DROGAS-- EL CANNABIS DESTROZA EL CEREBRO DE LOS JOVENES,-fotos,.
El consumo regular de esta droga afecta a la memoria, provoca pérdida de inteligencia y favorece la aparición de psicosis y esquizofrenia, alerta la psiquiatra Ana González-Pinto,.
Los efectos de la marihuana sobre el cerebro de los más jóvenes
resultan devastadores. «El cannabis -que es el nombre técnico de la
planta- destroza el cerebro», afirma la psiquiatra Ana González-Pinto.
Su consumo en personas menores de 18 años, con un sistema nervioso aún
en desarrollo, suele tener muy graves consecuencias sobre la salud
mental, porque afecta directamente a la cognición, que es la capacidad
del ser humano para conocer a través de los órganos de la percepción.
Numerosos estudios, algunos de ellos recientes, han demostrado que el fumado de esta planta genera, cuando menos, pérdida de inteligencia y dificultades para mantener la atención. Además, afecta a la capacidad de concentración y ocasiona serios problemas de memoria. Dos de cada tres pacientes atendidos por psicosis son consumidores de cannabis y muchos de ellos -no sólo jóvenes- acaban degenerando en esquizofrenia, que es la forma más grave de pérdida de contacto con la realidad, según recuerda la psiquiatra.
La madurez plena del cerebro humano no se alcanza hasta los 24 años, aunque la fase más delicada del desarrollo culmina a los 18. Cualquier agresión sufrida durante ese tiempo puede ser crítica. El abuso de sustancias psicoactivas, especialmente de drogas como el alcohol y la marihuana -más presentes entre los adolescentes-, tiene un efecto directo sobre los neurotransmisores y, como consecuencia, sobre la memoria, el rendimiento, incluido el escolar, y las capacidades cognitivas.
Un reciente trabajo sobre esta cuestión realizado en el Centro para la Salud Cerebral de la Universidad de Texas concluyó -en línea con otros muchos anteriores- que el fumado de esta sustancia provoca al principio una mayor actividad cerebral, que comienza a degradarse muy rápidamente. El deterioro va acompañado de una paulatina pérdida de materia gris, que podría ser la explicación del deterioro de coeficiente intelectual que padecen los consumidores habituales.
Las consultas de Psiquiatría han experimentado en los últimos años un espectacular aumento de casos de jóvenes afectados por problemas de salud tan graves como la psicosis y la esquizofrenia. La marihuana está presente en dos de cada tres historiales clínicos.
Incluso los investigadores que defienden el uso terapéutico de la marihuana, como el reconocido biólogo y bioquímico Manuel Guzmán, catedrático de la Universidad Complutense, advierten de los daños del cannabis en un cerebro en desarrollo. «A los 14 años, las neuronas no han completado su arborización. No han 'crecido' todas las terminales que les permiten conectarse y que en su estructura básica se completan para los 18», explica. Ana González-Pinto añade un comentario a esta reflexión. «Una planta es un producto complejo con muchísimos componentes. Algunos de ellos pueden verse como beneficiosos en un laboratorio, lo mismo que el opio o la morfina. Otra cosa distinta es su consumo», alerta.
adolescentes españoles presentan un consumo problemático de cannabis. El 10% de los que lo prueban y un tercio de sus consumidores habituales desarrollarán una adicción.
TÍTULO: EL CONSUMO DE ALCOHOL AUMENTA EN LAS ADOLESCENTES Y SUPERA AL DE LOS CHICOS,.
El aumento se ha producido tanto en chicos como en chicas. Pero ha sido entre las adolescentes entre las que el consumo de alcohol se ha ...foto,.
Numerosos estudios, algunos de ellos recientes, han demostrado que el fumado de esta planta genera, cuando menos, pérdida de inteligencia y dificultades para mantener la atención. Además, afecta a la capacidad de concentración y ocasiona serios problemas de memoria. Dos de cada tres pacientes atendidos por psicosis son consumidores de cannabis y muchos de ellos -no sólo jóvenes- acaban degenerando en esquizofrenia, que es la forma más grave de pérdida de contacto con la realidad, según recuerda la psiquiatra.
La madurez plena del cerebro humano no se alcanza hasta los 24 años, aunque la fase más delicada del desarrollo culmina a los 18. Cualquier agresión sufrida durante ese tiempo puede ser crítica. El abuso de sustancias psicoactivas, especialmente de drogas como el alcohol y la marihuana -más presentes entre los adolescentes-, tiene un efecto directo sobre los neurotransmisores y, como consecuencia, sobre la memoria, el rendimiento, incluido el escolar, y las capacidades cognitivas.
Un reciente trabajo sobre esta cuestión realizado en el Centro para la Salud Cerebral de la Universidad de Texas concluyó -en línea con otros muchos anteriores- que el fumado de esta sustancia provoca al principio una mayor actividad cerebral, que comienza a degradarse muy rápidamente. El deterioro va acompañado de una paulatina pérdida de materia gris, que podría ser la explicación del deterioro de coeficiente intelectual que padecen los consumidores habituales.
Las consultas de Psiquiatría han experimentado en los últimos años un espectacular aumento de casos de jóvenes afectados por problemas de salud tan graves como la psicosis y la esquizofrenia. La marihuana está presente en dos de cada tres historiales clínicos.
Incluso los investigadores que defienden el uso terapéutico de la marihuana, como el reconocido biólogo y bioquímico Manuel Guzmán, catedrático de la Universidad Complutense, advierten de los daños del cannabis en un cerebro en desarrollo. «A los 14 años, las neuronas no han completado su arborización. No han 'crecido' todas las terminales que les permiten conectarse y que en su estructura básica se completan para los 18», explica. Ana González-Pinto añade un comentario a esta reflexión. «Una planta es un producto complejo con muchísimos componentes. Algunos de ellos pueden verse como beneficiosos en un laboratorio, lo mismo que el opio o la morfina. Otra cosa distinta es su consumo», alerta.
adolescentes españoles presentan un consumo problemático de cannabis. El 10% de los que lo prueban y un tercio de sus consumidores habituales desarrollarán una adicción.
TÍTULO: EL CONSUMO DE ALCOHOL AUMENTA EN LAS ADOLESCENTES Y SUPERA AL DE LOS CHICOS,.
El aumento se ha producido tanto en chicos como en chicas. Pero ha sido entre las adolescentes entre las que el consumo de alcohol se ha ...foto,.
El último informe sobre uso de drogas revela que cada vez son más los jóvenes extremeños entre los 14 y los 18 años que beben,.
El último informe sobre uso de drogas en estudiantes de enseñanza
secundaria (Estudes) revela que el 81,12% de los 44.111 extremeños con
edades entre los 14 y los 18 años consumen alcohol.
Los datos, dados a conocer por el Servicio Extremeño de Salud (SES), ponen de manifiesto el notable incremento que el consumo ha experimentado en los dos últimos años. Puesto que en el anterior informe Estudes ese consumo en Extremadura afectaba al 70,8% de los adolescentes de la región.
El aumento se ha producido tanto en chicos como en chicas. Pero ha sido entre las adolescentes entre las que el consumo de alcohol se ha disparado. Porque los datos hechos públicos este año, referentes a las 711 encuestas que en Extremadura se realizaron en 2012, desvelan que son las chicas las que han consumido en mayor medida (81,35%) frente a los chicos (80,93%). Los datos anteriores establecían que el consumo en mujeres era del 69% y en hombres, del 73,1%.
El consumo aumenta con la edad siendo especialmente significativo el incremento que se produce en el paso de los 14 (61,62%) a los 15 (74,52%). La edad media a la que se consume alcohol por primera vez es a los 13,88 años. Eso sí, empiezan ligeramente antes los chicos (13,74 años) que las chicas (14,03). Sin embargo, son las chicas las que comienzan antes a consumir alcohol los fines de semana, a los 14,94 años frente a los 15,28 de los chicos. «Los datos parecen indicar que si bien los chicos empiezan a consumir alcohol ligeramente antes, son en las chicas en las que se produce una mayor cercanía entre comenzar a beber y hacerlo habitualmente todas las semanas», explica el SES en la valoración que ha realizado de los datos del informe Estudes para Extremadura.
El consumo de alcohol hoy durante los fines de semana sigue siendo muy superior al de los días laborales, un 68,7% frente a un 25,2 %. Una diferencia que también existía en el anterior informe Estudes de 2010, que se hizo público no obstante en 2012. Entonces el consumo de alcohol durante los fines de semana ascendía al 54% y durante la semana se quedaba en un 19,4%. Las bebidas más consumidas de forma general durante los fines de semana son los combinados y en laboral, las cervezas.
Sin embargo, de entonces a ahora sí han cambiado las conductas de riesgo asociadas al consumo de alcohol. Entonces solo un 9% del alumnado extremeño reconocía haber viajado en cuatro o más ocasiones en un vehículo conducido por alguien bajo los efectos del alcohol y el sexo no influía decisivamente en este comportamiento. Ahora, sin embargo, es un 21,79% del alumnado el que ha viajado en alguna ocasión en un vehículo conducido por alguien que ha bebido. Y el sexo sí influye. De nuevo son las chicas las más proclives a esta actitud: un 23,31% frente a un 20,3% de chicos.
Sí se ha reducido en los últimos años, sin embargo, el consumo conjunto entre los adolescentes extremeños de alcohol y cannabis. El porcentaje publicado en 2012 era de un 20,4% y ahora es de un 13,41%. Este consumo es mayor en los chicos y está ligado a la edad, puesto que aumenta conforme lo hace ésta. Especialmente significativo es el incremento que se produce en el paso de los 15 (10,83%) a los 16 (18,48%). También se ha reducido la combinación de alcohol y cocaína, aunque ni entonces ni ahora es relevante. De un 2,3% ha pasado en la actualida a un 1,53%. La prevalencia del consumo se produce fundamentalmente entre los chicos.
Víctor Domínguez, coordinador de Juventud de Cruz Roja Extremadura, asegura que no hay una explicación específica para esta realidad, sino una global que afecta a la sociedad en su conjunto. «No se percibe el riesgo que conlleva el consumo de alcohol, porque está aceptado socialmente; no se tiene constancia real de que es un droga y, por tanto, perjudicial». Frente a ello, afirma el experto, «todos tenemos asumido que se puede beber, porque es legal, que todo el mundo lo hace y no pasa nada; sin pararnos a pensar que cada vez son más los jóvenes que lo consumen y a edades más tempranas y que esto afecta al desarrollo de las personas».
Afirma que el consumo a edades tempranas puede generar futuros adictos y que, por ello, es una labor de todos el tratar de frenar el aumento. «En las familias, en la escuela, a través de diversas campañas..., en las que los adolescentes puedan aprender a decir 'no' a los amigos». Víctor Domínguez asegura que es la influencia de los iguales la que está detrás del comportamiento adolescente. «Quieren los mismos móviles, los mismos videojuegos, la misma ropa... Y también tienen los mismo hábitos». Un idéntico comportamiento que comparten igual ya tanto chicos como chicas. «De la misma forma que antes las mujeres no fumaban y hace tiempo que lo hacen igual que los hombres o más, las jóvenes tienen también ya los mismos hábitos que los chicos». Y que les ha llevado no sólo a igualar su consumo de alcohol en los dos últimos años, sino a superarlo.
Los datos, dados a conocer por el Servicio Extremeño de Salud (SES), ponen de manifiesto el notable incremento que el consumo ha experimentado en los dos últimos años. Puesto que en el anterior informe Estudes ese consumo en Extremadura afectaba al 70,8% de los adolescentes de la región.
El aumento se ha producido tanto en chicos como en chicas. Pero ha sido entre las adolescentes entre las que el consumo de alcohol se ha disparado. Porque los datos hechos públicos este año, referentes a las 711 encuestas que en Extremadura se realizaron en 2012, desvelan que son las chicas las que han consumido en mayor medida (81,35%) frente a los chicos (80,93%). Los datos anteriores establecían que el consumo en mujeres era del 69% y en hombres, del 73,1%.
El consumo aumenta con la edad siendo especialmente significativo el incremento que se produce en el paso de los 14 (61,62%) a los 15 (74,52%). La edad media a la que se consume alcohol por primera vez es a los 13,88 años. Eso sí, empiezan ligeramente antes los chicos (13,74 años) que las chicas (14,03). Sin embargo, son las chicas las que comienzan antes a consumir alcohol los fines de semana, a los 14,94 años frente a los 15,28 de los chicos. «Los datos parecen indicar que si bien los chicos empiezan a consumir alcohol ligeramente antes, son en las chicas en las que se produce una mayor cercanía entre comenzar a beber y hacerlo habitualmente todas las semanas», explica el SES en la valoración que ha realizado de los datos del informe Estudes para Extremadura.
El consumo de alcohol hoy durante los fines de semana sigue siendo muy superior al de los días laborales, un 68,7% frente a un 25,2 %. Una diferencia que también existía en el anterior informe Estudes de 2010, que se hizo público no obstante en 2012. Entonces el consumo de alcohol durante los fines de semana ascendía al 54% y durante la semana se quedaba en un 19,4%. Las bebidas más consumidas de forma general durante los fines de semana son los combinados y en laboral, las cervezas.
Sin embargo, de entonces a ahora sí han cambiado las conductas de riesgo asociadas al consumo de alcohol. Entonces solo un 9% del alumnado extremeño reconocía haber viajado en cuatro o más ocasiones en un vehículo conducido por alguien bajo los efectos del alcohol y el sexo no influía decisivamente en este comportamiento. Ahora, sin embargo, es un 21,79% del alumnado el que ha viajado en alguna ocasión en un vehículo conducido por alguien que ha bebido. Y el sexo sí influye. De nuevo son las chicas las más proclives a esta actitud: un 23,31% frente a un 20,3% de chicos.
Sí se ha reducido en los últimos años, sin embargo, el consumo conjunto entre los adolescentes extremeños de alcohol y cannabis. El porcentaje publicado en 2012 era de un 20,4% y ahora es de un 13,41%. Este consumo es mayor en los chicos y está ligado a la edad, puesto que aumenta conforme lo hace ésta. Especialmente significativo es el incremento que se produce en el paso de los 15 (10,83%) a los 16 (18,48%). También se ha reducido la combinación de alcohol y cocaína, aunque ni entonces ni ahora es relevante. De un 2,3% ha pasado en la actualida a un 1,53%. La prevalencia del consumo se produce fundamentalmente entre los chicos.
La influencia de los iguales
En cualquier caso, más allá de aumentos y reducciones, los datos del
informe Estudes facilitados por el SES dejan claro que cada vez son más
los jóvenes extremeños que consumen alcohol, especialmente durante los
fines se semana.Víctor Domínguez, coordinador de Juventud de Cruz Roja Extremadura, asegura que no hay una explicación específica para esta realidad, sino una global que afecta a la sociedad en su conjunto. «No se percibe el riesgo que conlleva el consumo de alcohol, porque está aceptado socialmente; no se tiene constancia real de que es un droga y, por tanto, perjudicial». Frente a ello, afirma el experto, «todos tenemos asumido que se puede beber, porque es legal, que todo el mundo lo hace y no pasa nada; sin pararnos a pensar que cada vez son más los jóvenes que lo consumen y a edades más tempranas y que esto afecta al desarrollo de las personas».
Afirma que el consumo a edades tempranas puede generar futuros adictos y que, por ello, es una labor de todos el tratar de frenar el aumento. «En las familias, en la escuela, a través de diversas campañas..., en las que los adolescentes puedan aprender a decir 'no' a los amigos». Víctor Domínguez asegura que es la influencia de los iguales la que está detrás del comportamiento adolescente. «Quieren los mismos móviles, los mismos videojuegos, la misma ropa... Y también tienen los mismo hábitos». Un idéntico comportamiento que comparten igual ya tanto chicos como chicas. «De la misma forma que antes las mujeres no fumaban y hace tiempo que lo hacen igual que los hombres o más, las jóvenes tienen también ya los mismos hábitos que los chicos». Y que les ha llevado no sólo a igualar su consumo de alcohol en los dos últimos años, sino a superarlo.
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