sábado, 2 de agosto de 2014

SI TIENES MINUTOS Y DESCANSO,PUNTO MEDIO ./ NOCHE DE SEXO,. NO DAMOS UNA,.

TÍTULO:  SI TIENES MINUTOS Y DESCANSO, PUNTO MEDIO,.

(foto)

Las mujeres volvemos a rebelarnos contra la dictadura de parecer perfectas. Hay guapísimas actrices de Hollywood que se quejan de que los fotógrafos inmortalizan sus curvas en la alfombra roja, lo que no hacen con los actores, y algunas han decidido bajarse de los tacones y aparecer con zapatos planos en los eventos. Así, se están imponiendo zapatillas deportivas con trajes de noche. Zapatillas carísimas, más que unos zapatos de Jimmy Choo. O sea, otro despropósito. A algunos les parecerá raro que lo diga yo, que siempre critico la moda que nos convierte en maniquíes. Sé de lo que hablo. He participado en reportajes, en algunas revistas, que implicaban llevar taconazos para las fotos. Yo suelo resistirme pero al final, de mala gana, me los pongo, y compruebo que no podría dar un paso. Imposible ir a trabajar, de compras, pasear. Por eso comprendo que haya mujeres que se rebelen diciendo adiós a los tacones. 
Pero así no se resuelve la tensión entre reclamar que no se nos trate como a pedazos de carne perfectos y, a la vez, no parecer adefesios. A finales de los 60 del siglo pasado, una generación de mujeres decidió poner en valor la cabeza por encima del físico. Jerseys amplios, rostro sin maquillaje... Luego, otra generación tuvo a las tops como modelos. Los tacones imposibles, el no pesar un kilo de más o los rostros sin arrugas se convirtieron en señas de identidad. Muchas jóvenes han padecido anorexia en su afán por esa perfección. Otras, de más edad, se han visto acorraladas al vivir en una sociedad que primaba la eterna juventud.
Hojeando las revistas del corazón, nos encontramos con rostros que parecen salidos de fábrica: pómulos hinchados, labios gruesos, expresión hierática. Todo con tal de no aparentar los años que rezan en el DNI. Vaya por delante que yo también he sufrido vértigo ante la pérdida de la juventud. Hay un día en que te miras en el espejo y te llevas un susto. Los signos de la edad son evidentes.... y sí, querrías volver atrás. No es fácil conformarse, aceptar que el paso del tiempo es inexorable y hay que campearlo lo mejor posible. Verán, yo creo que hay que buscar un equilibrio que pasa por intentar sentirte lo mejor posible dentro de tu piel sin hacerte trampas al solitario.
Hay que hacer ejercicio moderado, echar mano de cremas y maquillajes que nos ayuden a sentirnos lo mejor posible. También vestir de acuerdo a nuestra edad y liberarnos de la dictadura de ciertas modas. No se trata de esconder nuestro cuerpo en trajes que parecen sacos, sino de buscar lo que nos sienta bien y con lo que nos sintamos cómodas. Así, me alegro que los dictadores de la moda hayan acordado rebajar los tacones y que algunas mujeres sigan la nueva moda, aliviadas. A todos nos gusta gustar. Pero en ese juego hay límites. Por eso me parece interesante la rebelión de esas actrices, que reclaman el mismo trato que se dispensa a sus compañeros masculinos, a los que nadie les fotografía el trasero ni las pantorrillas.

TÍTULO: NOCHE DE SEXO,. NO DAMOS UNA,.

( foto)

Con la primavera vuelven como solían los turistas. Según se nos anuncia hemos vuelto a batir el récord y hasta mayo nos han llegado casi veintiún millones y medio de señores dispuestos a llenarse de alcohol barato, sol gratis y sexo tirado. Somos el estercolero de Europa y no damos para más. (Y a los tontos de lo políticamente correcto que quieren que diga “veintiún millones y medio de señores y señoras” les pregunto si también tendría que decir turistas y turistos.)
¿Para qué estudiar si lo que se necesitan son camareros? ¿Para qué las carreras universitarias, para qué las diversas escuelas profesionales si sólo se trata de producir, acarrear a su destino y vender ingentes cantidades de cerveza para que revienten pálidos vikingos? No damos para más, cierran fábricas y llegan turistas a tumbarse en la playa a mediodía, a beber por la tarde y a follar por la noche.
Cerramos líneas de investigación, no tenemos ninguna universidad de importancia, carecemos de relevancia, esto es lo que nos queda en un país de tercera. A lo peor sí nos representan, esos futbolistas que se vuelven en estos momentos de Brasil, esos políticos rechazados por el mismo pueblo que los vota. A lo peor son típicos ejemplos de lo que somos, de cómo somos, la España que antes era de alpargata y pandereta y hoy es de “Salvados”, “Gran Hermano” y “Supervivientes”. Sexo y playa, es todo lo que nos queda, es lo que somos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario