
Años 70. En el informativo 'Cáceres tres menos cuarto' de La Voz de
Extremadura, emisora desaparecida hace años, se escucha una voz muy
característica que informa de la vida cotidiana en la Campiña de la
Raya: la cosecha de castañas, un festival infantil o los incidentes y
accidentes provocados por la carretera Cenicienta, la nacional 521, que
une la frontera con la capital a través de 100 kilómetros de curvas mal
trazadas y asfalto cuarteado. Es una carretera famosa porque en ella
nacen muchos niños valencianos, que no tienen paciencia para llegar al
hospital de Cáceres. Al acabar la información, esa voz, tan clavada en
la memoria sentimental de miles de extremeños como la de Matías Prats o
la José Luis Pécker, se despide: «Desde Valencia de Alcántara, Eustasio
López».
Eustasio era un maestro nacional enamorado de su pueblo y de la
información. En un armario de varias lunas de su casa se guardan decenas
de cajas llenas de recortes de periódico y 17.000 fotografías. No
contento con sus cortes radiofónicos, en 1981 fundó el Grupo Literario
Valbón, que editaría la revista local Valbón, que se ha convertido en
una de las más veteranas de Extremadura en su género.
En estos días de principios de febrero, saldrá a la luz el número
395. La última, la de enero, traía en portada una foto de la nueva ITV y
recogía semblanzas de jubilados ejemplares como Manuel Higuero, que
trabajó en la madrileña factoría Barreiros 38 años y colocó allí a 28
familias valencianas. La revista incluye recetas tradicionales, sopas de
letras, noticias taurinas y de actualidad sobre bingos solidarios,
cosechas micológicas, nonagenarios entrañables o imprentas con un siglo a
cuestas. Y al final, la página fundamental, la que trae las
defunciones, las bodas y los nacimientos en Valencia de Alcántara y su
campiña.
La revista, que cuenta con 800 suscriptores de Extremadura, diversas
regiones de España y de Francia y Portugal, «es el cordón umbilical
entre Valencia de Alcántara y sus emigrantes». Así se refería a Valbón
su fundador, que falleció en 2010. «Eustasio venía de Cáceres de ver a
su bisnieto recién nacido. Entró en su casa, colgó la gorra, le dio un
infarto y allí se quedó», relata Paco Sánchez, que ha recogido el
testigo y dirige la revista desde entonces.
Paco tiene 68 años. La familia de Eustasio López le pidió que se
encargara de la revista y aceptó. «Son muchas horas de trabajo, pero
bueno, estoy jubilado y y necesito actividad», explica su decisión de
convertirse en editor de Valbón. Paco aclara que todo este trabajo es
altruista y por amor al pueblo: «El ayuntamiento nos deja un local y nos
autofinanciamos con los suscriptores y las donaciones que hacen algunos
de ellos, cantidades mínimas, a lo mejor un par de euros, pero
suficientes para seguir. Cada año nos sobran entre 800 y 900 euros, que
revierten en la edición de unos cuadernillos históricos».
Estas publicaciones, que tratan sobre diferentes aspectos de la
historia de Valencia de Alcántara, recogen comunicaciones a congresos y
trabajos de investigación. El carácter fronterizo de la villa provoca
que su historia esté llena de asedios y episodios bélicos, estudiados en
los cuadernos, como los de la guerra de Restauración portuguesa o la
Guerra de Independencia.
También se recogen anécdotas como que la cama de campaña que utilizó
el general Espartero en las guerras carlistas se conserve en el convento
de Montesino de Valencia de Alcántara. Es un mueble bastante curioso,
que funciona, a la vez, como cama, mesa, depósito de documentos y maleta
con asas. Estos cuadernos históricos se venden a 1.50 euros en tiendas
del pueblo y el dinero recaudado va a parar a instituciones como Cruz
Roja o Aidim, la asociación para la integración de los discapacitados de
la comarca.
TÍTULO:EL SUDOKU,HAGO PERIODISMO IMPERTINENTE,.
EL SUDOKU,HAGO PERIODISMO IMPERTINENTE,.fotos,.
Antonio García Ferreras rivaliza hasta con su mujer, Ana Pastor. "Un Barça-Madrid es menos intenso que un debate en casa"
Antonio García Ferreras (León, 1966) modera e interviene cada mañana
en el debate de ‘Al rojo vivo’ (La Sexta a las 12.20 horas). El programa
acaba de cumplir cuatro años en antena.
- ¿Los políticos se han dado cuenta ya de que las elecciones se ganan también en la tele?

- Los políticos en general quieren ir a televisiones cómodas, donde
no hay repreguntas si no hay respuesta. Pero se ha producido el fenómeno
Podemos y se han desperezado. Porque no solo es cuestión de tener más
minutos. Hay partidos con más minutos que Podemos y no lo han sabido
rentabilizar. Podemos lo ha hecho con eficacia y brillantez. Son capaces
de ir a cadenas muy de derechas y no poner condiciones. El PSOE ya lo
está interiorizando y el PP no ha puesto en marcha aún la maquinaria,
son más reticentes y no necesitan a una tele incómoda.
- En su plató se sientan todos.
- Intentamos que haya pluralidad en la tertulia. El debate
unidireccional es poco enriquecedor, aunque tengamos una línea editorial
de centro izquierda. Aquí están en territorio donde pueden exponer con
libertad sus opiniones.
- ¿Ustedes tienen presiones?
- Las presiones son consustanciales al medio de comunicación. Si
hacemos el periodismo que hacemos es porque hay un grupo que lo permite.
Hacemos un periodismo que no se levanta por la mañana para hacer amigos
y genera presiones. Seguiremos haciéndolo.
- Es más que un moderador.
- Nadie me ha dicho cómo tenía que hacer el programa. Yo me resistía a
presentarlo y cuando insistieron puse dos condiciones: pluralidad de
opinadores y que yo me implicara y pudiera manifestar mis opiniones
desde la honradez y con ese punto de pasión.
- ¿Por qué no quería dar la cara?
- Aunque no lo parezca, yo soy muy tímido. Prefiero la periferia al
centro del escenario, la zona de menos luz y focos. He aprendido a
dominar mi timidez, la pasión por el periodismo lo supera.
- ¿Su punto débil?
- Soy muy consciente de mis limitaciones, por eso cuento con
expertos. Cuando hablamos de temas que necesitan explicación el
especialista está a mi lado. Mi gran obsesión no es solo el espectáculo y
el debate de máxima emoción. No quiero provocar artificialmente
confrontaciones, sino explicar lo que ocurre.
- Es un hombre entre mujeres.
- No creo que sea una cuestión de género. Ana Rosa Quintana y Susanna
Griso hacen contenidos muy pegados a la actualidad y lo hacen
magníficamente. Nosotros desde el principio queríamos que todos los
informativos los presentasen mujeres. Tengo interiorizado que la gran
discriminación de la humanidad ha sido hacia la mujer. Así que fue un
gesto de reivindicación, no queríamos una mujer florero, sino una
periodista. Montamos una tele desde la nada y buscamos la modernidad
estética, el lenguaje fresco...
- ¿Está curado de ego?
- Yo no me considero una estrella de la tele, solo un periodista que
se apasiona con la actualidad. Busco hacer un periodismo inconformista,
incómodo y algo impertinente. Estrellas son Wyoming o Andreu
Buenafuente, que tienen una potencia brutal.
- ¿Los datos de audiencia le quitan el sueño?
- Me preocupan pero no hacemos cualquier cosa por la audiencia.
- ¿Qué se lo quita? (el sueño)
- La salud de mis hijos.
- ¿Ana Pastor y usted concilian bien vida familiar y profesional?
- Vamos desbordados los dos por la actualidad, pero aprendes a cohabitar con la información.
- Son de la misma cadena. No habrá competencia, ¿no?
- Ella y yo rivalizamos y si le puedo robar una entrevista o ella a
mí... Conozco partidos del Madrid y el Barça menos intensos que un
debate periodístico en casa.
- ¿Quién gana?
- Gana ella casi siempre, pero yo no me dejo ganar.
- La Sexta no para de crecer. Estarán eufóricos.
- Jamás. Es una cadena muy joven y tenemos interiorizado ese punto de
humildad. Es raro que la euforia se incorpore a nuestro ADN, es
incompatible con la prepotencia. Vivimos un tiempo histórico y tener la
sensación de que muchos ciudadanos nos tienen como medio de referencia
es una emoción.
- ¿Qué ve en televisión?
- Soy fan de las series. ‘Juego de Tronos’, ‘Newsroom’...
- Si pudiera fichar a alguien de la competencia...
- A Christian Gálvez, encajaría muy bien en La Sexta. Pero lo tienen muy amarrado.