El año de su descubrimiento. Styles, Payne, Malik, Horan y Tomlinson no eran más que unos chicos tímidos e imberbes cuando participaron ..
SOCIEDAD
EL STAR SYSTEM DEL ACNÉ
El último gran lanzamiento de la industria musical destinado a adolescentes es One Direction, un negocio fabuloso
El año de su descubrimiento. Styles, Payne, Malik, Horan y
Tomlinson no eran más que unos chicos tímidos e imberbes cuando
participaron en las audiciones de la versión inglesa del reality 'Factor
X'. No pasaron de ronda, aunque los jueces les sugirieron integrarse
como grupo y regresaron al programa. La banda nació literalmente ante
las cámaras. Finalmente tuvieron que conformarse con la tercera
posición, pero el padrinazgo de Simon Cowell, creador de la franquicia
televisiva, les permitió cerrar un contrato con Syco Music valorado en
dos millones de libras.
El 11 de septiembre de 2011 lanzaron su primer single,
'What makes you beautiful'. Meses después, ya habían despachado siete
millones de copias del mismo en todo el mundo. El éxito internacional de
este sencillo se tradujo en un Brit y tres premios MTV, mientras que
'Up all night', su LP de presentación, debutó en el puesto número uno en
el Billboard norteamericano, convirtiéndose en la única formación
británica que ha logrado dicho privilegio con su disco de debut.
Mientras se afanaban en la organización de eventos
benéficos para recaudar fondos en apoyo de las causas más variopintas,
tuvieron tiempo en 2012 para grabar un nuevo trabajo, 'Take me home',
cuyas ventas quitan el hipo. Y siguen sumando.
Los caminos del Señor son inescrutables. Los que transita
la cultura pop, un misterio insondable. One Direction no pretenden
convertirse en parientes lejanos de U2. Tampoco les acompaña la mítica
de decanos del rock como los Rolling Stones. Aún menos del redivivo
David Bowie, que sabe de buena tinta lo que supone colocar solo 3.000
localidades para un recinto con un aforo seis veces mayor. La veteranía
deja de ser un grado cuando el honor de haber logrado el 'sold out' más
rápido de la historia en España corresponde a este quinteto de
jovencitos que, a su manera, aspira a liderar una nueva invasión
británica en los escenarios de medio mundo. Guapos, sanos y ricos, como
el novio perfecto que toda madre bienpensante desearía para su hija.
Con la misma corrección política de la que haría gala una
aspirante a Miss Mundo, aseguran que simplemente son «chicos corrientes
que han tenido la increíble oportunidad de dedicarse a lo que les
gusta», pero sus legiones de fans (las 'directioners', para más señas)
no parecen compartir esta opinión y, a mayor gloria de sus ídolos, ya
han hecho hueco en su agenda -y la de sus sufridos papás- para las
vacaciones de verano del próximo año: tras colapsar durante un par de
horas los portales de diversas plataformas de venta online, la pasada
semana agotaron en un abrir y cerrar de ojos las 50.000 entradas
disponibles para su concierto en el Vicente Calderón, y pocas quedan
para su parada catalana dos días antes en el estadio Olímpic Lluís
Companys. El 'mercado secundario', el eufemismo al que algunos se
agarran para encubrir la reventa, se frota las manos con codicia porque
esto huele al negocio del siglo. Para júbilo de Sony, la 'major' que con
buen tino los fichó, es el milagro de las redes sociales y la
generación YouTube, que tanto ha reportado a la industria musical y a
otros fenómenos mediáticos de la globalización como Justin Bieber, Miley
Cyrus o Katy Perry.
La noticia es aún más sorprendente si tenemos en cuenta que
los dichosos recitales de su gira mundial 'Where we are tour' no se
celebrarán en nuestro país hasta julio de 2014. Quizás sea una cuestión
de ansiedad, pero no se trata de su primera visita por estos lares, pues
en mayo ofrecieron sendos espectáculos en el Palacio de Vistalegre y en
el Palau Sant Jordi. Llenaron, por supuesto, pero aquella era otra
escala. Y es que todo cuanto rodea al evento supera con creces cualquier
expectativa previa.
Con el patrocinio o la colaboración comercial de firmas
mastodónticas como American Express, El Corte Inglés o Mediaset, que
ofertaron paquetes exclusivos con viaje y alojamiento pensando en toda
la familia, podría resultar chocante que en tiempos de crisis vuelen
incluso tickets que, previo pago de 220 euros, prometen «una experiencia
VIP completa». En este caso, un asiento numerado en la grada de
preferencia, merchandising limitado, acceso al recinto por la alfombra
roja, una fiesta de bienvenida con photocall, y una barra libre de
refrescos, zumos y snacks. Eso sí, nada de alcohol y que nadie sueñe con
un 'meet and greet' para entregarse a los brazos del grupo juvenil de
moda. Imaginamos que por aquello de preservar la integridad física de
sus componentes. Pero, ¿quiénes son estos cinco mozalbetes capaces de
sumar 24.000 'followers' diarios a su cuenta de Twitter?
Los reyes de Google
Como fuente de titulares explosivos, más de tres millones
de personas recurren cada mes a Google para buscar información
relacionada con One Direction. Cualquier aspecto de su vida, pública o
privada, es objeto de regocijo e inquietud para sus fans. Desde la
orientación sexual de sus miembros a la semana de asueto de la que
disfrutaron en Marbella y Torrevieja.
Maniobra de márketing o no, estos muchachos son un imán
para las situaciones más inverosímiles, esas cosas que nunca le suceden
al resto de los mortales. ¿Recuerdan haber rescatado alguna vez a un
bebé en un centro comercial? No cabría esperar menos de unos niños un
pelín caprichosos que, talonario mediante, se hicieron con una réplica
de la furgoneta que utilizaba la pandilla de 'Scooby-Doo', equipada con
todas las comodidades del siglo XXI, para sus fiestas en el jardín.
Desde luego, profesionalidad en escena no les falta, la
suficiente como para sufrir una aparatosa caída durante un show en
Australia y continuar con la función como si nada. Se dejan querar y
flirtean con las 'directioners', y no ponen reparos a la hora de brindar
su mejor sonrisa a una entrañable abuelita que les solicita una
fotografía con su nieta de un año.
Tan amados como odiados
En su efervescente universo adolescente es factible que
protagonicen un documental dirigido por el pope indie Morgan Spurlock, o
que el mismísimo Martin Scorsese se cuele en su camerino para
felicitarles. Incluso Justin Timberlake, un incondicional, declaró
públicamente que son los auténticos herederos del sonido de las
'boybands' de los noventa. Cuando no se dedican a citarse con modelos
irlandesas y a ejercer de embajadores de la marca Pokemon, se enfrascan
en dimes y diretes con la dulce Taylor Swift. Presumen de parodia
argentina (los 'One Erection') y el siempre bocazas Noel Gallagher les
dedicó no pocos improperios por «asesinar» el 'One way or another' de
Blondie en una edulcarada revisión.
Con este bagaje, uno entiende que la filtración en Internet
de sus canciones, las mismas que dirigen a chicas que sufren problemas
de autoestima o trastornos de alimentación, adquiera la categoría de
acontecimiento planetario. Y de ahí a la obsesión solo hay un paso: una
fanática en sentido estricto estranguló a su perro porque la formación
no la siguió en Twitter y publicó una macabra instantánea para dejar
patente su rabia. Claro que también hay anécdotas jocosas, como la de
una madre que castigó a su hija subastando en eBay sus cuatro entradas
para un concierto. La señora se embolsó cerca de 17.000 euros y la
infeliz chiquilla aprendió la lección.
Por supuesto, la maquinaria promocional nunca descansa. El
pasado 23 de marzo se inauguró en Barcelona la primera 1D World, una
tienda que vende una larga retahíla de productos y obsequios con la
imagen del quinteto. Permaneció abierta solo durante dos semanas, pero
recibió más visitas que la Casa Batlló en todo un mes.
TÍTULO; CUANDO CONDUCIR ES PROTESTAR,.
Arabia Saudí es el único país del mundo donde las mujeres
tienen prohibido conducir. Tampoco pueden viajar fuera si no van
acompañadas por un hombre. La joven de la instantánea, a los mandos de
un flamante y flamígero deportivo, viste una 'niqab' que solo deja al
descubierto sus ojos. Debajo, las muy pudientes mujeres sauditas llevan
lo último de Dior o de Prada y suelen aparecerse envueltas en perfumes
carísimos y especiados. Pero la historia no va por ahí. Hoy domingo esta
musulmana de la fotografía se está jugando el tipo. La protesta ha
saltado como un canguro en sus teléfonos y tabletas de última
generación. Hoy las saudíes se reúnen para conducir sus vehículos y
hacer frente a esa prohibición absurda. No es una frase hecha decir que
estas mujeres sojuzgadas se juegan el pellejo. Hace pocos días, Saleh
bin Saad al-Lohaidan, un jurista de la Asociación de Psicólogos del
Golfo, declaró, sin mover una pestaña, que posee estudios médicos,
funcionales y fisiológicos «que demuestran que la conducción afecta a
los ovarios y presiona la pelvis hacia arriba. Por eso las mujeres que
conducen tienen niños con problemas clínicos». ¿La postura perjudica
también a los testículos? ¿Y al cerebro?
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