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Cuenta una leyenda oriental que las personas destinadas a conocerse tienen un hilo rojo atado en sus dedos.Este hilo nunca desaparece y permanece constantemente atado, a pesar del tiempo y la distancia. No importa lo que tardes en conocer a esa persona, ni importa el tiempo que pases sin verla, ni siquiera importa si vives en la otra punta del mundo: el hilo se estirará hasta el infinito pero nunca se romperá.
Este hilo lleva contigo desde tu nacimiento y te acompañará, tensado en mayor o menor medida, más o menos enredado, a lo largo de toda tu vida. Así es que, el Abuelo de la Luna, cada noche sale a conocer a los recién nacidos y a atarles un hilo rojo a su dedo, un hilo que decidirá su futuro, un hilo que guiará estas almas para que nunca se pierdan…La leyenda versa así:
"Hace mucho mucho tiempo, un emperador se enteró de que en una de las provincias de su reino vivía una bruja muy poderosa, quien tenía la capacidad de poder ver el hilo rojo del destino y la mandó traer ante su presencia. Cuando la bruja llegó, el emperador le ordenó que buscara el otro extremo del hilo que llevaba atado al meñique y lo llevara ante la que sería su esposa. La bruja accedió a esta petición y comenzó a seguir y seguir el hilo. Esta búsqueda los llevó hasta un mercado, en donde una pobre campesina con una bebé en los brazos ofrecía sus productos. Al llegar hasta donde estaba esta campesina, se detuvo frente a ella y la invitó a ponerse de pie. Hizo que el joven emperador se acercara y le dijo: «Aquí termina tu hilo», pero al escuchar esto el emperador enfureció, creyendo que era una burla de la bruja, empujó a la campesina que aún llevaba a su pequeña bebé en brazos y la hizo caer, haciendo que la bebé se hiciera una gran herida en la frente, ordenó a sus guardias que detuvieran a la bruja y le cortaran la cabeza.
TITULO: MUJERES EN PRIMERA LINEA - Olivia de Borbón ,.
Lloro a diario de alegría,.
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foto, Olivia de Borbón anuncia embarazo y amadrina la Copa del Rey de Vela. «El día que me toque heredar quizá ya no existan los títulos», bromea la primogénita del duque de Sevilla,.
De familia de navegantes 'de toda la vida', Olivia de Borbón amadrinó el pasado miércoles en Madrid el acto de presentación de la 35 Copa del Rey Mapfre de Vela, que se celebrará este verano entre el 30 de julio y el 6 de agosto en Palma de Mallorca. La ilustre regata trae este año novedades. Entre otras, contará por primera vez con dos campeones absolutos y acogerá una competición de catamaranes voladores. Olivia de Borbón también guardaba esa noche una sorpresa... A sus 42 años, un año y medio después de su boda con el empresario Julián Porras, está embarazada de tres meses. «Siempre dije que quería tener cinco hijos, ahora lo veo difícil».
Olivia es hija de la condesa Von Hardenberg, más conocida como Beatrice de Borbón o la duquesa de Sevilla, una mujer singular que fue la primera editora de 'Vogue' en España y se hizo famosa por su llamativa forma de vestir y su extensa colección de ranas. «Lo de duquesa de Sevilla -explica su hija- se lo llaman más bien por cariño, porque la verdad es que mis padres se divorciaron hace casi treinta años y mi padre se ha vuelto a casar dos veces». El padre de Olivia es Francisco de Borbón, auténtico duque de Sevilla y primo segundo del rey Juan Carlos. En su linaje figura un infante republicano e incluso un duelo a pistola decimonónico... Pero nada de esto impresiona demasiado a Olivia. «Me siento orgullosa del título, pero no me he preocupado por saber si algún día lo heredaré (es la mayor de tres hermanos), porque para cuando me toque heredarlo es muy probable que ya no existan los títulos nobiliarios», dice riendo.
Exnovia de torero
Las vacaciones de su infancia las pasó en Mallorca, igual que la Familia Real. Y tal como manda la tradición borbónica, aprendió a navegar en la escuela de vela de Calanova, a la que ahora asisten en verano los hijos de las infantas. «Pero no coincidí nunca con Felipe, Cristina ni Elena, porque son mayores que yo y cuando llegué ellos ya habían finalizado el curso». Olivia matiza que, pese a haber nacido en una familia aristocrática, «nunca he tenido barco y lo mío además era la vela ligera». Este verano si el embarazo se lo permite aprovechará su estancia en Palma para embarcarse algún día. Pero no tiene la suficiente confianza con los Reyes como para plantarse en Marivent. «Yo siempre digo que somos muchos Borbones».
Tampoco sabría precisar Olivia si la baronesa Thyssen tiene razón cuando dice que ser rico es muy difícil, «porque aunque vivo bien y he tenido muchos privilegios no soy millonaria. Vengo de familia de militares y en casa siempre se ha valorado el trabajo. Yo más que a una heredera admiro a una mujer que tiene dos empleos para sacar adelante a sus hijos. A mí no me han educado para ir por la vida como si no existiese más que el lujo y los caprichos». Sí la han educado en el amor a los animales. Al margen de que en su día participó en el reality 'La Granja', Olivia es hija de una granjera vocacional. «Mi madre vive a las afueras de Madrid y entre perros, hurones y gatos aquello es casi un zoológico». También tuvieron un cerdo vietnamita llamado 'Goku'. Gracias a él, Olivia tuvo de qué hablar con George Clooney (propietario de otro cerdo) cuando coincidieron en un evento. Pero ahora en su casa solo hay dos perros.
Ella y su marido se han trasladado a Marbella buscando la tranquilidad. Es ahí donde quiere que nazca su primer hijo, que «probablemente será niña». De por sí sensible, «aunque lo intento ocultar», Olivia de Borbón confiesa que con el embarazo «lloro sin control todos los días, pero por cosas alegres». También se siente «más despistada de lo normal, que ya era mucho». Y eso que gracias a sus conocimientos como navegante asegura tener sentido de la orientación y ser «muy buena a la hora de saber por dónde me da el aire».
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