Castigado sin cenar .
El caso es que esta Navidad no he tenido ni voy a tener ninguna cena, comida ni copa de empresa, colegas ni amigos. Y no sé qué pensar.-fotos,.
Cómo llegar a Nochebuena sin asistir a comidas de empresa,.
Una duda trascendental me corroe las entrañas: no sé si soy un tipo
afortunado o un pobre desgraciado. El caso es que esta Navidad no he
tenido ni voy a tener ninguna cena, comida ni copa de empresa, colegas
ni amigos. Y no sé qué pensar. Sospecho que se trata de una caso casi
único y no crean que me siento diferente ni original. Me siento raro.
Peor aún, ¿seré raro?
Hasta Nochebuena, que tendré en casa de mi suegra una cena internacional (el único plato elaborado extremeño es el sopicaldino que ella prepara) con barra libre de tónicas (la ginebra me espanta, efectivamente, soy raro). Y hasta Navidad, que comeré un lomo de Acehúche y un pastelón de Zafra en casa de mi madre, no voy a asistir a ningún evento gastronómico navideño y amoroso. Ni cerveza con los compañeros del gimnasio, ni aperitivo con los socios del club, ni comida con quienes comparto cada jornada laboral, ni merienda con los apostadores de la bonoloto colectiva, ni cena con los amigos del alma. ¡Nada!
Solo tenía programada una comida navideña y hasta la había pagado, pero me tuve que ir antes de que empezara. Aunque era una comida muy de aquella manera. De hecho la llamo comida porque la cosa estaba programada para la hora de comer y porque parece ser que había comida, aunque yo ni la vi ni la caté.
Trabajo en un entorno artístico y mis artistas son muy rigurosos a la hora de crear. Si se trata de dar forma a una propuesta estética, su capacidad de organización me asombra, su manera de encarar la belleza y sus aledaños me entusiasma, su predisposición para sacrificarse, esmerarse y luchar de manera ordenada, eficiente y profesional por acercarse a la perfección, aunque solo sea para rozarla, llega a emocionarme.
Pero acabada la creación y su postproducción, todo lo anterior se esfuma. En fin, son artistas y, por lo tanto, su vida es el arte y el resto, un inconveniente que puede alejarlos de su objetivo fundamental. Así que en cuanto se relajan y pierden la concentración del esteta, se dejan llevar por un lánguido y delicuescente espíritu bohemio en el que las necesidades primarias se convierten en vulgaridades sin gracia, en puro trámite. En resumen, para ellos, el protocolo, las costumbres, las celebraciones consuetudinarias, los eventos, ¡la comida! son distracciones de su empeño vital, actividades secundarias que ni exigen rigor ni precisan de excesiva organización.
Conclusión: la única comida navideña de empresa a la que me apunté costaba cinco euros. ¿Ustedes han asistido alguna vez a una comida de empresa que cueste cinco euros? Pero lo peor no fue eso, sino que eran las cuatro y ni habían llegado todos los comensales ni se sabía que íbamos a comer, a pesar de que el maître insistía en que fuéramos pidiendo para que en la cocina supieran a qué atenerse.
He de reconocer que, a pesar de que por las mesas no se veía ni una gota de alcohol, el ambiente era distendido y agradable, las risas abundaban y, comparando con mis comidas de empresa de otros años y otros colegas, la intensidad de la alegría era la que se alcanza en otros banquetes tras varias cañas, varias copas de vino, varios brindis de cava y un par de combinados.
Allí no hacía falta alcohol para ser felices. Pero sí se necesitaba comer para no desmayarse y yo vi que de un momento a otro me derrumbaría. Además, tenía que escribir, comprar, visitar a mis padres y recoger un paquete. Así que me despedí. Sí, me tuve que ausentar de mi única comida de empresa antes de que empezara y me he quedado sin saber cómo es un banquete navideño de cinco euros.
Así que llegan las comidas familiares, de las que aún no he encontrado la manera de zafarme ni creo que la encuentre, y encaro la batalla del sopilcaldino y el ataque del pastelón de Zafra, con su guarnición de cuñadas y cuñados, inmerso en la misma duda que encabezaba este artículo: soy afortunado o soy un desgraciado.
TÍTULO: AMARGA PLATA PARA LAS GUERRERAS, NORUEGA-28- ESPAÑA-25-,.
Resultado Final , NORUEGA-28- ESPAÑA-25-,.
Hasta Nochebuena, que tendré en casa de mi suegra una cena internacional (el único plato elaborado extremeño es el sopicaldino que ella prepara) con barra libre de tónicas (la ginebra me espanta, efectivamente, soy raro). Y hasta Navidad, que comeré un lomo de Acehúche y un pastelón de Zafra en casa de mi madre, no voy a asistir a ningún evento gastronómico navideño y amoroso. Ni cerveza con los compañeros del gimnasio, ni aperitivo con los socios del club, ni comida con quienes comparto cada jornada laboral, ni merienda con los apostadores de la bonoloto colectiva, ni cena con los amigos del alma. ¡Nada!
Solo tenía programada una comida navideña y hasta la había pagado, pero me tuve que ir antes de que empezara. Aunque era una comida muy de aquella manera. De hecho la llamo comida porque la cosa estaba programada para la hora de comer y porque parece ser que había comida, aunque yo ni la vi ni la caté.
Trabajo en un entorno artístico y mis artistas son muy rigurosos a la hora de crear. Si se trata de dar forma a una propuesta estética, su capacidad de organización me asombra, su manera de encarar la belleza y sus aledaños me entusiasma, su predisposición para sacrificarse, esmerarse y luchar de manera ordenada, eficiente y profesional por acercarse a la perfección, aunque solo sea para rozarla, llega a emocionarme.
Pero acabada la creación y su postproducción, todo lo anterior se esfuma. En fin, son artistas y, por lo tanto, su vida es el arte y el resto, un inconveniente que puede alejarlos de su objetivo fundamental. Así que en cuanto se relajan y pierden la concentración del esteta, se dejan llevar por un lánguido y delicuescente espíritu bohemio en el que las necesidades primarias se convierten en vulgaridades sin gracia, en puro trámite. En resumen, para ellos, el protocolo, las costumbres, las celebraciones consuetudinarias, los eventos, ¡la comida! son distracciones de su empeño vital, actividades secundarias que ni exigen rigor ni precisan de excesiva organización.
Conclusión: la única comida navideña de empresa a la que me apunté costaba cinco euros. ¿Ustedes han asistido alguna vez a una comida de empresa que cueste cinco euros? Pero lo peor no fue eso, sino que eran las cuatro y ni habían llegado todos los comensales ni se sabía que íbamos a comer, a pesar de que el maître insistía en que fuéramos pidiendo para que en la cocina supieran a qué atenerse.
He de reconocer que, a pesar de que por las mesas no se veía ni una gota de alcohol, el ambiente era distendido y agradable, las risas abundaban y, comparando con mis comidas de empresa de otros años y otros colegas, la intensidad de la alegría era la que se alcanza en otros banquetes tras varias cañas, varias copas de vino, varios brindis de cava y un par de combinados.
Allí no hacía falta alcohol para ser felices. Pero sí se necesitaba comer para no desmayarse y yo vi que de un momento a otro me derrumbaría. Además, tenía que escribir, comprar, visitar a mis padres y recoger un paquete. Así que me despedí. Sí, me tuve que ausentar de mi única comida de empresa antes de que empezara y me he quedado sin saber cómo es un banquete navideño de cinco euros.
Así que llegan las comidas familiares, de las que aún no he encontrado la manera de zafarme ni creo que la encuentre, y encaro la batalla del sopilcaldino y el ataque del pastelón de Zafra, con su guarnición de cuñadas y cuñados, inmerso en la misma duda que encabezaba este artículo: soy afortunado o soy un desgraciado.
TÍTULO: AMARGA PLATA PARA LAS GUERRERAS, NORUEGA-28- ESPAÑA-25-,.
Resultado Final , NORUEGA-28- ESPAÑA-25-,.
La selección española femenina de balonmano perdió este domingo en Budapest ante la de Noruega por 28-25 en la final del Campeonato ...foto,
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Un nuevo descenso de nivel a la salida del vestuario condenó a la selección española en la final del Europeo de Balonmano.
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El empuje de los diez goles de Nerea Pena resultó insuficiente ante un combinado noruego que suma 6 oros en las 11 ediciones del campeonato.
Las guerreras se despidieron del Europeo con mala cara y rabia. Los diez goles en la final de Nerea Pena, las habituales paradas de Silvia Navarro y la inteligencia de Macarena Aguilar no bastaron. Paradójicamente, las jugadoras de Jorge Dueñas lloraron de rabia y de emoción antes de colgarse una plata que antes del torneo se habría deseado. Pero lo cierto es que explotaron porque volvieron a repetir su defecto en el torneo: después de encadenar una gran primera parte contra las dominadoras del balonmano perdieron la ventaja a la salida del descanso y no lograron volver a remontar. En ese tiempo los fallos en 4 de los 10 penaltis y el talento de sus rivales pintaron una sobresaliente segunda parte de las de Thorir Hergeirsson.
No obstante, la imagen de la selección española se reafirmó en el duelo por lo más preciado aunque fuera una derrota. De inicio tutearon a las noruegas en ataque, frenaron a la mejor pivote del mundo (Heidi Loke), impidieron cualquier opción del letal contragolpe escandinavo y se marcharon a los vestuarios con la victoria parcial sobre un equipo que también las había ganado en la segunda fase del campeonato (29-26). En esos minutos del comienzo apareció Nerea Pena, punta de lanza de la apuesta de Jorge Dueñas por el uno contra uno mientras que Silvia Navarro recordó a sus rivales que se agiganta bajo la portería (entonces detuvo un lanzamiento de penalti). A ellas se sumó Macarena Aguilar en la dirección, quien supo distribuir los roles ante el marcaje de las noruegas a Marta Mangué y la capacidad defensiva de unas jugadoras que conservaron la ventaja a pesar de sufrir tres exclusiones.
Sin embargo, la salida del segundo tiempo volvió a derribar el trabajo de las españolas. Como ante Rumanía o Montenegro, las de Jorge Dueñas se desinflaron. Las noruegas encadenaron un pacial 8-4 que ensombreció la mente y encogió a las españolas. Apareció el brazo de Pena para agitar las conciencias de sus compañeras y de la mano de la balonmanista del Bera Bera las esperanzas regresaron cada vez que igualaron el marcador. Sin embargo, las talentosas noruegas no frenaron en esta ocasión su juego alegre y alcanzaron la proeza de anotar 21 goles en 15 minutos para ejecutar a las españolas antes del final (23-20). De nada sirvió el empuje de Pena, quien junto a Carmen Martín alimentó el hambre de las españolas porque hasta entonces la mala fortuna (lesiones) las había apartado del grupo de guerreras. La navarra se despidió del torneo con el nombramiento de mejor jugadora de la final con sus diez goles y la almeriense con el reconocimiento como mejor extremo derecho del campeonato. Sin embargo, a ninguna de las dos guerreras les sirvió de consuelo su novedosa plata porque arañaron el oro y la clasificación directa para los siguientes Juegos Olímpicos y se lo arrancaron las escandinavas, dominadoras de un deporte en el que suman 6 títulos europeos en 11 torneos.
Acabada la final y superado el sofoco, las españolas valoraron su nuevo capítulo. A su juego reconocible han sumado su capacidad para competir y su respeto como adversarias. Durante los últimos seis años las de Jorge Dueñas se han colgado 4 medallas en un deporte en el que antes sólo contemplaban el desierto. Son un icono de rebelión. En el Europeo celebrado en Croacia y Hungría las guerreras demostraron en el evento su coraje y talento en un panorama desalentador con clubs desaparecidos y escasas ayudas. Al final del evento sumaron experiencia y ánimo de revancha para encender de nuevo su ambición. Es otro paso más de un grupo con jóvenes dispersas por toda Europa que se reúnen en cada convocatoria para aportar un granito de arena para el crecimiento presente y futuro del balonmano. De hecho, en la entrega de medallas enseñaron su otra cara, la de su bravura y la alegría por el subcampeonato. Saben que si mantienen el paso el camino también conservarán sus opciones para volver a acercarse al peldaño más alto del podio. Además, sus rivales ya temen que las guerreras nunca se van a conformar con la plata.
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