‘Comando al sol’.

 Si el año pasado llegaron a nuestro país 68 millones de turistas, este año se espera que la cifra sea aún mayor. El sol y playa, principal destino de quienes nos visitan,  está muy presente en los primeros escenarios que han pisado los reporteros de ‘Comando al sol’. Descubrirán una de las diez mejores playas de España, entrarán en una de las fiestas con más polémica, pasarán una noche de fuego y brujas en arenas gallegas y compartirán veraneo con quienes tienen dificultades para meter la tripa en el bañador.

COMANDO ACTUALIDAD
 El pequeño Caribe andaluz. Rafael bate clara a punto de nieve con kilos y kilos de coco y azúcar. Chiclana, Cádiz, ocho de la mañana. De su horno surgirán las sultanas, un dulce de tradición playera que es, dicen, único en el mundo. A golpe de megáfono lo anuncia a lo largo de los ocho kilómetros de arena que tiene La Barrosa, dicen, una de las diez mejores de España. Lo llaman el pequeño Caribe andaluz, con esa gracia y desparpajo que levanta el levante. El eco llega hasta el Castillo de Hércules, en la Isla de Sancti Petri. Una fortificación del siglo XVI al que no le falta el chiringuito del siglo XXI.

COMANDO ACTUALIDAD

Un toro polémico. Unai prepara la escopeta con la que matará de un tiro al toro de Coria. Lo hace desde que prohibieron la tradición de lanzar dardos al animal y matarlo de una estocada en las calles del pueblo. El toro morirá abatido ante la miradas de las miles de personas, locales y turistas, que se acercan a esta localidad extremeña para celebrar los Sanjuanes. Es uno de los quince mil festejos taurinos que tienen lugar en nuestro país al año –sin contar las corridas de toros-. El verano es la época fuerte y el toro, el plato principal de las fiestas populares.

COMANDO ACTUALIDAD

Noche de brujas en las playas gallegas. Las playas de A Coruña arden cuando cae la noche. Alrededor de las hogueras bailan, cantan y comen sardinas cien mil personas; los de aquí y los de allí. Las meigas y los diablos acarrean 140 toneladas de madera y la ponen en la arena, frente al mar. El fuego abre la puerta, dicen, al más allá. Es la noche en la que cantar, beber, bañarse a la luz de la luna y arrimar el ascua a la sardina, o al churrasco, purifica y prepara el cuerpo para lo que llegue y para lo que se ha marchado.

COMANDO ACTUALIDAD
‘Correr, comer, nadar’, este miércoles 13 julio por La 1 a las 22:30, en ‘Comando al sol’.

TITULO: Saber y ganar - EL TOUR, ESE SOMNIFERO,.

Saber y ganar,.

 Saber y ganar es un programa de televisión español de preguntas y respuestas, dirigido por Sergi Schaaff. Está presentado por Jordi Hurtado y Juan José Cardenal, con la colaboración de Pilar Vázquez, y se emite, siempre en diferido, todos los días, a las 15:30 por La 2 de Televisión Española.,etc.

EL TOUR, ESE SOMNIFERO,.

El Tour, ese somnífero / foto,.

  • En el país donde el calor nunca se acaba, adoramos la siesta y la fresca,.

    El pelotón de cabeza asciende un puerto alpino del Tour. :: HOY
    Esta tierra es muy bonita y en verano sigue siendo verde y agradable en muchos valles, en muchos pueblos y en muchos ríos. Pero reconozcámoslo, cuando el verano dice que aquí está él, Extremadura se convierte en un pequeño país ardiente donde, salvo en contados puntos, la vida languidece a partir de la una del mediodía y no recupera el resuello hasta las nueve de la noche o más allá.
    Así que ahora tocan tardes larguísimas de junio con el ventilador, el botijo, la penumbra, el aire acondicionado o, lo mejor de todo, las paredes gruesas de la casa del pueblo aislando y protegiendo mientras buscamos la manera de coger el sueño, de soportar el paso de las horas calientes hasta la puesta de sol. Y La siesta, magnífico invento para enfrentarse al calor de julio, para sumergirnos en una duermevela donde la temperatura no existe, solo existe la duermevela; sudando, sí, pero anestesiados por el sueño.
    Tardes de junio, pues, y cada cual recurriendo a su truco para dormir. Servidor, por ejemplo, nada más comer, retorna a los clásicos: me siento en mi orejón junto a la mesa camilla, que hace años desterraron los sofás de diseño y las mesas de vanguardia, y pongo la tele.
    Nada de documentales. Primero, rebobino y veo los sanfermines: el pre encierro, el encierro y el pos encierro matinal. Eso me despierta por la adrenalina que liberan las retransmisiones y porque me permite soñar con la fiesta de las fiestas: nunca he ido a los sanfermines, pero no me gustaría llegar a la decrepitud sin haber pasado por Pamplona en julio.
    Cuando los ritos de la fiesta ya han sido convenientemente contados en televisión (cada año lo hacen mejor), llega la hora del sopor irrefrenable. Es el momento de conectar con la retransmisión en directo de la etapa del Tour de Francia. Si mi hijo está en casa, vuelve a desesperarse como cuando era un niño y veía cómo su padre le quitaba los dibujos animados para poner un canal donde unos tipos pedaleaban sin sentido sobre una bicicleta mientras el malvado de su padre se dormía la siesta y no atendía a pedalada alguna, pero eso sí, si el niño buscaba un canal con los dibujos animados de las tortugas mutantes, el padre se despertaba al momento y exigía volver a las carreteras francesas.
    La capacidad que tiene el Tour de Francia para dormir a los españoles me parece digna de estudio. No sé si es la cadencia de las pedaladas, el sosiego que procura la recuperación de imágenes gratas de la infancia y adolescencia o su faceta de documental turístico.
    Quizás se deba a la conjunción de todo ello y también, claro está, a que desde hace años, los españoles no nos comemos un maillot importante, como mucho, ganamos alguna etapa, o sea, nada comparado con los tiempos gloriosos y juveniles en que era imposible dormirse con el Tour, a sabiendas de que Perico Delgado nos desesperaría con alguna 'pericada'e Induráin nos demostraría un día más que también había españoles que podían ser hombres de acero y ganadores de casi todo.
    Hasta que Perico e Induráin no se retiraron, el Tour no se convirtió en nuestro somnífero favorito. Curiosamente, cuando hace un año o así escribí sobre este tema (el Tour convertido en el trasunto veraniego de la recurrida castañera invernal, de la que todo columnista que se precie hace un retrato una vez al año), aparecieron en Facebook decenas de comentarios en los que sus autores reconocían que sin el Tour serían hombres sin siesta. Es más, un lector confesó en su comentario que él grababa el Tour en verano para verlo en la tele durante el invierno y así poder pillar el sueño si se desvelaba durante la sobremesa.
    Seguro que los franceses no se han enterado aún de que en España, desde que se cansó Induráin subiendo un puerto, el Tour, visto en televisión, se ha convertido en ansiolítico, somnífero, relajante muscular y tranquilizante. Y sé que no se han enterado porque si lo supieran, lo venderían en las farmacias. ¡Menudos son!,.

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