EL DESAYUNO DEL JUEVES, VIERNES, EL MUNDO NO LE ES SUFIECIENTE,./ LA CENA DEL JUEVES, VIERNES, 50 AÑOS AJAX Y 7 CANELA,./ JUEVES, VIERNES, CINE, EN LA BODA DE MI HERMANA,.
A Gaga, Lady Gaga, le pasa como a Bond, James Bond: el mundo no le es suficiente. Así que ha decidido expandirse como el universo. foto,.
Mientras planea su boda en una nave espacial, Lady Gaga viaja al pasado y graba un disco con Tony Bennett,.
A Gaga, Lady Gaga, le pasa como a Bond, James Bond: el mundo no le es
suficiente. Así que ha decidido expandirse como el universo. La
camaleónica artista ya anunció el año pasado que en 2015 cantará desde
una nave espacial en órbita pero, según el 'Daily Star', podría ir más
lejos (no en distancia, sino en extravagancia) y aprovechar la
expedición que le patrocina sir Richard Branson (cómo no) para casarse
en la estratosfera con su novio, Taylor Kinney, si es que para entonces
todavía sigue con él. Hay que ver lo cansino y sacrificado que debe de
resultar ir de excéntrica por la vida.
Igual que Madonna, cuyo empeño en ser original y diferente al resto
de la humanidad la obliga a soportar en silencio tremendos suplicios,
como ir en plena canícula a la playa con más ropa que al Everest, Lady
Gaga vive esclava de su afán por dar la nota. Ambas tienen además en
común que descienden de italianos. Una se apellida Ciccone y la otra
Germanotta, de modo que el excentricismo tal vez sea en ellas una
cuestión de genética, igual que a ciertos italoamericanos los genes (y
cierta manera de mover las manos) los predispone a ingresar en la mafia o
a regentar una 'trattoria'.
Con todo, Lady Gaga no es la única famosa que aspira a viajar al
espacio. Ashton Kutcher, en su afán por perder de vista a la absorbente y
omnipresente terrícola Demi Moore, pagó en su día más de 150.000 euros a
Virgin Galactic con la esperanza de poner algún día tierra (y aire) de
por medio y despegar rumbo a lo desconocido. Se rumorea que Branson le
hizo precio porque solo quería billete de ida. Justin Bieber también
tiene ya su boleto para una futura aventura espacial. En su caso,
algunas pagaríamos para que el díscolo jovenzuelo se quedara orbitando
eternamente en la estratosfera (que es realidad donde vive) como el
'Major Tom' de Space Oddity. Leonardo di Caprio es otro de los que han
desembolsado una buena suma por subirse a la Space Shiptwo el próximo
año. La pregunta es si llevará a su madre... Y, por supuesto, los
siempre a la última Brad Pitt y Angelina Jolie figuran igualmente en la
lista de celebridades dispuestas a disfrutar de una excursión
interplanetaria que ofrece entre otros alicientes el sentir la
ingravidez (algo a lo que la etérea Angelina Jolie está perfectamente
adaptada). Lo malo es que el vidente que pronosticó la unión entre Pitt y
Jolie acaba de predecir que él ya no la ama... Así que Branson, tenemos
un problema.
Y mientras se prepara para viajar al futuro, Lady Gaga ha decidido
entrenarse en la máquina del tiempo viajando primero al pasado. Acaba de
grabar un disco con Tony Bennett (de 88 años, 60 más que ella). Saldrá a
la venta en septiembre e incluye temas como 'Cheek to cheek' y no el
'Abuelito dime tú', como cabría esperar. A Bennett en el espacio no se
le espera, pero solo porque todavía no hay allí un Festival de Jazz. Tal
vez Gaga haya decidido casarse en una nave espacial al percatarse de
que en lo de cantar ya le han tomado la delantera. El astronauta
canadiense Chris Hadfield, con su guitarra, interpretó emuló en su día a
David Bowie desde la Estación Espacial Internacional. Y sin necesidad
de pasarse un mes de entrenamiento vocal como planea hacer la famosa
cantante, quien por lo visto teme que en la estratosfera haya helio y le
salga voz de pito... La pregunta a fecha de hoy no es si Lady Gaga
celebrará su boda en una nave espacial, sino si se atreverá a ir un poco
más allá y a pasar la luna de miel donde su propio nombre indica.
El desayuno es el siguiente, galletas chocolate con cafe con leche,.
Es terrible no vivir tu vida por 50 años», reflexiona Canela Grandi sobre la historia de Ajax Grandi, el nombre con el que nació y vivió hasta ...foto,.
Durante medio siglo, Grandi fue un arquitecto famoso, profesor universitario y padre de tres hijos. Ahora sigue siendo todo eso, pero como mujer,.
Es terrible no vivir tu vida por 50 años», reflexiona Canela Grandi
sobre la historia de Ajax Grandi, el nombre con el que nació y vivió
hasta que eligió travestirse definitivamente.
Según la mitología griega, Ajax era un valeroso guerrero, de gran
estatura y fuerza colosal. Y algo de eso hay en Canela. Es muy alta y se
la ve fuerte en el sentido amplio del término. «Cuando jugaba al fútbol
era durísimo. 'No choques con Ajax', decían todos. Ahora hago gimnasia
femenina, porque evito desarrollar la musculación», explica.
Para su madre, de 85 años, no debe ser fácil. De todas formas, la
mujer recibió a su hijo en casa cuando se separó después de 22 años de
matrimonio, y fue testigo involuntario de todo el proceso de
transformación de Ajax. Cuando esta cronista llama a su casa y pregunta
por Canela, la anciana, amable, responde «está dormido, llámelo más
tarde».
Ajax nunca había tenido relaciones homosexuales. Recién separado
comenzó a frecuentar sitios para gays, pero se sentía atraído por las
travestis, por su manera de vestirse y de acicalarse. Se hizo amigo de
ellas y decidió probar. Le enseñaron a maquillarse, a usar ropa interior
femenina y tacones altos. Hizo dieta -pesaba 100 kilos-, dejó de fumar y
de beber en exceso.
Ahora, que según ella nació de nuevo, no tiene expectativa de formar
pareja, ni de operarse. Solo ha iniciado un tratamiento hormonal para
afinar la voz y mejorar el aspecto de la piel. En esa metamorfosis
radical perdió amigos y dinero. Pero ganó nuevos afectos y clientes
menos estructurados. Los vecinos, con los que antes casi ni se saludaba,
se le acercan para conversar. «Yo antes era retraída. Ahora salgo a la
calle y me siento libre. Me abrí. Y todos me saludan y me quieren»,
cuenta. Los hijos son su mayor apoyo y orgullo. «No sé qué hubiera hecho
sin ellos», se sincera. Juan Ignacio, Santiago y Bárbara son adultos de
30, 28 y 26 años. La muchacha es bailarina y los chicos, uno pintor y
el otro periodista y escritor. Canela los recibe los domingos en su
casa, con sus parejas. Les cocina y ven películas. Le siguen diciendo
«papá».
Jura que nunca supo que una mujer vivía en ella. No niega haber
tenido fantasías «como todos», pero, «afortunadamente», no lo sabía.
«Hubiera sido como saber el día que me iba a morir. La vida que viví me
dio lo mejor que tengo, que son mis hijos, mi profesión. Pero no era
feliz».
¿Y qué pasará cuando tenga nietos? La pregunta la inquieta. Raro en
una mujer que fue capaz de trazar un recorrido tan audaz. «Ese es mi
miedo. Cómo me van a ver. El problema es que ahora yo quiero seguir
creciendo en mi identidad de mujer. Mi hija me dice que 'van a tener
tres abuelas.'. Y sí. Ese será el rol desde el que desplegará el afecto
cuando llegue el caso. «La vida fue muy generosa»
Canela es un caso atípico de travestismo. La sensación de extrañar tu
propio cuerpo se manifiesta generalmente en la niñez o en la
adolescencia y según los testimonios no hay modo de desoírlo. Una vez
que irrumpe el deseo de cambio, si la familia y la sociedad no
acompañan, el destino puede ser trágico para ellas.
La mayoría de los travestis que viven en Argentina no terminan los
estudios de primaria o secundaria, y muchas son expulsadas de sus
hogares y empujadas a la prostitución. Desde 2012, un clima de mayor
tolerancia ha hecho posible la sanción de una ley de identidad de género
que les permite adecuar sus documentos al nombre y sexo elegidos.
«Esta apertura que hoy se vive fue fundamental para mí», relata
Canela. De todos modos, admite que su historia es muy distinta al de
otras chicas. Ella salió del closet cuando el ambiente ya era de mayor
aceptación. Entretanto, había construido una familia, una carrera
profesional y una posición económica. «La vida fue muy generosa
conmigo», resume.
Cuando el cambio fue evidente perdió el 70% de los clientes y pasó de
una situación económica holgada a una más ajustada, pero no se percibe
como una persona discriminada. Quizás porque la mayor parte de su vida
la vivió como hombre. «Yo no tuve impedimentos. Si algo no logré en la
vida fue por mi propia incapacidad», distingue.
También le parece valioso que los transexuales puedan cambiar los
documentos , pero duda si lo hará: «Tengo cinco tarjetas de crédito, soy
titular de cuenta en tres bancos y tengo dos autos. Sería un lío». No
tiene problemas si alguien se ríe cuando presenta su carnet de identidad
que la muestra como un señor gordo, con bigotes y de nombre Ajax. Ella
también se ríe.
De familia. Hija de un ingeniero que tenía una empresa de
construcción en la ciudad de Rosario, Canela se crió entre profesionales
amigos de su padre y de su abuelo, también dedicado a este negocio.
Estudió Arquitectura y hoy es profesor en la misma facultad.
Frank Lloyd Wright. Sus alumnos lo admiran y se adaptaron al cambio.
También sus compañeros docentes y las autoridades de la facultad. Lo
consideran un experto en la arquitectura del estadounidense Frank Lloyd
Wright, diseñador del Guggenheim de Nueva York.
La cena es la siguiemte, tortilla de salchicho, pan, beber fanta naranja, postre un pero,.
TÍTULO: JUEVES, VIERNES, CINE, EN LA BODA DE MI HERMANA,.
Beth Harper (Kristen Bell), una joven y exitosa agente de la propiedad
inmobiliaria de Nueva York, es muy desafortunada en el amor. Pero,
cuando viaja a Roma e impulsivamente roba unas monedas de una fuente en
la que las personas la arrojan en busca del amor verdadero, Beth
comienza a ser perseguida incansablemente por numerosos pretendientes.
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