domingo, 15 de mayo de 2016

COCINA DOMINGO - LUNES - MERLUZA CON TOMATE, ALCAPARRAS Y LIMÓN,./ EN PRIMER PLANO - A FONDO - Benjamin Libet fue un neurólogo estadounidense.

TITULO: COCINA DOMINGO - LUNES - MERLUZA CON TOMATE, ALCAPARRAS Y LIMÓN,.

Merluza con alcaparras, tomate y limónMerluza con alcaparras, tomate y limón , foto.

Además de enseñarte a preparar una dorada a la sal, Berasategui se estrena en 2015 cocinando al horno una cola de merluza sobre un lecho de patatas y con una vinagreta hecha con alcaparras, tomates cherry y gajos de limón.

1 cola de merluza (1 kg.)
4 patatas medianas
2 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
Sal y pimienta

Para el refrito de limón,
100 g de aceite de oliva virgen extra
1 diente de ajo laminado
1 cayena fresca
200 g de tomates cherrys
50 g de alcaparras
1 limón
1 cucharada sopera de perejil picado,.

Precalentar el horno a 190ºc.
Lavar las patatas y colocarlas en una olla con agua fría y una pizca de sal.
Llevar la olla al fuego y cocer las patatas con piel durante 15 a 20 minutos, a fuego suave para que no se nos rompan.
Pasado el tiempo retirar las patatas del agua dejarlas enfriar un poco, pelarlas con cuidado y cortarlas en rodajas de 1 cm de espesor.
Colocar la cola de merluza abierta y salada, sobre las patatas cocidas y bien extendidas en la bandeja.
Añadir las 2 cucharadas de aceite de oliva y hornear todo junto durante 7-9 minutos dependiendo el grosor de la merluza.
Calentar el refrito de aceite, ajos y cayena, cuando el ajo comienza a bailar y se pone amarillo volcarlo sobre la cola de merluza.
En la misma sartén caliente añadir el zumo de limón y volcarlo sobre la cola de merluza también.
Recuperar la mezcla del refrito con el zumo de limón  y repetir esta operación 3 veces más, la última añadiéndole la mezcla de tomate, alcaparra y limón. Espolvorear con el perejil picado.

Para el refrito de limón:
Cortar los tomates cherrys en 4 o en 6 si son más grandes.
Pelar el limón, sacar unos gajos a vivo y cortarlos en dados, con el resto exprimirlo para obtener el zumo.
En un bol mezclar los tomates cherrys, los dados de limón, las alcaparras.
Reservar.

TITULO:EN PRIMER PLANO - A FONDO - Benjamin Libet fue un neurólogo estadounidense.

Benjamin Libet - foto,.

Resultat d'imatges de benjamin libetBenjamin Libet (Chicago, Illinois, 12 de abril de 1916 - 23 de julio de 2007) fue un neurólogo estadounidense. Obtuvo reconocidos estudios y publicaciones en el área de filosofía, desarrollado en la Universidad de California. Fue, además, un científico pionero en el campo de la conciencia.


Consciencia de las propias decisiones antes que libre albedrío

En los años 1970, Libet estuvo involucrado en los estudios de la actividad neural y la "sensación de umbral". Estas investigaciones trataban de determinar la secuencia de activación en sitios específicos del cerebro requerida para desencadenar acciones voluntarias tales como el pulsado de un botón, utilizando equipos electroencefalográficos. Un famoso experimento - luego reproducido muchas veces por otros grupos- demostró que eventos cerebrales inconscientes (observables como potenciales eléctricos, llamados potenciales de preparación (en inglés readiness potential) realmente preceden en un lapso variable (de 0.3 hasta varios segundos) la sensación consciente de haber tomado una decisión voluntaria en preparación de una acción motora -como el pulsado de un botón.
Ahora bien conocido en neurologia, el llamado 'Bereitschaftspotential' (BP en idioma alemán, 'readiness potential' en inglés), también llamado 'potencial premotor, es una medida de la actividad en el córtex motor y el área motora suplementaria en el cerebro ocupado en la preparación de un movimiento muscular voluntario. Es una manifestación de la contribución cortical al planeamiento del movimiento voluntario. Fue registrado y reportado ya en 1964 por Hans Helmut Kornhuber y Lüder Deecke en la University of Freiburg en Alemania. La publicación completa apareció en 1965 luego de muchos experimentos usados como control.1
Estas observaciones indican que los procesos neurológicos inconscientes preceden y potencialmente causan tanto la sensación de haber realizado una decisión por propia voluntad como el mismo acto motor.2
La conclusión derivada por Libet de estas observaciones es que los procesos cerebrales determinan las decisiones, luego percibidas como propias subjetivamente por el mismo cerebro a través del fenómeno de la conciencia (awareness). Libet solamente considera como posible la idea de libre albedrío en su noción de veto —la capacidad de la actividad consciente para bloquear o abortar un acto ya iniciado—, bloqueo posible gracias al tiempo restante de algunos cientos de milisegundos entre la percepción subjetiva de la decisión y la ejecución del acto mismo. Aunque el autor no parece adherirse a esta idea. El problema, como señala John N. Gray, es que no podemos saber cuándo utilizamos el veto, por lo que nuestra experiencia subjetiva es siempre ambigua.3

Críticas al experimento

Una crítica general consiste en señalar que Libet pidió a los voluntarios que "dejaran el impulso -de moverse- aparecer por sí solo, sin planearlo ni concentrarse en el acto". De acuerdo con ciertos pensadores (Alexander Batthyany entre otros), una teoría del "Libre albedrio" o del "yo" que admitiera la existencia real de estos conceptos no tendría porque dejar de lado la posibilidad de que actos semejantes existieran en el cerebro, actos basados en un cierto automatismo mental en un estado de pasividad del individuo. Por lo tanto es posible que el experimento de Libet no estuviera apuntando al blanco adecuado; decisiones complejas, basadas en ponderación de riesgos y beneficios, o en busqueda de los gustos y deseos propios, quedan totalmente fuera del alcance del diseño propuesto por Libet. Otras críticas se han realizado al experimento, Daniel C. Dennett en "Freedom Evolves" habla sobre los problemas del método de contaje de tiempos que se utilizan -es imposible valorar los resultados si no conocemos los tiempos que tardan los diferentes elementos del cerebro involucrados en comunicarse entre sí, o sin saber exactamente las direcciones y número de estas comunicaciones- o Francis Crick en su libro “The astonishing hypotheses” expresa que los resultados del experimento “resultan difíciles de interpretar y han dado origen a muchas polémicas”.

Bibliografía

Bibliografía relacionada


 

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