Apagón de Nueva York de 1977 - foto,.
A diferencia de otros apagones que han afectado a la región, principalmente el apagón del Noreste de Estados Unidos de 1965 y el apagón del Noreste de Estados Unidos de 2003, el apagón de 1977 estuvo localizado inmediatamente en la Ciudad de Nueva York y sus alrededores. A diferencia de los apagones de 1965 y 2003, el de 1977 resultó en numerosos desórdenes públicos, saqueos y pillaje.1
Causa
Los eventos que condujeron al apagón se iniciaron a las 8:37 PM (Hora del Este de los Estados Unidos) del 13 de julio con un rayo que cayó en Buchanan South, una subestación eléctrica en el río Hudson. La subestación de Buchanan South convertía los 345.000 voltios de electricidad de la central de Indian Point en menor voltaje para uso comercial.Un segundo rayo causó la pérdida de dos líneas de transmisión de 345 kV, con el subsecuente cierre de sólo una de las dos líneas, y la pérdida de potencia de una planta nuclear de 900 MW en Indian Point. Como resultado de los rayos, otras dos grandes líneas de transmisión se sobrecargaron por encima de sus límites normales. Por procedimiento, Consolidated Edison, el proveedor de electricidad para la Ciudad de Nueva York y parte del Condado de Westchester, trató de iniciar la generación de emergencia a las 8:45 PM; sin embargo, nadie estaba en la estación, por lo que el inicio remoto falló.
A las 8:55 PM se inició otra serie de rayos, la cual afectó a otras dos líneas críticas de transmisión. Al igual que antes, sólo una de las líneas volvió automáticamente a sus servicios. Esta interrupción de las líneas desde la subestación de Sprain Brook causó que las líneas restantes superaran sus límites de capacidad operativa. Luego de esta última falla, Con Edison tuvo que reducir manualmente la carga en otro generador menor en sus instalaciones del East River, debido a problemas en la planta. Esto exacerbó una situación ya difícil.
A las 9:14 PM, más de media hora después del evento inicial, los operadores de energía de Nueva York llamaron a los operadores de Con Edison para que "arrojaran la carga". En respuesta, los operadores de Con Edison iniciaron primero una reducción del voltaje del 5% en todo el sistema y luego una reducción del 8%. Estas medidas tuvieron que ser completadas de manera secuencial y tomaron varios minutos. Estas medidas se realizaron de acuerdo con el uso que le dio Consolidated Edison a las palabras "arrojar la carga", mientras que los operadores de energía de Nueva York tenían en mente la apertura de alimentadores para reducir cerca de 1500 MW de carga, no reducir el voltaje para reducir la carga unos pocos cientos de MW.
A las 9:19 PM la última gran interconexión al norte del Estado de Nueva York en la subestación de Leeds colapsó debido a sobrecarga térmica. Este colapso causó que los enlaces de 138 kV con Long Island se sobrecargaran, y una gran interconexión con PSEG en Nueva Jersey se comenzó a cargar más de lo previsto.
A las 9:22 PM, Long Island Lighting Company abrió su interconexión de 345 kV con Consolidated Edison para reducir la potencia que fluía a través de su sistema y sobrecargando los cables submarinos de 115 kV entre Long Island y Connecticut. Mientras los operadores de Long Island esperaban el permiso de los operadores de Power Pool para abrir su conexión de 345 kV hacia la Ciudad de Nueva York, los cambiadores de fase entre Nueva York y Nueva Jersey fueron ajustados para corregir los fuertes flujos de corriente y esto redujo la carga en sus cables de 115 kV. Los operadores de Long Island no se percataron de la caída de carga en sus cables de 115 kV y siguieron adelante con la apertura de su enlace de 345 kV a Nueva York.
A las 9:24 PM, el operador de Con Edison intentó y no pudo disminuir la carga manualmente mediante la suspensión de suministros a algunos clientes. Cinco minutos después, a las 9:29 PM, la interconexión Goethals-Linden de 230.000 voltios con Nueva Jersey colapsó, y el sistema de Con Edison automáticamente comenzó a aislarse del resto de las empresas eléctricas a través del accionamiento de dispositivos de protección que sacaban de servicio las líneas, transformadores y cables sobrecargados.
Con Ed no podía generar suficiente energía dentro de la ciudad, y las tres líneas de energía que entregan electricidad a la ciudad se sobrecargaron. Justo después de las 9:27 PM, el mayor generador de la Ciudad de Nueva York, Ravenswood 3 (también conocido como Big Allis) se apagó. Junto con él se apagó toda la Ciudad de Nueva York.
A las 9:36 PM, todo el sistema eléctrico de Con Edison se apagó, casi exactamente una hora después de que cayera el primer rayo. A las 10:26 PM los operadores iniciaron un procedimiento de restauración. La energía no fue restablecida hasta finales del día siguiente. Entre las consecuencias que generó el apagón se cuenta que los procedimientos detallados de restauración están mejor documentados y son utilizados durante el entrenamiento de operadores eléctricos con tal de reducir el tiempo de restauración.
Como consecuencia del apagón de 1977, las entidades que operaban en Nueva York investigaron a fondo el apagón, sus causas relacionadas, y las acciones del operador. Se llevaron a cabo importantes cambios, los cuales aún siguen vigentes, para protegerse de una situación similar. A pesar de estas garantías, hubo un apagón en 2003, aunque este último fue causado por una falla del sistema de alimentación en Eastlake, Ohio.etc,.
TÍTULO: ENTREVISTA - LUIS DE LEZAMA,.
ENTREVISTA
|
Luis de Lezama
El cura que levantó un emporio
El sacerdote y empresario Luis de Lezama. | Foto:
- Luis de Lezama ha creado una cadena de restaurantes que factura 22 millones
- Tiene establecimientos en España y EEUU y da trabajo a más de 600 personas
- 'Al poder no le interesa la innovación, somos una mosca cojonera', lamenta
- 'Ni tengo, ni quiero, ni necesito dinero', dice como defensa de la austeridad
Luis de Lezama no es un párroco al uso. En los años 70, en el ocaso
del régimen franquista montó su primer restaurante en Madrid, la Taberna
del Alabardero. Según comenta él mismo "por allí paseaban los
intelectuales de la época". Muchos de ellos participaron en el posterior
proceso de democratización en España.
Esta taberna supuso el arranque de su emporio empresarial, el Grupo Lezama. Hoy cuenta con establecimientos en España y EEUU y da trabajo a 600 personas. Los 22 millones que factura al año son reinvertidos en pos de mejorar su "emprendimiento". "Huimos de la patrimonialización del beneficio", afirma Luis de Lezama, invitado esta semana al Foro de excelencia empresarial de Valencia. "Nosotros siempre reinvertimos en nuestros proyectos. Trabajamos sobre baremos de rentabilidad pero no tenemos beneficios que repartir con nadie", cuenta. "Vocación de servicio a una filosofía y voluntad educativa", como misión y filosofía de su empresa.
En plena crisis económica el sacerdote reconoce que su grupo está pasando por "momentos muy duros", aunque su negocio no peligre. "Tenemos que buscar la racionalidad de los números y saber que si no podemos gastar 100 tendremos que gastar 50".
También enarbola su propio concepto de crisis. "No estamos ante una crisis de evolución como todas las anteriores, esta es una crisis de transformación en la que hay que lograr ser competitivos". Para él la solución estaría apoyada sobre dos pilares: "La necesidad de innovación y la importancia de la formación del capital humano". Y lo dice convencido de ser un innovador: "Al poder no le interesa innovar, somos una mosca cojonera".
Vasco universal y orgulloso de serlo, en los años 70 se licenció en Ciencias de la Comunicación. Durante ocho años intervino en la fundación y desarrollo de la cadena COPE. Dirigió programas de radio y de Televisión Española y ganó un Ondas en 1972 al mejor programa religioso. Su vocación periodística jamás truncó la sacerdotal. "Realmente nunca he dejado de predicar con el ejemplo".
Su último proyecto es un colegio ubicado en el madrileño barrio de Montecarlo, en el que ha retomado sus funciones como párroco, y que sirve como experiencia piloto de Microsoft a nivel mundial. Para él la educación es uno de los soportes de la sociedad: "Este país es un desastre en educación. Cambian las leyes pero no el sistema".
Admite que su condición doble de sacerdote y empresario ha suscitado críticas tanto dentro como de fuera de la Iglesia. Reconoce que como párraco debe vivir austeramente. "Ni tengo, ni quiero, ni necesito dinero", asegura. Aunque su nombre sea un emporio.
Esta taberna supuso el arranque de su emporio empresarial, el Grupo Lezama. Hoy cuenta con establecimientos en España y EEUU y da trabajo a 600 personas. Los 22 millones que factura al año son reinvertidos en pos de mejorar su "emprendimiento". "Huimos de la patrimonialización del beneficio", afirma Luis de Lezama, invitado esta semana al Foro de excelencia empresarial de Valencia. "Nosotros siempre reinvertimos en nuestros proyectos. Trabajamos sobre baremos de rentabilidad pero no tenemos beneficios que repartir con nadie", cuenta. "Vocación de servicio a una filosofía y voluntad educativa", como misión y filosofía de su empresa.
En plena crisis económica el sacerdote reconoce que su grupo está pasando por "momentos muy duros", aunque su negocio no peligre. "Tenemos que buscar la racionalidad de los números y saber que si no podemos gastar 100 tendremos que gastar 50".
También enarbola su propio concepto de crisis. "No estamos ante una crisis de evolución como todas las anteriores, esta es una crisis de transformación en la que hay que lograr ser competitivos". Para él la solución estaría apoyada sobre dos pilares: "La necesidad de innovación y la importancia de la formación del capital humano". Y lo dice convencido de ser un innovador: "Al poder no le interesa innovar, somos una mosca cojonera".
Vasco universal y orgulloso de serlo, en los años 70 se licenció en Ciencias de la Comunicación. Durante ocho años intervino en la fundación y desarrollo de la cadena COPE. Dirigió programas de radio y de Televisión Española y ganó un Ondas en 1972 al mejor programa religioso. Su vocación periodística jamás truncó la sacerdotal. "Realmente nunca he dejado de predicar con el ejemplo".
Su último proyecto es un colegio ubicado en el madrileño barrio de Montecarlo, en el que ha retomado sus funciones como párroco, y que sirve como experiencia piloto de Microsoft a nivel mundial. Para él la educación es uno de los soportes de la sociedad: "Este país es un desastre en educación. Cambian las leyes pero no el sistema".
Admite que su condición doble de sacerdote y empresario ha suscitado críticas tanto dentro como de fuera de la Iglesia. Reconoce que como párraco debe vivir austeramente. "Ni tengo, ni quiero, ni necesito dinero", asegura. Aunque su nombre sea un emporio.