LA HORMA DE MI ZAPATO Bar Refaeli , Modelo y forrada busca marido. Razón: Bar Refaeli,./ EL OBJETO Y YO Xavier Bettel ¿Presidente? y gay. .

1. TÍTULO; LA HORMA DE MI ZAPATO Bar Refaeli ,  Modelo y forrada busca marido. Razón: Bar Refaeli,.

   
   

   Modelo espectacular, joven (28 años), forrada de dinero y dispuesta a fregar los platos, limpiar la casa y quedarse con los niños busca ...

    

   lanza un desesperado 'SOS' sentimental

   Modelo y forrada busca marido. Razón:foto. Bar Refaeli

   La maniquí se ofrece en la prensa israelí como esposa tradicional. Dice que quiere «fregar, limpiar y quedarse en casa con los niños»
   

    

   Modelo espectacular, joven (28 años), 'forrada' de dinero y dispuesta a fregar los platos, limpiar la casa y quedarse con los niños busca compañero ideal». Razón: Bar Refaeli. A la maniquí israelí, una de las más deseadas y demandadas de las pasarelas, solo le queda anunciarse así en esas redes sociales de las que está permanentemente colgada (más de 525.000 seguidores en Twitter) pero que no le consiguen lo que más desea: un marido. Y eso que es tan abierta que ni siquiera rechaza a los feos cuando alguno le ha pedido una escapadita. «Siempre se puede aprender algo de él».

   Refaeli se presentó hace unos días en Israel para engordar su ya magra cuenta corriente con la grabación de un programa para la televisión en el que ejerce de presentadora. Y aprovechó para lanzar su desesperado 'SOS' sentimental: «¿Por qué estoy sola?, ¿qué tengo de malo?». Esta chica parece realmente desorientada desde que en mayo de 2011 se anunciara su ruptura con Leonardo DiCaprio, a pesar de que en su día admitió que «no fue una verdadera relación» ya que apenas convivieron y se veían muy poco. Pero después reconoció sus 'lágrimas de cocodrilo' cada vez que veía al actor con otra conquista rubia. Ella tampoco se quedó quieta y durante un tiempo se dedicó a ligarse a todo empresario joven de su país que se le ponía a tiro. Después dio el salto a España y agitó durante un tiempo el vestuario del F. C. Barcelona, haciéndose fotos a diestro y siniestro, incluso corrió el rumor de que Dani Alves había caído en sus redes (sentimentales).

    

    

    

    

   Ahora, la maniquí parece haberse refugiado en los consejos de su mamá y agente, Tzipi, que es también «mi mejor amiga». ¿No será esta una de las trabas para no consumar una relación madura con algún varón? Porque ni siquiera su perfil de compañero ideal suena especialmente exigente: el amor de su vida debe ser alguien que «pueda ver un poco desde abajo» y que «sea un ejemplo a seguir, alguien por el que sienta admiración», insiste. En Israel ya hay apuestas sobre cuánto durará la desesperada soledad de Bar.

   TÍTULO;  EL OBJETO Y YO Xavier Bettel ¿Presidente? y gay.

   -foto-El liberal Xavier Bettel era hasta ahora el alcalde de Luxemburgo.

   Bettel está casado desde hace tres años con Gaulthier Destenay, un arquitecto belga

   Aveces, los castillos y las murallas de probada y rancia solidez son capaces de quebrarse con una encantadora naturalidad. Acaba de ocurrir en el Gran Ducado de Luxemburgo, en el corazón de la Europa de las costumbres, donde una carambola más o menos premeditada, como todas las políticas, está a punto de poner a un gay declarado de 40 años al frente del país de mayor riqueza por cabeza de todo el mundo y de quitar del poder al partido que ha gobernado allí (salvo algún lejano paréntesis) desde la Segunda Guerra Mundial.

   El responsable del cambio histórico en el pequeño territorio se llama Xavier Bettel y, pese al nombre, hasta la fecha no se le conoce ninguna ascendencia española. Al lector le sonará más el nombre del perdedor de esta historia. Por las portadas. Se llama Jean-Claude Juncker, fue presidente del Eurogrupo y lleva 18 años al frente del gobierno del país. Él, que es líder del Partido Popular Socialcristiano (CSV), se convertirá en el ex primer ministro con más solera de Europa.

   Quizás no lo supo en ese momento, pero su poder comenzó a desvanecer hace ya diez años, cuando un abogado llamado Xavier Bettel (Luxemburgo, 1973) entró a formar parte del equipo de adjuntos al entonces alcalde de la capital. Era su asesor en materias sociales. Bettel, un liberal que según los analistas encarna un nuevo estilo de hacer política, está casado con Gauthier Destenay, un arquitecto belga con el que comparte vida, escena política y protocolo sin ningún tipo de reparo. Es un asunto absolutamente aceptado para Bettel, que ha sido nombrado miembro de la Orden de Caballeros de la Ciudad de Arlon, de donde es natural su marido. A juzgar por las laudatorias que le lanzan en el periódico local, su presencia es un orgullo para la pequeña localidad.

   «A los luxemburgueses les interesa la política y no la orientación sexual o la vida privada de cada cual. Lo que ocurre en casa, queda en casa», dijo. Estas declaraciones las hizo el político en 2011, cuando para sorpresa de todos, incluido él mismo, las listas abiertas le hicieron alcalde de su ciudad, una de las más ricas del mundo. Según el Banco Mundial, el país está a la cabeza de los más adinerados y es el número uno de la lista por el Producto Interior Bruto nominal. Esto es, la riqueza del país dividida entre el número de ciudadanos, lo que 'toca' por cabeza, vamos. Cuando ganó, Bettel se mostró encantado, aunque admitió que su vida había cambiado. Un reportaje le presentaba como una persona casera, que hacía tiempo que por las obligaciones de su trabajo (y su imagen, se supone) no iba a las discotecas, y que pasaba las veladas festivas con sus amigos en casa. Su relación nunca fue un tabú y hasta el momento la ha llevado adelante con la naturalidad que se merece. Gauthier acude habitualmente a los actos oficiales en su papel de pareja.

   Cuando llegó a mandar en los designios de la riquísima ciudad de Luxemburgo -comparte el nombre con el país-, él y otros muchos creían que aquel trajín sería su cumbre política. Se equivocaron. La biografía de este liberal comenzó a dar un segundo gran paso cuando el primer ministro Juncker se reunió con el Gran Duque Enrique para comunicarle que convocaba unas elecciones anticipadas. Estaba presionado por un escándalo relacionado con la malversación de fondos y la extralimitación de funciones en los servicios secretos. Esta vez sí, Bettel iba a concurrir a los comicios como cabeza de lista.

   El alcalde sorpresa

   Hasta hace días, seguían sin dar un duro por el alcalde, el tercero abiertamente gay tras los de París (Bertrand Delanoë) y Berlín (Klaus Wowereit), pero durante el recuento, al atardecer del domingo pasado, la prensa 'online' le puso un mote: 'el señor 30.000 votos'. Había superado esa cifra en el distrito centro, el más conservador y al tiempo importante de Luxemburgo (el territorio tiene 537.000 habitantes, aunque el 60% de los trabajadores es extranjero). El imprevisible juego político, rematado el pasado miércoles, hizo el resto con una coalición de socialistas, liberales y verdes en contra de Juncker, el más votado pero no lo suficiente.

   Al margen de la reforma de los servicios secretos, Bettel tiene algunos asuntos que arreglar, entre ellos el debate abierto sobre la monarquía y la ley que él mismo impulsó sobre el matrimonio de personas del mismo sexo, estancada a día de hoy por el tema de la adopción. Los analistas dan por sentado que será una de las primeras en salir adelante.

   La barrera social que está a punto de franquear el alcalde de Luxemburgo ya la saltaron otros antes. La primera mujer que accedió a un puesto de primer ministro siendo lesbiana fue la islandesa Joanna Sigudardottir, una madre de dos hijos separada de su marido y que más tarde compartió su vida con otra mujer. Fue la jefa de gobierno desde 2008 hasta este mes de mayo y en sus manos estuvo la recuperación económica del país.

   LA CIMA DE LGTB

   Guido Westerwelle. Ministro de Asuntos Exteriores alemán. Es uno de los hombres más poderosos de Europa. Abiertamente gay, se casó en 2010 con un empresario. Ha sido vicecanciller alemán del segundo gobierno de Angela Merkel hasta 2011. También ha dirigido el Partido Liberal.

   Klaus Wowereit. Siendo ya alcalde de Berlín (desde 2011), salió del armario a la alemana. Dijo: «Soy gay y está bien así». Y punto. Es dirigente del Partido Socialdemócrata y desde 1992 vive con su pareja, un neurocirujano.

   Bertrand Delanöe. Es alcalde de París desde 2001, pero hizo pública su homosexualidad en los años 90. El regidor de la capital francesa es un hombre muy popular entre los franceses. En los últimos comicios municipales, Delanöe cosechó el 57% de los votos.