Rihanna pertenece por derecho propio a esa categoría de
divas capaces de transformar el más nimio de sus mohines en una noticia.
A la cantante le acompaña un nutrido séquito de publicistas y asesores
que un día le aconsejan forzar un escándalo y al otro pasar por
desinteresada colaboradora de cualquier causa humanitaria. ¿El lema?
Todo vale con tal de mantenerse en el candelero. Parece que ahora tocaba
pulsar la tecla de la provocación, así que su gente de confianza ha
filtrado a la revista 'Grazia' que planea construir una habitación
dedicada exclusivamente a practicar sexo en una de sus mansiones en
Barbados, su país natal. No sería desde luego la primera, pues las
cámaras reservadas a los juegos de la carne existen desde antes incluso
del apogeo de la civilización romana entre las clases que podían
permitírselo.
Cucarachas en el hotel
La cantante, que tiene ya una lujosa villa en Barbados
denominada One Sandy Lane, ha adquirido otra propiedad en la isla y
planea reformarla en su totalidad. El proyecto cuenta con un presupuesto
de unos 7 millones de euros y contempla, además de la cámara para el
sexo, una discoteca con varios ambientes.
Rihanna, mientras tanto, ha vuelto a protagonizar otro de
sus habituales revuelos con la complicidad de las redes sociales después
del concierto que dio la semana pasada en República Dominicana. La
cantante dejó escrito en internet que en la habitación del hotel donde
se alojó se topó con «una cucaracha del tamaño de un murciélago», un
comentario que dejó un regusto amargo en un país cuya población vive
mayoritariamente del turismo.
El mensaje, claro está, lo escribió un día después de haber
abandonado Santo Domingo y provocó una polémica que aún colea. Los
dominicanos, que ya se conocen el percal, dicen que si Rihanna vio
cucarachas fue por lo que se había tomado antes de meterse en la cama.
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