domingo, 10 de noviembre de 2013

DESAYUNO DOMINGO CON Federico Moccia:/ LIGA FÚTBOL, TERCERA GRUPO 14, CASTUERA-0- OLIVENZA-0.-/ DOMINGO, CINE, MALAVITA ,.


  1. XLSemanal. Estos días anda viajando por nuestro país... -foto-Federico Moccia. He venido a promocionar mi último libro y a localizar la ciudad en la ...
     
    Desayuno de domingo con...

    Federico Moccia: "El romanticismo no desaparecerá, aunque las tecnologías avancen"

    Nací en Roma hace 50 años y soy escritor, el rey del best-seller romántico europeo. Un instante de felicidad es mi última novela; la segunda parte, que saldrá en primavera, se desarrollará en España.
    XLSemanal. Estos días anda viajando por nuestro país...
    Federico Moccia. He venido a promocionar mi último libro y a localizar la ciudad en la que desarrollar el siguiente: Vejer de la Frontera, Vich o Fuenterrabía. En primavera se sabrá.
    XL. Así que María -andaluza, catalana o vasca- será la nueva protagonista.
    F.M. Sí. En Un instante de felicidad, Nicco se enamora de María, que está de vacaciones en Roma. Ahora, él vendrá a España a buscarla y ya se verá qué pasa.
    XL. Cuenta que su primer libro fue la respuesta a un desamor de juventud. Hoy, con 50 años, ¿sigue despechado?
    F.M. Prefiero pensar que soy un romántico en lugar de reconocer que aún sufro por aquella gran decepción.
    XL. Salvo para estas fotos, no se quita la gorra ni dentro de casa. ¿Coquetería para que no se le vea la calva?
    F.M. No, no. También la llevaba cuando tenía todo mi pelo. Desde pequeño he sentido auténtica pasión por las gorras y por eso siempre llevo una puesta.
    XL. Dicen que se escribe de lo que se conoce. ¿Sus hormonas están en constante ebullición?
    F.M. [Ríe]. También escribo muchas cosas que sueño y que no he vivido. Y algunas las corrijo para no quedar fatal.
    XL. Asegura que sus libros no son solo para adolescentes, pero lo persiguen las niñas de 13 a 18 años.
    F.M. Cuando vengo a San Jordi, en la cola hay personas muy diferentes: desde la chica de 14 años hasta la señora de 60, y también más de un hombre.
    XL. Cuando publicó A tres metros sobre el cielo, en muchas ciudades aparecieron grafitis con el lema A3MSC.
    F.M. Fue tremendo. Por eso propuse a la gente que, en vez de eso, colgase un candado en un puente con el nombre de la pareja y tirase la llave al río.
    XL. Pero las barandillas de los puentes empezaron a tener problemas...
    F.M. No pensé que tanta gente fuera a hacerlo. En el Ponte Vecchio de Florencia han tomado medidas para evitarlo, y en París, Venecia y Roma los han prohibido.
    XL. Para escribir así, ¿necesita mantener vivo el espíritu de Peter Pan?
    F.M. Cuando no escribo, actúo de una forma muy normal, pero cuando lo hago, me meto dentro de mis personajes para sentir como ellos y hablar con su voz.
    XL. ¿Donde haya una buena historia de amor que se quite todo lo demás?
    F.M. La gente siempre buscará novelas de amor porque encontrará en ellas algo de su vida. Aunque las tecnologías avancen, el romanticismo no desaparecerá.

    Su desayuno: «Un café largo, a la americana, con leche, un buen zumo de naranja natural y pan tostado con un poco de queso o de jamón. Como se ve, prefiero lo salado a lo dulce».


    1.  
      El otro día, me abordó por la calle una señora de cierta edad para decirme: «Oye, Carmen, a ver cuándo escribes algo sobre el niñocentrismo.
       
      El otro día, me abordó por la calle una señora de cierta edad para decirme: «Oye, Carmen, a ver cuándo escribes algo sobre el niñocentrismo. Vaya plaga».
      ¿Niñocentrismo? repetí, porque nunca hasta ahora había oído el palabro.
      Y ella continuó: «Sí, ya sabes a qué me refiero, a esa epidemia de papás babicaídos que creen que los niños son el ombligo del mundo. En mis tiempos, los adultos ni te miraban a la cara hasta cumplir lo menos catorce años y aún entonces tenías que hacer virguerías para ganarte su interés». La expresión «en mis tiempos» siempre me ha dado un poco de yuyu. No soy de los que piensan que todo tiempo pasado fue mejor, pero, aun así, aquella señora me dejó cavilando. No es que el tema de cómo es en nuestros tiempos la relación entre niños y adultos sea nuevo para mí, de hecho creo que ya he escrito bastante sobre ello. Recuerdo sobre todo un artículo llamado Niñitis aguda, en el que hablaba de que, de un tiempo a esta parte, padres y madres se han convertido en una mezcla de Mary Poppins y gallina clueca: que el niño no se aburra, que el niño no se frustre, que sea siempre el rey de la casa. Y eso está muy bien, pero siempre que no se sobreactúe, como me parece que está pasando últimamente. ¿Se han dado cuenta, por ejemplo, de que, cuando hay un niño presente, todo el mundo, para demostrar que es una persona sensible y enrollada, propicia que la conversación gire en torno a la criatura (no importa la edad) hasta el punto de que solo habla ella y el resto la escucha en éxtasis como si fuera la reencarnación de Demóstenes?
      ¿Cuándo empezamos a poner a los niños en el centro del universo? ¿En qué momento pasamos del «cuando seas padre comerás huevos» a «mi hijo es mi mejor amigo»?
      Personalmente tengo una teoría al respecto. Creo que todo viene, por un lado, de un efecto péndulo que hace que los padres de hoy quieran ser la antítesis de lo que fueron los suyos, tan autoritarios. Y, por otro, del poder amplificador de memeces y topicazos que tienen las revistas del cuore. Todos los que salen en este tipo de publicaciones dicen siempre las mismas obviedades lelas, y el hit parade de las frases más usadas es más o menos este: «Lo más importante para mí es la familia» (vaya novedad). «Mis hijos son lo primero» (como si no lo fueran para todo quisque). Y luego está la inefable frasecita «he encontrado al hombre/mujer de mi vida», que, por cierto, se repite cada vez con más frecuencia y con distinto partenaire, porque los amores eternos de ahora son más cortos que las mangas de un chaleco.
      Pero volviendo al tema de los niños, es muy curioso ver cómo, a pesar de haber convertido a los menores en el centro del universo, no parece que estén mejor educados y tampoco que sean más felices que los de antes. En lo que se refiere a la educación, esos padres gagás parecen prestar mucha atención a ciertas cosas y muy poca a otras. Por ejemplo, la agenda extraescolar de los niños de hoy es más apretada que la de un ministro. Los lunes, kárate; los martes, chino; los miércoles, inglés; los jueves, informática; y así... hasta agotar la semana y por supuesto el bolsillo de los abnegados padres, que se privan de mucho para dar la mejor formación a sus criaturas. En cambio, esos mismos heroicos progenitores no se toman la molestia de adiestrar a sus hijos en saberes mucho más baratos, pero también importantes, como lo que antes se llamaba una buena educación: respetar a los mayores, saludar, saber comer, decir gracias y por favor. Sí, todas estas antiguallas que antes nos enseñaban y tan trasnochadas parecen. Y, sin embargo, tenían su razón de ser. No solo porque la vida es más agradable cuando la gente piensa en el prójimo, sino porque no creerse el centro del universo y con derecho a todo desde la cuna es algo muy útil. Esos niños que están acostumbrados a ser el ombligo del mundo descubrirán un día que no lo son, y entonces solo les espera la frustración. Es el viejo síndrome del príncipe destronado, una auténtica fuente de infelicidad, por cierto. 

      TÍTULO; LIGA FÚTBOL, TERCERA GRUPO 14, CASTUERA-0- OLIVENZA-0.-

      Hoy el Castuera jugaba en casa contra el Olivenza en un partido muy luchado por los equipos con buenas paradas de los porteros, pero el resultado final fue CASTUERA-0- OLIVENZA-0.-, etc.

      TÍTULO: DOMINGO, CINE, MALAVITA ,.
      Malavita 

      Reparto
      Robert De Niro, Michelle Pfeiffer, Tommy Lee Jones, Dianna Agron, Domenick Lombardozzi,.
       
       Una conocida familia mafiosa americana se traslada a la región francesa de Normandia bajo un programa de protección de testigos del FBI. Aunque hacen lo posible para adaptarse a su nuevo estilo de vida, enseguida se verán obligados a utilizar los viejos métodos para solucionar los problemas de la familia... Adaptación de la novela de Tonino Benacquista 'Badfellas'.




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