martes, 24 de mayo de 2016

VIAJANDO CON CHESTER - Ken Loach Director de cine,./ ¡ ATENCION Y OBRAS ! CINE - CULTURA DE AMIGUETES,.

 TITULO: VIAJANDO CON CHESTER -Ken Loach Director de cine,.

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 Viajando con Chester es un programa de televisión español, de género periodístico, presentado por Pepa Bueno, en la cuatro los domingos las 21:30, foto, etc.





 Ken Loach Director de cine,.

Ken Loach - foto,.

Ken Loach
Ken Loach Cannes 2014.jpg En el Festival de Cannes de 2014.
Información personal
Nombre de nacimiento Kenneth Loach
Nacimiento 17 de junio de 1936 (79 años) Bandera del Reino Unido Nuneaton, Inglaterra, Reino Unido
Nacionalidad Británico
Familia
Cónyuge Lesley Ashton (1962-presente)
Hijos 5 hijos
Educación
Alma máter
  • St Peter's College
Información profesional
Ocupación Director Activista
Año de debut 1962
Año de retiro presente
Empleador
Premios artísticos
Premios BAFTA BAFTA Honorífico
2006 Premio a la Trayectoria Profesional
Festival de Cannes Palma de Oro
2006 The Wind That Shakes the Barley
2016 I, Daniel Blake

Premio del Jurado
1990 Hidden Agenda
1993 Raining Stones
2012 The Angel's Share
Distinciones

Kenneth Loach (Nuneaton, 17 de junio de 1936), más conocido como Ken Loach, es un director de televisión y director de cine británico, conocido por su estilo de realismo social y temática socialista ligados a su militancia trotskista.


Biografía

A los 25 años, mientras estudiaba derecho en el St Peter's College de Oxford, entró por primera vez en contacto con las artes escénicas actuando en el grupo de teatro de la universidad. Después de graduarse, trabajó como asistente de dirección en el Northampton Repertory Theatre. Sin embargo, estaba más interesado en el mundo audiovisual que en el de las tablas, así es que después de obtener en 1963 una beca en la cadena de televisión BBC, se inicia en la dirección.
El ambiente que se respiraba en aquellos años favorecía la realización de programas que criticaban las injusticias sociales, allí encontró Loach la visión y la voz que caracterizaría su cine. A partir de 1964 comienza a dirigir una serie de docudramas, siendo el más famoso de ellos Cathy Come Home (1966), que aborda la problemática de la vivienda y la pobreza en el contexto del estado de bienestar británico. Fue una de las películas más controvertidas producidas por la BBC, llegando incluso a provocar que se modificasen las leyes sobre los sin techo.1
Desde entonces y hasta principios de los 80', Loach dividió su tiempo entre el cine y la televisión, filmó cuatro largometrajes, numerosos documentales y películas para la TV como The Big Flame (1969) sobre los trabajadores portuarios de Liverpool y la serie Days of Hope (1975), sobre los hechos que llevaron a la huelga de 1926, y la derrota del Movimiento Laborista Británico.
Con Margaret Thatcher en el poder, crece el paro y los recortes de presupuesto para la cultura. La Dama de Hierro se gana muchos enemigos entre los artistas, Loach entre ellos. El Channel Four prohibió sus documentales A Question of Leadership, con los que combate al Thatcherismo, por lo cual a lo largo de toda esa década solo puede filmar dos películas: Miradas y sonrisas y La tierra de mi padre.
En los años 90', con los cambios políticos, su carrera se revitaliza. Ha filmado hasta ahora nueve películas más, con la mayoría de las cuales ha obtenido numerosos premios, consolidando su carrera internacional, pero manteniéndose siempre fiel al estilo que fue una constante en su vida: la defensa de los oprimidos. En cuanto a la militancia estrictamente política, Ken Loach es hoy día miembro de la directiva de la coalición de izquierda Respect - The Unity Coalition.
Loach es uno de los directores habituales en el conocido Festival de Cannes, ha ganado en dos ocasiones la Palma de Oro, en 2006 con su película The wind that strakes the Barley y en 2016, con su film 'I, Daniel Blake'

Heredero del British social realism (realismo social británico)

Loach, en cuyas películas muchos creen ver algo así como un "grado cero de la escritura cinematográfica o escritura fría", es dueño de un estilo depurado y sintético. Como heredero inequívoco de las principales tendencias de cine realista de europa y en mayor medida del cine independiente que se caraterizaba por su realismo, su inconformismo social, su crítica a la burguesía y a la sociedad, y su acercamiento a los seres anónimos de la misma, o su sentido del humor.
Ken Loach, al igual que sus antecesores, denuncia los traumas que ocasiona en los seres humanos la vida en las ciudades industriales a pesar de los avances tecnológicos, y con sus historias sacude las conciencias de la sociedad contemporánea con el fin de mejorar sustancialmente las condiciones de la clase trabajadora (poniendo de ejemplo lo que mejor conoce: las injusticias que sufren las clases menos favorecidas en la sociedad británica).

 TÍTULO: ¡ ATENCION Y OBRAS ! CINE -  CULTURA DE AMIGUETES,.

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 ¡Atención y obras! es un programa semanal que, en La 2, aborda la cultura en su sentido más amplio, con especial atención a las artes escénicas, la música, los viernes a las 20:00 presentado por Cayetana Guillén Cuervo, etc, foto,.



CINE -  CULTURA DE AMIGUETES,.

Cultura de amiguetes, foto.

  • En España, de política opinan sobre todo los poetas y los novelistas,.

    El escritor y académico Félix de Azúa A los 47 años, en plena madurez creativa y conceptual, Lope de Vega publica ‘Arte nuevo de hacer comedias’, una poética rompedora que revoluciona las normas teatrales y que, durante el Romanticismo, se pudo de moda en Alemania e Inglaterra.

    Sin embargo, Lope no fue toda su vida tan moderno y progresista. A los 70 años, cuando ya sentía que se acababa su vida (moriría tres años después), atemperó su heterodoxia para ceñirse más a los hábitos literarios «respetables». Lo hizo con la ambición, tan común en la senectud de los artistas, de ser reconocido por la «academia» y formar parte del canon literario establecido. Escribió a esa edad ‘Epístola a Claudio’, donde, en algunos versos, también teoriza sobre historia y preceptiva teatral, pero lo hace desde puntos de vista que niegan el espíritu vitalista y vanguardista del ‘Arte nuevo de hacer comedias’.
    Recuerdo este episodio de la vida y obra de Lope cada vez que reparo en la deriva ideológica que siguen algunos de los intelectuales que marcaron mi formación en los periódicos de los años 70 y 80. Escritores y columnistas, entonces adelantados y radicales, que hoy han caído en una temerosa postura conservadora cuando no reaccionaria. Me refiero, desde luego, solo a sus textos sobre política, no a su admirable producción literaria.
    Algunos estudiosos llaman a esta transformación ideológica ‘la cultura de los amiguetes’, que equivaldría al llamado capitalismo de amiguetes, pero en el terreno del pensamiento, o para ser más precisos, de la opinión publicada. Son figuras de las letras que han ido moderando sus opiniones, como Lope de Vega, a medida que se han ido haciendo mayores y han deseado fervientemente preservar el canon que los acoge o, en su caso, ingresar en él.
    Estos pensadores, escritores e intelectuales tienen posiciones influyentes que dependen más que de su obra investigadora y analítica, de sus relaciones con el poder político y mediático. En su prestigio, más o menos superficial, cuenta más la agenda de contactos que la calidad u originalidad de su opinión publicada. Además, han desistido de explicar el entorno desde la radicalidad y el análisis a fondo y libre para preferir apostar por el estilo y el ingenio: da gusto leerlos, pero aportan más bien poco. No voy a generalizar y esconder la mano, daré nombres. Me estoy refiriendo a los Vargas Llosa, Muñoz Molina, Juaristi, Azúa, Marías, Arcadi Espada, Savater... A ellos se les unen los Albiac, Elorza o Juliá, todos ellos entretenidos columnistas, pero con la misma tendencia conservadora y «canónica» en la senectud que Lope de Vega. Ellos moldearon mi pensamiento durante la juventud, pero ahora los veo liderar el establishment ideológico frente a los teóricos de la ‘nueva política’. Me descoloca que mantengan posturas tan cerradas ante las novedades y tan descalificadoras frente a los cambios posibles. En el otro lado, en medios digitales radicales, en el mejor de los sentidos, como Infolibre, Eldiario o Público, la opinión aparece, con honrosas excepciones como De Lucas, Sánchez Cuenca, J. Saturnino Martínez, Ignacio Jurado, Pablo Simón o Rodríguez Teruel, más teñida de tendenciosidad, ingenio y voluntad de estilo que de especialización y análisis comparativo, aunque, al menos, no existe tanta pretensión de liderazgo intelectual ni están tan pendientes unos de otros.
    Me quedo, en fin, con una nueva generación de politólogos y analistas que, desde la universidad, el periodismo, la investigación y diferentes colectivos académicos de politología y sociología (Politikon, Instituto Juan March de Ciencias Sociales, Sinpermiso), analizan el contexto sin pretender la revolución, la desmovilización ni la ocurrencia. Son más aburridos que los otros, pero diseccionan la realidad sin pretender cambiarla ni mantenerla. En otros países, escribirían en The Guardian o The New York Times. Aquí, de política opinan los novelistas y es bello, pero estúpido.

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