Manuel Pellegrini-foto,.
Manuel Pellegrini | ||
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Nombre | Manuel Luis Pellegrini Ripamonti | |
Apodo | El Ingeniero, This Charming Man | |
Nacimiento | 16 de septiembre de 1953 (61 años) Santiago, Chile |
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Nacionalidad | ||
Estatura | 1,88 m (6 pies 2 pulg) metros | |
Trayectoria como entrenador | ||
Club actual | Manchester City | |
Clubes anteriores | Universidad de Chile Palestino O'Higgins Universidad Católica Liga De Quito San Lorenzo River Plate Villarreal Real Madrid Málaga |
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Debut | 1988 Universidad de Chile |
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Títulos | 1 Copa Chile 1 Campeonato Ecuatoriano 2 Primera División de Argentina 2 Liguilla Pre-Libertadores 1 Copa Interamericana 1 Copa Mercosur 1 Copa Intertoto de la UEFA 1 Trofeo Miguel Muñoz 1 Football League Cup 1 Premier League |
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Trayectoria como jugador | ||
Posición | Defensa | |
Debut | 1973 Universidad de Chile |
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Retirada | 1986 Universidad de Chile |
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Partidos internacionales |
28 | |
Goles totales | 1 | |
Títulos | 1 Copa Chile 1 Liguilla Pre-Libertadores |
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[editar datos en Wikidata ] |
Como entrenador, ha estado al frente de equipos de Sudamérica —Universidad de Chile, O'Higgins, Universidad Católica, Liga de Quito, San Lorenzo y River Plate— y Europa —Villarreal, Real Madrid, Málaga y Manchester City—.
Entre sus logros como entrenador, están los tres campeonatos nacionales obtenidos en América del Sur —con Liga de Quito, Club Atlético River Plate y San Lorenzo de Almagro—, el único título internacional en la historia de Universidad Católica (la Copa Interamericana 1994), y el primer trofeo continental de San Lorenzo de Almagro (la Copa Mercosur 2001). A lo anterior se añaden las mejores campañas en la historia del Villarreal Club de Fútbol, que alcanzó la semifinal de la Liga de Campeones de la UEFA 2005-06 y el subcampeonato de la Liga de España 2007-2008.
Como entrenador del Málaga, logró el mejor rendimiento en Liga de su historia, con mayor cantidad de puntos y mejor posición histórica del club al final de un campeonato. Asimismo, clasificó al Málaga por primera vez para la disputa de la Liga de Campeones de la UEFA, logrando una brillante participación, superando la primera fase invicto y cabeza de su grupo, y alcanzando los cuartos de final.
En junio de 2013, fue presentado como entrenador del Manchester City. Con este club, ganó la Football League Cup al derrotar por 3:1 al Sunderland. Posteriormente, el 11 de mayo de 2014, el Manchester City ganó su cuarta Premier League después de haberse situado líder en la penúltima jornada, recortando la ventaja del Liverpool. Pellegrini se convirtió así en el primer entrenador no europeo en ganar la Premier League.,etc,.
TÍTULO: GOLPES DE EFECTO,Cremoso e impresionante,.
Cremoso e impresionante,.
Hace un par de semanas, comí en Mérida con Israel Espino y otras personas. Israel es periodista y, tras una dilatada vida profesional por ...foto,.
La carta de un restaurante de Mérida es pura literatura hiperbólica,.
Hace un par de semanas, comí en Mérida con Israel Espino
y otras personas. Israel es periodista y, tras una dilatada vida
profesional por media España, se ha hecho muy popular por su blog en el
HOY sobre la Extremadura Secreta
y por sus intervenciones en los programas de misterio y emociones
varias de Íker Jiménez. Precisamente, el día que comí con ella había
quedado con Jiménez para intervenir desde el hospital de Badajoz
explicando algunas inquietantes situaciones que se dan en este edificio.
Pero no es esta una página donde los sábados se escriba sobre misterios y milenios, sino sobre viajes y gastronomía. Por eso les cuento que Israel me llevó a comer a un restaurante de Mérida muy recomendable. Y no solo por su cocina y ambiente, que también, sino porque el acto de comer se convierte en una fiesta divertida. Es decir, sales de casa a que te sorprendan y te hagan sentir distinto y aquí, lo consiguen.
El lugar se llama La Bodeguilla y queda en el centro de Mérida, en la calle Moreno de Vargas, que une Santa Eulalia con Félix Valverde Lillo. Lo abrió hace tres años un personaje peculiar natural de Calamonte, que responde al nombre de Emilio y que antes de dedicarse a la hostelería fue el comercial de la editorial Planeta, sección Colecciones, que más vendía en España desde su demarcación de Extremadura y Andalucía.
Emilio estudio Hostelería en Barcelona, decidió dar un giro a su vida y cambió lo de vender libros por lo de vender platos. Y los vende muy bien desde que te los ofrece hasta que te los sirve y los comes, incluida la preparación puesto que gracias a unas televisiones de plasma puedes asistir en directo a su elaboración, que se retransmite en varios monitores colgados en la pared.
La Bodeguilla tiene su carta, pero ya saben que a mí me gusta comer los menús del día por economía, porque suelen estar muy ricos y porque en ellos se manifiesta la profesionalidad del restaurante. Emilio ofrece a diario un menú de 9 euros. Los fines de semana sube un poco: 12 euros.
Si tuviera que hacer mi personal selección de menús del día de Extremadura, me fijaría en cinco: el de El Redoble de Hoyos por ocho euros, el vegetariano de Brotes Verdes de Cáceres (7.90), otro cacereño, el de El Paladar de la Felisa (10 euros), el de Doña Purita en Badajoz (12 euros) e incorporo este de La Bodeguilla emeritense. Hay otros muy buenos (por ejemplo, casi todos los de Coria) que ya iremos descubriendo.
La carta del menú de La Bodeguilla es divertida. En esto de las cartas hay varias corrientes: la austero-castiza que escribe: Empanada; la minimalista-sofisticada, que escribe: Reducción de salsa de Bolonia, clara, yema y ragut al abrigo de un envoltorio hojaldrado reposando sobre lecho de vegetales virtuosos; y la hiperbólico-tentadora, que es la que prefieren en La Bodeguilla y por eso escriben: Riquísimo hojaldre de empanada rellena de carne y huevo cocido en una boloñesa impresionante acompañada de ensalada fresca.
Como es natural, tanta pasión descriptiva te llega al estomago a la vez que al cerebro y te apuntas a un primer plato que se presenta así: Cremoso y original salmorejo cordobés con jamón ibérico y huevo de gallina de campo de los de Otilia, la mujer que vive enfrente de la puerta falsa de mi madre. De segundo, por ejemplo: Ternera del Bierzo fileteada a la brasa con patatas panaderas aliñadas al ajito, perejil y pimentón. De postre, hay más dulzura que literatura: Tiramisú de galleta extremeña. Parfait de almendra caramelizada. Repápalos dulces con leche.
La elaborada descripción de los platos adolece de algunas faltas ortográficas como no colocar tilde sobre las mayúsculas o escribir perejil con ge, iceberg con t final o enfrente separado. Este pequeño fallo es muy común incluso en los restaurantes de gran lujo y habría que cuidarlo. Pero dirán ustedes que a los restaurantes se va por la cocina, no por la ortografía y en ese punto, La Bodeguilla no defrauda.
Pero no es esta una página donde los sábados se escriba sobre misterios y milenios, sino sobre viajes y gastronomía. Por eso les cuento que Israel me llevó a comer a un restaurante de Mérida muy recomendable. Y no solo por su cocina y ambiente, que también, sino porque el acto de comer se convierte en una fiesta divertida. Es decir, sales de casa a que te sorprendan y te hagan sentir distinto y aquí, lo consiguen.
El lugar se llama La Bodeguilla y queda en el centro de Mérida, en la calle Moreno de Vargas, que une Santa Eulalia con Félix Valverde Lillo. Lo abrió hace tres años un personaje peculiar natural de Calamonte, que responde al nombre de Emilio y que antes de dedicarse a la hostelería fue el comercial de la editorial Planeta, sección Colecciones, que más vendía en España desde su demarcación de Extremadura y Andalucía.
Emilio estudio Hostelería en Barcelona, decidió dar un giro a su vida y cambió lo de vender libros por lo de vender platos. Y los vende muy bien desde que te los ofrece hasta que te los sirve y los comes, incluida la preparación puesto que gracias a unas televisiones de plasma puedes asistir en directo a su elaboración, que se retransmite en varios monitores colgados en la pared.
La Bodeguilla tiene su carta, pero ya saben que a mí me gusta comer los menús del día por economía, porque suelen estar muy ricos y porque en ellos se manifiesta la profesionalidad del restaurante. Emilio ofrece a diario un menú de 9 euros. Los fines de semana sube un poco: 12 euros.
Si tuviera que hacer mi personal selección de menús del día de Extremadura, me fijaría en cinco: el de El Redoble de Hoyos por ocho euros, el vegetariano de Brotes Verdes de Cáceres (7.90), otro cacereño, el de El Paladar de la Felisa (10 euros), el de Doña Purita en Badajoz (12 euros) e incorporo este de La Bodeguilla emeritense. Hay otros muy buenos (por ejemplo, casi todos los de Coria) que ya iremos descubriendo.
La carta del menú de La Bodeguilla es divertida. En esto de las cartas hay varias corrientes: la austero-castiza que escribe: Empanada; la minimalista-sofisticada, que escribe: Reducción de salsa de Bolonia, clara, yema y ragut al abrigo de un envoltorio hojaldrado reposando sobre lecho de vegetales virtuosos; y la hiperbólico-tentadora, que es la que prefieren en La Bodeguilla y por eso escriben: Riquísimo hojaldre de empanada rellena de carne y huevo cocido en una boloñesa impresionante acompañada de ensalada fresca.
Como es natural, tanta pasión descriptiva te llega al estomago a la vez que al cerebro y te apuntas a un primer plato que se presenta así: Cremoso y original salmorejo cordobés con jamón ibérico y huevo de gallina de campo de los de Otilia, la mujer que vive enfrente de la puerta falsa de mi madre. De segundo, por ejemplo: Ternera del Bierzo fileteada a la brasa con patatas panaderas aliñadas al ajito, perejil y pimentón. De postre, hay más dulzura que literatura: Tiramisú de galleta extremeña. Parfait de almendra caramelizada. Repápalos dulces con leche.
La elaborada descripción de los platos adolece de algunas faltas ortográficas como no colocar tilde sobre las mayúsculas o escribir perejil con ge, iceberg con t final o enfrente separado. Este pequeño fallo es muy común incluso en los restaurantes de gran lujo y habría que cuidarlo. Pero dirán ustedes que a los restaurantes se va por la cocina, no por la ortografía y en ese punto, La Bodeguilla no defrauda.
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