miércoles, 10 de abril de 2019

España Directo - La Casa Battló ,./ Mi casa es la vuestra -Claudio Magris cumple 80 años: "Soy muy consciente de que la muerte cada vez es más probable". Viernes -12- Abril ,. / Detrás del muro - PÁGINA DOS - Julian Barnes por "La única historia",.

TITULO:España Directo - La Casa Battló,.

foto - La Casa Battló ha iniciado una de las fases más importantes de su proceso de restauración con el inicio de los trabajos de conservación y limpieza de su fachada principal, que estará cubierta hasta mediados de abril y contará con cámaras de transmisión en directo para mostrar los progresos en tiempo real.
Estas cámaras, cuya imagen podrá recuperarse en la página web de la Casa Batlló, mostrarán los trabajos del equipo restaurador, formado por profesionales de la cerámica, la madera, el vidrio y el "trencadís", entre otros.
Resultat d'imatges de España Directo casa batllo Además, a partir de marzo, el edificio del arquitecto catalán Antoni Gaudí contará con la atracción "Skywalk", una pasarela que permitirá a los visitantes caminar por la fachada a 30 metros de altura con el objetivo de acercarles a este patrimonio de la ciudad condal de una manera nunca vista.
Estas actuaciones se enmarcan dentro del proyecto de restauración iniciado hace unos meses en la Planta Noble del edificio con el objetivo de devolver a su origen la autenticidad de esta "obra maestra" del Modernismo y siguiendo los principios de la "Carta de Venecia", redactada en 1964.
Este documento establece que la restauración de una obra tiene como objetivo "conservar y revelar los valores estéticos y históricos" del mismo, y se fundamenta en el "respeto por la esencia antigua y los documentos auténticos".
La Casa Battló fue construida por Gaudí entre 1904 y 1906 siguiendo la tendencia "naturalista" del Modernismo, que se inspira en las formas orgánicas de la naturaleza para construir.
En 1969 fue nombrado Monumento histórico Nacional de Cataluña, en 1987 se convirtió en Bien de Interés Cultural de la Generalitat y en 2005 recibió la distinción de Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO.
 TITULO:  Mi casa es la vuestra  -Claudio Magris cumple 80 años: "Soy muy consciente de que la muerte cada vez es más probable" .  ,.Viernes -12- Abril ,.
 Viernes -12- Abril - a las 22.00, en Telecinco, foto,.


Claudio Magris cumple 80 años: "Soy muy consciente de que la muerte cada vez es más probable",.


El maestro italiano cumple 80 años. El escritor se confiesa devoto de Tolstoi y Karka y aún incondicional de su primer gran amor, las novelas de Emilio Salgari. "En la literatura es ilícito ser polígamo", sentencia.
Claudio Magris. Roberto Ricciuti
Este 10 de abril Claudio Magris cumple 80 años, a pesar de que, de pequeño, el autor le pidió a su padre poder celebrar los 9 de abril. "Él me contestó: 'Claro que sí, ¿pero puedo saber por qué?' Y yo le contesté: Porque el 9 de abril de 1863, en Appomattox (Virginia), Abraham Lincoln declaró libres a los esclavos negros. Me parecía a Enjolras cuando, en Los Miserables, proclama: ¡Ciudadano, mi madre es la República¡".
Sentado en una silla de su estudio de Trieste, Magris sonríe. A su alrededor, libros, cuadros, un crucifijo de madera de olivo de Mauro Corona ("Un extraordinario escultor") o el manifiesto de un homenaje español a Marisa Madieri, su primera mujer a la que tanto amó, estupenda escritora fallecida en 1996 y retratada por Franco Giraldi.
La ironía sobre sí mismo aparece de inmediato, al hablar con este gran escritor vitalista y apasionado, germanista, viajero irredento con su punto de partida y llegada en la Trieste que exhibe con orgullo ("¡Qué cielo hoy y qué mar!"). A reírse, incluso de lo que se ama y se respeta, se lo enseñaron en sus años de estudiante, así como las grandes amistades, las aventuras y las bromas en aquellos años juveniles: "Reinaba una solidaridad alegre, el sentido de inventar la vida, de comenzar a contar historias. Si no hubiese estudiado o si fuese un faltón y un abusador, mis padres habrían sido durísimos conmigo, pero en este juego participaban. Volvía a casa y me preguntaban: '¿Qué hiciste en la escuela?' Y no preguntaban por lo que habíamos estudiado, sino por lo que habíamos inventado".
Hoy, su relación íntima con la ciudad ocasiona a este escritor conocido y solicitado, algunas contraindicaciones. "En verano, voy al mar, aunque sea sólo un rato. Una tarde se me acerca una señora y me dice: '¿Puedo leerle un poema?' Y ataca la lectura con una actitud de comedianta. Comenzaba a hacer fresco. Me atrevo a insinuar: 'Disculpe, señora, pero me gustaría darme un baño. Y, mientras me escabullo, me apunta con el dedo y dice: '¿Me haría usted un prólogo?' Por suerte, allí el agua cubre inmediatamente. 'No', le respondí, sumergiéndome y reapareciendo en la oscuridad por la otra parte".
Estamos aquí rodeados de libros. ¿Está también su primer amor literario?
Sí, Los misterios de la selva negra. Creo que tengo 60 o 70 volúmenes de Salgari. Ése fue mi bautismo. Comenzó a leérmelo mi tía María, antes de que fuese a la escuela y, después, lo terminé yo solo. Fue como una especie de gran cuento oral. Todavía hoy creo que las historias no las inventa tal o cual persona, sino que están en el aire, como las hojas. He transmitido mi pasión a mis hijos, Francesco y Paolo, con los que hago competiciones de memoria sobre Salgari.
En la Universidad fue usted alumno de Giovanni Getto, que había sido su profesor en el examen de madurez en Trieste y le animó a irse a Turín.
No puedo imaginar qué habría sido de mi vida si no lo hubiese encontrado. Me enseñó un oficio, salí de la Universidad como un aprendiz de sastre, que sabe coser unas mangas, quitar de aquí y poner allí. Además, mantuve con él una relación muy afectuosa. Getto era un hombre con una vida desgraciada y sus últimos años fueron tristísimos. Era desgraciado por muchas razones y, quizás por eso mismo, un excelente profesor, que le dedicaba todo al estudio, porque no tenía nada más. Organizaba seminarios nocturnos. Una vez por semana se abría el palacio Campana y, así, conocí a Giorgio Barberi Squarotti, Lorenzo Mondo, Stefano Jacomuzzi, un escritor buenísimo y un gran amigo. Se hacían preguntas y se presentaban algunos trabajos. Veíamos nacer sus libros. Todo eso fue muy importante. Como también lo fue leer mi tesis entera, después convertida en El mito habsbúrgico, a Massimo Salvadori en un día. Fundamentales fueron y siguen siendo todavía Guido Davico Bonino, Gianluigi Beccaria y Gianfranco Torcellan, que murió jovencísimo, y muchos otros. Las amistades femeninas, siempre duraderas, también fueron fundamentales en mi vida.
¿Qué tipo de maestro ha sido usted?
Para mí, la relación con los maestros estriba en la libertad para reconocer autónomamente una autoridad sin verse obligado a ello, porque la verdad está siempre en la discusión. El que después, en las enciclopedias, los haya con 100 líneas o con dos no tiene importancia alguna. Por eso, a Singer, por ejemplo, al que aprecié muchísimo y que era un genio, le pude decir que sus novelas no estaban a la altura de sus cuentos. Y esto ha pasado al contrario, incluso con estudiantes. Siempre me he situado como alguien que tiene un poco más de experiencia y, por lo tanto, sabe algunas cosas más, pero nunca pensé ser más o menos que ellos. De hecho, con muchos de ellos sigo manteniendo una intensa relación.
El pasado une los relatos de su nuevo libro, 'Tempo curvo a Krems'.
"Todo es eterno ante el rostro de Dios, ámalo en mí, por un instante", dice Suleika a su amante en una bellísima poesía de Goethe. Pero, ahora, creo haber establecido una relación diferente con el tiempo. No lo siento como una obra metafísicamente destructora, sino que lo siento como algo que va dejando más vacía mi existencia.
¿Qué le da miedo?
Tengo la sensación, y quizás el miedo, de perder muchas cosas. Incluso el mar, porque ya no tengo a personas que deberían estar en él y que lo harían diferente. Pero, ahora, tengo mucho menos miedo, gracias a Francesco y a Paolo y a algunas amigas y amigos. Hay una especie de contradicción entre el deseo de viajes y de encuentros y el de desaparecer. Es curioso, porque se trata de algo contrario a mi carácter. Creo profundamente en el diálogo y no en el monólogo, con el que se golpea, como decía Tito Perlini, otra buena cabeza. Pero la vida es grande y nunca es demasiado tarde. Tras la muerte [en 1996] de Marisa [Madieri], nunca habría creído que podría volver a amar, pero, cuando encontré a Jole, a la que había conocido en la adolescencia, volvió a pasar.
¿Le da miedo la muerte?
En este momento, no, aunque soy muy consciente de que cada vez es algo más probable. Naturalmente, no puedo saber cómo afrontaré ese momento. Es como en aquel admirable cuento de Kipling, Los hijos del zodíaco, donde un hombre pierde a la mujer amada y grita: "¡También yo quiero morir!". Es un tipo absolutamente sincero, quiere morir, pero, cuando siente llegar la flecha, dice: "No, todavía no, un minuto más". En el hecho de hacer las cosas que hay que hacer se percibe una alternancia de necesidad de lo esencial, de sombra, y de deseo cada vez más duro. Yo lo hago, como otros muchos, pero es pesado. Es como estar en un cóctel en el que tienes el vaso en una mano y el plato en la otra mientras alguien te saluda. La vejez es un avanzar para retirarse, como decía Svevo.
En los personajes de sus relatos, hay algo de usted y algo de personajes conocidos, como Giorgio Voghera, por ejemplo...
Es algo que pasa siempre: coges la barba de alguien para ponerla sobre la cara de otro. ¿La literatura es encontrar o inventar? Invenio se relaciona con invención, pero también con encontrar. Encuentras a dos o tres personas y, si eres Tolstoi, haces una Natasha. Turgenev decía que si no hubiese conocido, en un lugar de vacaciones, a cierto médico, no habría podido inventar a Bazarov, que no es ese médico, pero tendrá sus gestos o su forma de mirar o de hablar.
Tolstoi es uno de sus escritores preferidos.
Mis dos polos son Tolstoi y Kafka. El uno es la vida en su grandeza. El otro es la experiencia de la desazón, de lo negativo no integrado. En el medio, sin embargo, está todo lo demás y, por fortuna, en la literatura es lícito ser polígamo. Hay libros que enriquecen nuestra información y otros que te proporcionan una preparación intelectual. Y, después, están los libros de la vida. Saba decía que lo que cuenta es el oro y hay quien tiene un kilo y quien tiene un gramo, pero lo que cuenta es el oro.
Para usted, la documentación es fundamental, incluso en las novelas.
Sí, respeto mucho la realidad y la vida que, como decía Mark Twain, es siempre más fantástica que la ficción. Por ejemplo, cuando comencé a escribir No ha lugar a proceder tenía una idea bastante vaga, pero, después, hice un trabajo enorme: la Martinica, los textos criollos, el diccionario... La idea ya estaba, pero el personaje que más quiero, Luisa, nació haciendo camino.
¿Escribir le hace sentirse bien?
Sí, pero también me produce ansiedad. Un libro se construye a sí mismo, abriéndose camino y ésta es una fase fatigosa, pero bella. Cuando empiezo a escribir incluso de forma salvaje, siempre surge una historia apasionada. Por el contrario, la fase más pesada es cuando deseas haber ya escrito. Como, guardadas todas las distancias, en el momento en que piensas: ¡Qué bello sería estar plantado! Cobardía universal, pero sobre todo masculina.

  TITULO:  Detrás del muro - PÁGINA DOS - Julian Barnes por "La única historia" ,.
 

Página Dos - Julian Barnes - ver ahora Martes 9 Abril  a las 21:00 horas en La 2 / foto,.

 En Página Dos entrevistamos a Julian Barnes por "La única historia", que tiene el honor de ser el título 1.000 de Panorama de Narrativas de Anagrama. Tres arquitectos nos hablan de sus ensayos sobre urbanismo favoritos. En cine analizamos "Identidad borrada".

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