Un reloj recién fabricado fue puesto sobre un estante entre dosrelojes viejos. Uno de los relojes viejos le dijo al recién llegado: "Lo siento por ti. Si te pones a echar cálculos y ves cuántos tic.tac hay que dar par funcionar durante un año, no lo harás nunca. Habría sido preferible que el fabricante no te hubiera hecho". foto
El nuevo reloj empezó a contar los tic-tac: "Cada segundo requiere un tic-tac. Esto significa 120 por minuto. Eso equivale a 7.200 por hora, 172.800 por día, 1.209.600 por semana, que, multiplicados por 52 semanas, dan un total de 62.899.200 impulsos al año.
¡Qué horror!. Inmediatamente tuvo una depresión nerviosa y dejó de funcionar.
Pero el viejo y sabio reloj del otro lado le dijo: "No le prestes atención. Simplemente, piensa. ¿Cuántos impulsos o golpes tienes que dar cada vez?", "¿Cómo dices? Supongo que sólo uno", respondió el reloj nuevo. "En efecto; pero eso no es tan duro, ¿o acaso lo es? Inténtalo conmigo. Un tic cada vez".
Setenta y cinco años después seguía funcionando todavía el reloj dando un tic cada vez".
Nadie se hunde bajo el peso del día. Sólo cuando la culpa de ayer se suma a la ansiedad de mañana vacilan nuestras piernas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario