EL DESAYUNO DEL JUEVES, 8 APELLIDOS CASTUOS,-fotos
- Somos los extremeños graciosos? Sí, sin duda, el que sale gracioso es muy gracioso, tanto incluso como el más cachondo de Cádiz o el más ...
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Solo un extremeño de Almendralejo triunfaría en la peli de moda,.
¿Somos los extremeños graciosos? Sí, sin duda, el que sale gracioso es muy gracioso, tanto incluso como el más cachondo de Cádiz o el más divertido de Utrera. ¿Somos irónicos? Ahí ya empiezo a dudar. Me parece que nuestra gracia es más de risa primaria y directa, sin retrancas, sin adoración por el humor inteligente, una risa franca y a borbotones más que esa sonrisa con rictus que sigue al doble sentido. Última cuestión: ¿Nos reímos de nosotros mismos? Pues mire, no, ahí sí que somos un poco inútiles. En general, nos cuesta reírnos de nosotros mismos y solemos tomarnos a la tremenda los tópicos y las tonterías que dicen por ahí de los extremeños. En resumen, me parece que somos graciosos si toca, no acabamos de entrar de manera desinhibida en los vericuetos de la ironía y nos cuesta reírnos de nosotros y de nuestra sombra.
Después de esta introducción, entro en un debate que, referido a todas las regiones españolas, se mueve desde hace semanas por redes y revistas: ¿Podría un extremeño haber protagonizado la película 'Ocho apellidos vascos'? Carmen Machi hace un papel secundario, aunque importante, como cacereña, al igual que aquel señor de Badajoz que aparecía en Las brujas de Zugarramurdi. ¡Los extremeños como replicantes divertidos e inexplicables del cine español! Pero repito, ¿podría un extremeño haber protagonizado esa película, haberse reído de sí mismo y haber enamorado a la vasca? Pues no, según los tópicos nacionales al uso, no. Siguiendo el manual de personajes prototipo de las autonomías hispánicas, se apunta en las redes sociales que solo un gallego, y, desde luego, con un registro muy diferente al del andaluz, podría haber sostenido la trama de esa película, aunque cambiando la franqueza primaria y evidente por el juego al despiste, la retranca y la consiguiente desesperación de su interlocutor. Si Karra Elejalde, el padre de la vasca Clara, ofrece al andaluz alubias y chuletón, el andaluz responde que eso, para empezar, pero si se lo ofrece a un gallego, este debería responder: «Bueno, no sé, a ver...». Y la peli acabaría con cien gaiteiros cortejando a la chica vasca en la plaza del Obradoiro, como cuando don Manuel tomaba posesión de la Xunta.
La película real acaba con la muchacha en un coche de caballos cortejado por Los del Río en una escena autoparódica en la que el andaluz se ríe de él, de su sombra y de la región entera. Eso no es capaz de hacerlo un extremeño, siempre en conflicto con sus complejos colectivos, salvo si es de Almendralejo. Si me dieran a elegir un lugar ideal para vivir en Extremadura, yo escogería la ciudad de Cáceres con la historia de Zafra y la gente de Almendralejo. Para el resto de España, los extremeños somos un pueblo sin mucha identidad, pero al que se aprecia. Tú sacas un extremeño en una película y enseguida se le quiere porque se le asocia con la humildad, la hospitalidad, el esfuerzo, la emigración... Un perfecto contrapunto al que le ocurren desgracias y las supera con entereza y resignación, casi por costumbre, aunque no se ría ni de él ni de su desgracia.
Si fuéramos todos de Almendralejo, sería diferente. Últimamente voy mucho por allí por puro azar y me maravilla descubrir lo desinhibidos que son, no les da vergüenza nada, se atreven con todo, ya sea una empresa arriesgada, un atuendo dorado para ir a tomar cañas, un disfraz romántico, un cd casero que triunfa en América, un montaje que arrasa en Mérida y, sin dudarlo, una chica muy vasca, muy suya y muy abertzale. ¿Podría un extremeño prototípico y súper tópico protagonizar 'Ocho apellidos vascos'? Pues no. Pero si es de Almendralejo, sí.
TÍTULO: LA CENA DEL JUEVES, CHINA CONTRA AIDA,.- La serie ?Aída? ha levantado ampollas en China. Y todo por una escena que se emitió la semana pasada en la que Mauricio, el soez dueño ...La serie ‘Aída’ ha levantado ampollas en China. Y todo por una escena que se emitió la semana pasada en la que Mauricio, el soez dueño del Bar Reinols, llama la atención a un cliente con rasgos orientales señalándole un cartel sobre la barra que prohíbe la entrada de «perros y chinos». Además, le advierte de que en su local «no puede vender rosas, ni anillos ni el gato ese comunista que hace así», gesticula el personaje imitando al típico felino dorado de juguete que saluda en muchos establecimientos de Asia dando la bienvenida a los clientes.La broma ha causado indignación en China. No solo por su carácter despectivo, sino porque letreros similares poblaban los parques de la Concesión Francesa de Shanghai entre mediados del siglo XIX y mediados del XX, cuando las potencias extranjeras ocuparon barrios enteros aprovechándose de la debilidad de la última dinastía imperial y de los primeros gobiernos de la República que siguieron a la caída del monarca Pu Yi. Un periodo especialmente humillante de la historia de este país que la nueva sociedad china quiere enterrar.¿Humor irreverente o simple racismo? La polémica está servida en China, donde no andan para bromas ni ironías, ni aceptan chanzas a costa de sus ciudadanos, ni siquiera a través de personajes de ficción que representan los estereotipos sociales más vulgares. Para zanjar la polémica, la embajada de España en Pekín ha colgado en su página web una nota en la que «lamenta profundamente el malestar causado en la comunidad china». Además, recuerda que «las opiniones vertidas por el personaje de ficción que aparece en la serie no son representativas en absoluto de la sociedad española hacia los chinos residentes en nuestro país, que son valorados, respetados y queridos por su aportación a la comunidad».Tercer encontronazoPor su parte, el productor ejecutivo de ‘Aída’, Julián Sastre, pidió ayer perdón «a todo el que se haya sentido molesto», aunque no había sido la intención de «una serie de humor». De hecho, Sastre puntualizó que Mauricio Colmenero –«un hombre racista, machista y fascista que representa todo lo que no queremos en nuestra sociedad»– está en las antípodas de la línea editorial de la producción. «Al contrario, lo utilizamos para criticar caricaturizando un tipo de pensamiento. Mediante sus palabras lo que hacemos es exagerar una conducta que consideramos reprobable. Y al igual que existe Mauricio Colmenero, en ‘Aída’ también tenemos muchos personajes solidarios, integradores y que respetan todas las razas», puntualizó el productor.Pero según el portal Sina.com, las redes sociales chinas recuerdan que ya es la tercera vez que Telecinco recurre a chistes racistas para burlarse del gigante asiático. En su programa de Nochevieja, la cadena protagonizó otra polémica por ridiculizar la carta y el servicio de los restaurantes chinos, donde un camarero ataviado al antiguo estilo mandarín dejaba caer que servía perros y gatos en lugar de patos y cerdos. La irritación fue tal que la embajada china en España envió una carta de protesta a Mediaset expresando «su profunda insatisfacción y severa crítica por los insultos vertidos contra el personaje del camarero, que saltaba arriba y abajo como un payaso y con una actuación exagerada».Y también el año pasado la controvertida Aída Nizar enfureció a los chinos por meterse hasta la cocina de un restaurante oriental para decir en otro programa de Telecinco que allí se guisaba con agua sucia y se servía carne humana a los clientes. Entonces medio millar de chinos se manifestaron contra la ya excolaboradora de ‘Sálvame’.
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