DESAYUNO--CENA--JUEVES, EN MI CASA NO SOY UNA ESTRELLA, ACTOR--SIMON BAKER,./ LOS GRAFFITIS, NO SE COMO VIVIR, IMPROVISO,./ JUEVES CINE, TOKAREV,. --

TÍTULO: DESAYUNO--CENA--JUEVES, EN MI CASA NO SOY UNA ESTRELLA, ACTOR--SIMON BAKER,.

DESAYUNO--CENA--JUEVES, EN MI CASA NO SOY UNA ESTRELLA, ACTOR--SIMON BAKER, fotos,.

El actor australiano Simon Baker encara su última temporada en ‘El Mentalista’. Lleva siete años con su personaje y admite las ganas de cambio y de recuperar a su familia,.

Llega a España la ultima temporada de ‘El Mentalista’ (hoy 22.30h., en La Sexta), la brillante serie policiaca interpretada por Simon Baker. Después de siete años dando vida al medium más atractivo de la televisión, el actor australiano confiesa estar preparado para decir adiós. Con el último capítulo programado en Estados Unidos para el 18 de febrero y una gran sorpresa (que no vamos a revelar), Baker dice hasta pronto a la pequeña pantalla y se concentra en descansar junto a su familia. A sus 45 años es uno de los intérpretes australianos con más tirón en Hollywood.
- Lleva siete años interpretando a un detective que sabe cómo leer a las personas. ¿Ha conseguido aprender algo del lenguaje corporal?
- Si no eres muy precavida te queda solo el 35% de batería en el teléfono con el que grabas. Sí y no. Siempre he sido un observador razonable y no, no necesariamente he aprendido interpretando esta serie. Mi mujer, cuando intento adivinar a alguien, siempre gira los ojos como diciendo ‘otra vez no’.
- ¿Qué opina de la analogía que se hace de Patrick Jane con Sherlock Holmes o Colombo?
- Para el primer episodio pensé en Pagliacci, en el vagabundo que interpreta Chaplin en ‘The Tramp’ (titulada en España ‘Charlot Vagabundo’). También encuentro algo de Peter Sellers, de Colombo, de Sherlock Holmes... pero es ‘El Mentalista’.
- ¿Cuál es la atracción que siente el público por estos detectives inteligentes y al tiempo rebeldes?
- Hay seriedad en ellos. Su personalidad es tan carismática que nos sentimos atraídos hacia su seguridad personal. Son personajes heroicos, míticos, que no necesitan el uso de la tecnología para descubrir ningún crimen. Y atrae al público por su valentía, no hay nada cobarde en ellos.
- Su mujer se burla, ¿pero encuentra el atributo de adivinar o leer el lenguaje corporal como algo impresionante o molesto?
- Me molesta un poco porque paso muchas horas en el rodaje como para salir y seguir con lo mismo. En mi casa no soy una estrella internacional.
- ¿Tiene buen radar a la hora de descubrir las intenciones de la gente que se acerca por interés?
- Sí. Llevo veinte años trabajando en esta industria y no me ha quedado más remedio que desarrollar ese radar. El estudio del mentalismo y la idea de leer a las personas no es muy diferente a sentarse con un grupo de periodistas que conoces de antes y que, según van preguntándote, van revelando el tipo de historia que van a escribir (se ríe).
- La serie ha evolucionado y ahora muestra temas diferentes.
- Como actor es importante conectar con el corazón emocional de la historia y del personaje. La historia de Red John es muy atractiva y siempre hemos intentado conseguir un equilibrio entre el entretenimiento ligero y el procedimiento criminal. Esta temporada es una de mis favoritas porque hay un episodio en el que voy a prisión que retrata el juego del ratón y el gato y la manipulación que siempre utiliza Patrick Jane.
-¿Qué piensa hacer cuando termine con la serie?
-Disfrutar de las cosas simples de la vida. Quiero reconectar con mis amigos y mi familia porque he estado mucho tiempo sin prestarles la atención que merecían. Quiero ser asistente de entrenador del equipo de fútbol de mis hijos, verles entrenar, ensayar, llevarles de campamento.

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'No sé cómo vivir, improviso',.

Pintada en una localidad extremeña. 

• Paseo por 40 años de máximas utópicas, soñadoras, nihilistas y ocurrentes,.

  'Lo imposible solo tarda un poco más.' Pues está tardando. Maldito paso del tiempo. Fue en 1977. Nunca he vivido más de ilusiones. Estaba tan entusiasmado con las elecciones de aquel mes de junio que ni tan siquiera me interesaban las chicas. Iba de mitin en mitin. Todo el día hablando de lo mismo, de cómo íbamos a cambiarlo todo. Mayo del 68 había quedado muy atrás, pero seguían moviéndonos sus consignas. Yo tenía varias escritas en cartulinas y colgadas en mi habitación. 'Prohibido prohibir', ponía en una pared. 'La imaginación al poder', se podía leer debajo. Hasta en el techo tenía consignas utópicas sesentaiochistas, para poder leerlas incluso acostado: 'Seamos realistas, pidamos lo imposible. Bajo los adoquines está la playa.'.
  Era bonito. Muy bonito. Pero lo imposible tardó demasiado y llegó aquello que se llamó desencanto y que consistió en ser normales, o sea, en que volvieran a interesarme más las chicas que la política. Había una frase del 68 también para eso: 'Lo raro es ser normal'. Pues sí, nos hicimos raros-normales y los grafitis fueron degenerando desde la utopía simplona hasta la ocurrencia pura y dura: 'Menos hipoteca y más discoteca'. Y después, algo de metafísica y algo de amor, es decir, escapismo en estado puro para resistir los estertores del desencanto. Frases como 'El amor vive en el corazón de los valientes. El mundo está oscuro, ilumina tu parte' o una que me hace gracia: 'El dinero no hace la felicidad, la compra hecha'. Qué bonito y qué inútil. Los eslóganes no son de mucha utilidad, pero reflejan la temperatura.
  A medida que pasaban los años, las máximas se iban caldeando. Primero apuntaron al nihilismo, que es una salida muy práctica con millones de seguidores: 'Todos prometen y nadie cumple, vota por nadie'. En esa estaban los soñadores, en la abstención. Si se movilizaban, temblaba el país y podían provocar sorpresas como aquellas elecciones que ganó Zapatero. Luego volvieron a sus 'in arcadia ego' de plácida existencia entre el ser y la nada y entre la nada y la nada.
  
  Los grafitis fueron degenerando de la utopía a la ocurrencia: 'Menos hipoteca y más discoteca'
  Pero la olla cogía presión y los grafitis se crispaban. Comenzaba el movimiento de fondo que nos ha traído hasta aquí. Primero, las ganas de imaginar y la amenaza a quien lo impida: 'Si no nos dejáis soñar, no os dejaremos dormir'. Después, inspirándose en Neruda, a por los conformistas: 'Me gustas cuando votas porque estás como ausente'. Ya lanzados, el desencanto se trocó en emoción y empezaron a retornar las ilusiones cíclicas que en el 77 tanto habían entusiasmado. Al grito de 'La política pasa en las calles', retornaba el estilo 68 con frases como 'La barricada cierra la calle, pero abre el camino' o 'Cuando los de abajo se mueven, se caen los de arriba'.
  Y en esas estamos, 'Sin luz, sin agua y sin miedo.'. Pero han pasado los años. La edad. Te intentan animar a soñar otra vez: 'Si el plan no funciona, cambia el plan, pero no cambies las metas'. Vale, lo intento. Lo sé, lo sé. 'Solo está derrotado aquel que deja de soñar'. Pero es tan difícil apartarse del escepticismo, renegar de la experiencia, 'Creer que un cielo en un infierno cabe' (¡qué coño hace aquí Lope!).
  El paso de los años es también un tránsito de las frases explosivas y optimistas a los dichos conservadores y miedosos como este de Nicolás Gómez Dávila: 'El pueblo a veces acierta cuando se asusta, pero siempre se equivoca cuando se entusiasma'.
  Dávila fue un filósofo colombiano bastante reaccionario y muy crítico con la modernidad. Pero esta frase ayuda a entender la transición e inquieta. En el 77, el pueblo se asustó y más o menos acertó, todo salió medio bien. Ahora parece entusiasmado, ha perdido el miedo y todo puede pasar. Incluso lo mejor. Casi 40 años después de aquel 77 lleno de imposibles y entusiasmos, he de refugiarme en otra frase que me cobija: 'Yo tampoco sé cómo vivir, estoy improvisando'. Disfruten de este tiempo intenso. Merece la pena vivirlo. Pero acierten, por favor, aunque sea con entusiasmo.
  
  TÍTULO: JUEVES CINE-- TOKAREV,.
  
  

  Reparto

  Nicolas Cage, Rachel Nichols, Peter Stormare, Max Ryan, Danny Glover, Judd Lormand, Max Fowler, Michael McGrady, Pasha D. Lychnikoff, Patrice Cols, Weston Cage, Aubrey Peeples, Jack Falahee, Ron Goleman, Michael Papajohn, Amir Zandi,.

   

   Un respetado hombre de negocios de pasado oscuro busca venganza después de que su hija sea secuestrada por unos hombres que quieren saldar viejas deudas. Ante sus amigos y familiares, Paul Maguire (Nicolas Cage) es un hombre familiar y trabajador, pero desconocen que Paul tiene un pasado muy diferente, en el que la vida era barata y las deudas se pagaban con sangre,.