La hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA - Me gusta explorar los platos tipicos de cada lugar y me atrevo hasta con los insectos, fotos.
EL VERANO DE JOSÉ ENRIQUE CAMPILLO,.
–¿Qué tiene previsto hacer este verano? «Me gusta explorar los platos típicos de cada lugar y me atrevo hasta con los insectos»
FISIÓLOGO Y EXPERTO EN NUTRICIÓN
Catedrático de Fisiología y experto en nutrición, es autor de numerosos libros. Acaba de publicar 'Homus climaticus', pero ya prepara otro que sorprenderá
–Pues lo que se pueda, ya que mi esposa recientemente sufrió un accidente que le fracturó el tobillo por tres partes. Pero seguro que pasaremos unos días con los nietos.
–¿Suele tener planificadas las vacaciones o va más a la aventura?
–Yo soy un privilegiado. Mi hija vive en Chile desde hace 10 años, y desde la jubilación solemos ir en el mes de febrero, que allí se corresponde con nuestro agosto. Así que veraneo dos veces.
–¿Tiene en cuenta la gastronomía a la hora de elegir el lugar de vacaciones? ¿Cuáles son sus platos favoritos?
–Por supuesto. Pertenezco a la Cofradía Extremeña de Gastronomía. Me gusta mucho explorar los platos típicos y sencillos de cada lugar que visito. Y me atrevo con todo, hasta los insectos.
–¿Qué es lo que más le gusta hacer cuando está de vacaciones?
–Ejercicio. No paro. Si tengo ocasión me gusta caminar por zonas montañosas.
–¿Con qué compañía suele ir de vacaciones o prefiere viajar solo?
–Pues casi siempre con la familia.
–¿Prefiere los viajes culturales, el campo o la montaña?
–En la pregunta falta la playa. Me gusta todo, pero siempre prefiero viajes activos, en los que, si se puede, haya ocasión de practicar algo de deporte.
–¿Asiste a las fiestas de los pueblos?
–No mucho, la verdad.
–¿Aprovecha el verano para ir al teatro, cine, conciertos...?
–Esas actividades culturales las reservo para el invierno. Me gusta la música, y soy amigo de la Banda Municipal de Badajoz.
–¿Ve más televisión en verano? ¿Qué tiempo de programas le gustan?
–Yo, en televisión, soy más de documentales científicos. Y alguna película de vez en cuando, aunque me aburren los anuncios.
–¿Desconecta del día a día o a pesar de estar de vacaciones sigue pendiente del móvil, la redes sociales...?
–Desconecto lo más que puedo.
–¿Duerme siesta en vacaciones o prefiere dedicar ese tiempo a hacer otras actividades?
–La siesta o «yoga hispánico», como la llamaba Cela, la practico durante todo el año: en invierno, modalidad sofá, y en verano, paso a lo que se denomina «de pijama y orinal».
–¿Madruga durante las vacaciones o prefiere trasnochar?
–Ya no trasnocho. Uno va teniendo una edad, y eso se nota. Me suelo levantar temprano para escribir un poco antes de que comience el barullo familiar.
–¿Cuáles son las vacaciones que recuerda con nostalgia? ¿Qué tuvieron de especiales?
–Las que pasaba de pequeño en el campo, cerca de Cáceres. Eran veranos tórridos, cuando hacia calor de verdad, en contacto con una naturaleza exuberante que ya casi ha desaparecido. ¿Se han dado cuenta que ya en verano no hay bichos?
–¿Qué sitio de Extremadura elegiría para pasar unos días de vacaciones y por qué?
–Por influencia de mi esposa, en la sierra de Gata.
–¿Cuál es el recuerdo de su niñez que guarda con más cariño?
–La libertad de juegos y de movimientos que teníamos los niños.
–¿Viaja por la vida ligero de equipaje o tiene mucho apego a las cosas?
–Soy muy de mochila y tienda de campaña.
«Todo lo que he logrado en mi vida, incluidos los aspectos deportivos,
me han requerido un gran esfuerzo. Nadie me ha regalado nada»
–¿Cómo han cambiado sus prioridades con el paso del tiempo? –Con la edad uno se va haciendo más cómodo y más apegado a las manías y rituales. Pero la clave está en adaptarse y ser lo más feliz posible en cada etapa de la vida.
–¿Cuál es el logro del que se siente más satisfecho?
–A nivel personal, mi familia. A nivel profesional, algunos libros que han interesado al público. Ahora mismo estoy muy feliz con mi última criatura: 'Homo climaticus'. Se lo recomiendo.
–¿Qué es lo que más trabajo le ha costado conseguir?
–Todo lo que he logrado en mi vida, incluidos los aspectos deportivos, me han requerido un gran esfuerzo. Nadie me ha regalado nada.
–¿Qué es lo que más valora de la gente y por qué?
–La lealtad. Es lo que más se está perdiendo en la sociedad actual.
–¿Ha habido algún momento en su vida que ha marcado un antes y un después?
–Cuando tenía 12 años, no fui a un viaje de autobús porque siempre me he mareado mucho. Un camión chocó y mató al chico que ocupó mi asiento.
–¿En su camino ha encontrado más competitividad o compañerismo?
–He disfrutado de ambos engaños.
–Si pudiera dar marcha atrás, ¿Cambiaría alguna decisión que ha tomado?
–Creo que no.
¿Tiene algún proyecto entre manos?
–Estoy enfrascado en un nuevo libro. Se sorprenderían muchísimo sobre qué tema versa. Pero no se lo voy a decir.
En corto
–Su tiempo de ocio lo dedica a: Música y deporte–Cuando se levanta da las gracias por: Seguir vivo.
–Un ejemplo a seguir: Don Santiago Ramón y Cajal
–Lo que menos le gusta de la gente: La falta de interés por la cultura.
–Algo que siempre ha querido hacer o tener y aún no ha conseguido: Poder navegar a vela sin marearme.
–El libro que más huella le ha dejado: La incógnita del hombre, de Alexis Carrel.
–Su película favorita: 2001 Una odisea del espacio.
–La canción de su vida: La ruta de la seda de Kitaro.
–El lugar que más le ha impactado: El salar de Uyuni, Bolivia.
–Y el que elegiría para sus vacaciones perfectas: Los Andes chilenos.
–El deporte que practica: Trotar. He terminado 16 maratones.
–Su comida favorita: El arroz en sus infinitas posibilidades.
–Si pudiera, compraría un cuadro de: Mi esposa, que ahora pinta.
–El olor que más le gusta: El de la dehesa extremeña en primavera.
–Su lema: Si no sabes algo, esfuérzate y apréndelo.
TITULO: RADIO - TELEVISION - Carne de la tierra contra el pescaíto,.
RADIO - TELEVISION - Carne de la tierra contra el pescaíto, fotos.
TÚ AL PUEBLO, YO A LA PLAYA
En
un lugar de playa los negocios florecen por doquier en estos meses. La
hostelería es una apuesta segura casi siempre, un sector que no deja de
reinventarse porque durante el periodo vacacional nadie quiere pasar las
horas metido en la cocina. En Punta Umbría, por ejemplo, te llevan la comida o la cena hasta la misma arena de la playa, donde una empresa ha dispuesto hasta 26 puntos de recogida a los que llevan menús que van desde hamburguesas de todo tipo a burritos, sandwiches o pollos asados.Carne de la tierra contra el pescaíto
La familia Arroyo Real, de Plasencia, cambió la cocina de la sierra por el pescado para prosperar en Punta Umbría, pero el plato estrella es el choricillo al infierno,.
En este clima de competencia brutal los extremeños se van abriendo hueco como pueden. Es el caso de la familia Arroyo Real, de Plasencia, donde se dedicaron una larga temporada al sector inmobiliario, hasta que llegó la crisis. Lo siguiente fue la hostelería y ahora son propietarios desde hace ocho meses de la Tapería del Convento, situada en la Calle Ancha, la principal arteria de este pueblo de costa del litoral onubense, en pleno meollo de Punta Umbría.
El ambiente es fabuloso cada tarde y clientes no faltan, pero en realidad ellos no querían estar aquí. Sin embargo, las circunstancias en Hervás, donde han trabajado diez años porque allí tenían su anterior negocio, les obligaron a emigrar.
«El pescaíto aquí está muy bueno, pero la tierra es la tierra», dice una clienta de Almendralejo
Emilio Arroyo y Mercedes Real se quejan
amargamente del trato administrativo que recibieron del Consistorio, que
según dicen, les impidió disponer de una terraza en su bar-restaurante,
lo que cercenaba las posibilidades de crecimiento de su negocio. Hartos
de batallar, hicieron las maletas y se plantaron en Punta Umbría.El lugar lo conocían de anteriores veranos y aquí se han instalado con sus dos hijos mayores, Emilio y Roberto, que junto a dos personas más suman los seis empleados de la Tapería del Convento, que es el nombre que tenía su bar de Hervás porque allí estaban en la plaza del mismo nombre. «En realidad no queríamos cambiar de aires, pero no nos dejaron otra opción y aquí estamos. Nos llamaba la atención que había mucho turismo y que las playas son bonitas», dice el padre mientras sus hijos terminan de montar la terraza para afrontar una tarde más.
«En Extremadura poníamos, sobre todo, carne como el secreto, el lagarto o el lomo envuelto -explica la madre, que trabaja en la cocina-. Ahora la especialidad son las puntillitas, el pez araña y por supuesto las coquinas, pero hay una cosa que nos hemos traído de la tierra y que aquí tiene mucho éxito, es el choricillo al infierno, que se termina de hacer en la mesa al gusto del cliente en un cerdito de barro», explica Mercedes Real, para quien lo mejor de su nuevo destino son las playas de Punta Umbría.
Extremeños haciendo valer los productos de la tierra hay muchos a lo largo de la costa. En estas páginas se explicó hace un año que el almendralejense José Miguel González tiene la única tienda de ibéricos de Punta Umbría que vende productos de Extremadura, cuando todo el mundo sabe que Huelva (Sierra de Aracena, Jabugo) tiene un gran potencial cuando se habla de jamones, lomos y chorizos, un territorio hostil que un extremeño ha sabido conquistar poco a poco. Esta temporada se ha mudado además a un lugar de más paso, la avenida de Andalucía.
Un público seguro es el de los extremeños, muchos de ellos saturados con tanto producto del mar durante la vacaciones. Frente al mostrador, dos paisanas suyas, Carmen Silva y Ana Bravo hacen acopio de ibéricos para pasar mejor los días junto al mar. Ambas son muy conocidas en Almendralejo porque la primera es la esposa del exfutbolista Lolino que tantas tardes de gloria dio al Extremadura como defensa y la segunda su hija, que trabaja de enfermera en el Hospital Tierra de Barros. «Hace seis años que venimos porque es un lugar tranquilo y ahora mi hija se ha comprado aquí un apartamento hace poco», explica la madre.
«Hace ocho años que lo tengo. Decidimos por Punta Umbría porque vinimos al Barceló un verano y nos encantó y como teníamos la vivienda pagada pues decidimos invertir aquí. Tengo tres hijos varones y el mayor, de 21 años, cuesta ya traerlo. Él ya me dice que le de la llave cuando nosotros no estamos, o sea, que el sitio también le gusta», dice Ana Bravo mientras José Miguel, al que llaman 'padre', esa expresión tan común en el pueblo de ambos, les despacha la carne que acaba de cortar. «Aquí el pescaíto está muy bueno, pero la tierra es la tierra, no sé si me entiendes 'padre'», se despide la veraneante.
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