sábado, 12 de septiembre de 2020

Cartas en el tiempo - Mujer’, una historia de superación ,. / Las rutas de Ambrosio - La ortografía con humor entra . / LAS RUTAS DE VERONICA - El botiquín desactualizado: un supositorio y una copita para el niño . / ¡ Qué grande es el cine ! - ME RESBALA - AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! - EL HORMIGUERO VIERNES -25 - Septiembre - Marisa Rodríguez Palop, periodista y presentadora de TVE,. / ¿Dónde estabas entonces? - Atocha, punto final, Martes -15- Septiembre,./ Informe Robinson - Salah decide el estreno 'loco' entre Liverpool y Leeds,.

TITULO: Cartas en el tiempo -  Mujer’, una historia de superación  ,.










Cartas en el tiempo ,.

'Cartas en el tiempo' -  Mujer’, una historia de superación   ,.









  •  Miércoles -16- Septiembre a las 20:00 en La 2 / foto.
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    Antena 3 estrena el episodio 16 de la serie turca 'Mujer'

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    mujer capítulo 16 Bahar (Özge Özpirinçci) es una joven viuda con dos hijos que vive en un barrio muy pobre. Abandonada por su madre cuando era niña, y tras la muerte accidental de su marido Sarp (Caner Cindoruk), tiene que sacar adelante sola a su hija de 7 años, Nisan (Kübra Süzgün), y a Doruk (Ali Semi Sefil), de 4. Y en esta tarea le ayudan su joven vecina Ceyda (Gökçe Eyüboğlu), una mujer de mala reputación, pero de gran corazón, y amigas y compañeras de trabajo como Yeliz (Ayça Erturan), separada de su marido y encargada de criar a sus hijos sola.
    Tras veinte años sin tener relación maternal y sumida en una situación económica asfixiante, Bahar vuelve a contactar con su madre Hatice (Bennu Yıldırımlar). Bahar tendrá que hacer frente a los fantasmas del pasado y a su hermana, Sirin (Seray Kaya), quien mantenía un vínculo muy especial con su difunto marido.Cuando Bahar se entera de esta traición, el dolor de la pérdida se transforma en ira y su mundo se derrumba.
  •  Şirin hace todo lo posible para llamar la atención al no creer en la enfermedad y el grave estado de salud de su hermana. Y esta vez la joven tiene planes muy diferentes.
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    Arif, que acude al lado de Bahar en cada oportunidad que se le presenta, comienza a mostrar sus sentimientos. No obstante, está cada vez más molesto con que Bahar le hable constantemente de Sarp.
    Temiendo por Şirin, sus escapadas y noches fuera de casa, Hatice se encuentra en una encrucijada motivada por la presión de su hija sobre a quién elegir… ¿Sirin o Bahar?,.

    TITULO: Las rutas de Ambrosio -  La ortografía con humor entra  ,.

    El sabado -19- Septiembre a las 19:10 por La 2, foto,.

     

    La ortografía con humor entra,.

    La ortografía con humor entra

    «Cada vez leemos menos, tanto en papel como en cualquier otro medio, y esto hace que cometamos más faltas y que tengamos menos riqueza léxica»,.


    «Sin la ortografía no se puede comprender bien lo que se escribe ni se puede percibir con la claridad conveniente lo que se quiere dar a entender». Pilar Fernández, doctora en Filología Hispánica, catedrática y profesora de Lengua de la Universidad CEU San Pablo, rescata esta frase del prólogo del Diccionario de Autoridades (1726 - 1739) de la Real Academia Española (RAE) al contestar a la pregunta de por qué es tan importante escribir bien. Una frase que, a pesar de redactarse en el siglo XVIII, sigue gozando de gran actualidad.
    «En los últimos años, parece que a la ortografía se le da menos importancia porque ya están ahí las máquinas para corregirnos y evitar que fallemos, pero la buena escritura es una carta de presentación de uno mismo y, aunque pensemos que la técnica puede suplir al conocimiento, no es así», destaca Fernández. Un ejemplo clásico es el que ocurre con los términos 'más' y 'mas', cuyo sentido el ordenador no distingue y los acepta como válidos indistintamente. Por ejemplo, si escribe en una página de texto las frases 'Hoy soy más feliz' y 'Hoy soy mas feliz', en la pantalla no le aparecerá ningún signo de que una de las dos es incorrecta. ¿Cuál? La segunda. Haga la prueba y lo comprobará.
    Otro aspecto que muestra que los fallos ortográficos no tienden a pasar desapercibidos es que, especialmente en los ámbitos periodístico, político y académico, se llama muchísimo la atención sobre aquel que comete errores de este tipo. Son los profesionales más afectados porque su herramienta de trabajo es, precisamente, la Lengua, pero también por eso tienen una responsabilidad añadida de transmitirla correctamente a la población.
    «El uso de anglicismos y palabras comodín supone un empobrecimiento del lenguaje» pilar fernández
    Como profesora de lengua, Fernández está más que acostumbrada a los gazapos de sus alumnos que, confiesa, «tienen un nivel de ortografía desconsolador en general». «Me consta que en los colegios se trabajan mucho las reglas ortográficas y no creo que el problema venga únicamente de la tecnología, que también aporta cosas muy positivas, como leer libros electrónicos perfectamente escritos», añade. La filóloga considera que tiene más que ver con los hábitos de lectura. «Cada vez leemos menos, tanto en papel como en cualquier otro medio y esto hace que cometamos más faltas, pero también que tengamos menos riqueza léxica», expresa. «Aprender la ortografía de un idioma no radica únicamente en memorizar unas normas, hay que verlas aplicadas y ponerlas en práctica».
    A lo que sí ha contribuido la tecnología es a volvernos más vagos escribiendo. Así, en las redes sociales las abreviaturas abundan y los signos de puntuación, como las aperturas de interrogación o exclamación, los acentos y las comas, brillan por su ausencia. También es cada vez más común el uso de anglicismos y palabras comodín –aquellas que se emplean con multitud de sentidos, reemplazando a otras que serían más precisas en determinados contextos–. Todo ello lleva a un cierto empobrecimiento del lenguaje, pero Fernández no lo asocia a las máquinas en sí mismas, sino a las modas. «En internet el hablante se adapta al medio pero, si se conocen las normas, eso no tiene por qué influir en la redacción de un texto escrito», declara.

    Humor ortográfico 

     

    5 errores frecuentes

    Mayúsculas sin tilde
    Según las reglas de acentuación, las mayúsculas deben tildarse siempre que les corresponda.
    Quesuismo
    Ocurre al emplear la secuencia «que su» en lugar del relativo «cuyo». Como en la frase: «Es una persona que su único tema de conversación es ella misma».
    Vocativos sin coma
    Los vocativos se emplean para dirigirse a un interlocutor de manera explícita y deben ir aislados entre comas. Por ejemplo, en lugar de ¡Hola Juan!, lo correcto es poner ¡Hola, Juan!
    Los meses en mayúscula
    Salvo que la mayúscula venga exigida por la puntuación (al comienzo del texto o después de punto), los nombres de los días de la semana, de los meses y de las estaciones del año se escriben con minúscula inicial. «Hoy es lunes» y no «Hoy es Lunes».
    O con tilde
     
    La conjunción 'o' nunca lleva tilde, ni siquiera entre cifras. «Hay 10 ó 20 niños», es incorrecto. Lo correcto sería: «Hay 10 o 20 niños».
    Lo más curioso de todo es que ha sido precisamente en internet donde un profesor que enseña ortografía se ha vuelto viral, don Pardino. Este señor, entrado en años, que ha llenado la red de viñetas ortográficas humorísticas tiene como objetivo despertar nuestro interés por la buena escritura, y parece que lo está consiguiendo.
    La acogida que le han mostrado los internautas ha sido tan buena que sus creadores, un maestro (y dibujante) y un médico que prefieren no desvelar su identidad, acaban de publicar el cómic 'El profesor don Pardino contra los titis' (Plan B), en el que el personaje lucha contra unos seres malvados que se dedican a propagar errores ortográficos y gramaticales (los titis).
    La pregunta es, ¿cómo se explica su éxito si la ortografía suele causar más pereza que entretenimiento? «Don Pardino ha contribuido a hacer la ortografía amena a través de dos medios: las imágenes, porque los dibujos captan la atención y son más fáciles de recordar que las palabras; y el humor. El lema de Don Pardino es 'la letra con humor entra' y parece que la gente al leer un chiste asociado a una regla ortográfica lo recibe con más ganas», explica el maestro y creador de las viñetas.
    Parece que sí, porque son muchos los profesores, traductores y correctores que se han puesto en contacto con ellos agradeciéndoles su labor. «Es verdad que la tecnología se lo pone difícil a la ortografía, pero eso no implica que la gente no se interese por ella», dice el autor.
    Tanto él como Fernández coinciden en que lo más importante para escribir bien es leer, escribir, dudar siempre y consultar las fuentes (Fundéu, RAE...). «Dudar es muy sano. Es el primer paso para no equivocarse», concluyen.

    TITULO:  LAS RUTAS DE VERONICA - El botiquín desactualizado: un supositorio y una copita para el niño .

    El sabado -19- Septiembre a las 18:10 por La 2, foto,.

    El botiquín desactualizado: un supositorio y una copita para el niño,.

    ¿Cuánto hace que no nos tomamos una aspirina? ¿Conocemos el sabor del aceite de ricino? Hay fármacos y remedios que un día fueron cotidianos y se han vuelto inusuales,.

    El botiquín desactualizado: un supositorio y una copita para el niño

    Parece contradictorio que un medicamento, asociado a situaciones de padecimiento y malestar, sea capaz de espolear nuestra nostalgia, pero desde luego que ocurre. El mercado farmacéutico no deja de cambiar con el tiempo, impulsado por los avances en la investigación y también por los intereses empresariales, y hay remedios que un día fueron cotidianos y después desaparecieron de nuestras vidas: quedaron vinculados a una época concreta (y también, en el caso de los destinados a los niños, a aquellos adultos concretos que nos los administraban) y al acordarnos de ellos nuestra mente regresa de manera automática a aquel tiempo y aquella edad.
    Para unos la referencia será el tormento intolerable del aceite de ricino; para otros, las rodillas orgullosamente teñidas de mercromina, tras despeñarse con la bici en algún descampado; y, como no toda la nostalgia se refiere a la infancia, también habrá muchos que añoren el subidón legal de los 'optalidones'. En estas páginas vamos a echar un vistazo a ese botiquín desactualizado, repleto de productos que en muchos casos siguen existiendo pero ya no están tan presentes en nuestro día a día.

    Una copa para los críos

    A medio camino entre la alimentación y la farmacia, los vinos quinados son uno de los productos que más estupor nos causan al contemplarlos desde nuestro presente. No por sus características en sí mismas, sino por el mercado al que se dirigía su publicidad: pese a su contenido alcohólico, se vendían como un reconstituyente ideal para los niños, que les abría el apetito y los dejaba como nuevos. Ahí está el eslogan clásico de Quina Santa Catalina, «es medicina y es golosina», junto a otros menos recordados como «el aperitivo de la familia», de la marca El Coloso, y ahí está también el personaje de Kinito, el cómic y dibujo animado que publicitaba la Kina San Clemente. Los vinos quinados se hicieron muy populares en la España del franquismo, bien a palo seco o en preparaciones más elaboradas, como con yema de huevo o calientes con canela.
    Se llamaban y se llaman así porque están enriquecidos con quina, la corteza de un árbol originario de Sudamérica, del que se extrae la quinina. Este componente fue esencial en la lucha contra la malaria, pero también desempeñó un papel inesperado en la gastronomía: si los oficiales británicos no hubiesen discurrido maneras más agradables de tomar la amarga quinina, no habríamos llegado a tener gintónic. Pero volvamos al vino: «La quina tiene acción febrífuga y, desde que se empezó a utilizar en Europa, se convirtió en un éxito comercial magnífico –explica Antonio González Bueno, catedrático de Historia de la Farmacia en la Universidad Complutense y presidente de la Sociedad de Docentes Universitarios de Historia de la Farmacia–. Los vinos quinados son un aperitivo agradable, pero la proporción no es la adecuada, de modo que su acción será bastante leve si es que la hay». Hoy sigue habiendo varias marcas en el mercado, pero ya no presumen de sus efectos en los críos.

    Como zipi y zape

    Para una generación, es una referencia de tebeo: a Zipi y Zape los amenazaban una y otra vez con administrarles el misterioso aceite de ricino, como si fuese la peor de las torturas. Para la generación anterior, se trata de algo real e inolvidable, un sabor que produce arcadas con solo recordarlo: «Parece que han mezclado todo lo malo del mundo», resume uno de los damnificados por esta sustancia. La mayoría tendríamos problemas para identificar una planta de ricino, pero hablamos de un vegetal maravilloso que no solo se emplea como medicamento desde tiempos faraónicos, sino que tiene función ornamental, se utiliza en la fabricación de pinturas y lubricantes e incluso forma parte de cosméticos. Aun así, en la memoria colectiva ha quedado grabada su temible presentación como aceite de efectos purgantes.
    «Cuando estudias la historia de los medicamentos industriales, te encuentras con multitud de aceites, porque fueron uno de los productos de mayor venta. De ricino, de hígado de bacalao, de raya... Los hospitales franceses inventaron una cuchara especial para administrar aceites, con una tapadera que permite evitar, al menos, el olor», explica González Bueno. ¿Servían para algo? «Hoy los consideraríamos complementos vitamínicos, porque esa acción la tenían. No eran un castigo, sino una forma de aumentar las vitaminas: en la posguerra se extendieron mucho como fuente de vitaminas extra ante las carencias en la alimentación».

    Las piernas rojas

    Durante mucho tiempo, la mercromina tuvo cierto punto de condecoración infantil, que certificaba un comportamiento callejero intachablemente salvaje: a veces, nuestras extremidades parecían tener más superficie roja que del color de nuestra piel. Fue el antiséptico más popular de nuestro país (hasta el punto de que, como sucede con la aspirina, la marca ha ingresado en el diccionario y la podemos escribir con minúscula) y se continúa vendiendo en la actualidad, pero los niños de hoy ya no suelen lucir su vistosa huella. «Por supuesto que sigue teniendo los mismos efectos que siempre. Su único problema es que no resulta muy limpia y hoy preferimos otros más cómodos, más prácticos: entonces no se trabajaba con esos criterios», comenta el profesor, que aprovecha para rescatar del olvido a una de tantas mujeres orilladas por el sesgo de la historia: tradicionalmente la mercromina se atribuye al químico catalán José Antonio Serrallach, un falangista que fue acusado de participar en un intento de atentado contra Franco, pero la marca fue solicitada en los años 30 por él y por su colaboradora Irene Monroset. «A veces se silencia su importancia».

    En casa y en el bolso

    Durante décadas fue el medicamento cotidiano por excelencia, presente en todas las casas y, en versión de 'blister' recortado para dejar un par de pastillas, en la mayoría de los bolsos. Pero, a menos que nos la hayan prescrito para prevenir el infarto, es probable que haga muchos años que no nos hemos vuelto a tomar una (¿no les viene ahora a la memoria su inconfundible sabor amargo, que tanto agradaba a unos y repelía a otros?). Las virtudes de la corteza y las hojas de sauce se conocen desde los tiempos de Hipócrates, pero su derivado el ácido acetilsalicílico es hijo del siglo XIX y fue bautizado como aspirina en 1899 por la Bayer. La casa alemana, por cierto, realiza toda su producción mundial en Langreo, ya que el carbón es una materia prima esencial para obtener dos componentes clave, el anhídrido acético y el ácido salicílico: el Museo de la Minería y de la Industria de Asturias dedica un espacio a este vínculo.
    La aspirina se convirtió en nuestro aliado más habitual contra el dolor, la fiebre y la inflamación, pero ha acabado cediendo terreno a fármacos más 'jóvenes' como el paracetamol y el ibuprofeno. Ese declive tiene una vertiente fácil de explicar: la aspirina infantil desapareció a raíz de que se demostrase su relación con el síndrome de Reye, una encefalopatía asociada a daño hepático. ¿Y qué ha ocurrido con la aspirina para adultos? «Se sigue comercializando y no da ningún problema más allá de que, tomada en exceso, produce gastritis o úlceras, pero continúa siendo un buen analgésico y no hay ninguna razón para dejar de usarla –apunta el experto–. La empresa sigue buscando nuevas aplicaciones y reinventándola continuamente. Yo diría que es más bien una cuestión de mercado». El precio –si buscamos la marca comercial y no el genérico– es uno de los factores a los que se ha atribuido su descenso en popularidad.

    Subidón en el mostrador

    Hubo una época en la que las farmacias dispensaban sin receta medicamentos que hoy consideramos auténticas bombas químicas. En teoría, el Optalidón se tomaba para combatir los dolores de cabeza, pero su contenido en butalvital, un barbitúrico, lo convertía en una droga muy socorrida para sacar adelante la jornada sin sucumbir al cansancio ni al desánimo: sobre todo, miles y miles de mujeres se volvieron adictas a aquellas grageas que les borraban las penas, aunque tampoco faltaban los futbolistas acostumbrados a meterse un par de 'optalidones' antes del partido. El presentador de televisión El Gran Wyoming, que es médico y viene de familia de boticarios, evocó en una entrevista con la SER el singular impacto social de los 'optalidones', así en plural: «Nunca se usaba en singular, debe ser que nadie se metía uno. A tal punto se extendía el consumo, sobre todo entre las amas de casa, que se vendía en sobrecitos de dos. Teníamos un vaso en la farmacia. Llegaba la señora a por un sobrecito de 'optalidones' y le ponías el vaso: se chutaban allí, en el mostrador». Aquel ensueño sintético se volatilizó a mediados de los 80, cuando el Gobierno concluyó que suponía «una asociación no justificada de psicofármacos con otros principios activos» y censuró su «uso no racional». Se obligó a cambiar la fórmula, el Optalidón perdió esos efectos que tanto tirón le daban y España experimentó el síndrome de abstinencia más multitudinario de toda su historia.

    ¡Y los poníamos al revés!

    La administración de medicamentos por vía rectal fue habitual durante muchos años, pero, de un tiempo a esta parte, muchos padres jamás hemos tenido que ponerles un supositorio a nuestros hijos. «Era una vía rápida para que el medicamento produjese efecto. Se trata de una buena fórmula para algunos tipos de fármacos, pero aquí también influye una cuestión de comodidad: si diésemos a elegir entre pastilla y supositorio, pocos se quedarían con el segundo», plantea González Bueno. Eso sí, se siguen usando en cuidados paliativos o cuando hay problemas para tragar, además de los de glicerina contra el estreñimiento.
    Existen mil chistes sobre pacientes que no entienden la idea del supositorio y se lo tragan, una confusión que se produjo con cierta frecuencia en la realidad, pero a lo mejor un detalle nos hiela la sonrisita de suficiencia: la manera preferible de insertar un supositorio es por el extremo romo, no por el puntiagudo, para que tienda a seguir introduciéndose y no a salir. «Sí, los poníamos al revés –confirma el profesor–, aunque, una vez dentro, no importa mucho».
    Cuando los medicamentos venían entre pan y pan
    La historia de la Farmacia está llena de caminos que se acabaron abandonando por otros. Uno de los más curiosos son los 'cachets', una manera de administrar fármacos que inventó en 1872 un doctor francés: la dosis de medicamento se introducía entre dos láminas de oblea, que después se pegaban humedeciendo los bordes hasta sellar su contenido. «La farmacia mediterránea se preocupó más por el principio activo y no atendió tanto a la industrialización, mientras que ingleses y alemanes se interesaron más por la producción a gran escala –ilustra Antonio González Bueno–. La industria alemana propuso los comprimidos, que se impusieron: fabricar 'cachets' no es complicado, pero puedes hacerlo de doce en doce. Los comprimidos, en cambio, salen de la máquina igual que las monedas de una tragaperras. Los 'cachets' pueden ser perfectos para una situación individual, pero no para una situación militar: no es raro que los primeros comprimidos en España los fabricase el Ejército».


    TITULO:  ¡ Qué grande es el cine ! - ME RESBALA - AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! - EL HORMIGUERO VIERNES -25 - Septiembre - Marisa Rodríguez Palop, periodista y presentadora de TVE,.

    ¡Qué grande es el cine! ,.





      ¡Qué grande es el cine! fue un programa de cine dirigido por José Luis Garci y emitido por Televisión Española por su cadena La 2.
    El programa comenzaba con una presentación de la película que se emitía esa noche, posteriormente esta película se emitía y acababa con una tertulia entre Garci y los invitados del día sobre ella.1​ El programa comenzó a llevarse a cabo en enero de 1995 y comenzó sus emisiones el 13 de febrero del mismo año., etc.


     ME RESBALA - AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! - EL HORMIGUERO VIERNES -25 - Septiembre  -  Marisa Rodríguez Palop, periodista y presentadora de TVE .  , fotos,.

      Marisa Rodríguez Palop, periodista y presentadora de TVE,.

     

    «'Informe semanal' es un formato con memoria»

    Marisa Rodríguez Palop, periodista de TVE y nueva presentadora de 'Informe Semanal' /R.C
    Marisa Rodríguez Palop, periodista de TVE y nueva presentadora de 'Informe Semanal' ,.

    Marisa Rodríguez Palop, periodista y presentadora de TVE, debuta hoy al frente del veterano programa. «Mantenemos el reto de sacar temas propios con ángulos nuevos, pero sin renunciar al análisis»,.

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    Marisa Rodríguez Palop (Llerena, Badajoz, 50 años) se estrena esta noche a las 21.30 horas como presentadora de 'Informe semanal', que llega con dos reportajes sobre la situación del coronavirus. El primero, centrado en Asturias, la comunidad con menos incidencia, y el segundo, en Venecia, que este fin de semana clausura su Mostra más anómala, sin apenas estrellas y público en sus calles y salas de cine.
    -¿Cómo afronta comandar este nuevo formato?
    -Con mucha ilusión, y con mucha responsabilidad también. Para mí, es un honor presentar 'Informe semanal', un programa referencial, veterano, resiliente, y que forma parte de la memoria colectiva de los españoles, sobre todo de los periodistas. Es un lujo ponerse al frente de un programa así en tiempos de extrema volatilidad, porque es un formato con historia y con memoria.
    -¿Lo considera un paso adelante en su carrera?
    -Todos los cambios que he vivido en mi carrera los he considerado un paso más. Es verdad que unas veces han sido más visibles, desde el punto de vista del espectador, y otros menos, pero creo que todos los pasos me han servido y que he aprendido de ellos.
    -¿Echa de menos sus días de corresponsal?
    -A veces. Ahora están con el juicio de 'Charlie Hebdo', y me entra un gusanillo… porque aquello lo viví yo. Para los que hemos hecho información de calle eso es nuestra vocación, y nos encanta tener contacto directo con los protagonistas, aunque luego los medios exigen unos tiempos muy breves, unas declaraciones muy concisas, y no siempre se hace justicia a todo el contenido que te dan. Eso te queda para ti y para tu aprendizaje, que es una riqueza impagable.
    -¿Y ponerse al frente de la cámara?
    -Eso me da un poco de vértigo, porque hace mucho que no lo hago (risas). Lo hice cuando presentaba los informativos territoriales en Extremadura y en Andalucía, que fue en los años 90. Supongo que los primeros días estaré un poco más preocupada de hacerlo con soltura y de hacerlo bien, pero tampoco le doy demasiada importancia a eso.
    -Este verano se armó mucho revuelo con los cambios de las corresponsalías de TVE...
    -Los relevos son normales. Yo también he sido relevada, y es algo habitual. Otra cosa es cómo lo vive cada uno, el momento en el que se encuentre, la expectativa que tiene, las conversaciones que tiene con la dirección de turno… (José Ramón) Patterson, Lorenzo Milá y Miguel Ángel Idígoras son tres excelentes profesionales y tres buenos compañeros y amigos. Cada uno lo contará por su propia experiencia y yo no puedo hablar por ellos, pero sí digo que los relevos han sucedido siempre y que ha habido muchísimos corresponsales muy brillantes que han vuelto a Madrid y que hacen otras cosas. Yo, particularmente, me tomo con naturalidad pasar de un ciclo a otro, y procuro sacar lo mejor en cada momento.
    -¿Qué piensa si echa la mirada atrás, a cuando quería estudiar Periodismo?
    -Madre mía… Esto no tiene nada que ver con lo que yo imaginaba que era en aquel momento. Hay programas de entretenimiento en los que se cuela información, los políticos prácticamente aparecen en todos los formatos… Esto ha cambiado mucho, y nosotros también. Estamos obligados a cambiar y adaptarnos a todo esto. Una de las cosas que me gusta de 'Informe semanal' es que es un programa que mantiene el reto de sacar temas propios con ángulos nuevos, pero sin renunciar a su mirada serena y al análisis. Aunque ahora todo va tan deprisa que un tema del lunes a lo mejor el sábado ya parece repetitivo, porque se ha contado todo. Muchos temas se queman durante la semana, y cuando llega el sábado tienes que buscar un ángulo distinto.
    -¿Qué momento se le viene primero a la cabeza, después de todos estos años?
    -Muchos momentos: La muerte de Miguel Ángel Blanco, Lampedusa, el terremoto de L'Aquila, la renuncia del papa Benedicto, los atentados terroristas, que cambiaron la vida de París y de todos nosotros, el incendio de Notre Dame… He vivido muchas cosas, y la verdad es que me siento orgullosa de haber podido hacer ese trabajo.

     

    • TITULO: ¿Dónde estabas entonces? -   Atocha, punto final   , . , Martes -15- Septiembre,.
    •  Este martes -15-Septiembre  ,. , a las 22.30, La Sexta emite una nueva entrega de la tercera temporada de '¿Dónde estabas entonces?', presentada por Ana Pastor. foto,.

       

      Atocha, punto final,.

      Emoción y rabia. Amigos y correligionarios despiden puño en alto los féretros de las cinco víctimas de la matanza. :: efe/
      Emoción y rabia. Amigos y correligionarios despiden puño en alto los féretros de las cinco víctimas de la matanza.

      La fuga de Carlos Carcía Juliá, el ultra buscado por la matanza en un bufete de abogados de Madrid durante la Transición, ha culminado en Brasil. Su captura coincide con el 40 aniversario de la Constitución que quiso abortar,.


      Carlos García Juliá quiso acabar con la democracia en España antes de que naciera, pero solo consiguió matar a cinco personas en un despacho de abogados laboralistas de la madrileña calle de Atocha. Mientras él cumplía condena, se escapaba y malvivía saltando de país en país, la democracia que había querido abortar no dejó de crecer. Hubo elecciones, se aprobó la Constitución y las urnas, y no los sables, quitaron y pusieron gobiernos. El ultraderechista García Juliá fue detenido este miércoles en la ciudad brasileña de Sao Paulo. La noticia se conoció en España al día siguiente, justo cuando se celebraba el cuarenta aniversario de la Carta Magna. La fecha de su captura ha sido una suerte de justicia poética, una prueba de que tarde o temprano los malos terminan entre rejas. Aunque esto último aún está por ver.
      «El círculo de la Justicia se cierra», dijo ayer la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena. Ella pertenecía al despacho donde se cometió la matanza pero ese día, el 24 de enero de 1977, no se hallaba allí por un cambio de planes de última hora. A las diez y media de la noche, tres pistoleros de extrema derecha -Carlos García Juliá, José Fernández Cerrá y Fernando Lerdo de Tejada- irrumpieron en el bufete laboralista, en el que acabaron matando a tres abogados, un estudiante de Derecho y un administrativo, e hirieron de gravedad a otras cuatro personas. García Juliá fue el encargado de dar el disparo de gracia a dos de los fallecidos.
      El círculo de la Justicia comenzó a cerrarse mes y medio después, cuando los autores del atentado y sus cómplices fueron detenidos. Además de los tres pistoleros, cayeron en manos de la Policía Francisco Albadalejo y Leocadio Jiménez Caravaca. Todos fueron juzgados en febrero de 1980 y condenados a diferentes penas, pero no todos llegaron a cumplirlas debido a una serie de polémias decisiones judiciales.
      Periplo por SudaméricaDesde 1994 ha vivido en Bolivia, Chile, Argentina, Venezuela y Brasil
      Fue detenido con documentación a nombre de Genaro Antonio Materán
      García Juliá, que en la actualidad tiene 63 años, huyó de España en 1994 gracias a un atípico permiso que aprovechó para desaparecer. Cuando llevaba cumplidos catorce años de prisión de los 193 a los que había sido condenado, accedió a la libertad condicional y un juez le autorizó a viajar a Paraguay con la excusa de que tenía una oferta de trabajo. La decisión levantó tanta polvareda que al final fue revocada, aunque ya era demasiado tarde. España solicitó formalmente el regreso del fugitivo, pero ya se había esfumado. Le quedan por cumplir 3.855 días de prisión, unos 10 años y medio.
      El hombre detenido el miércoles en su residencia del barrio de clase media Barra Funda, en Sao Paulo, se ocultaba bajo la identidad venezolana falsa de Genaro Antonio Materán Flores. Según explicó ayer un representante regional de la Interpol, había entrado a pie en 2001 en Brasil por la ciudad de Pacaraima, en el estado de Roraima, fronterizo con Venezuela. Durante años permaneció en situación irregular hasta que en 2009 alegó que era conductor de Uber para solicitar un visado provisional. Desde entonces no había sido molestado y mantenía una existencia aparentemente normal.

      Una huida azarosa

      Desde que se negó a regresar a esa España suya a la que tanto defendía con pistolas, García Juliá ha deambulado por diversos países suramericanos con muy desigual fortuna. El antiguo miembro de Fuerza Nueva fue localizado en 1996 por los servicios españoles de información en una prisión de alta seguridad de La Paz, en Bolivia, en la que cumplía condena por tráfico de drogas. El ultraderechista había sido delatado por dos 'mulas' que habían sido interceptadas con quince kilos de cocaína en el cuerpo mientras trataban de viajar a Zurich. Las autoridades bolivianas sospechaban que García Juliá utilizaba el dinero que recaudaba con la droga para financiar a grupos parafascistas, pero nunca pudieron demostrarlo.
      Lo suyo fue cumplir condena y volver a desaparecer de los radares policiales, que nunca habían dejado de buscarlo. Según se ha sabido ahora, tras abandonar Bolivia García Juliá inició un periplo que le ha llevado por Chile, Argentina y Venezuela. Todas las vías de investigación situaban al fugitivo en Suramérica, aunque resultaba imposible determinar la identidad que estaba utilizando «debido a las extremas medidas de seguridad que empleaba», afirmó ayer un representante de la Policía española.
      En 2001 España solicitó la extradición de García Juliá a las autoridades bolivianas, pero para entonces el asesino ya era Genaro Antonio y residía en Brasil. En este país se movía con libertad incluso en avión, ya que disponía de documentación a nombre de terceras personas.
      El círculo que había permanecido tanto tiempo sin completar comenzó a cerrarse de verdad en 2017, año en el que se emitió una orden internacional de detención. Fue entonces cuando las cosas empezaron a ponerse serias para el fugitivo. El pasado mes de julio la Policía Federal brasileña localizó al asesino en Sao Paulo y lo comunicó a España. Aún se tardaron algunos meses en verificar la información, pero la suerte de Carlos García Juliá estaba echada. Su fuga había llegado a la estación final.

      El comando Hugo Sosa

      Ahora queda la otra suerte, la judicial, para ver si la condena contra el fugitivo ha prescrito o no. Es lo que ocurrió hace años con Fernando Lerdo de Tejada, el ultra que vigiló la puerta del despacho de Atocha durante la masacre y que huyó de España antes de que se celebrara el juicio. Aprovechó para ello un permiso de fin de semana que le concedió en 1979 el juez Rafael Gómez Chaparro, antiguo miembro del Tribunal de Orden Público franquista, sin comunicar su decisión ni al fiscal ni a la acusación particular que representaba a las víctimas.
      El fugitivo se ocultó en La Manga, donde su hermano tenía un negocio, y después emprendió viaje hacia Francia en un coche. En Perpignan le proporcionaron dinero, documentación falsa y un billete hacia Suramérica, donde su rastro se perdió. Se cree que residió varios años en Chile y que en la actualidad puede vivir en Brasil. Pese a que su delito prescribió en 2015, nunca se le ha vuelto a ver.
      José Fernández Cerrá, el pistolero que junto con García Juliá disparó contra las víctimas de Atocha, también fue sentenciado a 193 años de prisión. Tras cumplir quince años de cárcel, en la que estudió Derecho y redujo su condena con trabajos, en 1992 obtuvo la libertad condicional y salió a la calle. En la actualidad reside en Alicante, donde figura en el registro mercantil como administrador único de una empresa de reformas y otra de comercio al por mayor.
      Según la sentencia que les condenó, los tres ultraderechistas formaban parte de un grupo «activista e ideológico» que «rechazaba el cambio institucional que se estaba produciendo en España». Estaban integrados en el autodenominado comando Hugo Sosa, vinculado a la Alianza Apostólica Anticomunista, la Triple A. Eran unos fervientes falangistas que admiraban a su mentor, el secretario provincial del Transporte de Madrid, Francisco Albadalejo, quien fue condenado a 73 años como inductor y encubridor de la masacre. Murió en la prisión de Valladolid en 1985.
      Leocadio Jiménez Caravaca, el hombre que suministró las pistolas a los asesinos, fue condenado a cuatro años. En noviembre de 1977 se le concedió la amnistía, que fue revocada por la Audiencia Nacional en enero de 1978, aunque conservó su libertad. En 1979 fue detenido por tenencia ilegal de armas. Falleció en 1985.
      Muertos unos, prescritos los delitos de otros, Carlos García Juliá era el único cabo suelto que quedaba, al menos oficialmente. Los abogados de la acusación siempre han recordado que durante la instrucción del caso no pudieron investigar sus ramificaciones. Sostienen que faltan «las cabezas pensantes» y, lo que es peor, que quizá aún caminen entre nosotros. Tal vez el círculo nunca acabe por cerrarse.


      TITULO:   Informe Robinson - Salah decide el estreno 'loco' entre Liverpool y Leeds,.

       

      Salah decide el estreno 'loco' entre Liverpool y Leeds

      LIVERPOOL 4-LEEDS 3 / fotos,.

      No hubo respiro en los primeros 45' (3-2). Debut de Bielsa en la Premier y de Rodrigo Moreno, que fue protagonista al cometer el penalti decisivo sobre Fabinho.

      Salah decide el estreno 'loco' entre Liverpool y Leeds
      Escudo/Bandera Leeds
      Cuando el árbitro pitó el descanso en Anfield hubo un respiro generalizado. No sólo en el estadio, sino en cada uno de los aficionados que veían el partido. El resultado marcaba un 3-2 a favor del Liverpool, que se puso por delante hasta en tres ocasiones en pocos minutos. Un ataque tras otro, una presión, un robo, una ocasión. En cada jugada, un detalle. No hubo respiro en 45 minutos. Fue una parte loca, muy loca, en el debut de Marcelo Bielsa en la Premier League, que sin embargo no pudo irse con ningún punto.
      Escudo/Bandera Liverpool
      • Inglaterra
      Mohamed Salah tardó apenas tres minutos en inaugurar el marcador. En las últimas cuatro temporadas, el egipcio ha marcado el primer gol del Liverpool. Esta vez fue de penalti, tras una pena máxima que él mismo forzó disparando a puerta y estrellando el balón en el brazo de Koch. La respuesta fue inmediata porque Harrison recogió un precioso envío de Phillips, reciente internacional con Inglaterra, evitó a Arnold y Gómez en dos toques y puso el 1-1 disparando desde la frontal. Un golazo.
      En los dos siguientes goles el protagonista fue Van Dijk. Primero, en positivo, ya que su remate de cabeza en un córner a favor supuso el 2-1 para los 'reds', pero instantes más tarde falló en un despeje en solitario y dejó en bandeja el gol de Bamford, que volvía a empatar el choque antes de la media hora. Sin embargo, no tardó en reaccionar el Liverpool, otra vez por medio de Salah. El egipcio cogió un balón muerto en el área y lo mandó a la escuadra, sin pensárselo, logrando el doblete.
      Aunque el choque se calmó ligeramente tras el paso por vestuarios, eso no impidió al Leeds empatar por tercera vez. El gol lo marcó Klich entrando en segunda línea, dando ilusiones a un Leeds que no se rindió nunca. Justo antes había debutado Rodrigo, que se puso de delantero centro... y que cometió el penalti definitivo, sobre Fabinho. Salah cogió el balón y marcó con calidad, completando su hat-trick, y dándole tres puntos de gloria al Liverpool.

       

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